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Revisión mitológica y yendo más allá de los tapasignos culturales, en cuanto a la Serpiente

Por Christian C.

El estigma y rechazo de la figura de la serpiente y el reptil, se halla profundamente arraigado en el inconsciente colectivo. Este condicionamiento , a partir de una programación cultural, ha generado una actitud casi mecánica, de rechazo, temor, y hasta en algunos repugnancia. Si bien la marca del estigma tiene claramente una impronta esencialmente judeocristiana, este rechazo a la figura del reptil se ha ido gestando en numerosos mitos a lo largo del tiempo, ya desde época incluso anterior al cristianismo.

Se trata de una maniobra de control psicosocial, para bloquear el acceso iniciático al potencial reptil, y lo que este representa.

Así, se han estructurado mitos, como tapasignos culturales, en que la serpiente o el dragón se presentaba como nefasto ,debiéndosele combatir.

Debe acotarse que los mitos se expresan en múltiples planos de significación, según el lenguaje connotado, algunos de ellos sumamente oblicuos. Mas, desde las tácticas sinárquicas de control psicosocial, la expresión arquetípica de los mitos se estructura en una primera instancia como los tapasignos culturales que se encuentran en cada mito.

A esto deben sumársele las mutaciones y adaptaciones que sufren los mitos por hibridación cultural, deformación en algunos casos, y sincretismo con otros mitos.

En este estudio lo que se procura es rescatar de la profundidad del mito , el aspecto iniciático ofídico, que se ha presentado y cubierto de muy diversas formas.

Podemos apreciar como en antiguos mitos previos al cristianismo, del mundo pagano, todavía se conservaba cierto valor iniciático de la serpiente, incluso cuando el escenario era presentado en forma de combate o contienda.

Así encontramos diversos mitos, como aquel donde Zeus vence a Tifon, Apolo a la Pitón, Hercules a la Hidra de Lerna, Perseo a Medusa, Krishna a Kaliya, o Marduk a Tiamat.

No obstante, en todos estos casos asoma un vínculo de cada uno de estos Dioses/héroes con la serpiente.

Así , encontramos que hay al menos tres instancias en los mitos, en que Zeus asume la forma de una serpiente.

El hiperbóreo Apolo porta el caduceo serpentino, y a el se hallaba consagrado el oráculo de Delfos, donde oficiaban las Pitonisas, llamadas así por su poder profético, en honor justamente a la serpiente Pitón.

En el caso de Hercules, encontramos que la etimología de su nombre remite al sanscrito Hara Kala, epíteto de Shiva, que como bien es sabido, siempre se le retrata ornamentado con serpientes Nagas que le acompañan.

El caso de Medusa y Perseo, ha sido brillantemente explicado por Nimrod de Rosario, en El misterio de Belicena Villca, y se refiere precisamente, que la Gorgona , conocida como Pyrena, era la Diosa del fuego frio en las iniciaciones de la casa de Tharsis, y como en la deformación del mito, Perseo pasa a representar al héroe cultural Golen.

Respecto a Krishna, aunque se enfrenta a Kaliya , desterrándolo del río Yamuna, en otras variantes del mito, acorde a los Puranas, es Kaliya precisamente quien transporta como Vahana ( Vehículo) a Krishna, a través del Yamuna, hacia la ciudad de Mathura.

También cabe acotar, que en el hinduismo, Krishna es considerado un avatar de Vishnu, quien reposa como lecho en la serpiente de múltiples cabezas, Ananta Sesha.

Y con relacion a Marduk, el ultimo de los ejemplos citados, es conocido en la mitología sumeria como hijo de Enki, representado a veces como serpiente. Por lo que es hijo de la serpiente, portando su esencia.

En la mitología nórdica por otra parte, los roles de los Dioses y serpientes como Jormungandr y Nidhog, son considerados como complementarios, en una contienda o enfrentamiento que culmina en el Ragnarok, en forma cíclica.

