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Etiqueta: pensamiento gnostico

Elementos de la Gnosis Primordial en el sistema maniqueo (y graves errores también)

Fragmentos del excelente libro “El Maniqueísmo: estudio introductorio” de Fernando Bermejo Rubio, cuya lectura del texto completo recomendamos.

1. Solo a través de conocimiento puede realizarse la verdadera pureza, la cual radica en la separación de la Luz respecto a las Tinieblas.

2. La necesidad de un nuevo canon era tanto o más acuciante cuanto que la Biblia judía no tenía para los maniqueos valor sagrado alguno. A diferencia de la Gran Iglesia cristiana, Mani rechazó la validez de la Tanak, a la que consideró obra de las fuerzas del Mal.  En este punto, parece constatarse un pleno influjo de las tesis marcionitas.

3. Al igual que Marción, Mani produjo su propia edición “auténtica” de los escritos neotestamentarios, expurgados de sus excrecencias judaizantes.

4. Satán es mencionado en algunos textos como el autor de las prohibiciones contenidas en el texto bíblico (Antiguo Testamento).

5. El maniqueísmo es considerado a menudo una religión de tipo gnóstico, e incluso la “coronación” de las formas de pensamiento gnósticas.

6. La obtención de la salvación exige no sólo la adquisición de la gnosis y de una ética precisa, sino también una serie de acciones concretas en las que el cuerpo participa eficazmente como instrumento y escenario indispensable.

7. Aunque Mani estuvo sin duda condicionado por las diversas tradiciones religiosas que conoció, el sistema que produjo no es reductible a ninguna de ellas.

8. La narración maniquea de lo sucedido en el origen no se presenta como un mito susceptible de ser interpretado alegóricamente… el profeta babilonio pretendió que lo que él narraba eran postulados verdaderos sobre la realidad, es decir, enunciados sobre lo que efectivamente ha ocurrido, sigue ocurriendo y ocurrirá en el futuro.

9. La concepción maniquea de la realidad se funda axiomáticamente en la idea de que en el origen, antes de la existencia del universo, existen dos principios ingénitos, eternos, opuestos y separados.

10. El dualismo maniqueo merece, pues, el calificativo de absoluto y radical: las dos magnitudes son irreductibles e irreconciliables.

11. El núcleo de la doctrina maniquea es en ocasiones designado como la noción de “los dos principios y los tres tiempos”.

12. La noción de los tres tiempos responde punto por punto a la triple cuestión que se halla en textos zoroastrianos, maniqueos y gnósticos: ¿De dónde vengo? ¿Quién soy? ¿Adónde voy?

13. La confrontación de la Luz con la Tiniebla activa un grandioso proceso de consecuencias cosmogónicas.

14. La introducción de una multiplicidad de potencias es un rasgo característico tanto del maniqueísmo como de varias corrientes gnósticas. Pero ya platón (Timeo) establece junto al demiurgo divinidades auxiliares para la creación.

15. La actividad sexual y la procreación están inextricablemente vinculadas a la Tiniebla y el Mal.

16. La misión del Hombre Primordial es hacer frente  a la invasión de la Tiniebla: “el Altísimo, el eterno entre los dioses,  te encomendó tres tareas: aniquila la muerte, mata al Enemigo y protege a todo el paraíso de la Luz”.

17. Los elementos luminosos enviados a afrontar el contacto con la Tiniebla son rodeados, aprisionados y devorados por ésta.

18. Como resultado de haber sido engullidos sus elementos luminosos por la Tiniebla, el Hombre Primordial pierde su conciencia y obliga provisionalmente su origen.

19. El ser divino, temporalmente separado del Reino de la Luz y sometido a la limitación, constituye así el modelo de la existencia del futuro ser humano, concebido también en el maniqueísmo como extranjero a la Materia tenebrosa pero paradójicamente víctima del estado de mezcla.

20. El envío del Hombre Primordial… forma parte de un plan para conseguir a largo plazo la destrucción definitiva del Mal.

