Juan Manuel de Rosas, el señor de la Pampa, el conquistador de la Desierto, el vengador de Dorrego, El restaurador de las leyes. Su lucha contra la masonería y la traición de los jesuitas. La masonería inglesa. La masonería francesa. La verdadera misión jesuítica. La divisa masónica. Los enemigos de la patria. Ritual masónico egipcio. Rastros masónicos.
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Juan Manuel de Rosas, el señor de la Pampa, el conquistador de la Pampa, el vengador de Dorrego, El restaurador de las leyes. Su infancia, su bravura, su coraje, su orden, su forma de administrar, su cultura. Su vida guerrera. Su lucha contra la masonería y la traición de los jesuitas. La campaña del desierto contra los araucanos invasores. La masonería inglesa. La masonería francesa. La verdadera misión jesuítica.
3 comentariosA los 75 años ha muerto el masón Antonio IV, proclamado Príncipe del Reino de Araucania y Patagonia.
La sucesión está ahora abierta, tal como se anuncia en la web Mapuche International Link, cuya sede, como es de suponer para toda organización masónica antiargentina, se encuentra en Inglaterra, funciona en el 6 de la calle Lodge Street en Bristol, y recibe órdenes de varios servicios secretos sinárquicos, entre ellos el MI6.
Según esta organización, que funciona desde 1994, continuando la labor de otra que lo hacía desde 1978, el «territorio histórico ancestral» de los mapuches abarca la «Pampa and Patagonia of Argentina» y el sur de Chile. Así lo explican: «La Nación Mapuche está ubicada en el sur de los territorios que hoy ocupan los Estados de Chile y Argentina –afirma la MIL–. Hace un poco más de 130 años su territorio ancestral, y el de otros pueblos originarios aliados, se extendía desde el sur del río Bío-Bío (Chile) hasta el extremo austral del continente, y en Argentina desde los ríos Colorado y Salado hasta el estrecho de Magallanes», agregan.
DATO DE COLOR
Reynaldo Mariqueo –el único mapuche– que hace las veces de secretario general de la MIL, y se autodenomina su Excelencia Reynaldo Mariqueo, Conde de Lul-lul Mawidha y Caballero de la Orden Real de la Corona de Acero es el encargado de recorrer Europa teniendo relaciones.
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Reafirmación de nuestra soberanía en la Patagonia – 1° de diciembre de 1878
Cartografia de la Patagonia.
Filadelfia, 1860.
Cuando algo que es de alguien cae en situación de abandono y desamparo, no es extraño que aparezca otro y proceda a la ocupación de lo abandonado con intención de ejercer en ello su soberanía. En situación más o menos parecida estuvo la Patagonia entre 1810 y 1878. Primero fue la fundación de un establecimiento penal que luego se transformó en factoría y estación carbonífera en el Estrecho de Magallanes; después la totalidad del estrecho mismo; y con el andar del tiempo las pretensiones se extendieron sobre toda la Patagonia.
En 1876 una barca francesa de mil toneladas, la Jeanne Amelie , se hallaba en el puerto Santa Cruz abocada a la labor de extracción de guano; llegó la corbeta chilena Magallanes y la tomó presa. La Jeanne Amelie tenía permiso consular argentino, pero lo mismo fue conducida al Estrecho, donde se perdió para siempre entre las restingas de Punta Dungeness. Inmediato intercambio de enérgicas y ásperas notas diplomáticas, que concluye con el desconocimiento categórico de la jurisdicción argentina sobre la Patagonia más allá de la margen derecha del río Santa Cruz. Y para demostrar que se hablaba en serio, en octubre de 1878, nuevamente la corbeta Magallanes capturó otro barco guanero, el norteamericano Devonshire, que también operaba con autorización del gobierno argentino, y lo llevó a Punta Arenas.
“Era necesario que la República Argentina hiciera de una vez por todas, acto ostensible de posesión de lo que era suyo. De su legítimo patrimonio, de aquello de que la querían despojar sin derecho ni razón, creyéndola débil y aniquilada por sus dolorosos desgarramientos internos, y por eso fueron los buques de la escuadrilla de ríos, a hacer flamear a lo largo de las costas orientales patagónicas nuestra inmaculada bandera, clavándola sus tripulantes en la cima de uno de los cerros más elevados del cañadón de Misioneros, sobre la margen derecha del río Santa Cruz”, expresa en 1928 el capitán de navío don Santiago J. Albarracín en su libro “Páginas de Ayer”.
