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Platos voladores con fines bélicos

HITLER PLANEABA DESTRUIR LONDRES CON 15 PLATILLOS VOLADORES

Destruir Londres bajo el poder de sus bombarderos fue un objetivo que Hitler tuvo a su alcance. Arrasar Nueva York, un sueño al que jamás pudo aspirar… ¿o sí? Una reciente investigación asegura haber hallado nuevas pruebas de que la construcción de al menos un platillo volante nazi es algo más que un mito.

Aparentemente, la parte más endeble de la investigación son los testimonios de un grupo de londinenses. La Segunda Guerra Mundial está llegando a su fin. La capital del Imperio cree haber sobrevivido a las bombas alemanas. Hasta que un buen día un objeto volante con forma esférica “con la cruz gamada grabada en uno de sus lados”, según precisan los testigos, sobrevuela a baja altura el río Támesis y, como viene, se va.

Por esas mismas fechas, el New York Times dejaba constancia en sus páginas de un “misterioso disco volante” que había sido visto volando a una “velocidad extraordinariamente alta” por encima de las cúpulas de los rascacielos, e incluso aportaba una serie de fotografías altamente inquietantes. ¿Psicosis? Y no sólo eso. Un testigo capturado por los americanos tras la guerra aseguró haber visto en numerosas ocasiones el objeto volante sobre Praga a principios de 1945.

Ahora, la revista alemana especializada “PM” ha publicado una investigación en la que sostiene que hay “fuertes evidencias” de que Hitler ordenó al jefe de la Luftwaffe, Hermann Goering, que desarrollara una super arma destinada a cambiar el curso de la guerra. Su objetivo era ni más ni menos bombardear territorio americano con el objetivo de dar la vuelta al curso de la guerra.

El programa, ultra secreto en aquellas fechas, tenía un nombre en clave poco original pero eficaz: Schriever-Habermohl, los apellidos de uno de los pilotos y de uno de los ingenieros, Rudolf Schriever y Otto Habermohl.

Inicialmente, estaba bajo la supervision del ministro de Armamento, pero después fue encomendado a Hans Kammler.

De acuerdo con el testimonio de Joseph Andreas Epp, un ingeniero que prestó asesoramiento en el proyecto Schriever-Habermohl, y al que cita la publicación alemana, la misión estaba tan avanzada que llegaron a construirse hasta 15 prototipos de ovnis. Sólo la derrota alemana impidió su fabricación en serie.

Epp los describe como una nave con una cabina en el centro rodeada de unas aspas de rotación ajustable que describen círculos, y que podían ajustarse durante el despegue. El artefacto estaba propulsado por unos pequeños cohetes ajustados a la nave y que proporcionaban el impulso suficiente.

Carnaza para los tabloides ingleses Ante tan sugestivas revelaciones, los periódicos tabloides se han lanzado a propagar la teoría de que realmente Londres estuvo a punto de sucumbir ante las bombas de platillos volantes.

Incluso, el Daily Mail publicaba un cuidado gráfico de cómo se habría producido la incursión de tan terrorífica arma.

PLATOS VOLADORES NAZIS DESCRITOS EN EL MILITÄRISCHES TASCHENLEXIKON

Fliegende scheibe: Arbeits ausdruck für einen kreisförmigen Flugkörper, der aus deutschen Entwicklugen bis zum Jahre 1944 flugfähig geworden war. Ein kugelartiges Mittelstück nimmt die Besatzung auf, ein auftriebfördernder flacher Ring ist zentrisch um das Mittelstück angeordnet, der am Aussenrand viele in ihrer Wirkungsrichtung vertellbare Düsen aufweist. Durchmesser des Flugkörpers 44 m. Kann unkonventionelle Flugbewegungen auf Quer- und Hochachse ausführen; soll 1944 bereits 2000 km/h und 12000 m Höhe in wenigen Minuten erreicht haben. Ähnliche französische Konstruktion wurde nach dem Kriege bekannt. Die deutschen Entwicklungen gingen wahrscheinlich vorwiegend in russische und amerikanische Hände über. S. Aab. > Ufo.