No obstante, mas allá de esto, el propio Odin ( Wotan) , asume la forma de una serpiente, cuando se lleva el elixir preparado por unos enanos con la sangre del sabio Kvasir.

Entrando ya en el marco de la cultura judeocristiana, se observa ya un cambio radical respecto a la serpiente , exponiéndola en una concepción escatológica , como el adversario y enemigo que debe combatirse sin tregua hasta el final de los tiempos.

Así, aparece la figura del tentador o acusador, tomada de la cultura cananea ,y conocido hoy día incluso por los árabes como Shaitan o Sheitan.

Este tentador o Sheitan tiene su prototipo y equivalente, en el Seth egipcio y el Ahriman persa, figuras que en sus respectivos contextos mitico-cosmogónicos, tienen también su representación como serpiente.

Y aquí es donde comienza la degradación cultural y estigma de la serpiente, ya que si bien en el mito hebreo se presenta a Sheitan como una clase de aliado del Dios bíblico Yaveh, el demiurgo, no obstante esta serpiente, en su rol de tentador, es maldecida por Dios, debido a » haberse excedido en su prueba tentadora de Adan y Eva», engañándolos.

A partir de aquí ,la serpiente será todavía mas estigmatizada posteriormente por el cristianismo, tal como se ha representado en tantos mitos y arte del cristianismo.

Así surgen imágenes de santos combatiendo dragones, como San Jorge o San Miguel, San Patricio expulsando las serpientes en Irlanda, o la virgen María aplastando la serpiente.

No obstante, durante un tiempo en el folclore medieval del cristianismo, existió una leyenda en que alternativamente podía San Jorge derrotar al dragón, o a la inversa el dragón vencer a San Jorge.

Algunos mitólogos han interpretado esta clase de contienda con victoria y derrota alternas, en este y otros antiguos mitos similares, como un reflejo mitico-folclórico de la alternancia de las estaciones del invierno y el verano.

Y así también el conocimiento oculto del dominio de las energías serpentinas, quedo encriptado bajo la leyenda de San Antonio que se dice paso por pruebas de «tentación de demonios en forma de serpientes» ,o incluso la tradición local en Cucullo, Italia, de San Doménico, en cuya celebración local se lleva en procesión su imagen, con tallas de serpientes, e incluso se reparte entre la gente dulces en forma de serpiente.

Del mismo modo se explica el enfrentamiento, de algún modo «equilibrado» o «complementario» en el relato mítico, de Dioses como Horus y Seth, Ormuz y Ahriman, Odin y Loki, Quetzalcoatl y Tezcatlipoca, etc.

Resulta notorio que en estos últimos ejemplos dados (Seth, Ahriman, Loki y Tezcatlipoca) tienen todos ellos una representación o aspecto de serpiente.

De allí, que a partir de mitos como los mencionados, incluso muchos de ellos distorsionados, modificados o sincretizados con otros mitos, resulta siempre evidente la presencia de la serpiente en el ámbito oscuro, caótico, y del inframundo.

Es desde esta consideración que algunos cultos demiúrgicos, buscando ocultar el secreto de la serpiente, también crearon un cosmovisión polarizada de carácter solar vs lunar, en que relegaban todo lo oscuro al ámbito lunar, y en algunos casos también apropiándose de aspectos serpentinos desde su polaridad solar.

Luego, debe recordarse que el aspecto reptil o de hombres lagarto, fue el asumido por los Siddhas al entrar en este mundo por la puerta de Venus. , Incluso los Siddhas traidores, quienes posteriormente camuflaron su aspecto reptil con el de seres alados angelicales.

Así es como el termino Serafin tiene su raiz en Seraph o Serpiente.

Más recordemos que en El misterio de Belícena Villca, cuando se menciona el encuentro en Venus de la virgen de Agartha con Lucifer, se lo menciona también como Serafín.

Similarmente , el mismo demiurgo tiene asimismo un aspecto draconiano, como aquel que se presentara a la princesa Isa en el episodio del rey Nimrod y los Kassitas.

