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Etiqueta: superhombre

Capitán América: tres verdades en un film repugnante

Mario I. García V.

Un film de sucia propaganda estadounidense, ahora que están en crisis económica y a punto de desaparecer su famoso dólar basura. Un film solo apto para idiotas. Ni a los niños les gusta.

Sin embargo, hemos descubierto tres elementos verídicos en el film, no porque sus creadores sean sinceros sino porque son idiotas hasta para hacer un film de propaganda política.

1) La descripción de los dos contrincantes es acertada: por un lado el guerrero sirviente del bando del demiurgo, y por el otro el guerrero de vajra rojo, enemigo del bando demiúrgico. En el film, la sinarquía ha robado la fórmula del elixir del vajra rojo del superhombre, y la ha modificado para crear un guerrero adicto y sumiso a la sinarquía demiúrgica. Están bien claras también las características del guerrero de vajra. Este ya no posee sentimientos humanos, porque él ya no es un ser humano. El ha dejado de ser humano, él ha sido trasmutado en superhombre. También está bien claro en el film cual es la meta del guerrero de vajra. Su objetivo no es vencer a un ejército o un bando, o triunfar en un combate, su objetivo es la conquista del mundo, del universo todo. Presten atención a la primera frase en inglés con que se inicia este video: «Iggdrasil, Tree of the World», por supuesto no traducida al castellano en el subtitulado. Vean también el rayo verde y el retorno final del superhombre hacia el mundo incognoscible.

2) También está acertadamente expuesto en el film que la sinarquía es incapaz de crear nada. Todo deben robarlo, copiarlo, imitarlo. Todos sabemos que todo el poderío estadounidense actual, toda la ciencia y tecnología actual de Estados Unidos y sus aliados ha sido robada a los vencidos en la Segunda Guerra Mundial. Desde la bomba atómica hasta la vacuna contra la polio, pasando por las medias de nylon que usan las mujeres. Todo, todo lo han robado. Y cuando decimos todo, decimos eso: todo. En el film se muestra claramente el robo de fórmulas, de armas, etc. pues a quienes carecen de neuronas solo les queda el plagio, el robo, la mentira.

3) En este film son acertadamente expuestos también algunos de los logros históricos que no parecen haber sido ejecutados por humanos sino por superhumanos: las gigantescas fábricas secretas subterraneas excavadas bajo las montañas y los increibles vimanas o «alas volantes» hallados en esas fábricas ¡y que en el año 1941 volaban perfectamente!. Todo eso está en el film, y también la fuerza vril capaz de hacer volar estas naves. El actual avión Stealth de Estados Unidos, inmune al radar, está copiado de una de esas máquinas, solo que recien pudieron construirlo…¡cincuenta años después! ¡Y aun habiendo robado los planos! ¡Entonces es seguro que para poder hacer volar alguno de los cuatro platos voladores diferentes que hallaron y robaron en esas fábricas demorarán como mínimo otros cincuenta años más! En este film queda bien en claro la esencial inferioridad mental y tecnológica de la sinarquía con respecto a su antiguo y eterno enemigo.

Conclusión: los niños no deben ver este film, pues fue hecho con la finalidad de confundirlos y lavarles el cerebro. Este film solo debería ser visto por personas con un mínimo grado de discriminación y no por aquellos que creen ciegamente que los diarios, los medios de comunicación y los libros de historia dicen la verdad.

Advertencia: el film dura dos horas. El tedio, el aburrimiento y la indignación atormentarán a todo espectador medianamente esclarecido. Pero de esos 120 minutos insufribles hay ocho o diez minutos interesantes. Y para que nadie deba perder dos horas buscando diez minutos interesantes es que hemos buscado esos trozos y los hemos puesto aquí.

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