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Etiqueta: cuba

Reventó la hiena Fidel Castro

Fragmentos del artículo “Megalómano y astuto, Castro fue el último rey católico”

Loris Zanatta – Historiador italiano

Diario Clarín – 27-11.16

1. Siempre juró que Cuba no torturaba, había eliminado el racismo, no entrenaba guerrilleros. Y así sucesivamente. Era falso, pero los devotos le creían y le creen.

2. Fundador de una religión secular, impuesta como religión de estado en Cuba, Castro fue Rey y Pontífice: todo en él emanaba dogmatismo ético, cada palabra era apostolado de su doctrina, juicio sobre el bien y el mal, lucha épica entre el apocalipsis y la redención.

3. A diferencia de otros Pontífices, sin embargo, Castro pudo crear a su imagen y semejanza la sociedad que deseaba, la Jerusalén donde el pueblo elegido encontraría la salvación de los males contra los que combatía.

4. El precio lo pagaron los cubanos. Su Jerusalén, de hecho, es un fracaso histórico, una reducción jesuítica autárquica y espartana que produce ineficiencia y pobreza, privilegios y autoritarismo; donde la otra cara de la imposición desde la primera infancia de los valores revolucionarios es la supresión de la disidencia, de los espíritus libres, de todo lo que evoca originalidad, creatividad, belleza, ascenso social. Pocos devotos de Castro que viven en las sociedades occidentales soportaría la vida del cubano de a pié.

5. El comunismo era el futuro, estaba seguro; la historia tenía leyes y las leyes de la historia la empujaban hacia el comunismo. Su misión era, por tanto, providencial y él era un Mesías.

6. Cuba se convertiría en el país más rico del mundo, prometió. Mientras tanto, impuso su pedagogía de sacristía y mientras muchos revolucionarios lo celebraban como un libertador, él enviaba al gulag a los homosexuales o a quién tocara los Rolling Stones. Pero más que subir al cielo, Cuba se sumió en el caos y la miseria.

7. Los que en Cuba habían confiado en él terminaron frente al paredón y todo continuó como era: empezaba otra cruzada, el período especial. Cerrado el grifo soviético, en los ’90 el Rey se encontró desnudo: la economía cubana era una plaga, la corrupción rampante, el nepotismo y los privilegios de la élite insoportables. Los cubanos padecían hambre, huían y morían por miles en el estrecho de la Florida, la deficiencia de vitamina causó epidemias; incluso la salud y la escuela, orgullos del régimen, cayeron en picada.

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