Aquella escuadra destacada para tan honrosa como riesgosa misión, estaba compuesta por los buques construidos durante el gobierno de Sarmiento con destino a la defensa de los ríos de la cuenca del Plata. Pero el espíritu y el coraje argentino estuvieron siempre resueltos para la defensa de la soberanía nacional, sin reparar en la actualización o no de los medios con que contó en tal o cual casus belli. Qué hay que salir al mar con buques de río, ¡pues en adelante serán buques de mar! “.. no había más, ni tampoco hubiéramos podido adquirir otros… ¡y muy bien que nos sirvieron!”, dice Albarracín en la obra ya citada.
En la tarde del 8 de noviembre de 1878, la escuadra al mando del capitán de navío (comodoro) don Luis Py, salió de Buenos Aires poniendo proa al sur, con instrucciones de exigir el abandono del puerto Santa Cruz, aún por medio de las fuerzas en caso necesario. Componíanla el monitor Los Andes,la cañonera Uruguay, corbeta Cabo de Hornos, cúter Los Estados, y las bombarderas Constitución y República; estas dos últimas tenían cada una, por toda artillería un cañón Armstrong de avancarga, de once pulgadas, que disparaba en línea de quilla, esto es que había que apuntarlo orientando la proa del buque hacia el blanco; además sus condiciones marineras eran tan precarias que en la jerga marinera recibieron el mote de “roca de media marea” puesto que estaban más tiempo bajo el agua que en la superficie. Pero llegaron.
El 27 llegó la escuadra a Santa Cruz y, felizmente para nuestra historia, el trompa no recibió orden de tocar zafarrancho de combate. De inmediato se procedió a desembarcar todo lo que pertenecía al Regimiento de Artillería de Plaza, con una fuerza de cien hombres entre clases y tropa, al mando del mayor don Félix Adalid. Al pie del gran cerro del Cañadón de Misioneros quedó establecido el cuartel, y en la cumbre se erigió un mástil con un tronco de palmera. El 30 todo quedó listo para la ocupación de la margen sur del río Santa Cruz.
Sigamos a Albarracín:
“En consecuencia, el 1º de Diciembre desembarcó el destacamento de artillería con sus jefes y en correcta formación, con sus armas, acompañándolo algunos jefes y oficiales de marina, y ascendiendo al cerro, se enarboló nuestra bandera; como , debido a los chubascos, se tropezara con algunas dificultades, el teniente don Carlos Becar trepó al tronco de la palmera –que había sido enterrado bien hondo asegurándolo con piedras- y con un pesado martillo y buenos clavos se fijó el pabellón en el sólido tronco, rindiéndose los honores al izado con toda sencillez».
“En ese solemne momento eran las 5 p.m. y quedaba aquel territorio ocupado definitivamente por los argentinos, sus legítimos herederos de la madre patria. No se dispararon cañonazos ni tampoco se hizo ninguna fiesta especial; nos limitamos a establecer de una vez por todas la soberanía argentina en el río Santa Cruz y en su territorio”.
La escuadra permaneció allí de estación hasta el 13 de marzo de 1879, fecha en que zarpó rumbo a Patagones para cooperar en la campaña del desierto que a fines de abril había resuelto emprender el general Roca para la ocupación de la línea de fronteras con el indio dada por los ríos Negro y Neuquén.
Roca y los mapuches chilenos
La absurda e interesada campaña en contra del general Roca no hace más que tergiversar los hechos para instalar otro discurso fruto de la intolerancia.
Una mirada al mapa antiguo que reproducimos en esta página, confeccionado en 1860 por un conocido cartógrafo de Filadelfia, permite observar que, para los Estados Unidos de América, la Confederación Argentina no comprendía a la Patagonia, pues fijaba claramente el límite meridional de nuestro país en el Río Negro. Más al Sur, comprendido el territorio de la Tierra del Fuego, se lee «Patagonia» y, en tipografía menor, las palabras «New Chili», Nuevo Chile. Evidentemente, no consideraba que la extensa región en cuestión -que comprendería las actuales provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego- fuera una superficie «sin dueño» en aquella época.
El histórico documento cartográfico al que hacemos referencia coexiste con otros de similar tenor. Pone de relieve, una vez más, que la Campaña del Desierto no fue una cruzada contra el indio, sino una maniobra militar tendiente a excluir a Chile de la Patagonia, barriendo cualquier aspiración de apropiación por parte del país hermano respecto de tan extenso como valioso territorio. De hecho, el ejército que comandara el general Roca tenía por objeto derrotar a las tribus de origen chileno, instrumento de empresarios trasandinos que compraban los productos de sus saqueos.
