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Mes: noviembre 2011

La escuela de Frankfurt: conspiración para corromper

Por Timothy Matthews *

La ACW Review examinó el trabajo corrosivo de la ‘Escuela de Frankfurt’ – un grupo de estudiosos alemanes-americanos que desarrollaron perspectivas muy provocativas y originales sobre la sociedad contemporánea y la cultura, diseñando sobre Hegel, Marx, Nietzsche, Freud, y Weber.

La civilización occidental al día presente está atravesando una crisis que es esencialmente diferente de algo que haya sido previamente experimentado. Otras sociedades en el pasado han cambiado sus instituciones sociales o sus creencias religiosas bajo la influencia de fuerzas externas o desarrollo lento de crecimiento interior. Pero ninguna como la nuestra ha enfrentado jamás conscientemente la perspectiva de una alteración fundamental de las creencias e instituciones en que descansa todo el tejido de la vida social…

La civilización está siendo desarraigada de sus cimientos en naturaleza y tradición y está reconstituyéndose en una nueva organización que es tan artificial y mecánica como una fábrica moderna. Christopher Dawson. – «Enquiries into Religion and Culture», p. 259.

La mayoría del trabajo de Satanás en el mundo tiene cuidado para mantenerse oculto. Pero dos pequeños rayos de luz me han sido arrojados recientemente. El primero, un artículo corto en la Association of Catholic Women’s ACW Review; el segundo, un comentario (que al principio me sorprendió) de un sacerdote en Rusia que dijo que nosotros ahora, en el Oeste, vivimos en una sociedad comunista.

Estos rayos de luz ayudan, sobre todo, para explicar el asalto de la burocracia que en muchos países del mundo con tanto éxito han estado quitando los derechos de los padres para ser los educadores primarios y protectores de sus niños.

La ACW Review examinó el trabajo corrosivo de la ‘Escuela de Frankfurt’ – un grupo de estudiosos alemanes-americanos que desarrollaron perspectivas muy provocativas y originales sobre la sociedad contemporánea y la cultura, diseñando sobre Hegel, Marx, Nietzsche, Freud, y Weber.

Su idea de una ‘revolución’ cultural era particularmente nueva.

‘Hasta ahora’, escribió a Joseph, Comte de Maistre (1753-1821) quién durante quince años fue Freemason, ‘las naciones fueron asesinadas por la conquista, es decir por la invasión. Pero aquí surge una pregunta importante: ¿puede una nación no morir en su propia tierra, sin el reasentamiento o la invasión, al permitir que las moscas de la descomposición corrompan a la misma base de los principios originales y constituyente que la hacen ser lo que es?

¿Que fue la Escuela de Frankfurt?

Bien, en los días que siguen a la Revolución bolchevique en Rusia, creyeron que la revolución de los obreros barrería en Europa y, en el futuro, en los Estados Unidos. Pero no fue así. A fin de 1922 la Internacional comunista (Comintern) empezó a considerar cuales eran las razones.

Por iniciativa de Lenin fue organizada una reunión en el Instituto Marx-Engels en Moscú.

El objetivo de la reunión era clarificar el concepto, y dar efecto concreto a, una revolución cultural Marxista. Entre los presentes estaba Georg Lukacs (un aristócrata húngaro, hijo de un banquero que se había vuelto comunista durante la Primera Guerra Mundial; un buen teórico Marxista, desarrolló la idea de ‘Revolución y Eros’ – el instinto sexual usado como instrumento de destrucción) y Willi Munzenberg (quien propuso que la solución era organizar a los intelectuales y usarlos para hacer heder la civilización Occidental. Sólo entonces, después que ellos hayan corrompido todos sus valores y hayan hecho la vida imposible, podemos nosotros imponer la dictadura del proletariado’)

‘Esto fue’, dijo Ralph de Toledano (1916-2007) el autor conservador y co-fundador de ‘National Review’, una reunión ‘quizás más dañosa a la civilización Occidental que la propia Revolución bolchevique.’

Lenin murió en 1924. Sin embargo Stalin estaba empezando a ver a Munzenberg, Lukacs y pensadores así, ‘revisionistas’. En junio de 1940, Munzenberg huyó al sur de Francia donde, por órdenes de Stalin, una escuadra de asesinato NKVD lo alcanzó y colgó de un árbol.

En el verano de 1924, después de ser atacado por sus escritos por el 5 Congreso de Comintern, Lukacs se mudó a Alemania, donde presidió la primera reunión de un grupo de sociólogos de orientación comunista, que fue terminaría en la fundación de la Escuela de Frankfurt.

Esta ‘Escuela’ (diseñada para poner carne en su programa revolucionario) se inició en la Universidad de Frankfurt en el Institut für Sozialforschung. Para empezar la escuela y el instituto eran indistinguibles. En 1923 el Instituto se estableció oficialmente, y financiado por Felix Weil (1898-1975). Weil nació en Argentina y a los nueve años se lo envió para asistir a la escuela en Alemania. Asistió a las universidades en Tübingen y Frankfurt, donde se graduó con un grado doctoral en ciencia política. Mientras estaba en estas universidades se volvió cada vez más interesado en el socialismo y el marxismo. Según el historiador intelectual Martin Jay, el tema de su disertación era ‘los problemas prácticos de llevar a cabo el socialismo.’