Considerando este aspecto draconiano demiúrgico, llamado Enlil, es comprensible que en la arqueología también se hallaran medallas del siglo l, con la representación del demiurgo Yaveh en forma de serpiente, en incluso la consorte atribuida a Yaveh, Asherah , también se representara en forma serpentina.

Mas este aspecto serpentino demiúrgico puede ser completamente neutralizado mediante Ophis Lucifer, el Dios serpiente.

De igual modo algunos arcontes demiúrgicos también presentan ciertos rasgos de tipología reptil. Mas se hallan en oposición a los hombres lagarto de Venus, los Siddhas hiperbóreos.

Un mito donde se presenta el combate con un dragón, mas a la vez se destaca un secreto iniciático, es cuando Sigfrido mata al dragón Fafner. La sangre de Fafner salpica a Sigfrido, quien prueba su sangre, pudiendo «entender la lengua de los pájaros». Recordemos que tras la forma alada de los pájaros subyace el reptil, que se hallaba antes de las aves. Así es que, la sangre del dragón Fafner, sangre de reptil, actúa como un poderoso disparador en la memoria de sangre de Sigfrido, pudiendo entender la lengua de los lagartos.

Un mito literario donde la figura del dragón recibe un carácter iniciático, incluso cuando el caballero le combate para darle muerte, es en el de la leyenda del rey Arturo y sus nobles caballeros.

En las leyendas de la saga artúrica es común la contienda o enfrentamiento entre dos dragones, uno rojo, y uno blanco, que en términos simbólicos representaban respectivamente los reinos de Uther Pendragon (padre del legendario Arturo) y su enemigo Vortigern.

Mucho se ha escrito y comentado de estas leyendas, pero muy poco respecto al secreto ofídico que allí se oculta.

En el lenguaje esotérico de los símbolos, el blanco y el rojo representan respectivamente el veneno y la sangre de la serpiente, y es de su mezcla como se obtiene el elixir.

Esta «sangre y veneno» se expresan también en distintos niveles de significado ,desde la sustancia química en si pasando por un simbolismo de secreción glandular interna que desencadena experiencias místicas , como también el cruce de energías opuestas y complementarias, otra variedad del «rojo y blanco».

El propio apellido de Arturo, Pendragon, oculta la clave de este misterio, significando «cabeza de dragón». Al mismo tiempo Arturo deriva de «Arthos» oso, concepto que se ha interpretado también chamánicamente aludiendo al tótem del oso, pero cuando al «oso» se le da un apelativo complementario de «cabeza de dragón», pareciera leerse entre líneas que se trata de una clase de oso/dragón.

En el texto Perlezvaus, se cuenta una historia en que Arturo es enviado por su esposa, la reina Ginebra, para rescatar una doncella.

En medio de esta aventura, Arturo es atacado por un caballero negro (sustituto aquí del dragón que mantiene prisionera a la doncella) y herido en el brazo por una lanza, cuya forma semejaba una serpiente.

La propia sangre de Arturo (el dragón ) sana y cicatriza la herida, y luego continua combatiendo y vence al caballero negro.

Tras decapitarlo, lleva la cabeza del caballero negro a la doncella ya liberada, y con este cráneo la doncella unge la herida de Arturo, sanándolo definitivamente.

Aquí se observa en una primera instancia una combinación o mezcla de la serpentina lanza ardiente (el veneno) con la sangre de Arturo. Una mezcla del blanco y el rojo….

Y en una segunda instancia , la sangre del caballero negro (sangre de dragón, que también porta su veneno) es ungida en el brazo de Arturo, que resulta completamente curado.

Esta mezcla alquímica del rojo y el blanco, y la doncella o sacerdotisa serpiente, encierran la clave de todo el secreto.

De estos ejemplos de mitos y leyendas citados, es claro que en la antiguedad la serpiente y el dragón, incluso cuando su rol original ya había sido distorsionado , conservaba no obstante un rol iniciático.

Hasta los casos de combate con un dragón o figura ofídica deben ser entendidos bajo la perspectiva iniciática.

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