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Los ecos de los soviets en la Argentina
A cien años de la revolución que transformó el siglo XX, una muestra en la Biblioteca Nacional la recorre política y artísticamente.
La Biblioteca Nacional inauguró la muestra Eco de los Soviets sobre las repercusiones de la Revolución Rusa en la Argentina. Fue curada por Javier Planas, director de investigaciones de la biblioteca y ocupa dos salas donde cuelgan dibujos, grabados, fotografías y hasta se exhiben fragmentos de El acorazado Potemkin de Sergei Eisenstein. Nada de todo este material es indiferente; la Revolución fue recibida con ardor por los adeptos que daban la bienvenida al nuevo mundo con el que venían soñando, y con terror por aquellos que consideraban (y así lo dibujaban) a León Trotsky como una especie de Godzilla rojo aplastando hordas enteras de gentes y a José Stalin como al demonio mayor en persona.
Alberto Manguel, el director de la Biblioteca, en su discurso de inauguración, comentó con orgullo que el catálogo de esta muestra es uno de los mejores que han hecho, sino el mejor. Javier Planas comenta que el ochenta o noventa por ciento del material exhibido en la muestra forma parte del patrimonio bibliográfico de la Biblioteca Nacional y otra parte fue cedido por el Centro de Documentación de las Izquierdas en la Argentina, dirigido por Horacio Tarcus.
“La Revolución rusa tuvo alcances internacionales como ninguna otra revolución”, escribió Javier Planas en la revista de la Biblioteca Nacional, “tanto que algunos años después casi la mitad del mundo estaba gobernada o disputada por el Partido Comunista o alguna variante hecha a su semejanza”.
-¿Qué vemos en la muestra Eco de los Soviets?
-No sólo material sobre la Revolución Rusa, sino la repercusión que tuvo la Revolución Rusa en la Argentina. En este sentido, podemos hacer un recorrido a través de las dos salas. En la primera está la recepción de tipo política de derechas a izquierdas, y en la segunda sala y en los pasillos, la recepción más artística, enfocada en los primeros años, es decir entre 1917 y 1930. A partir de los ’30, cuando se consolida el stalinismo en Rusia, empieza otra historia de la revolución rusa, muy diferente a la de 1917.
-¿Qué sentido tiene esta exhibición hoy y cómo puede repercutir en los espectadores?
-Yo creo que el principal objetivo es romper un poco con el imaginario social que hay acerca de la Revolución Rusa. Es muy difícil trabajar sobre algo que quedó entre nieblas a veces, tapado por la propaganda soviética de los ’30 y también la propaganda antisoviética. Por eso, buscamos exhibir una riqueza y pluralidad de documentos que circularon por esa época, editoriales que se fundaron en ese momento, que no tienen que ver con la cosa más obvia, el binario soviético/antisoviético. Para hacer esta muestra trabajó todo el equipo de la Biblioteca de manera colectiva, pero además, trabajó el bibliotecario “invisible”, aquel que hace años catalogó un libro para que formara parte del patrimonio y es gracias a esa persona que lo hizo, que hoy es posible que los investigadores de la biblioteca lo puedan recuperar y pueda ser exhibido al público.
La colección de materiales colgados y en exhibición es vasta: la publicidad aparecida en el diario La Razón, anunciando la película El acorazado Potemkin en 1936; la revista La Tribuna Socialista que salía todos los lunes y en la cual se discutían los temas revolucionarios u otras revistas -que el espectador morirá por abrir-: Claridad, Izquierda y la más famosa de todas: La Protesta; libros de teoría que al lector argentino se le hacen lejanos e ignotos escritos por Enrique del Valle Ibarlucea o por Antonio de Tomaso: hasta un ejemplar de Ideales viejos e ideales nuevos, sobre el movimiento maximalista, de José Ingenieros.