Carl Grünberg, director del Instituto desde 1923-1929, era un marxista confeso, aunque el Instituto no tenía ninguna afiliación partidaria. Pero en 1930 Max Horkheimer asumió el control y él creyó que la teoría de Marx debía ser la base de la investigación del Instituto.

Cuando Hitler vino al poder, el Instituto fue cerrado y sus miembros, por varias rutas, huyeron a los Estados Unidos y emigraron a las mayores universidades americanas – Columbia, Princeton, Brandeis, y California en Berkeley.

La Escuela incluyó entre sus miembros al gurú de 1960 de la Nueva Izquierda Herbert Marcuse (denunciado por el Papa Pablo VI por su teoría de liberación que ‘abre el camino para la licencia encubierta como libertad’), Max Horkheimer, Theodor Adorno, el popular escritor Erich Fromm, Leo Lowenthal, y Jurgen Habermas – posiblemente el representante más influyente de la Escuela.

Básicamente, la Escuela de Frankfurt creyó que en tanto un individuo tuviera la creencia -o incluso la esperanza de creencia- que su don divino de razón pudiera resolver los problemas que enfrenta la sociedad, entonces esa sociedad nunca alcanzaría el estado de desesperación y alienación que ellos consideraron que era necesario para provocar la revolución socialista. Por consiguiente, su tarea era minar tan rápidamente como sea posible el legado Judeo-Cristiano.

Para hacer esto ellos requirieron la crítica destructiva más negativa posible de cada esfera de la vida que se diseñaría para desestabilizar la sociedad y derrumbar lo que ellos vieron como ‘el orden opresivo’.

Sus políticas, esperaron ellos, se extenderían como un virus ‘continuando el trabajo de los marxistas Occidentales a través de otros medios’ como notó uno de sus miembros. Para llevar más allá el avance de su revolución cultural ‘silenciosa’ – pero no dándonos ideas sobre sus planes para el futuro – la Escuela recomendó (entre otras cosas):

1. La creación de ofensas de racismo.

2. Cambio incesante para crear confusión.

3. La enseñanza de sexo y homosexualidad a los niños.

4. El minado de la autoridad de escuelas y maestros.

5. Gran inmigración para destruir la identidad.

6. La promoción de beber en exceso.

7. Vaciado de Iglesias.

8. Un sistema legal inestable con prejuicio contra las víctimas del crimen.

9. Dependencia de los beneficios estatales.

10. Control y tontería de los medios de comunicación.

11. Animar la quiebra de la familia.

Una de las ideas principales de la Escuela de Frankfurt era aprovechar la idea de Freud de ‘pansexualismo’ – la búsqueda por placer, la explotación de diferencias entre los sexos, derrocando las relaciones tradicionales entre hombres y mujeres.

Para llevar más allá sus objetivos ellos tendrían que:

* atacar la autoridad del padre, negar los roles específicos del padre y la madre, y arrebatar a las familias de su derecho como educador primario de sus niños.

* abolir las diferencias en la educación de varones y mujeres.

* abolir todas las formas de dominación masculina – de ahí la presencia de mujeres en las fuerzas armadas

* declarar a las mujeres ser una ‘clase oprimida’ y a los hombres como ‘opresores’

Munzenberg resumió así la operación a largo plazo de la Escuela de Frankfurt: ‘Nosotros haremos al Oeste tan corrupto que apeste.’

La Escuela creía que había dos tipos de revolución: (a) política y (b) cultural.

La revolución cultural demuele desde dentro. ‘Las formas modernas de sometimiento están marcadas por la bondad’. Ellos lo vieron como un proyecto a largo plazo y mantuvieron claramente sus visiones enfocadas en la familia, educación, medios de comunicación, sexo y cultura popular.

La Familia

La ‘Teoría’ Crítica de la Escuela predicó que la ‘personalidad’ autoritaria es un producto de la familia patriarcal – una idea que se unió directamente a los Orígenes de la Familia, Propiedad Privada y el Estado de Engels que promovió el matriarcado.

Ya Karl Marx había escrito, en el “Manifiesto Comunista”, sobre la noción radical de una ‘comunidad de mujeres’ y en La Ideología alemana de 1845 [1], escribió despectivamente sobre la idea de la familia como la unidad básica de sociedad.

Éste era uno de los principios básicos de la ‘Teoría’ Crítica: la necesidad de ruptura de la familia contemporánea. Los estudiosos del Instituto predicaron que:

‘Incluso una quiebra parcial de la autoridad paternal en lo familiar podría tender a aumentar la prontitud de una próxima generación para aceptar el cambio social.’

Siguiendo a Karl Marx, la Escuela enfatizó cómo la ‘personalidad’ autoritaria es un producto de la familia patriarcal, fue Marx que escribió tan despectivamente sobre la idea de la familia siendo la unidad básica de la sociedad. Todo esto preparó el camino para la guerra contra el género masculino promovida por Marcuse bajo la guisa de ‘liberación’ de las mujeres y por el movimiento Nueva Izquierda en los años sesenta.