La etnografía da cuenta de diversas tribus originarias de la Patagonia argentina. Ninguna de ellas bajo el nombre de «mapuche». Los mapuches a los que derrotó Roca no eran «pueblos originarios» de la Patagonia, sino «invasores»: eran araucanos que provenían de Chile y que habían aniquilado a los verdaderos pueblos originarios, los tehuelches.
Recordemos, además, que Roca negoció la paz con la mayoría de las tribus, lejos de exterminarlas y que, fruto de su astucia, logró posteriormente de manera incruenta el reconocimiento chileno de nuestra soberanía en el Sur.
Su acción permitió que nuestro país extendiera el territorio nacional, desplazando el límite que fijaba el Río Negro. De resultas de esta nueva ocupación, la Argentina también pudo reclamar territorio antártico e insular en el Atlántico Sur.
La valiosa gesta geopolítica de Roca se completó con la visión del Perito Moreno, héroe civil y prohombre muchas veces olvidado, cuya argumentación a favor de tomar la «línea divisoria de aguas» en lugar de «las altas cumbres que dividen aguas» evitó que perdiéramos los lagos, la precordillera y la Cordillera al sur del lago Gutiérrez, hoy lindante con Bariloche.
La Campaña del Desierto se enmarca en el proceso de conformación del Estado nacional y de delimitación de nuestro territorio, que posibilitó el desarrollo de la región.
La absurda e interesada militancia en contra de Roca no hace más que tergiversar los hechos para instalar un discurso fruto de la ignorancia y la intolerancia. El lago Nahuel Huapi, por caso, o los yacimientos de YPF en la Patagonia no serían hoy argentinos, incluidos el de Vaca Muerta. Y el general Enrique Mosconi no hubiera contado con los recursos naturales que potenciaron el progreso económico de la Nación.
Fuentes:
– Albarracín, Cap. de navío Santiago J. – Páginas de Ayer, Buenos Aires (1928).
– Almeida, Juan Lucio – La Armada en los mares patagónicos – Todo es Historia, Año I, Nº 7, (1967).
– Antook – Patagonia Argentina (2007).
– Oscar A. Turone – www.revisionistas.com.ar
– L.Castagnino – www.lagazeta.com.ar
Argentina dividida en tres capitanías y un gigantesco estado bioceánico chileno angloisraelí.
Comentarios cerradosLo afirmó el fiscal general de Neuquén, José Gerez, quien sospecha que el grupo radical mapuche cometió tres atentados en los últimos meses
Uno de los carteles dejado en Kumenia
El fiscal general de Neuquén, José Gerez, acusó a miembros de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) de tener vínculos con grupos guerrilleros de Chile, Colombia y Venezuela.
El funcionario judicial llegó a esta conclusión luego del secuestro de documentación realizado el pasado fin de semana tras una serie de allanamientos en el marco de la investigación por tres atentados sucedidos en los últimos meses en Neuquén y zona aledañas de Río Negro. Ataques que, según la Justicia, fueron perpetrados con el objetivo de presionar para la liberación de su líder, el lonko Facundo Jones Huala.
«Se incautó cartelería, documentación que hace referencia al RAM, una importante cantidad de armas de guerra y droga», sostuvo Gerez en diálogo con Cadena 3. «Además, hallamos material que los conecta a grupos guerrilleros, extremistas de Colombia y Venezuela», agregó.
En ese sentido, insistió: «Creemos que hay una vinculación, a través de la investigación, entre integrantes de este grupo guerrillero con el RAM. Hay un apoyo logístico y operativo de gente que viene de afuera, de Chile, para ayudar a llevar adelante este tipo de sabotajes».
La investigación sobre los tres atentados
Los episodios a los que hace referencia el fiscal ocurrieron el 1 de septiembre, cuando la concesionaria Kumenia de Neuquén capital fue atacada y dejó un saldo de al menos dos vehículos cero kilométro incendiados. El segundo tuvo lugar el 13 de noviembre; ese día un grupo de desconocidos atentó contra las instalaciones de un pozo petrolero de la empresa Pluspetrol en las afueras de Centenario y a solo 7 kilómetros de la capital neuquina. En tanto, el 14 de noviembre se registró otro ataque, aunque frustrado, a un pozo gasífero de YPF en la localidad rionegrina de Allen.
En ese marco, el fin de semana fueron allanados siete propiedades en ambas provincias. Como resultado, se encontraron cinco armas de guerra –entre ellas 1 rifle winchester y cuatro pistolas, un kilo de marihuana, 12 plantas de cannabis y material gráfico con leyendas en las que se reivindica a la RAM. «Pueden tener conexión entre sí», aseguró Gerez.