Aunque no está la original, escrita en polaco por Pinie Wald, la Biblioteca Nacional expone un ejemplar de la última edición (Ameghino, 1998) que tuvo Pesadilla , una narración sobre la Semana Trágica en la Argentina que tiene el enorme mérito de contar el primer progrom judío en la ciudad de Buenos Aires, desconocido para la mayoría de los porteños. Los amantes de la literatura verán en esta muestra gran parte de la literatura rusa del siglo XIX que conocemos, que llegó a traducirse por esta época al castellano y por eso se exhiben ejemplares antiguos de León Tolstoi, Fiodor Dostoyevski, Leónidas Andreiev, Máximo Gorki, tal vez los exponentes más significativos de la literatura revolucionaria. Estos primeros libros eran vertidos del francés o del inglés; sólo mucho más adelante y con dificultad pudieron traducirse directo del idioma ruso. No obstante tuvieron una impacto absoluto sobre las letras argentinas e influyeron en muchos de nuestros escritores, y sobre todo en Roberto Arlt.
-De aquellas conquistas sociales que hizo la Revolución Rusa, ¿es posible recuperar algunas, aplicarlas? ¿Qué podemos rescatar, nosotros los argentinos, de esa Revolución?
-La Revolución Rusa estalla por una coyuntura política específica, pero sobre todo por los largos siglos de sometimiento del pueblo ruso. Hubo generaciones y generaciones sin acceso a los derechos más elementales, que el sistema zarista reprimió sistemáticamente. Me parece que aquí hay una lección, porque creo que la Revolución Rusa se produce por esas insatisfacciones. Sin olvidar que durante esos primeros años Vladimir Lenin y la facción bolchevique lograron articular en un mismo cauce esas necesidades insatisfechas. Probablemente una de las pocas cosas en las que estaban de acuerdo las personas que pusieron el cuerpo en la Revolución -la gente común, los obreros, los campesinos, los soldados que volvían exhaustos del frente de la Primera Guerra Mundial- era en que no querían una restitución conservadora donde el Zar volviera a gobernarlos. Querían un nuevo orden de cosas para vivir mejor, simplemente eso. Me parece que de la gran peripecia que es la historia de la Revolución Rusa, se pueden tomar algunas y grandes lecciones para el futuro, que nos haga pensar en cómo hacemos para articular en un mismo proyecto de país todas las necesidades insatisfechas que hay, cómo hacemos para distribuir mejor los recursos para que no haya, para decirlo con las palabras de los socialistas de aquellos años, una transformación violenta de la sociedad. En este sentido creo que la historia de la Revolución Rusa puede enseñar grandes cosas.
Ficha
Cuándo: Hasta el 31 de marzo.
Dónde: Biblioteca Nacional, Agüero 2502.
Horarios: De lunes a viernes de 9 a 21;y sábados y domingos de 12 a 19.
Entrada: Gratis
2 comentariosÁfrica y Rusia también fueron contempladas como posibles opciones.
De izquierda a derecha, el general británico Edmund Allenby, el ministro de Relaciones Exteriores Arthur Balfour y Herbert Samuel, el primer Alto Comisionado de Palestina, posando para una foto en Jerusalém. Foto: AFP.
Hace cien años un documento cambiaba la historia de Medio Oriente. El 2 de noviembre de 1917, durante la Primera Guerra, a través de la Declaración de Balfour el gobierno británico apoyó de manera pública la propuesta de establecer un territorio judío en Palestina.
Sin embargo, había una realidad que hacía que esto pareciera, por aquel entonces, algo imposible: esa zona estaba en manos del Imperio Otomano.
«La idea de establecer un hogar para el pueblo judío partió del Primer Congreso Sionista celebrado en Basilea en 1897», explica José Antonio Lisbona, historiador y experto en Historia del Judaísmo Contemporáneo, en una nota publicada por BBC Mundo, el portal de noticias en español de la cadena de radiodifusión estatal británica.
Si bien muchos pensadores judíos defendieron la idea de establecerse en Palestina desde un comienzo, otros contemplaron la idea de establecer el futuro Estado en otros países.
Argentina fue una de las opciones. El propio Theodore Herzl, fundador del sionismo político moderno (el movimiento que defendía la idea de la creación de un Estado judío en Palestina), consideró la posibilidad de un asentamiento masivo en nuestro país.
En su libro, «Der Judenstaat», bajo el título «¿Palestina o Argentina?» menciona las ventajas de una supuesta elección de la Argentina. «Allí aclara que era un vasto territorio vacío en el que no había que expulsar a ningún pueblo ya establecido», le dijo al portal de la cadena británica la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, Carmen López Alonso.