21. Siendo el cuerpo el resultado de una unión monstruosa y lujuriosa, por él el ser humano está vinculado a la naturaleza animalesca de los arcontes; la sustancia y la finalidad del cuerpo humano son diabólicas, pues en los humanos está presente la maldad y negatividad que caracteriza a los abortos y a los demonios. La corporalidad material del ser humano es así la expresión de la voluntad de poder de las Tinieblas sobre la sustancia luminosa en el intento extremo de contrarrestar la actividad liberadora de la máquina cósmica construida por las entidades divinas para separar las naturalezas mezcladas. De este modo se justifica en el maniqueísmo el desprecio por la corporalidad, y en particular por la actividad reproductora humana. Por otra parte, empero, el ser humano es el principal depósito de la Luz, caída en manos de la Tiniebla: en él se concentra la mayor parte del elemento luminoso extraviado.

22. Entre todas las partículas de luz diseminadas en el universo hay consubstancialidad y comunión ontológica, pues todas tienen idéntico origen: su separación aconteció únicamente como resultado de la “primera guerra”.

23. Esta Alma Viviente se halla doblemente fuera de sí, en la medida en que habita en una realidad que no es la suya y en que es ignorante de su propia patria.

24. Adán, como primer ser humano es también un prototipo de las vicisitudes del Alma Viviente. Dado que el responsable de la plasmación de su cuerpo es la potencia de la Tiniebla, en un primer momento Adán es presentado como sometido a los arcontes e ignorante de la presencia en él del elemento luminoso… El Reino de la Luz envía entonces a una figura salvífica… Esta figura despierta a Adán de su profundo sueño y, como un eficaz exorcista, le libra de las fuerzas diabólicas que lo poseen, tras lo cual Adán vuelve en sí y reconoce su identidad.

25. El maniqueísmo da por supuesto que los seres humanos no observaron la continencia y que cayeron víctimas de la perversión del acto generativo, sometiéndose por ende al mundo de la Tiniebla. Este triste estado de sumisión deja ya suponer que la humanidad subsiguiente tendrá necesidad de ser salvada… El estado aturdido de la humanidad postadamítica implica que esta necesita del auxilio divino para recuperar la conciencia de su origen y su identidad, y poder así ser salvada y contribuir ella misma a salvar el resto del Alma Viviente.

26. Mani… eliminó de esa serie de reveladores a los representantes del judaísmo, dejando en ella solo a figuras míticas (Adán, Set, Henós, Noé, Sem, Henoc) anteriores a Abrahán: este personaje es considerado en la Biblia el inicio de la alianza de Yahvé con Israel.

27. Aunque carecemos de descripciones de ritos de incorporación a la Iglesia maniquea, es muy probable que tal incorporación haya estado marcada por alguna ceremonia de iniciación. Desde luego, uno de los requisitos para pasar a formar parte de la comunidad habría sido expresar de manera inequívoca la adhesión mediante la confesión de los dogmas básicos de la religión, en particular el credo dualista, la consubstancialidad del yo con el Reino de la Luz y el reconocimiento de Mani como portador de la gnosis salvadora.

28. La aceptación del mensaje proclamado por Mani exige al sujeto no sólo la anuencia a una serie de verdades teóricas, sino también un cambio radical en su actitud y su conducta. Para emprender la lucha contra la Tiniebla y lograr su propia salvación, el individuo ha de experimentar un proceso de transformación que representa el tránsito del hombre inconsciente y en estado de mezcla al del sujeto conocedor (“gnóstico”), alineado con el Bien.

29. La adhesión sin reservas a la doctrina de la existencia de los dos principios y los tres tiempos y del “prólogo en el cielo” que explica la realidad presente es ciertamente un requisito indispensable para obtener la salvación, pero es solo el comienzo: en el maniqueísmo, la adquisición de la gnosis es una condición necesaria, pero no suficiente. La aceptación del mensaje proclamado por Mani exige al sujeto no solo la anuencia a una serie de verdades teóricas, sino también un cambio radical en su actitud y su conducta – en sus acciones y sus omisiones – gracias a las cuales se edifica progresivamente el cuerpo del hombre nuevo… El maniqueo refleja en su acción el hecho de que posee – y de que es consciente de que posee – una naturaleza extraña al mundo.