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Un comentario

  1. BLACKWOLF

    Después de la Segunda Guerra Mundial, surgieron muchos comentarios y teorías sobre el supuesto armamento secreto que estaban desarrollando los Nazis, especialmente referido a naves no convencionales, hasta el escritor chileno Miguel Serrano escribió un libro sobre el tema, y como no podría ser de otra manera, “cuando el río suena, agua trae”, la seriedad con la que las “potencias” que ganaron la guerra tomaron el asunto, se debió no solamente a comentarios o teorías que circulaban, sino a informes muy bien elaborados de Inteligencia que daban cuenta, no solamente de estas naves, sino de un éxodo de submarinos que se dirigieron a una base en un lugar no especificado, pero ubicado en la Antártida.

    The New York Times, del 14 de diciembre de 1944, publicó: «Los platillos volantes son un arma secreta. Una nueva arma alemana ha aparecido en el frente occidental alemán. Hoy nos informaron sobre las declaraciones de nuestros pilotos de la USAF, afirmando que en los cielos de Alemania han aparecido como unas «bolas de plata» voladoras. Estas se han visto aisladas y en formaciones. Algunas parecían ser prácticamente transparentes».

    Por estos motivos, una vez terminada la Guerra, se organiza el 26 de agosto de 1946, la famosa expedición del Almirante Richard Byrd, que no fue como quisieron hacer creer al mundo, una expedición científica, sino una campaña bélica para investigar y de encontrarse la base alemana, destruirla.

    “Según el historiador alemán Stevens, el avión Haunebu I era supuestamente el primer platillo grande de vuelo desarrollado en Alemania. Según los ficheros alemanes clasificados de la SS, Haunebu I fue probado probablemente por primera vez en agosto de 1939, o sea, algunas semanas antes del brote de la Segunda Guerra Mundial”.

    “Mediante el proceso de implosión la industria secreta del Tercer Reich consiguió crear aparatos de vuelo con un campo magnético propio que permite vencer la entropía, el magnetismo terrestre y la gravedad. La misma inercia ya no afecta a un aparato que ha creado su propio campo magnético, consiguiéndose vencer las leyes y toda la “lógica” material. Este material fue preservado del conocimiento público y su desarrollo fue un alto secreto debidamente salvado de caer en manos enemigas”.

    Bueno, tratando de aclarar qué hay realmente detrás de todo esto, tendríamos que conocer primero cual fue el verdadero motivo de la segunda guerra mundial, y allí ya tenemos que entrar en el terreno esotérico, ya que esta guerra fue solo el comienzo, en nuestra época, de una guerra cósmica, que se viene librando desde hace miles de años, y tiene que ver con el Misterio del encadenamiento espiritual en la materia y la lucha entre dioses por su liberación.

    El mahabharata hace referencia a una de estas guerras que se libró en la Atlántida y en ése y otros libros sagrados de India, como el Ramayana, se habla que en esas guerras se usaban los Vimanas (que era como se denominaba a las naves espaciales).

    Entonces esto significa que la Guerra, a la que la Sabiduría Hiperbórea llama Guerra Esencial, no terminó, y solo va a terminar cuando se liberen todos los espíritus que han sido encadenados en este Universo por el Dios Creador, para que sirvan de motor a su siniestro plan evolutivo.

    Ahora, las bases en donde se encuentran los cuadros de las SS que se retiraron luego de la guerra, no la van a encontrar nunca, porque están camuflados con una tecnología extraterrestre, que solo se puede manejar cuando liberamos nuestro espíritu, y obviamente lo mismo sucede con la utilización de las naves, jamás van a poder capturar a ninguna de ellas, y si hasta ahora no han actuado para desbaratar los planes de la Sinarquía, es porque están esperando para entablar la Batalla Final con los verdaderos enemigos, los Jefes de todos los agentes que operan en este plano físico, y que son los dioses traidores.

    El conocimiento de la Sabiduría Hiperbórea, a los alemanes del Tercer Reich les permitió usar la ciencia gravis con la que, aparte de construir platos voladores o levantar piedras de mil toneladas, podían explicar la casi totalidad de los fenómenos parapsicológicos y la taumaturgia o magia de cualquier tipo, y emplearlas con fines estratégicos.

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