La carta que el 2 de noviembre de 1917 el entonces ministro de Exteriores británico, Arthur James Balfour, escribió apoyando la creación de un Estado judío en Oriente Medio. Foto: EFE/Biblioteca Británica.
De ese modo se evitaría uno de los grandes inconvenientes de Palestina, en donde ya había una población árabe instalada. Para Lisbona, sin embargo, la propuesta mencionada por Herzl «fue una entelequia» que nunca se consideró concretamente.
También hubo otras propuestas. «El Plan Uganda fue el único plan oficial y serio» para establecer un Estado Judío fuera de Palestina. Según le explicó el historiador a BBC Mundo, fue oficial porque el gobierno de Reino Unido en 1903 le ofreció al pueblo una parte del territorio británico en África Oriental. Además de Uganda, el proyecto incluía una parte de Kenia.
Para otros estudiosos y pensadores, el antecedente del actual Estado de Israel hay que buscarlo en Siberia. Ocurre que en 1934 -y gracias a que los dirigentes de ex URSS le dieron un territorio con autonomía cultural cada una de las naciones que la conformaban- se creó la Región Judía Autónoma de Birobidzhan, en el límite de Rusia con china. A fines de la década del ’30, sus líderes sufrieron las purgas del stalinismo.
Finalmente, y luego de la derrota de las fuerzas del Imperio Otomano en la Primera Guerra, la Declaración Balfour fue respaldada por los aliados.
Fuente: Clarín
Comentarios cerradosCualquier declive en el estatus del dólar en favor del yuan chino es también una ganancia para Rusia, por una crítica razón.
El yuan se encamina a destronar al petrodólar, y la clave de su potencial éxito radica en Rusia. Esta es la opinión del periodista irlandés Bryan MacDonald, que agrega que, si la moneda china llega a usurpar la posición del dólar en el comercio mundial de petróleo, la culpa «solo sería de Washington».
Pekín, el mayor importador mundial de crudo, pronto podría comenzar a obligar a los principales países petroleros a venderle su «oro negro» a cambio de yuanes, lo que elevaría el estatus internacional de la divisa y fortalecería la provisión energética de China. El periodista detalla que, a pesar de que estas previsiones han tomado por sorpresa a muchos analistas occidentales, los expertos rusos «no se sorprendieron en absoluto».
«Esta movida se ha estado acercando desde que Moscú abandonó sus décadas de intentos de integrarse con Occidente, luego de la crisis de Ucrania en 2014», escribe MacDonald para RT. El periodista señala que Rusia —el mayor productor mundial de petróleo— es una parte «vital» en este proyecto chino, e incluso podría ser su «mayor ganador», ya que le permitiría voltear la balanza de las sanciones.
«Cualquier disminución en el estatus del dólar diluye severamente la capacidad de Washington para librar una guerra económica contra Rusia a través de sanciones», afirma MacDonald. La disminución del impacto de estas medidas restrictivas, impuestas por Occidente sobre Moscú, significaría que «la venganza es de [Vladímir] Putin», según el comunicador.
El plan maestro
Sin embargo, el periodista señala que Rusia y China difícilmente podrán alcanzar sus objetivos en solitario, y a pesar de que países como Irán, Indonesia y Venezuela han expresado su interés en el proyecto, la «clave» del plan se encuentra en Oriente Medio: Arabia Saudita.
Es así que la reciente visita a Moscú del rey saudita, Salmán ben Abdelaziz al Saúd, marcaría un paso avante rumbo a la muerte del petrodólar, en caso de que Riad decida cooperar.
«Si los sauditas no juegan a la pelota, corren el riesgo de perder más cuota de mercado», indica MacDonald, agregando que Pekín podría amenazar con dar marcha atrás en sus determinantes planes de inversiones petroleras en Arabia Saudita en caso de que desistan de comercializar su petróleo en ‘petroyuanes’.
Fuente: RT
Un comentarioEE.UU. parece estar recuperando la fraternidad de otrora con Arabia Saudita, país clave para mantener la hegemonía del dólar. Pero el futuro para el reino se asoma por el Oriente.