30. La praxis maniquea tiene un irrenunciable fundamento ontológico, en la medida en que mediante ella se trata de favorecer el fin del estado de mezcla, de obtener la salvación de la Luz y la derrota definitiva de la Tiniebla.

31. El maniqueísmo aspira a mucho más: a liberar efectivamente al Alma Viviente de su cautiverio en la materia de la Tiniebla. Para ello, será preciso llevar a cabo una acción positiva, que no se limitará simplemente a un acto de gnosis de carácter meramente especulativo o espiritual, sino que entrañará una técnica precisa efectuada mediante actos concretos en los que el cuerpo desempeña un papel esencial.

32. La salvación sólo puede consistir en el retorno a la situación originaria, es decir, en la completa separación de la Luz y la Tiniebla.

33. Gracias a la gnosis y de modo muy particular en la ascesis, el fuego de la concupiscencia que constituye la esencia de la Tiniebla y sus arcontes es desalojado del cuerpo y sustituido por las virtudes luminosas.

34. La catastrófica condición inicial del cuerpo es reconvertida en instrumento al servicio de la salvación.

35. Un rito inútil, basado en una errónea comprensión de la realidad, es sustituido por una acción ritual cuya eficacia está asegurada en la medida en que está basada en el conocimiento revelado de la verdadera naturaleza del universo y del ser humano.

36. En perspectiva maniquea, ocurre con el cuerpo algo muy parecido a lo que ocurre con el universo. La substancia de ambos es demoníaca,  pero la acción de las potencias de la Luz acaba por convertir tanto el microcosmos como el macrocosmos en instrumentos al servicio de los intereses de la Luz; al igual que los hijos del Espíritu Viviente controlan los cuerpos de los arcontes en el universo, con la ayuda de las fuerzas del Bien el maniqueo somete su cuerpo.

37. El cuerpo experimenta así una transformación en una suerte de templo en el cual la substancia divina, el Alma Viviente profanada por el mundo, encuentra el lugar desde donde poder retornar a su patria celeste.

38. El dualismo antropológico comporta que el componente de la personalidad humana cuyo destino resulta relevante en perspectiva maniquea sea únicamente el Espíritu, de condición divina. Si bien el cuerpo de los electi cumple una función soteriológica esencial en cuanto espacio e instrumento de la liberación de la Luz, lo es en la medida en que el Intelecto Luz lo controla y domina; sin él, el cuerpo no vale nada.

39. En su consideración del cuerpo, los maniqueos se oponen por igual a judíos, cristianos y zoroastrianos.

40. La Tiniebla caerá y ya no volverá a levantarse.

41. A la represión de las autoridades imperiales se añadieron las medidas – en ocasiones despiadadas – impulsadas directamente por algunos pontífices; así, por ejemplo, el Papa León Magno promovió un programa para identificar, extraer confesiones, juzgar y exiliar a los maniqueos y quemar sus libros. Tales edictos y medidas  – que fueron eficazmente llevadas a término gracias a la atmosfera inquisitorial impuesta por obispos y monjes – fueron comprensiblemente eficaces tanto en el plano personal como material: la persecución, que comportó a menudo la confiscación y destrucción de libros produjo en Occidente la virtual aniquilación de textos maniqueos  a partir del siglo VI.

PRINCIPALES ERRORES HALLADOS EN EL SISTEMA MANIQUEO

Luego de la lectura de este excelente libro citado, hemos encontrado las siguientes siete grandes equivocaciones en el sistema maniqueo, de acuerdo a la Gnosis Primordial:

1. Ordena a ausencia de violencia y prescribe no herir ni matar a hombres y animales.

2. Prohíbe el placer sexual.

3. Ordena la pobreza.

4. Prohíbe el suicidio.

5. Ordena la confesión de los pecados.

6. Ordena la devoción y la piedad.

7. Ordena la oración.

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