Ellos propusieron transformar nuestra cultura en una dominada por mujeres. En 1933, Wilhelm Reich, uno de sus miembros, escribió en La Psicología de Masas del Fascismo que el matriarcado era el único tipo de la familia genuino de ‘la sociedad natural.’ Eric Fromm también era un abogado activo de la teoría matriarcal.

Masculinidad y feminidad, dijo él, no eran reflejos de las diferencias sexuales ‘esenciales’, como los Románticos habían pensado, pero habían derivado en cambio de las diferencias en las funciones de la vida que eran en parte socialmente determinadas.’ Su dogma era el precedente para las declaraciones feministas radicales que, hoy, aparecen en casi cada gran periódico y programa de la televisión.

Los revolucionarios supieron exactamente lo que ellos quisieron hacer y cómo hacerlo. Ellos han tenido éxito.

Educación

Lord Bertrand Russell se unió a la Escuela de Frankfurt en su esfuerzo por la ingeniería social masiva y levantó la perdiz en su libro de 1951: El Impacto de la Ciencia en la Sociedad. Él escribió:

‘La fisiología y psicología se permiten el lujo de campos para técnica científica que todavía esperan el desarrollo.’ La importancia de psicología de masas ‘ha sido aumentada enormemente por el crecimiento de métodos modernos de propaganda. De estos la más influyente es lo que se llama ‘la educación.’

Los psicólogos sociales del futuro tendrán varias clases de niños escolares sobre quienes ellos probarán métodos diferentes de producir una convicción inquebrantable de que la nieve es negra.

Varios resultados pronto llegarán:

Primero: que la influencia del hogar es obstructiva.

Segundo: que no mucho puede hacerse a menos que el adoctrinamiento empiece antes de la edad de diez.

Tercero: que a los versos con música y entonados repetidamente son muy eficaces.

Cuarto: que la opinión de que la nieve es blanca, debe considerarse un gusto mórbido por la excentricidad. Pero yo me anticipo. Es para los científicos futuros hacer estas máximas precisas y descubrir cuánto exactamente cuesta por cabeza hacer creer a los niños que la nieve es negra, y cuánto menos costaría hacerles creer que es gris oscuro. Cuando la técnica se haya perfeccionado, cada gobierno que ha estado a cargo de la educación por una generación podrá controlar firmemente sus súbditos sin la necesidad de ejércitos o policías.”

Escribiendo en 1992 en Fidelio Magazine, [The Frankfurt School and Political Correctness] Michael Minnicino observó cómo ahora los herederos de Marcuse y Adorno dominan completamente las universidades, ‘enseñándoles a sus propios estudiantes a reemplazar razón con ejercicios rituales ‘Políticamente Correctos’.

Hay muy pocos libros teóricos sobre artes, cartas, o idioma publicados hoy en los Estados Unidos o Europa que no reconocen abiertamente su deuda a la Escuela de Frankfurt. La caza de brujas en los campus de hoy es meramente la aplicación del concepto de Marcuse de ‘tolerancia represiva’ – ‘la tolerancia para los movimientos de izquierda, pero intolerancia para los movimientos de derecha’ – puestos en vigencia por los estudiantes de la Escuela de Frankfurt’.

Drogas

El Dr. Timothy Leary nos dio otro vislumbre sobre la mente de la Escuela de Frankfurt en su relato del trabajo de la Universidad de Harvard del Proyecto de Droga Psicodélico, ‘ Flashback.’ Él citó una conversación que él tuvo con Aldous Huxley:

“Estas drogas de cerebro, producidas masivamente en los laboratorios, provocarán inmensos cambios en la sociedad. Esto pasará con o sin usted o yo. Todo lo que nosotros podemos que hacer es correr la voz. El obstáculo a esta evolución, Timothy, es la Biblia’. Leary siguió entonces:

“Habíamos tropezado con el compromiso judeo-cristiano de un Dios, una religión, una sola realidad, que ha maldecido a Europa durante siglos y América desde nuestros días de la fundación. Las drogas que abren la mente a múltiples realidades conducen inevitablemente a una visión politeísta del universo. Nosotros detectamos que el tiempo de una nueva religión humanista basada en la inteligencia, el pluralismo de buen carácter y el paganismo científico había llegado.»

Uno de los directores del proyecto Personalidad Autoritaria, R. Nevitt Sanford, jugó un papel pivote en el uso de drogas psicodélicas. En 1965, él escribió en un libro emitido por el brazo editor del Instituto Tavistock del Reino Unido:

«La nación, parece estar fascinada por los 40.000 más o menos adictos a las drogas que son vistos como gente rebelde, alarmante que debe ser contenida a toda costa por la cara actividad policial. Sólo un Puritanismo intranquilo podría apoyar la práctica de enfocarse en los drogadictos (en lugar de en nuestros 5 millones de alcohólicos) tratándolos como un problema policial en lugar de médico, mientras suprime drogas inocuas como marihuana y peyote junto con las peligrosas.”

El propagandista principal del lobby de la droga de hoy deletreó su argumento para la legalización sobre el mismo charlatanismo científico del Dr. Sanford.

