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Etiqueta: islam shiita

Tiempo y conciencia

Por IVLAK

Dentro de los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea, el Pontífice explica que existe un tiempo trascendente y uno inmanente. El tiempo trascendente es en síntesis el de una parte del inconciente y el conciente. Siendo en realidad el conciente una “visión de los entes”. Pero el otro tiempo, el inmanente es perpendicular al trascendente y es el del “YO”, donde se da la conciencia.

En la literatura de Henry Corbin («El hombre de luz en el sufismo iranio», etc.) menciona que algunos pensadores místicos del chiísmo islámico han hablado de un tiempo sutil o agradable (latif, en árabe), otro hipersutil (altaf, en árabe) y un tiempo del malakut que es el mundo sutil del alma. Si bien con este artículo no entraremos en detalles que si los buscamos encontraremos diferencias y similitudes, son visibles los parecidos, siendo dos fuentes y tradiciones aparentemente diferentes. Si bien el tiempo es una sucesión de eventos y en estos tiempos es una medición numérica, la rapidez con que transcurre o la lentitud no está dado según la medición, sino por la percepción del sujeto y el evento que transcurre. De tal forma es de observar que el tiempo es netamente un fenómeno mental.

Claro que desde la física cuántica moderna (años 1930`) se sabe que una partícula subatómica muchas veces se comporta en forma de partícula cuando aparece un observador inercial (un hombre observando el evento), pudiendo ser una, dos, tres, etc., cambiando del estado original el fotón (energía) al de partícula (materia – ver átomo de bohr). Desde aquí se deduce que la materia aparece cuando hay conciencia. Al hablar de materia es indudable que hablemos de espacio. Ahora bien, ¿qué se necesita para recorrer un espacio? Lo mínimo es TIEMPO. Para ir del espacio 1 al espacio 2 se necesita un tiempo T. Pero ¿qué se necesita para ir de un tiempo 1 a un tiempo 2? Tiempo, no espacio. Implica que el espacio es producto del tiempo y este es esencialmente mental. Por lo tanto el supuesto espacio debería ser diferente si el tiempo fuera otro, quizás hasta inexistente. Al ser el concepto tiempo el Rey de los entes, por lo menos en nuestro nivel de conciencia, debe el demiurgo ser su sustancia.

Otra relación con la física cuántica, se menciona, solo teóricamente que la mínima porción de materia es la antimateria (atención con esto, que si bien es una hipótesis no significa que haya sido verificada por la comunidad científica oficial), o sea que allí se encontraría la sustancia del “mundo”.

Una diferencia entre Ibn Arabi (místico islámico) y la escuela asheri (escuela filosófica islámica) es que el primero sostenía que la sustancia era Allah, mientras que la escuela sostenía que Allah estaba “más allá” dado que según el Corán el peor pecado es asociar algo a Allah y por tal se transformaría en un ente. De esta forma explicamos que hay dos tipos de entes, los mentales y los materiales, pero que tienen una sustancia común que es arquetípica o quizás en el mundo chiita es el tiempo del malakut (con esto no se quiere decir que sean lo mismo, sino que hay congruencias). Sin duda Allah puede ser un ente si lo concebimos como un dios con barba, puede ser un ser cuando nos fundimos en él, o podría ser el Incognoscible cuando no lo pensamos, no lo sentimos, NO.

Otra similitud con la Sabiduría Hiperbórea es que en esta se habla de hacer crecer la esfera egoica, mientras que en el Islam se habla de islamizar el ego. En este punto se puede caer en confusión demiúrgica cuando el objetivo del místico islámico sea la aniquilación en Allah y este sea concebido como un ente o el ser, pero si a Allah no se lo interpreta, quizás la única vía es percibir el YO propio. Como dice un maestro islámico, el YO del hombre es una “corriente” provenida de Allah al tiempo “discontinuo” del conciente. Pues este es pasado y futuro, mientras que el YO es una posibilidad de presente absoluto. Pero nuestro YO cuando observa los entes y vive en ese mundo, no se percibe y está sedado por el futuro que espera o el pasado que“observa”, pero nunca ES PRESENTE. Debemos entender que el YO y la conciencia son diferencias en similitudes, o sea tiene que haber sensación de YO en el mundo para que haya conciencia, el YO EN EL MUNDO”, donde descarga toda la energía en los entes dado a la conciencia y nada para percibirse y por esa“cuerda” liberarse volviendo a su hogar.

En la terminología islámica de Sohrabardi habla del hombre de luz cuando logra el despertar, luego que pase el sexto cielo, donde se percibe el sol negro nacer para desarrollar en el séptimo cielo el Imán Oculto (Henry Corbin).

Como decía el Pontífice tenemos que agrandar nuestra esfera egoica que es diferente a los egos generados porque el ego perdido reaccione a los estímulos de los mundos. Luego de que sea grande capaz que podremos tener el vínculo con el espíritu.

El profeta Muhammed decía “si ustedes supieran lo que yo se, reirían menos y llorarían más”. Quizás hay algo en el mensaje que no nos es revelado, o por lo menos a los cristianizados.

Para finalizar diré que esto no es claudicar a la mística rúnica, no olvideis que el mundo persa (hoy cuna del chiísmo) está lleno de runas.

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