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Los mandalas: perversos instrumentos del demiurgo

Fragmentos del séptimo tomo de «Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea» de Nimrod de Rosario

Por ursus terrificus

1. Volviendo al símbolo sagrado del virya de la figura 85, el primer efecto de la caída en el exoterismo fue LA PÉRDIDA DEL SECRETO DEL ÁNGULO RECTO. Ello produjo que no se supiera, y hasta se dudara, que hubiese algún modo de ingresar en la plaza tau: sin abrir la fenestra infernalis, tirodinguiburr aparenta plantear, más que un Misterio, un problema absurdo.

2. Si advertimos que los Pontífices Hiperbóreos SON CONSTRUCTORES DE MURALLAS DE GUERRA de acuerdo a la Sabiduría Hiperbórea de los Siddhas Leales de Agartha, y que los Sacerdotes SON CONSTRUCTORES DE TEMPLOS PARA EL CULTO DEL DEMIURGO, de acuerdo a la llave kalachakra de los Siddhas Traidores de Chang Shambalá, se comprenderá que en un laberinto exterior como el de la figura 87, la deformación y pérdida de significado es casi irreparable: DE VALLO OBSESSO APTO PARA PLANTEAR UNA SITZKRIEG, UNA GUERRA DE SITIO, CONTRA EL DEMIURGO, LA PLAZA DE TIRODINGUIBURR ACABA CONVERTIDA EN UN TEMPLO PARA RENDIR CULTO AL DEMIURGO.

3. Sin embargo, la pérdida del secreto del ángulo recto y la ausencia de la runa odal en el centro del laberinto, impiden el empleo del «principio de la aislación del Yo», la revelación de la «salida secreta» en que consiste el Segundo Paso.

Las consecuencias de estas deformaciones no pueden ser más negativas para el virya: una vez DESPIERTO, es decir, consciente de su extravío, y ORIENTADO hacia el Origen, en el centro del laberinto no encuentra ya la plaza liberada desde la cual se observa el Origen y se construye la escalera caracol hacia el punto tau, sino un templo dedicado al culto de El Uno, o sea, una proposición para dar el «gran salto» hacia el Principio. En los laberintos exteriores del tipo de las figuras 87 y 88, según la primera pauta, el virya corre el riesgo seguro de convertirse en iniciado sinarca y ser incorporado a la jerarquía Blanca de Chang Shambalá: en lugar del «regreso al Origen» del Yo, la operación de estos laberintos deformados conducen al sujeto anímico de regreso al Principio del Arquetipo, causando el definitivo e irreversible escurrimiento del Símbolo del Origen (ver artículo O, página 569).

4. Los yantras de las figuras 89 y 90, si bien carecen de utilidad para la solución de Wotan, o tal vez justamente por ello, son empleados activamente en las técnicas de meditación del kundalini yoga, es decir, para la iniciación sinárquica. Por eso es que, en la plaza central, se suele representar el símbolo sagrado del pasú: la espiral o alguna matriz del designio caracol; o un chakra específico: la tapasigno de un órgano, por ejemplo; se procura con ello que la VOX del logos Kundalini, al circular por el canal ELIX, recree tal o cual órgano afirmado con el yantra, o faculte al sujeto anímico a dar el «gran salto» que lo identifique con el Principio del Arquetipo, con El Uno, y lo transforme en iniciado sinarca.

Como los MANDALAS SIMPLES, o yantras, que emplea el kundalini yoga son todos derivados del schry yantra, aprovecharemos aquí para advertir sobre las nefastas consecuencias que puede ocasionar al virya perdido su uso operativo como «signo iniciático». Comencemos por declarar que, COMO SIGNO INICIÁTICO, EL LABERINTO EXTERIOR DE WOTAN ES ESENCIALMENTE OPUESTO AL MANDALA SIMPLE O AL SCHRY YANTRA (figura 89). ¿Por qué? Respuesta: porque mientras tirodinguiburr propicia la liberación del Espíritu encadenado, posibilitando que el Yo se aísle del sujeto consciente y se fortalezca volitivamente, el schry yantra, por el contrario, fortalece al sujeto anímico, EQUILIBRA la estructura psíquica, y aumenta la sumisión del Yo en la inmanencia anímica. A continuación, lo explicaremos con más detalle.