Tales propagandistas incluyen al multimillonario ateo George Soros que eligió, como uno de sus programas nacionales en primer lugar, financiar los esfuerzos para impugnar la eficacia de la guerra de $ 37 mil millones al año de Estados Unidos contra las drogas

El Lindesmith Center respaldado por Soros sirve como voz principal para los americanos que quieren descriminalizar el uso de narcóticos. ‘Soros es el Papá Warbucks de legalización de la droga,’ dijo Joseph Califano Jr. del National Center on Addiction and Substance Abuse de la Universidad de Columbia’ (The Nation, Sep 2, 1999).

Música, Televisión y Cultura Popular

Adorno se convirtió en jefe de la unidad de «estudios de música”, donde en su Teoría de la Música Moderna promovió la posibilidad de desatar la música atonal y otras músicas populares como un arma para destruir la sociedad, degenerar las formas de la música para promover enfermedad mental. Él dijo que los EE.UU. podrían ser puestos de rodillas por el uso de la radio y la televisión para promover una cultura del pesimismo y la desesperanza –para la década del 1930 (junto con Horkheimer) habían emigrado a Hollywood-. La expansión de la violencia de los vídeo-juegos también fue apoyada entre los objetivos de la Escuela.

Sexo

En su libro El Cierre de la Mente americana, Alan Bloom observó cómo Marcuse atrajo a los estudiantes universitarios en los sesentas con una combinación de Marx y Freud. En «Eros y Civilización» y «Un Hombre Dimensional» Marcuse prometió que la superación del capitalismo y su falsa conciencia producirán una sociedad donde las más grandes satisfacciones son sexuales.

La Música Rock toca el mismo acorde en los jóvenes. La libertad de expresión sexual, el anarquismo, la minería de lo irracional inconsciente y darle rienda suelta son lo que tienen en común.

Los Medios de comunicación

Los medios de comunicación modernos -Arthur ‘Punch’ Sulzberger Jnr., quién se encargó del New York Times en 1992- utilizó mayormente el estudio de la Escuela de Frankfurt «La Personalidad Autoritaria». (New York: Harper, 1950).

En su libro «Arrogancia», (Warner Books, 1993) el ex reportero de CBS News Bernard Goldberg notó de Sulzberger que él todavía sigue creyendo en todas esas nociones de los años sesenta acerca de la «liberación» y «cambiar el mundo hombre». . . De hecho, los años Punch han sido una marcha constante hacia abajo PC Boulevard, con una sala de redacción ferozmente dedicada a todas las marcas de la diversidad, excepto la clase intelectual. »

En 1953 el Instituto se movió de vuelta a la Universidad de Frankfurt. Adorno murió en 1955 y Horkheimer en 1973. El Instituto de Investigación Social continuó, pero lo que era conocido como la Escuela de Frankfurt, no.

El Marxismo Cultural que desde entonces ha tomado nuestras escuelas y universidades -esa «corrección política», que ha sido la destrucción de nuestros lazos familiares, nuestra tradición religiosa y nuestra cultura toda-, surgió en la Escuela de Frankfurt.

Fueron estos intelectuales Marxistas que, después, durante las demostraciones anti-Vietnam, acuñaron la frase, ‘haga amor, no la guerra’; eran estos intelectuales que promovieron la dialéctica de la ‘crítica negativa’; eran estos teóricos que soñaron con una utopía donde sus reglas gobernasen.

Estos fueron sus conceptos, que dieron lugar a la moda actual de la reescritura de la historia, y la moda de «deconstrucción». Sus mantras:

«las diferencias sexuales son un contrato, si se siente bien, hazlo; haga su propia cosa.»

En un discurso en la Academia Naval americana en agosto de 1999, Dr Gerald L. Atkinson, CDR USN (Ret), dio un antecedente informando sobre la Escuela de Frankfurt y recordando a su audiencia que fueron los ‘soldados de a pie «de la Escuela de Frankfurt, quienes introdujeron técnicas de “entrenamiento sensitivo” utilizados en las escuelas públicas en los últimos 30 años (y ahora empleado por los militares para educar a las tropas sobre el «acoso sexual» de EE.UU.).

Durante el entrenamiento sensitivo a los maestros se les dijo que no enseñen, sino «faciliten». Las aulas de clase se convirtieron en centros de auto-examen, donde los niños hablaron de sus propios sentimientos subjetivos. Esta técnica fue diseñada para convencer a los niños que eran la única autoridad en sus propias vidas.

Atkinson continuó:

‘La personalidad Autoritaria’ estudiada por la Escuela de Frankfurt en los años cuarenta en América, preparó el camino para la guerra subsecuente contra el género masculino promovida por Herbert Marcuse y su banda de revolucionarios sociales bajo la guisa de ‘liberación’ de las mujeres y el movimiento Nueva Izquierda en los años sesenta.

La evidencia de que las técnicas psicológicas de la personalidad cambiante son deseadas para castrar a los machos de América es proporcionada por Abraham Maslow, fundador de la Tercera Fuerza de la Psicología Humanista y un promotor de la clase psicoterapéutica, quien escribió que: “… el próximo paso en la evolución personal es una transcendencia desde la masculinidad y la feminidad a la humanidad general.’