El monopolio del dólar en el comercio de petróleo podría estar acercándose inadvertidamente hacia un precipicio. Así lo afirma el experto en mercados emergentes Mishaal al Gergawi, precisando que una esperada inversión china en la industria petrolera de Arabia Saudita podría catalizar este proceso.
Escribiendo para la revista ‘Foreign Policy’, Al Gergawi apunta a que el reino —con su crítica influencia sobre el estatus del dólar debido a su rol central en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)— podría alejarse de un renacimiento de la ‘vieja amistad’ con Washington, ya que «no solo está siendo cortejado por la Administración Trump».
El analista señala que Riad enfrenta actualmente un dilema: por un lado, la alianza de Arabia Saudita con EE.UU., «aunque inestable», es la base de la seguridad regional. Por otro lado, el crecimiento mundial en el consumo de energía continuará centrado «al este del reino, no al oeste».
En concreto, se trata de China y su anticipada compra del 5% de Aramco, la petrolera estatal saudita valorada en 2 billones de dólares. Aunque Riad ya ha mostrado un acercamiento a Pekín con una serie de acuerdos en varios sectores, esta inversión programada para el 2018 podría ser el primer paso chino dirigido a forzar al reino (y por consiguiente a la OPEP) a comercializar el petróleo en yuanes, indica el experto.
Al Gergawi apunta a que esta y otras eventuales inversiones millonarias resolverían el dilema a favor de China porque, mientras que los inversionistas estadounidenses prefieren proyectos con un máximo de 30 o 40 años de retorno de la inversión, los chinos no excluyen sobrepasar los 100 años de ‘paciencia’ para obtener una ganancia inversamente proporcional a la pérdida para EE.UU.
«El monopolio del dólar en el comercio de petróleo podría debilitarse gradualmente… y luego abruptamente», considera al Gergawi. «Ese proceso gradual puede haber comenzado ya», concluye.
Fuente: RT
Comentarios cerrados«Una nueva clase de amenaza»: Determinan qué puede causar una Tercera Guerra Mundial
El inesperado factor de riesgo es capaz de volar a una velocidad de más de 5.000 kilómetros por hora, casi 5 veces mayor que la del sonido.
El centro analítico RAND Corporation (California, EE.UU.) cree que los misiles supersónicos, sobre todo de crucero, representan una amenaza única al equilibrio de poder global. ¿Por qué? Porque pueden superar la mayoría de sistemas de defensa antimisiles y así «reducir aún más los plazos de respuesta de una nación bajo ataque».
Estos proyectiles supersónicos son «una nueva clase de amenaza» capaz de maniobrar y volar a una velocidad de más de 5.000 kilómetros por hora, casi 5 veces más rápida que la del sonido. En este contexto, el analista Richard Speier señaló que «la proliferación de misiles hipersónicos aumentaría las posibilidades de una guerra estratégica».
EE.UU., Rusia y China trabajan para desarrollar armas supersónicas. Sin embargo, no son los únicos países interesados en este tipo de misiles. «La difusión de la tecnología hipersónica también está en marcha en Europa, Japón, Australia y la India», señala el estudio del RAND, que colabora con el Ejército estadounidense.
Además, el centro de estudios destaca que «la proliferación podría cruzar múltiples fronteras si se ofrece tecnología hipersónica en los mercados mundiales».
Para «obstaculizar sustancialmente» la proliferación de misiles hipersónicos y tecnologías asociadas, que puede expandirse en menos de una década, el centro de análisis recomienda:
– que EE.UU., Rusia y China acuerden no exportar sistemas completos de misiles hipersónicos o sus componentes principales;
– que la comunidad internacional establezca controles sobre una gama más amplia de ‘hardware’ y tecnología de misiles hipersónicos.
Fuente: RT
Un comentarioLos líderes de la nación persa vinculan a Riad y Washington con los ataques terroristas perpetrados el pasado 7 de junio en Teherán.
El subdirector del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, Mostafa Izadi, ha anunciado que Teherán tiene pruebas documentadas que demuestran que EE.UU. apoya directamente a la organización terrorista Estado Islámico, informa la agencia FARS.