En la Iniciación Hiperbórea, el objetivo propuesto es la solución de Wotan: Primer Paso, despertar y orientar mediante la comprensión de tirodinguiburr; Segundo Paso, revelar la salida secreta mediante la gnosis de laberinto interior, gnosis a la que se llega por inducción noológica del signo laberinto exterior. Tal gnosis, que aclara la situación del Yo con respecto al Origen, es un acto estratégico y, por lo tanto, guerrero; esto significa que el Origen, su posición, no podrá alcanzarse pacíficamente, sin luchar, pues, ENTRE EL YO Y EL ORIGEN, SE ENCUENTRA SIEMPRE EL ENEMIGO. Por eso la Sabiduría Hiperbórea propone al virya QUE DECLARE EL MISMO LA GUERRA, PROYECTANDO LA LEY DEL CERCO SOBRE EL ARQUÉMONA ODAL, AISLANDO LA PLAZA TAU, Y OCUPÁNDOLA EN EL KAIRÓS JUSTO: CON EL YO AISLADO EN ESE ESPACIO ESTRATÉGICO, SERÁ POSIBLE, RECIÉN, DIRIGIRSE HACIA EL ORIGEN Y LIBERAR AL ESPÍRITU CAUTIVO.

En la iniciación sinárquica, el objetivo propuesto es la identificación con el Uno, mediante el «gran salto» hacia el Principio del Arquetipo. Este objetivo se ha de alcanzar con el concurso de técnicas de la kalachakra, que consisten principalmente en administrar al virya un signo iniciático, generalmente un schry yantra o un mandala cuadrangular con un chakra central: se cuenta aquí también con el principio de la INDUCCIÓN para conseguir que la contemplación del mandala transfiera interiormente su estructura sémica. Pero el mandala introyectado es un templo cuadrangular en cuyo centro se ha simbolizado un chakra: las técnicas del kundalini yoga procuran que tal chakra se sitúe sobre un chakra orgánico interior correspondiente, por acción del «principio de selección fonética». Se busca así que la VOX del logos Kundalini ajuste la función del órgano a la capacidad del chakra mandálico: de esta forma, un yogui puede ir recreando y armonizando todo el microcosmos. Es claro, entonces, que si el virya recibe un mandala como «signo iniciático», y no lo aísla de inmediato con el principio del cerco, tarde o temprano lo introyectará por inducción psicológica y pondrá a la VOX en contacto con la capacidad del chakra mandálico, con su Palabra o bija característico; y este contacto, por el principio de selección fonética, ESTABILIZARÁ la función de aquel órgano que el mandala refleja, es decir, FIJARÁ UN CHAKRA INTERIOR. ¿En el caso de un mandala cuadrangular como el schry yantra, cuál será este chakra interior FIJADO? Respuesta: naturalmente, LA TOTALIDAD PSÍQUICA. Todo mandala de ese tipo, recibido como «símbolo iniciático», es decir, conscientemente, cualquiera sea su chakra interior, ES INTROYECTADO COMO RECORTE DE LA ESTRUCTURA CULTURAL, COMO UN PERFIL SÉMICO QUE SE SUPERPONE A LA REALIDAD POLISÉMICA INTERIOR, ALLÍ DONDE CORRESPONDE O ENCAJA: ENTONCES, EL CHAKRA MANDÁLICO SE SITUA SOBRE EL CHAKRA ORGÁNICO, SEGÚN SE EXPLICÓ, MIENTRAS QUE LA CUADRANGULARIDAD MANDÁLICA SE SUPERPONE A LA «CUADRANGULARIDAD DE LA ESFERA DE SOMBRA», ES DECIR, A LA TOTALIDAD PSÍQUICA. Es evidente que: si el plano de la estructura psíquica es el símbolo sagrado del pasú, el signo espiral; y si ahora esa estructura aparece encuadrada; entonces, en el centro de la cuadrangularidad estará el centro de la espiral, el «centro de referencia» de la esfera de conciencia o esquema de sí mismo. Con otras palabras, el centro del mandala cuadrangular o schry yantra coincide con el centro del símbolo sagrado del pasú, vale decir, que allí radica un YOD, un punto indiscernible, un Ojo de Abraxas.

5. LA CURACIÓN MANDÁLICA, EL EQUILIBRIO PSÍQUICO OBTENIDO POR EL ENCUADRAMIENTO MANDÁLICO, DESORIENTA DEFINITIVAMENTE AL YO DEL SELBST Y LO APROXIMA AL «SELF», AL CENTRO DE LA ESPIRAL, ES DECIR, LO SUME PROFUNDAMENTE EN LA INMANENCIA DEL SUJETO CONSCIENTE. Tal el efecto de la CURA mandálica, en todo semejante al de la iniciación sinárquica: un equilibrio psíquico logrado en base a una enervación del Yo, a la sumisión del Yo al sujeto consciente; en fin, a una afirmación del encadenamiento espiritual.