El 17 de abril de 1962, Maslow dio una conferencia a un grupo de monjas en el Sagrado Corazón, la universidad de mujeres católicas en Massachusetts. Él notó en una entrada del diario cómo la charla había sido muy ‘exitosa,’ pero él encontró ese mismo hecho preocupante.

‘Ellas no deben aplaudirme’ -escribió él- ‘ellas deben atacarme. Si ellas fueran totalmente conscientes de lo que yo estaba haciendo, ellas me habrían atacado’ (Periódicos, pág. 157).

La Red

En su folleto Sexo & Ingeniería Social (Educación Familiar Trust 1994) Valerie Riches observó cómo en los finales 1960 y tempranos años setenta, hubo intensas campañas parlamentarias que emanan de una serie de organizaciones acerca del control de la natalidad (es decir, anticoncepcionismo, aborto, esterilización).

De un análisis de sus informes anuales, se hizo claro que un número comparativamente pequeño de personas estaba involucrado en un grado sorprendente en una serie de grupos de presión. Esta red no sólo fue unida por lo personal, sino por fondos, ideología y a veces discursos. También fue respaldada a través de intereses investidos y fue apoyada por concesiones en algunos casos por departamentos gubernamentales.

En el corazón de la red estaba la Asociación de Planificación Familiar (FPA) con su propia colección de vástagos. Lo que nosotros desenterramos era una estructura de poder con enorme influencia.

‘La investigación más profunda reveló que la red, de hecho se extendió más allá de casa, en la eugenesia, control de población, control de nacimientos, reformas legales leyes sexuales y familiares, sexo y educación de salud.

Sus tentáculos se extendieron a casas editoras, establishment médico, educativo y de investigación, organizaciones de mujeres y orientación de matrimonios donde pudieran ejercer influencia. Parecían tener gran influencia sobre los medios de comunicación, y sobre los funcionarios permanentes en los departamentos gubernamentales pertinentes, fuera de toda proporción con los números involucrados.

Durante nuestras investigaciones, un portavoz en un Simposio de Educación Sexual en Liverpool perfiló tácticas de educación sexual diciendo: ‘si nosotros no entramos en educación del sexo, los niños simplemente seguirán las costumbres de sus padres’. El hecho de que la educación sexual iba a ser el vehículo para vendedores ambulantes del humanismo secular pronto se hizo evidente.

Sin embargo, en ese momento no se entendió totalmente el poder de la red y las implicancias plenas de sus actividades. Se pensó que la situación estaba confinada a Gran Bretaña. Las implicancias internacionales no habían sido tomadas.

‘Poco después, se publicó un pequeño libro con el título intrigante «Los Hombres detrás de Hitler – Una advertencia alemana al Mundo». Su tesis era que el movimiento de eugenesias que había ganado popularidad temprana en el siglo vigésimo había sido subterráneo, siguiendo el holocausto en Alemania nazi, pero todavía estaba activo y funcionando a través de organizaciones que promueven el aborto, eutanasia, esterilización, salud mental, el etc. El autor instó al lector a que mirara su país y países vecinos, porque encontraría que los miembros y comités de estas organizaciones se cruzan en una magnitud notable.

Otros libros y papeles de las fuentes independientes después confirmaron esta situación…

Un libro notable también se publicó en América que documentaba las actividades del Sex Information and Education Council of the United States (SIECUS). Se tituló «El Círculo SIECUS – Una Revolución Humanista». SIECUS fue establecido en 1964 y no perdió tiempo en comprometerse en un programa de ingeniería social por medio de la educación sexual en las escuelas. Su primera directora ejecutiva fue Mary Calderone que también se unió estrechamente a la Paternidad Planeada el equivalente americano del FPA británico.

Según El Círculo SIECUS, Calderone apoyó los sentimientos y teorías puestas en adelante por Rudolph Dreikus, un humanista, como:

* uniendo o invirtiendo los sexos o roles de sexo.

* liberando a los niños de sus familias.

* aboliendo a la familia como nosotros la conocemos.

En su libro «Mente Sitio», (Thomas Nelson, 2000) Tim La Haye y David A. Noebel confirmaron los hallazgos de Riches de una red internacional.

‘Pueden pintarse las autoridades principales del Humanismo Secular como la fila de arranque de un equipo del béisbol: tirando está John Dewey; tomando es Isaac Asimov; primera base es Paul Kurtz; segunda base es Corliss Lamont; tercera base es Bertrand Russell; el campocorto es Julian Huxley; el centrocampista izquierdo es Richard Dawkins; centrocampista centro es Margaret Sanger; el centrocampista derecho es Carl Rogers; el gerente es ‘Cristiandad para perdedores’ de Ted Turner; el golpeador designado es Mary Calderone; jugadores de utilidad incluyen los centenares listados al dorso de Manifiesto Humanista I y II, incluso Eugenia C. Scott, Alfred Kinsey, Abraham Maslow, Erich Fromm, May Rollo, y Betty Friedan.

“En las gradas se sientan las organizaciones patrocinadoras o sostenedoras, como… la Escuela de Frankfurt, el ala izquierda del Partido Demócrata, los Socialistas Democráticos de América, la Universidad de Harvard, la Universidad de Yale, la Universidad de Minnesota, la Universidad de California (Berkeley), y dos mil colegios y universidades.