«Estamos ante una guerra de poderes en la región como un nuevo truco por parte de potencias arrogantes contra Irán. Como ya lo había dicho el líder supremo de la Revolución Islámica (el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí), nosotros poseemos documentos e información que demuestran el apoyo directo del imperialismo estadounidense para este repugnante grupo (el Estado Islámico), que ha destruido países islámicos y creado una ola de masacres y enfrentamientos», dijo Izadi.
Los líderes de la nación persa han vinculado a Arabia Saudita con los ataques terroristas perpetrados el pasado 7 de junio en Teherán. «Este ataque terrorista ha ocurrido solo una semana después de la reunión entre el presidente de EE.UU. y los líderes (sauditas) que apoyan a los terroristas», denunció la Guardia Revolucionaria iraní.
Este viernes, durante los funerales de las 17 víctimas de esos atentados, Jameneí declaró que los ataques «no dañarán la determinación de nuestra nación de luchar contra el terrorismo… solamente incrementarán el odio hacia los gobiernos de EE.UU. y de sus secuaces en la región, como los sauditas», agregó.
El pasado miércoles, cuatro terroristas atacaron el Parlamento iraní disfrazados con ropa de mujer. Las autoridades iraníes han anunciado que todos fueron abatidos. El ataque ha dejado 13 muertos y 43 heridos.
También se ha producido otro ataque en el mausoleo del ayatolá Jomeini, situado en el sur de Teherán, donde dos terroristas que llevaban cinturones con explosivos abrieron fuego. Uno de ellos se inmoló, mientras que el segundo fue abatido por la Policía.
El Estado Islámico ha reivindicado los ataques al Parlamento y al mausoleo en Teherán.
Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/241095-iran-eeuu-apoyar-terrorismo-estado-islamico
Comentarios cerradosEl arma ‘fantasma’: ¿Qué hay detrás de las «fuentes anónimas» que inundan el mandato de Trump?
El presidente de Estados Unidos sigue siendo blanco de todo tipo de acusaciones recogidas por medios que se remiten a «fuentes anónimas». Pero, ¿existen de verdad?
Desde el mismo arranque de su campaña electoral, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, libra una batalla sin tregua contra los medios de comunicación.
Mientras el mandatario se sirve de sus discursos y de su cuenta de Twitter para lanzar acusaciones, los medios responden atribuyéndole acciones inadmisibles, remitiéndose para ello a «fuentes anónimas» que realizan todo tipo de declaraciones. Sin embargo, el propio mandatario y el resto de protagonistas de dichas acusaciones las rechazan una tras otra.
Los supuestos ‘hackeos’ rusos a favor de Trump
A primeros de septiembre de 2016, el periódico ‘The Washington Post’ escribió, citando a «funcionarios de Inteligencia y del Congreso» de EE.UU. bajo condición de anonimato, que la Inteligencia del país y las agencias del orden público investigan «muy atentamente» lo que ven como «una operación amplia y encubierta rusa en EE.UU. cuyo fin es diseminar la desconfianza pública en las próximas elecciones presidenciales e instituciones políticas estadounidenses».
En diciembre del mismo año el medio reiteró esta misma declaración, citando a «un alto cargo» anónimo estadounidense, que afirmaba: «según las estimaciones de la comunidad de Inteligencia, el fin de Rusia fue dar ventaja a un candidato sobre el otro para ayudar a Trump a ser elegido».
Después, ya en enero de 2017, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia (ODNI, por sus siglas en inglés) publicó un informe en el que se sostiene que Departamento Central de Inteligencia ruso (GRU, por sus siglas en ruso) interfirió en las pasadas elecciones presidenciales. Sin embargo, la ODNI no presentó ni una prueba, ni puso ejemplos concretos, ni facilitó detalles sobre un ataque puntual, sin revelar en ningún caso sus fuentes y métodos.
Sin embargo, pese a las citadas «fuentes de Inteligencia», James R. Clapper, director de la Inteligencia Nacional de EE.UU. (DNI, por sus siglas en inglés), aseguró que su comunidad no tiene nada que ver con el documento. Dicha información fue posteriormente rechazada tanto por Trump como por las autoridades rusas, siendo también criticada por varios analistas y por el portal WikiLeaks.