Gerez dijo que los procedimiento se llevaron a cabo «para tratar de alguna manera de encontrar responsabilidades en el episodio que ocurrió en Kumenia», y que «se ha dado un patrón de que se han encontrado tres episodios que pueden estar relacionados por la modalidad y por lo que se encontró después con la cartelería con el grupo RAM y con el UAL (Unidad Ancestral de liberación)».
A pesar de los vínculos que presuntamente existen entre los atentados y ambos grupos, el fiscal Gerez desligó del hecho al pueblo mapuche. «Nada tienen que ver» porque es una comunidad pacífica, apuntó el funcionario. En ese sentido, opinó Jorge Nahuel, werken de la Confederación Mapuche de Neuquén. «Nosotros no tenemos nada que ver con la violencia con rótulo de terrorismo, y esto nos ensucia. No tenemos relación con la RAM ni queremos tener», dijo en declaraciones a radio LU5.
Fuente: https://www.infobae.com/politica/2017/11/22/hallaron-documentacion-que-vinculan-al-ram-con-grupos-guerrilleros-de-otros-paises-sudamericanos/
Un comentarioUn historiador encontró en el Archivo General de Indias de Sevilla los documentos de un plano de una construcción solicitada por el gobernador de Buenos Aires y de Malvinas en 1767; es la continuidad de las cartas reveladas en Infobae.
El plano de una capilla, el nuevo documento que prueba la soberanía argentina sobre las Islas
Los planos de una capilla de los franciscanos construida en 1768 y establecida en las islas Malvinas se sumarán –a partir de ahora– a otros documentos que la Argentina contará en sus archivos para ratificar el histórico reclamo por la soberanía de las islas del Atlántico Sur.
Dos días después de que Infobae publicara en exclusiva el hallazgo de tres cartas de 1767 que revelan un pedido para la construcción de una capilla en la isla Soledad, apareció otro documento que muestra la continuidad de aquellos oficios: en un escrito y un plano figura la concreción de la obra de la iglesia mandada a construir por el gobernador de Buenos Aires de aquel entonces Francisco Bucarelli y Ursúa a requisitoria de Felipe Ruiz Puente, primer mandatario de las Islas Malvinas.
El historiador argentino Roberto Colimodio se presentó ayer ante el senador radical de Mendoza Julio Cobos para exponerle los datos de un documento que está guardado en el Archivo General de Indias de Sevilla en España donde se revela la existencia de la capilla de los franciscanos en 1768, lo que otorga sustento a las cartas halladas por un coleccionista de identidad reservada cuyas iniciales son N.L.D y de esta forma ratifica el predominio español en las islas de lo que luego sería el territorio argentino.
El documento está guardado en el Archivo General de Indias de Sevilla, en España
Con fecha del 22 de marzo de 1768, casi un año más tarde de los oficios anteriores, Felipe Ruiz Puente, gobernador de las Islas Malvinas, remitía a las autoridades de Buenos Aires el plano de la «Planta de la capilla provisional de los franciscanos establecidos en las Islas Malvinas», en cuyos márgenes el mandatario de las islas describía los estados de la construcción en diferentes momentos dando la fecha de envío del documento los últimos «remates a los interiores» de la Capilla.
Este documento demuestra que la correspondencia intercambiada entre el gobernador Ruiz Puente y su colega de Buenos Aires Bucarelli en 1767 no era sólo una expresión de deseos sino que se concretó materialmente en los hechos. El documento que encontró ahora el historiador Colimodio se encuentra en el portal PARES del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de España y físicamente en el Archivo General de Indias de Sevilla.
En la margen derecha del documento de 1768 se puede leer en letra cursiva el texto del entonces gobernador de Malvinas que sostiene: «Como este plano estaba hecho para ser remitido con la balandra, antes de haber venido con los socorros las fragatas Águila y Liebre, en aquel entonces por falta de materiales y aun de operarios estaba en la disposición que explica la primera nota. Pero ya al día de la fecha se hallan sus puertas y ventanas concluidas y se están rematando sus interiores, Malvinas 22 marzo 1768″.
A la vez, revela en su margen izquierda un título que dice «Plano de la Capilla provisional de las islas Malvinas». La explicación del texto sostiene abajo: «A.Capilla D.Sacristía B. Habitación de uno de los religiosos capellanes de estas islas C.habitación o celda de otro Capellan E.Cocina y habitación del criado F. Tabiques, que se deben poner de madera con sus correspondientes puertas».
