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Mes: septiembre 2015

Relación entre Nimrod de Rosario y el shiismo septimano

Por Ivlak

Dentro del mundo islámico una rama importante es el shiismo, el mismo se define como de carácter esotérico, encontrándose el mensaje oculto del profeta Muhammed. Para el mundo sunní (la rama más extensa del Islam) el ciclo de las profecías terminó con el profeta del Islam, pero dentro de la concepción del shiismo, el ciclo que se cerró es el del mensaje exotérico, no así el esotérico que evidenciado por los Imames. Si bien dentro del shiismo duodecimano, como en el shiismo septimano, el último Imam está oculto y es el que trae el mensaje esotérico. Dentro de estas concepciones existe un relato exotérico, pero en otras interpretaciones este Imán es el que debe encontrar en su interior cada musulmán sirviéndole de guía en el despertar. Para que, como dijo el profeta, “mueran antes de morir”.
Dentro de la rama septimana existen los Ismailítas nombre proveniente de Ismail el último Imán, que se ocultó (7mo.). En la teología ismailí Allah es la Primer Inteligencia del Pleroma, el mundo más sutil. Es la primer inteligencia fuera del “Dios escondido, inmanifestado”. Producto de sentirse “lejos” del inmanifestado es que posee estupor o tristeza. El primer emanado es la segunda inteligencia (emanado de la primera) que es el Alma Universal. De esta surge la tercera inteligencia que es el Adam Kadmon o el Adam espiritual. Este no reconoce la convocatoria del Tawhid (la unidad), se produce un retardo de la eternidad (surgiendo el tiempo) y aparecen siete inteligencias más que son las inteligencias querubínicas. De esta manera el Adam espiritual pasa a ser la 10ma inteligencia. Ahora, cada inteligencia del pleroma se compone de luces, cuando el Adam espiritual convoca al tawhid para poder ocupar su lugar, las luces no le obedecen y se da cuenta que tiene que crear el mundo manifestado expulsando a Iblis (el multiplicador).
Este relato no nos habla del pasado, el drama del cielo se da a cada instante de tiempo que percibimos. Si recordamos en anteriores escritos, el tiempo presenta intervalos, que es la posibilidad de presente absoluto, donde se ubica el Yo auténtico. La conciencia la definimos como ese Yo en el mundo, sustrayéndole la energía y convirtiéndola en psíquica dándole “vida” al mundo sensible. Pero hay un formador de la conciencia que son los arquetipos, o los ángeles. A través del consumo de esta energía se da vida al mundo y los mundos. Esto termina de darle forma al mundo que conocemos a través del cerebro, que es un deformador de la realidad y crea una realidad sensible, a su vez se distorsiona por lo que se llama el rasgo principal, que es una distorsión de la realidad que crea el cerebro. Pero si el cerebro crea la realidad sensible al percibir las frecuencias de onda de los entes, el cerebro se comporta también como ente que se percibe. Por lo tanto tiene que haber algo que creer al cerebro. Es lo que Nimrod llama la memoria arquetípica, pero donde su análogo con los arquetipos universales es la segunda inteligencia, el alma universal.
El alma, las almas son donde operan los distintos tipos de arquetipos, sean los universales, lo arquetipos de la memoria arquetípica (cerebro) y finalmente ya en el hombre manifestado los símbolos arquetípicos hasta llegar al conciente.
Los términos alma, mente, psique son los ámbitos de operación de los arquetipos. El yo absoluto está fuera de ese dominio, pero cuando el yo percibe los arquetipos se va creando la conciencia. Así el progreso en la conciencia no llevará a estados de conciencia superior, pero llegar a la Primer Inteligencia es seguir en situación de pérdida dado el estupor y nostalgia que siente esta. Aquí es donde cobra sentido que el Adam espiritual se rebele y pretenda volver a lo manifiesto, pues sabe que evolucionar no le quita la tristeza de las existencias anímicas.
De esta forma empiezan los interrogantes: ¿Por qué la esencia del hombre universal cayó como Tercer Inteligencia? (Recuerda la idea de la Santísima Trinidad) ¿Cuál es la labor de los siete arcángeles querubínicos? ¿Hacer regresar al paraíso al Adam espiritual, la tercer inteligencia? ¿Hacer que retorne al Incognoscible?
Muchas especulaciones podemos hacer desde lo teológico (entendiéndola como psicología profunda), pero solo la sensación de yo o recuerdo de sí o el sí mismo en estado de guardia, para que los objetos del mundo no nos alteren, nos podrá llevar a la respuesta vivencial.
Todo esto está en nuestra mente, nada es ajeno, ni el Origen se encuentra en el pasado o futuro, sino hacia la noche de la conciencia.

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