Cuando el espíritu despierta y comienza a liberarse, es fundamental que todo el proceso esté encuadrado y guiado por la Gnosis Verdadera o Gnosis Primordial. De lo contrario la agresividad propia del espíritu sería dirigida a cualquier punto del universo del demiurgo, hacia todo lo creado, falso y efímero. Cuando el espíritu comienza a despertar, es normal ver al demiurgo en cada pedazo de materia, en cada átomo, y en cada ser humano, ver a un zombie al servicio del demiurgo. Así, la ira del espíritu es difícil de controlar, así como los deseos irrefrenables de salir a la calle y matar al primero que pasa. Toda acción sin estrategia resultaría fatalmente perjudicial para el iniciado aún no trasmutado ni liberado totalmente.
A modo de ejemplo, los jóvenes que protagonizaron la masacre de Columbine pasaron meses mirando films de actos nacionalsocialistas llenos de esvásticas y otros símbolos. Sus mentes se alteraron de tal manera que produjeron los hechos conocidos por todos.
Resultados en estos casos: guerreros desperdiciados, posibilidades perdidas.
Shoko Asahara
Charles Manson
James Lee