El presunto informe comprometedor
El mismo mes de enero, días antes de la investidura del magnate, la cadena CNN aseguró, citando «varias fuentes oficiales» no identificadas «con conocimiento directo del tema», que las agencias de Inteligencia estadounidenses presentaron un informe en el que se advierte que Rusia cuenta con datos «comprometedores» en contra de Trump que habrían sido puestos en conocimiento del propio republicano.
Este documento, que fue publicado por el portal de noticias Buzzfeed, versa sobre el supuesto apoyo de Rusia a Trump durante más de cinco años, tiempo durante el que se habría recopilado información supuestamente comprometedora, incluyendo supuestas citas con prostitutas. De nuevo, la información fue desmentida por el propio Donald Trump, así como por Moscú y WikiLeaks.
Febrero de 2017, un mes repleto de acusaciones lanzadas por ambas partes
Donald Trump, que ha popularizado la expresión «noticias falsas», con la que ha calificado en varias ocasiones a medios a los que acusa de difundirlas, no dudó a la hora de prohibir la entrada a algunos de estos medios, como la cadena CNN y los periódicos ‘The New York Times’ y ‘Politico’, a una rueda de prensa de su portavoz Sean Spicer.
Ese mismo mes la CNN lanzó otra acusación contra la Administración Trump basándose en fuentes anónimas. La información que contenía este nuevo ataque también fue rechazada por el presidente, que criticó a los «medios deshonestos».
Trump, Comey y Flynn
El pasado mes de mayo fue lanzada una nueva oleada de acusaciones. El diario ‘The New York Times’ afirmó (también basándose en fuentes anónimas) que Trump intentó usar la ayuda del entonces director del FBI, James Comey, para influir directamente en la investigación del Departamento de Justicia y del propio FBI sobre los presuntos lazos entre sus asociados —en concreto, del exasesor presidencial de Seguridad Nacional, Michael Flynn— y Rusia. Las autoridades no solo rechazaron esta acusación, sino que recalcaron que Trump había elogiado a Flynn en numerosas ocasiones anteriores.
Una reunión que desató una ola de controversias
El flujo de acusaciones contra Donald Trump expresadas en los medios aumentaron tras su reunión con el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
Según ‘The Washington Post’, durante aquellla reunión tuvo lugar otra acción inaceptable por parte de Trump y la información —que no tardó en ser difundida por numerosos medios, tanto de EE.UU. como de otros países— proviene de unas fuentes anónimas. Las autoridades de la Casa Blanca volvieron a salir al paso de las mismas, afirmando que se trata de acusaciones falsas.
«Situación al estilo ‘Matrix'»
Paralelamente, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, también rechazó esta información, agregando que Moscú está dispuesto a difundir la transcripción del encuentro en el caso de que «el Gobierno de EE.UU. lo considere posible». Ni las autoridades ni la prensa estadounidense reaccionaron a la propuesta, aunque informaron de ella.
El periodista británico Finian Cunningham apunta en un artículo de opinión para RT que cuando Rusia está «en condiciones de ofrecer a los estadounidenses una píldora roja» para conocer la verdad —estableciendo un paralelismo con la película de ciencia ficción ‘Matrix’—, «evidentemente, Washington lo elude y quiere tomar la píldora azul».
Mientras tanto, «los intentos de acusar a Trump de violar las normas del protocolo y de cometer errores casi se han convertido ya en una norma en EE.UU.», asegura a la revista ‘RBK’ David Johnson, redactor jefe del proyecto informativo ‘Johnson’s Russia List’ de la Universidad George Washington (EE.UU.).
Críticas en varios medios fuera de EE.UU.
Trump no solo es objeto de acusaciones controvertidos en su propio país. De hecho, el semanario ‘Der Spiegel’ publicó en mayo un artículo en el que —citando fuentes anónimas— sostiene que durante una reunión en Bruselas el presidente norteamericano habría dirigido un insulto a los alemanes. Sin embargo, varias autoridades de la UE que estuvieron en la reunión no solo rechazaron esta información, sino que afirmaron todo lo contrario.
Otro ataque contra Trump fue lanzado por el periódico ‘The Times of Israel’. Citando a la emisora Channel 2 que, a su vez, se remitió a fuentes anónimas, el medio declaró que Trump habría perdido los nervios en su reunión con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbás.