Un ejemplo práctico de cómo la marea del pensamiento Maslow está envolviendo las escuelas inglesas fue revelado en un artículo en la Asociación Nacional Británica de Familias Católicas (NACF) el periódico Familiar Católico (agosto 2000), donde James Caffrey advirtió sobre el programa de Ciudadanía (PSHE) que brevemente sería bosquejado en el Curriculum Nacional.

“Tenemos que mirar con cuidado el vocabulario utilizado en este nuevo proyecto», escribió, » y sobre todo, encontrar la base filosófica sobre la que se funda.”

Las pistas a esto pueden encontrarse en la palabra ‘opción’ que frecuentemente ocurre en la documentación de la Ciudadanía y el gran énfasis puesto sobre el alumno para ‘discutir y clarificar’ sus propias vistas, valores y opciones sobre cualquier problema dado. Esto no es ninguna otra cosa que el concepto conocido como ‘Clarificación de Valores’ – un concepto anatema al Catolicismo, o de hecho, al Judaísmo e Islam.

‘Este concepto se abrió camino en California en los 1960 por los psicólogos William Coulson, Carl Rogers y Abraham Maslow. Estaba basado sobre la ‘psicología humanística’, en la que se consideraron a los pacientes como el único juez de sus acciones y conducta moral.

Habiendo abierto camino a la técnica de Clarificación de Valores, los psicólogos lo introdujeron en las escuelas y otras instituciones como conventos y seminarios – con resultados desastrosos. Los conventos se vaciaron, los religiosos perdieron sus vocaciones y hubo pérdida de la creencia en Dios.

¿Por qué? Porque las instituciones católicas se fundan en creencias absolutas, por ejemplo, el Credo y los Diez Mandamientos. La Clarificación de Valores supone un relativismo moral en que no hay ningún derecho absoluto o malo y ninguna dependencia sobre Dios.

‘Este mismo sistema será presentado a las mentes vulnerables de infantes, juniors y adolescentes en los años 2000’.

La filosofía subyacente de Clarificación de Valores sostiene que para los maestros promover virtudes como honestidad, justicia o castidad constituye adoctrinamiento de niños y ‘viola’ su libertad moral. Se insta que los niños deban ser libres de escoger sus propios valores; el maestro debe meramente ‘facilitar’ y debe evitar toda moralización o criticismo.

Un abogado recientemente hizo un comentario sobre tendencias preocupantes en la educación australiana,

‘El tema central de clarificación de valores es que no hay valores correctos o malos. La educación de valores no busca identificar y transmitir valores ‘correctos’, enseñanzas de la Iglesia, sobre todo la encíclica papal Evangelium Vitae. ‘En la ausencia de una guía moral clara, los niños naturalmente hacen opciones basadas en sentimientos. La poderosa presión del par, liberada de los valores que provienen de una fuente divina, asegura que ‘valores compartidos’ se hunden al común denominador más bajo.

Referencias a la sustentabilidad medioambiental llevan a una estructura mental donde los argumentos anti-vida para el control de población son presentados como siendo responsables y deseable. Semejante, las ‘opciones informadas’ sobre salud y estilos de vida son eufemismos son actitudes antitéticas a las vistas cristianas sobre la maternidad, paternidad, el sacramento del matrimonio y la vida familiar.

La Clarificación de valores es encubierta y peligrosa. Apuntala toda la razón de Ciudadanía (PSHE) y será introducida pronto por estatuto en el Reino Unido. Esto dará valores seculares a las personas jóvenes y los imbuirá con la actitud que ellos solo sean la última autoridad y juicio sobre sus vidas. Ninguna Escuela católica puede incluir este nuevo asunto como formulado en el documento Plan de Estudios 2000 dentro de su provisión del plan de estudios actual. El Dr. William Coulson reconoció el daño psicológico que la técnica de Rogers infligió en jovenzuelos y lo rechazó, consagrando su vida a exponer sus peligros.

¿Deben aquéllos en autoridad en educación católica no hacerlo igual, como ‘Ciudadanía’ hace su enfoque mortal?

Si nosotros permitimos continuar la subversión de valores e intereses, en las generaciones futuras perderemos todo por lo que nuestros antepasados sufrieron y murieron.

Nosotros estamos prevenidos, dice Atkinson. Una lectura de la historia nos dice que nosotros estamos a punto de perder la cosa más preciosa que nosotros tenemos: nuestras libertades individuales.

‘Lo que nosotros estamos experimentando en la actualidad,’ escribe a Philip Trower en una carta al autor, ‘es una mezcla de dos escuelas de pensamiento; la Frankfurt School y la tradición liberal que se remonta al Iluminismo del siglo 18’.

La Escuela de Frankfurt tiene sus orígenes remotos, por supuesto, en el Iluminismo del siglo 18. Pero como el Marxismo de Lenin, es un movimiento de ruptura.