Para la Sabiduría Hiperbórea, esa «cura», ese «equilibrio restablecido», no es más que un nuevo y peor encadenamiento al organismo microcósmico por cuanto una distribución mandálica de la estructura psíquica implica EQUILIBRIO «CON» DESORIENTACIÓN; ESTABILIDAD «EN» EL EXTRAVÍO; ARMONÍA «CON» DESCONCIERTO; ETC. Por el contrario, la Sabiduría Hiperbórea REQUIERE DEL DESEQUILIBRIO para ser comprendida y aplicada en estrategias individuales de liberación.

6. En resumen, EL VIRYA NO DEBE ACEPTAR EL MANDALA COMO SÍMBOLO INICIÁTICO PUESTO QUE NO CONDUCE A LA LIBERACIÓN ESPIRITUAL Y, EN CAMBIO, AUMENTA EL ENCADENAMIENTO AL ENCUADRAR EL YO EN EL CENTRO DE LA ESTRUCTURA PSÍQUICA MANDÁLICA. EL LABERINTO, POR EL CONTRARIO, «DESEQUILIBRA» Y REVELA LA SITUACIÓN INTERIOR, IMPULSANDO AL YO A BUSCAR LA SALIDA SECRETA.

7. El proceso de degradación que se ha descrito en E3 no ha sido, desde luego, casual. Por el contrario ha existido desde tiempos remotos, y se mantiene hasta hoy, una conspiración cultural contra el símbolo sagrado del virya tendiente a causar su degradación y cambio de significado: los autores del plan destructivo son, como de costumbre, los Siddhas Traidores; y los ejecutores: los Maestros de la Jerarquía Blanca y sus agentes de la Sinarquía Universal. Tomando en consideración este plan enemigo, resulta evidente que la deformación demostrada por la primera pauta no es un producto casual de la imaginación de los viryas perdidos sino la concreción de un objetivo estratégico: A LOS SIDDHAS TRAIDORES INTERESABA DESDE UN PRINCIPIO EL REEMPLAZO DE LA RUNA ODAL POR EL TEMPLO CUADRANGULAR SCHRY YANTRA EN LA POSICIÓN «CENTRAL» DEL SIGNO LABERINTO EXTERIOR. Con otras palabras, ante la imposibilidad de impedir la divulgación de Tirodinguiburr entre los linajes hiperbóreos, los Siddhas Traidores planearon su deformación y adaptación a la estrategia sinárquica, es decir, se propusieron modificar el símbolo sagrado del virya para que, en lugar de operar como instrumento de liberación espiritual, operase como REFORZADOR del encadenamiento espiritual y, para ese fin, el cambio fundamental consistía en eliminar la runa odal, el Sagrado Nombre de Wotan, de su posición central, y colocar en su lugar el templo de la figura 89. Ya se explicó el efecto «fijador» que ejerce esta forma mandálica sobre la estructura psíquica y no será difícil comprender que el Yo acabará aún más encadenado si el Primer Paso lo refiere u ORIENTA hacia ella. Pero lo cierto es que, además de este propósito encuadrador y fijador, existe un motivo fundamental para dirigir la deformación del símbolo sagrado del virya en el sentido señalado: ADAPTAR EL LABERINTO EXTERIOR A LA «FORMA MANDÁLICA DE LA LLAVE KALACHAKRA».

He aquí, sintéticamente, lo que esto significa: POR LA LLAVE KALACHAKRA EL ESPÍRITU HA SIDO ENCADENADO AL SUJETO ANÍMICO DEL PASÚ, MANIFESTÁNDOSE COMO UN «YO PERDIDO» QUE TRANSITA EXTRAVIADO UN CAMINO LABRELIX. POR TIRODINGUIBURR EL YO PERDIDO PUEDE ORIENTARSE EN EL CAMINO LABRELIX Y DESENCADENARSE DEL SUJETO ANÍMICO. LA LLAVE KALACHAKRA Y TIRODINGUIBURR SON, PUES, SIGNOS OPUESTOS: UNO ENCADENA MIENTRAS EL OTRO LIBERA AL ESPÍRITU. SE ENTIENDE, ENTONCES, QUE EL INTERÉS DE LOS SIDDHAS TRAIDORES ESTÉ CONCENTRADO EN NEUTRALIZAR EL PODER LIBERADOR DE TIRODINGUIBURR. ¿CÓMO SE NEUTRALIZA TIRODINGUIBURR? RESPUESTA: REEMPLAZANDO EL ARQUÉMONA ODAL POR EL TEMPLO CENTRAL, ES DECIR, TRANSFORMANDO A TIRODINGUIBURR EN UN SIGNO DE LA LLAVE KALACHAKRA.

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