Sin embargo, durante la rueda de prensa ofrecida tras este encuentro centrado las relaciones entre Palestina e Israel, el propio Abbás no manifestó ni rastro de preocupación e incluso elogió al mandatario de EE.UU. Asimismo, el comunicado de la Casa Blanca sobre la reunión tampoco contenía detalles insatisfactorios.
«Da lo mismo la causa concreta de las nuevas acusaciones contra Trump»
«Da lo mismo la causa concreta de las nuevas acusaciones contra Trump: se lleva a cabo una campaña sistemática cuyo fin es desacreditar al presidente, desmoralizar a sus aliados y colaboradores y —a largo plazo— sacarlo del cargo», insiste ante ‘RBK’ Andrei Korobkov, experto de la Universidad Estatal Middle Tennessee.
Estas acusaciones seguirán sucediéndose mientras Trump ocupe el cargo más alto de su país, situación que Korobkov califica de «abuso» al presidente «sin precedentes» en la historia estadounidense.
En la elaboración de este artículo se han utilizado los archivos multimedia de Wikipedia.org, Reuters y Freepik.com
Preparado por Anatoly Sumskoy, Denis Privorotskiy, Dmitry Dobrydin
Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/240103-arma-fantasma-fuentes-anonimas-trump
2 comentariosDel prefacio del libro, de José Alsina Calvés:
Las civilizaciones Telúricas o de la Tierra se caracterizan por una serie de ítems ideológicos y sociológicos. Conservadurismo, Holismo, Antropología Colectiva, y culto a los valores del ascetismo, del honor y de la lealtad. Son civilizaciones enraizadas en la Tierra, y los valores de la Tradición y de la continuidad. En contraste, en las civilizaciones Talasocráticas o del Mar predominan los valores individualistas, universalistas y comerciales. El Océano carece de fronteras y el navegante pierde con facilidad sus raíces. En la antigüedad, la oposición entre Roma (la Tierra) y Cartago (el Mar) es un buen ejemplo de esta dualidad. En la modernidad Inglaterra es un ejemplo prístino de civilización Talasocrática, así como los EEUU a partir de cierto momento de su historia.
Carl Schmitt, para explicar las diferencias entre estos dos tipos de civilizaciones, cita el mito de las doctrinas cabalistas, que representaban la historia universal como la pugna entre la poderosa ballena, el Leviatán, frente a un no menos poderoso monstruo, el Behemoth, al que representaban como un toro o un elefante. Ambos nombres proceden del libro de Job. En su lucha el Behemoth trata de destrozar al Leviatán con sus cuernos y colmillos, en tanto que el Leviatán cierra con sus aletas las fauces y el hocico de la fiera para impedir que coma y respire. Para Schmitt esta imagen mítica representa el bloqueo de una potencia terrestre por una marítima, que corta sus medios de aprovisionamiento para rendirles por hambre. Añade Schmitt que para los judíos cabalistas todo acaba con la muerte de los monstruos (es decir, de las potencias en lucha), mientras que ellos, que se han mantenido al margen, comen la carne de las fieras muertas y construyen tiendas con su piel.
Para Duguin, Rusia ha sido siempre una civilización telúrica.
Del libro, de Aleksandr Duguin:
Habiendo rechazado la idea de la «creación» como un «prejuicio», los actores de la Ilustración preservaron la idea de la humanidad como un fenómeno único, pero ya en la base de la socio-psicología, y más tarde (tras Darwin) sobre características biológicas y zoológicas específicas (Homo sapiens).
Aquí se ve claramente un rastro de ideología masónica, que, en su fundamento, tiene la idea de que todas las religiones y tradiciones espirituales tienen una estructura común, y estas coinciden con la misma doctrina masónica, la cual es realmente este modelo común de la religiosidad humana. Las diferencias entre religiones y culturas son presentadas como algo secundario y como una paráfrasis corrupta (para las masas) de la teoría masónica misma (reservada para la élite espiritual). Por tanto, la unidad de la humanidad y la unidad del mundo es uno de los objetivos centrales de la actividad política masónica, lo que nos explica la presencia estable de la masonería en todas las sociedades, e iniciativas y organizaciones mundialistas y globales. La fórmula de la «humanidad única» en su aspecto secular y mundano, es por tanto, un falso concepto masón.
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