Los objetivos inmediatos del liberalismo clásico y la Escuela de Frankfurt han sido en lo principal los mismos (ver sus once puntos arriba) pero el extremo final es diferente. Para los liberales ellos llevan a ‘mejorar’ y ‘perfeccionar’ la cultura occidental, para la Escuela de Frankfurt ellos provocan su destrucción.

Diferente a los marxistas de línea dura, la Escuela de Frankfurt no hace ningún plan para el futuro. Pero la Escuela de Frankfurt parece tener más visión a lo lejos que nuestros liberales clásicos y secularistas. Por lo menos, ellos ven las desviaciones morales que promueven, harán el fin de la vida social imposible o intolerable. Esto deja un gran signo de interrogación sobre lo que sería un futuro dirigido por gente como ellos.’

Entretanto, la Revolución Callada sigue adelante.

* Timothy Matthews is the editor of the British, Catholic Family News. A news service of the National Association of Catholic Families, United Kingdom. The article appeared in the American Catholic weekly, The Wanderer, December 11, 2008. It is reprinted here with permission of the author.

diario7.com.ar Publicado por MILES en miércoles, marzo 30, 2011

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Los repugnantes ingleses designaron “mayor pensador del milenio” al asqueroso Carlos Marx

MARX: UNA TILINGUERÍA DE LA BBC

Por José Antonio Riesco*

La noticia* de que, referéndum de por medio, la BBC otorgó el premio a Carlos Marx (1818-1883) como el mayor pensador del milenio, advierte de cómo los grandes medios de comunicación a veces profesan la payasada más allá de su tradicional jerarquía, en lo cual no vale esconderse detrás de las cifras de una encuesta. Ninguna operación aritmética puede reemplazar el necesario enfoque cualitativo de un personaje que hizo bastante ruido y que, en algún sentido, sigue haciéndolo. Ante todo por sus frutos. Y esto no implica ignorar los datos de la historia e incluso la documentación que sea pertinente.

Marx sufrió mucho en vida. La pobreza que, según dijo, nunca pudo remediar, la muerte de sus hijos y al final el suicidio de una sobreviviente, y ello pese a tener por esposa no una “proletaria” sino a Jenny, la hija del barón de Westfalia, cuyo principal heroísmo fue aguantarlo con admirable devoción. También las enfermedades, hemorroides, forúnculos dolorosos y finalmente problemas bronquiales. Tampoco lo ayudó la soberbia intelectual que, con excepción de su amigo y colega Federico Engels, lo tornó intratable para tantos.

La mayoría de las personas que se sintieron alguna vez atraídas por la biografía y las tesis de Marx, no son muchas las que persistieron apenas la experiencia de vida, las lecturas y estudios sobre el tema, les impuso alejarse de él y esto sin perjuicio de mantener adecuada consideración por algunas de las ideas (sobre todo metódicas) del fundador; por ejemplo la significación de las condiciones económicas en los procesos sociopolíticos y la incidencia de los conflictos sociales en la dinámica societal (v. Prólogo a la Economía Política). Así como hay un grupo minoritario que, con militancia o no en las luchas partidarias, con una suerte de actitud adolescente se aferra dogmáticamente a una filosofía política propia del siglo XIX que, en nombre de la igualdad y otras pretensiones, fructificó en las revoluciones totalitarias del XX.

Estimo que, al margen de enfoques de secta, una de las mejores biografías de Carlos Marx se debe a Franz Mehring (1846-1919), alemán, participante en el grupo Spartaco, una corriente revolucionaria que enfrentó al gobierno social-demócrata que presidía Federico Ebert. Sobre las principales tesis del ideólogo prusiano vale la obra del jesuita Jean-Yves Calvez, así como las agudas reflexiones que les dedicó el profesor Hermann Heller en 1933.

Digamos, ante todo, que Marx no fue intelectualmente un quedado, pero tampoco un pensador original, aunque sí aprovechó aportes ajenos con los que logró formular un “mix” atractivo y persistente. Por caso, sus enunciados sobre la estructura social y las luchas de clases fueron expuestas por Aristóteles en la Grecia antigua, luego por los historiadores de Roma y, más modernamente, por pensado res como Saint Simon y Proudhon. Su referencia al trabajo en cuanto medida del salario y al valor de las mercancías, estuvo antes en David Ricardo; la dialéctica como expresión de las contradicciones las tomó de Hegel y luego, junto a la crítica de la religión, de Feuerbach.

Se le debe sí haber desnudado la “explotación” de los trabajadores por la empresa capitalista de entonces y con ello la fuente de la lucha de clases (v. El Manifiesto, 1849), en lo cual se anticipó a las denuncias de la Iglesia (Rerum Novarum, 1891). Aunque su tesis de la “plusvalía” nunca fue confirmada por los economistas de prestigio ni por la evolución de las “relaciones de producción”. Marx, enamorado de “las contradicciones” de su tiempo (“aquí está el futuro”), que estudio en el Museo Británico, dio por seguro que eran eternas y no atinó a prever que, en orden a las relaciones básicas, “capital y trabajo”, en los últimos días del siglo XIX y primeros pasos del XX se afirmarían las luchas y resistencias de las emergentes organizaciones obreras, más un cambio decisivo en la conciencia política y económica de la dirigencia del Estado.

