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El pulpo desde la Sabiduría Hiperbórea

Por Christian C.

La editorial creada por el Pontífice Nimrod de Rosario, con su emblema representativo, el Kraken, o ancestral monstruo marino bajo la apariencia de un pulpo gigantesco, señala al Virya despierto un secreto, de aquel monstruo marino, que yace en profundidades ignotas.

Tenemos la manifestación del pulpo en el inicio del tiempo ( tiempo recargado, posterior a la kalachacra), por lo que se halla «dormido» en las profundidades del inconsciente.

Este concepto ha sido expresado por Lovecraft, en los mitos de Cthulhu, lo que remite y le hace análogo al Lagarto, en las profundas aguas del inconsciente. En ambos casos se trata de una alusión al potencial del cerebro reptil.

La inclusión de aspectos reptiloides en Cthulhu , con características de dragón, y de los Profundos como teniendo de igual modo rasgos de reptil, evidencian el nexo señalado.
Baste como ejemplo en La sombra sobre Insmouth de H.P. Lovecraft, la descripión de la hija del capitán Marsh, que se dice semejaba a un reptil.

O para citar un referente más concreto, la descripción que el mismo autor da en el cuento En Los muros de Erix, donde una extraña raza de hombres lagarto en Venus, poseen tentáculos en los pectorales.

Los tentáculos son en este contexto mítico análogos a serpientes.

Y al igual que en las 16 serpientes primordiales ( a las que en la talla de Pyrena se agregarían dos serpientes mas alusivas a la pareja del origen), en la actualización arquetípica bajo el encuadre de mito, también se constelan 2 pulpos enfrentados, representativos estos tentáculos/serpientes del símbolo del origen, siendo aquí los 2 pulpos la imagen reflejada de aquella pareja original.

La ornamentación hallada en Lambayeque, Perú, del señor de Sipan, en cuanto corona y pectoral, exhibe tentáculos de pulpo con terminación en cabezas de serpiente. Lo que indica precisamente el aspecto serpentino como culminación de la expresión esotérica del pulpo y sus tentáculos. Allí se oculta sin duda el secreto de la serpiente.

Los ocho tentáculos remiten por un lado a la resignación de la doble cuadrangularidad , respecto a que en la estructura psíquica cuadruple del laberinto en que se halla el Yo perdido ( los 4 recintos o tetrarques de cada instancia en el laberíntico sendero Labrelix), debe realizarse una doble resignación ,para el Yo orientarse en cuanto a los dos actos o secuencias de su extravío original ( Reversión del Yo absoluto o espíritu esfera , y posteriormente reflejo del Yo infinito en el símbolo del origen).

De allí también la vinculación semiótica sugerida del 8 con el infinito , que bajo esta consideración es alusiva no al Infinito potencial, sino al Infinito actual.

Por otra parte, dada la manifestación orgánica del pulpo como expresión arquetípica del argumento del Yo espiritual extraviado desde su primera instancia en este mundo, al mismo tiempo refleja el designio hambre del demiurgo, en cuanto el sistema digestivo del pulpo es un mismo esfínter por donde se come y excreta, lo que tiene su correspondencia en el despliegue arquetípico demiúrgico, y la posterior reabsorción o fagocitación, en cada ciclo alterno de kalpa y pralaya.

Y si bien hay un «hambre» o ansia demiúrgico, que el Yo perdido toma como suya propia ( debido a la confusión de estar subsumido en el sujeto consciente), también existe un «hambre infinita» , propia del Yo en su dimensión infinita como yo despierto en el Selbst, o el Si mismo del Yo infinito.

Esto tiene su figuración en el pulpo, cuyo pico delimita míticamente con el primordial océano de leche infinito, para alimentar al «pulpo» que aquí es figuración del Niño de piedra, el niño lagarto!

Tal océano de leche, por su dimensión infinita excede y sobrepasa necesariamente el mundo arquetípico demiúrgico.

Así se entiende al niño de piedra , o el pulpo, y la figuración de la virgen de Agartha como » la virgen del pulpo» , representación artística, que consciente o inconscientemente, también ha sido canalizada.

El aspecto marino del pulpo y el calamar, ha sido también confundido terriblemente, y quizá intencionadamente, por algunos ,con aquel símbolo Ichthus del pez, atribuido a los primeros cristianos. Baste simplemente acotar que en los cultos demiúrgicos , como el cristianismo, no se mantiene ni expresa la hostilidad esencial al mundo creado, como si es mantenida contrariamente por Cthulhu y los profundos.

Que el cristianismo haya adoptado el símbolo del pez, se debe a que su historia argumental tuvo lugar bajo la constelación de Piscis, a la analogía del pescador y sus reces bajo la mentalidad proselitista evangelizadora, y a una alusión a la monada del Pasú, que alguna vez fue pez en una esfera lunar, detentando así , bajo todas estas consideraciones, la expresión semiótica del designio demiúrgico.

Mas no tiene relación con los llamados híbridos , conocidos como la raza de los Profundos, ni con Cthulhu, que se ha manifestado en clara hostilidad esencial al mundo demiúrgico.

Por otra parte, el cristianismo, y toda la estructura demiúrgica, siempre ha derivado e imitado principios y símbolos que no le son propios, adecuándolos como aspecto tajada del esquema original, en su propio contexto.

Es conveniente recordar que en el caso de Cthulhu ,no es meramente un » pulpo» sino que presenta rasgos draconianos. Y en el caso de la raza de los Profundos, tampoco son meramente «hombres-peces», como a veces se les denomina, sino que aparece también en su fisonomía una tipología reptil, como el caso citado previamente de la hija del capitán Marsh, en La sombra sobre Insmouth.

En el relato El montículo, también de H.P. Lovecraft, encontramos que en la ciudad subterránea de K’n-yan aparecen varias veces tallas juntas de Cthulhu, y Yig, el Dios serpiente, ambos mirándose, uno enfrente del otro. El nexo aquí apuntado por Lovecraft del pulpo y el reptil, no podía ser más notorio.

Por supuesto, también en el pulpo encontramos un aspecto pulpo como replica demiúrgica, que asume estos aspectos, desde una resignificación demiúrgica.

Así puede apreciarse en tal sentido, que los 8 tentáculos del pulpo funcionan cada uno como un cerebro propio, y los 8 conforman Uno. De igual modo cada tentáculo es como un «ojo», viéndolo así todo.

Mas no debe confundirse este aspecto replica demiúrgico con el Kraken, de clara simbología hiperbórea , como la expuesta anteriormente.

Así en tal sentido, debe apreciarse con una implicancia altamente iniciática, el emblema del Kraken que asumiera Nimrod de Rosario, para la editorial de sus libros.

Cabe acotar asimismo, que la representación del pulpo alude también al vínculo carismático entre un Siddha jefe de los hiperbóreos, y un grupo de Viryas, nucleados a su alrededor carismáticamente, en un tipo de nexo que puede alegorizarse aquí como un pulpo y sus tentáculos.

Y por último, desde la Sabiduría Hiperbórea, se dice que la constelación del Pulpo, en el hemisferio celeste austral ( rigiendo desde la Antártida donde se hallan Siddhas presentes así como una puerta al mundo de Agartha) será la configuración estelar determinante en la batalla final, apreciándose dos estrellas de la constelación de la cruz del sur, como los ojos del Pulpo.

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