por Soy Virgen Eterna
Mi agradecimiento a mi maestro kaulika Mario I. García Vives.
En Belicena Villca
Cuarto Día
«… una miel arquetípica, el zumo exquisito de lo dulce».
Capítulo II
«Esa noche fui sorprendido gratamente por una parva de humitas deliciosas; ese plato constituye desde mi niñez el más preciado manjar».
Capítulo VIII
«Dispones de un hermoso día para viajar -decía Papá mientras atacaba una salchicha asada de apetitoso aspecto-«.
Capítulo IX
«… donde planeaba almorzar y adquirir algunos regalos, especialmente el exquisito vino de la zona… conviene llevar siempre regalos comestibles. Un litro de buen torrontés o unos alfajores… estacioné frente a la Plaza Libertad para almorzar en un restaurante que prometía desde una pizarra -Menú del día: Empanadas y Picante de Pollo-«.
Capítulo X
«… al ofrecerme a la venta una tortilla de maíz».
«Me hallaba saboreando el postre, dulce de cayote con nueces…».
«Detuve el coche frente a otra casa de artículos regionales para adquirir los famosos productos de la zona: el pimentón, el arrope, las uvas pasas y el vino».
Capítulo XIII
«Entró la vieja trayendo en una bandeja un apetitoso puchero criollo, Chiquizuela, chorizo colorado, tocino, garbanzos, porotos, papas, zanahorias, puerro, cebolla y choclos, todo hervido y humeante, acompañado de aceite, vinagre y mostaza».
«Mientras untaba los choclos con la amarilla manteca casera…».
Capítulo XXXIV
«Allí nos tranquilizamos, a la vez que tomamos la primer comida caliente en 24 horas».
Día XXXIX
«… con dos rondas de café, la última acompañada de exquisitas confituras».
Eva Perón y la Orden de Constructores Justicialistas
Capítulo IX
«Desayunamos los cuatro y nos devoramos más de una docena de huevos con jamón».
«Descansamos y comimos pan con queso y algunas frutas secas».
«Nos sentamos alrededor del fuego y cenamos unos choclos con queso y agua; resultó extrañamente bueno y apetitoso comer esta cena después de tantas horas de caminata; ninguno pronunció palabra alguna durante la cena y después de la misma Oscar preparó un exquisito té que bebí con sumo placer».
«Me puse a preparar el desayuno que constaba de una tasa de té con una rodaja de pan calentado en la fogata».
«Ya era de noche y Orlando preparó la cena; había recogido ciertos bulbos silvestres que eran exquisitos según él, así que preparó una sopa que tomamos con gusto. A la mañana siguiente cuando me levanté Oscar había preparado el desayuno».
«Don Carlos nos preparó una cena que devoramos en minutos».
«… después de la cena don Carlos nos preparó unos pastelillos que me agradaron sobremanera».
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