Más abajo, el documento sostiene en la «1 Nota» que «esta capilla se halla concluida a excepción de las puertas, ventanas y tabiques que se denotan y por falta de correspondiente madera no se han podido rematar; sus paredes son de tapas, su cobertura de Espadaña y su altura contada desde el piso hasta el cieloraso de lona q se le debe poner 9 pies y 6pu».
Colimodio expresó a Infobae que «estos documentos muestran que el intercambio epistolar en 1767 entre el gobernador de Malvinas y el de Buenos Aires no fue puro cuento sino que se materializó con la construcción de la capilla».
Según este historiador, miembro de Academia Argentina de Historia y del Instituto Sanmartiniano, hay otros documentos del Archivo de Indias que revelan que en 1811 la capilla de los franciscanos en Malvinas se incendió y que el 28 de noviembre de 1816 un piloto de la Armada española, Gabriel Francisco de la Quintana, la vio incendiada.
Por su lado, y ante la consulta de este medio, el senador Cobos destacó que ya le envió una nota a la Cancillería para que se lleve adelante el pedido formal al Archivo de Indias para que el Estado argentino obtenga una copia certificada de los documentos que revelan el plano de la capilla de Malvinas. «Se entiende que estos documentos enriquecerán la historia argentina y su vinculación directa de soberanía con las islas Malvinas. Son documentos que sustentan mucho más el reclamo del territorio que primero fue español y tras la independencia de Argentina», planteó el legislador radical.
Desde la Cancillería explicaron a Infobae que «la copia certificada de los documentos obra en poder del Ministerio de Relaciones Exteriores y se sumarán al acervo histórico de la Cancillería y serán tenidos en cuenta junto a otros documentos históricos del mismo tenor y que corroboran la ocupación efectiva española de las islas Malvinas».
Los documentos que entregó Cobos al canciller Jorge Faurie -y de los que el presidente Mauricio Macri está al tanto- podrían ser parte de los nuevos reclamos de la Argentina ante Gran Bretaña. La ex canciller Susana Malcorra, al conocer los documentos fue más lejos: aseveró que estos hallazgos podrían incluso torcer el voto de varios países en favor de la Argentina en el Comité de Descolonización de la ONU.
El primer documento que reveló el domingo pasado Infobae está fechado en Buenos Aires el 18 de febrero de 1767 y es una carta del entonces gobernador bonaerense Francisco Bucarelli y Ursúa (expulsor de los Jesuitas) a Felipe Ruiz Puente, primer mandatario de las Islas Malvinas. El texto al que accedió Infobae, y que se halla bajo estricto resguardo en el Archivo General de la Nación, sostiene que desde Buenos Aires se enviarán ocho prisioneros «a ración y sin sueldo» como mano de obra para la flamante gobernación de las Malvinas, creada cuatro meses antes por orden del rey Carlos III. «Señor mío: con destino a servir en las Reales obras de las Islas Malvinas a ración y sin sueldo remito a Usted los individuos señalados en la adjunta relación para [que] disponga la conducción y permanencia allí de estos reos el tiempo de su condena», firmó el gobernador de Buenos Aires al tiempo que dio la lista de ocho presos.
El segundo documento es una carta fechada en Malvinas el 25 de abril de 1767 enviada por el gobernador de Malvinas Felipe Ruiz Puente a su par bonaerense Bucarelli y Ursúa. En esa misiva le explica la necesidad de levantar una capilla en Malvinas «para todo el pueblo, pues solo se cuenta con una muy precaria, con una imagen de San Luis». Y solicita a la vez «un pequeño sagrario o tabernáculo con su copón correspondiente y una imagen de la Advocación que V.E determinare para Patrono de esta posesión». Cabe destacar que el Puerto Soledad se bautizó como Saint Louis cuando fue descubierto por los franceses. Sucede que las islas luego fueron transferidas a la corona española por Francia.
Y el tercer documento hallado, que obra en poder del Estado en estos momentos, está datado en Buenos Aires el 2 de diciembre de 1767. También se trata de una carta dirigida por el gobernador de Buenos Aires al primer gobernador de Malvinas. Allí se sostiene que desde la capital argentina se enviarán los vasos sagrados y ornamentos para «erigir una nueva capilla en esa Colonia», así como una imagen de la Virgen de la Soledad para que sea declarada patrona de la población. Quizás esta sea la única pista para descubrir el origen del nombre de la Isla Soledad.
Ahora aparece el plano guardado en el Archivo General de Indias y se cierra toda la historia de esta capilla de los franciscanos de 1768 que en Malvinas le otorga a la Argentina una ratificación más de su soberanía en las islas.
Fuente: Infobae
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