Tras la Revolución Islámica de Irán, la voluntad del pueblo bajo las orientaciones inteligentes del Imam Jomeini (que descanse en paz), otorgó grandes logros al país, especialmente en el campo económico, donde actualmente Irán se considera un poder regional.
La economía de Irán durante la monarquía Pahlavi era una economía de montaje, dependiente de Occidente y consumidor, administrada solo con el dinero de petróleo.
Con la victoria de la Revolución Islámica, Irán diseñó grandes objetivos como la independencia económica, la autosuficiencia, la creación de empleo y la otorgación de una vida estándar a sus ciudadanos.
A pesar de una enorme cantidad de dificultades y obstáculos como las amplias sanciones, una guerra impuesta de 8 años y diversas conspiraciones, en estas cuatro décadas, Irán ha sido capaz de alcanzar buenas clasificaciones en diversas áreas económicas.
Antes de la Revolución Islámica la industria petrolera de Irán, en gran parte estaba dirigida por los asesores extranjeros, pero la confianza en la tecnología y la ingeniería nacional, provocó una tendencia creciente en este campo.
A pesar de todas las sanciones, amenazas y presiones internacionales, actualmente Irán es el tercer mayor productor mundial de petróleo, y un miembro influyente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Las autoridades iraníes en reiteradas ocasiones han destacado la importancia de reducir la dependencia de los ingresos de las ventas de petróleo y gas, a través de aumentar las exportaciones no petroleras, una medida que ha tenido como resultado un aumento de la producción nacional, empleo y productividad.
Los productos no petroleros más exportados en los últimos años han sido, el propano líquido, metanol y el betún de petróleo.
La reducción significativa de la pobreza en el país es otro de los logros de la Revolución Islámica. En 1977, según el Banco Mundial (BM), el 46 % de los iraníes vivían por debajo del umbral de la pobreza. Esta cifra disminuyó al 8 % en 2015, según un informe del Foro Económico Mundial (FEM).
Esto balances positivos, junto con la reducción de las deudas externas y la atracción de inversiones extranjeras, demuestra el dinamismo y el relativo crecimiento de la economía de Irán.
En la clasificación económica de los países del mundo del último informe del BM, Irán, con más un billón 400.000 millones de dólares de Producto Interior Bruto (PIB), se ubicó en el lugar número 18, entre los 193 países, según el PIB total basado en la paridad del poder adquisitivo.
Asimismo, el informe prevé que el PIB de Irán al 2018 experimentará un aumento de más de 96.000 millones de dólares.
Fuente: https://www.hispantv.com/noticias/economia/367709/iran-revolucion-islamica-poder-economico-jomeini
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