En tren de reducir el Estado al “comité de gestión de los negocios de la burguesía” Marx describió las contradicciones de la sociedad capitalista pero no advirtió -empeñado en presentar a los empresarios como exponentes del egoísmo y la maldad- que si aquellas eran las generadoras de la dinámica social, a la vez producían los cambios que, en aspectos sustanciales, iban a modificar el sistema y, dentro de ello, las relaciones entre sus actores, al menos los principales : los capitalistas, los trabajadores y el Estado. Desde cierto ángulo en la mente de Marx estuvo ausente la dialéctica, puesto que son los cambios en el propio funcionamiento del capitalismo la fuente de legitimidad de las leyes laborales dirigidas a establecer un nuevo trato en las relaciones de los empresarios con los trabajadores.

En la Argentina, por ejemplo, ya en 1904 se sancionó la ley de descanso dominical, enseguida la que reguló el trabajo de mujeres y menores, y en 1915 la ley 9688 de accidentes del trabajo. Por esos años el “fordismo” en Estados Unidos inauguró el aumento de sueldos y salarios para hacer crecer el mercado de los productos industriales (el Ford-T). Más relevantes fueron los cambios en la doctrina de los tribunales de justicia sobre el ámbito de libertad de los propietarios cuando está de por medio, especialmente en las situaciones de emergencia, un interés público, y tal como se dio en los años 30 del siglo XX.

Vale revisar dos fallos, de las Cortes Supremas de Estados Unidos y de Argentina de 1934, en que la sacralidad de los contratos entre particulares (alma mater de la vieja economía liberal) quedó gravemente averiada: el primero “Home Building and Loan Association vs. John H. Blaisdell”, y el segundo “Avico c/ de la Pesa”. Tales modificaciones de significado estructural dejaron a la vista que si el mercado era un buen asignador de los recursos, no por ello es siempre eficaz cuando se trata de la integridad de la sociedad.

En sus profecías, como se ve, “El Moro” no tuvo mejor suerte. El socialismo, para él, sería el paso siguiente a una sociedad capitalista madura (Alemania, Inglaterra) y se dio en Rusia que, pese a su estructura industrial, no era un modelo de aquélla; más adelante irrumpió en China y luego Vietnam. Imaginó que al instalarse una “dictadura del proletariado” y eliminada la propiedad privada, sería inexorable la desaparición del Estado y enseguida el final de la explotación y la libertad para los pueblos. Y todos sabemos que ocurrió todo lo contrario. La tal dictadura de clase muy pronto degeneró en un Estado enorme y con epicentro en una autocracia concentrada y feroz. ¿Cuánto de esto anidó en la filosofía de don Carlos?

Se le debe, precisamente, una prédica caprichosa y perversa contra la “individualidad”, acaso porque el colectivismo es incompatible con la libertad y la dignidad del ser humano. Marx reclamó la supresión de la vida privada y le pertenece la afirmación de que el hombre será libre sólo cuando “se disuelva en el ente genérico” o sea en una sociabilidad con soporte en el naturalismo. Tal disolución del individuo en la totalidad sociopolítica -con tan caprichosa fórmula de “la libertad”- prefiguró, en lo esencial, las condiciones con que, instalado el comunismo en Rusia y otras partes, el totalitarismo implantó las relaciones entre el poder y los ciudadanos. ¿Cómo, entonces, adjudicarle el premio de mayor pensador del milenio?

De las teorías que manejó Marx, y superando ciertas exageraciones, queda una buena contribución a las relaciones entre la economía, la sociología y el desarrollo histórico-dialéctico de la sociedad. Las transformaciones del capitalismo ya dejaron atrás el mito del “proletariado explotado” como la clase que sustituiría revolucionariamente a la burguesía”, y está seriamente cuestionado el estatismo como sucedáneo de la economía basado en la propiedad privada.

Lo cual no legitima el retorno del otro mito “el mercado en un escenario de laissez faire”; sí se discute, incluso en las naciones capitalistas, el modo inteligente y justiciero de establecer una posición seria y constructiva del Estado respecto a los requisitos de funcionamiento de un mercado cuya rentabilidad se corresponda con metas deseables de desarrollo material y con los intereses primordiales de la nación entre ellos los de orden social. Algo que ciertos ideólogos del liberalismo no entienden, ante todo porque es más cómodo no entender.

Desde los ámbitos culturales que en parte controlan (universidades, editoriales, periodismo, clero progre) en la Argentina los focos marxistoides que, salvo excepciones, viven del presupuesto del Estado “burgués capitalista”, dedican sus afanes a proponer que este país resuelva sus crisis y decadencia asumiendo el modelo socialista que en Cuba implantaron y manejan los viejitos Castro. Con lo cual, en lugar de concurrir al psicoanalista, donde suelen tener más de un cofrade, se dedican a predicar estupideces.

Referencias: Frans Mehring: “Carlos Marx”, México, Grijalvo, 1960; Jean-Yves Calvez: “El pensamiento de Carlos Marx”, Madrid, Taurus, 1961; Hermann Heller: “Teoría del Estado, México, FCE, 1964 (*BBC – On line, 18.IX.2011).

* Instituto de Teoría del Estado.

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