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Etiqueta: judios

La «Krupskaya» Pavlovsky amenazó de muerte a la hija del Presidente Macri

Detuvieron a una mujer que había amenazado de muerte a Antonia Macri

María Carolina Pavlovksy se internó en una clínica pisquiátrica luego de intimidar a la hija del Presidente.

«Macri, estás avisado. Tu hija no va a desaparecer. No la saques de tu casa hijo de re mil p… No me importa que sea una nena. Sé que es tu hija y a qué colegio va. ¿Dónde está Santiago Maldonado carajo?». Eso escribió días atrás una mujer, de 57 años, que se hacía llamar Caro Krúpskaya en Facebook. Debajo del mensaje publicó la foto de un fusil. Hoy fue detenida por la Policía Federal (PFA).

La mujer, que en realidad se llama María Carolina Pavlovsky, fue arrestada hoy, según anunció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en Twitter. El Departamento de Delitos Tecnológicos, de la PFA, fue el encargado de investigar el mensaje contra Antonia Macri. La detenida quedó a disposición del juez federal Ariel Lijo.

Luego de amenazar a la hija del Presidente en Facebook, Pavlovsky se internó en una clínica psiquiátrica de la localidad bonaerense de Castelar. Luego cerró su cuenta de la red social. La mujer, sin embargo, ahora deberá explicar por qué amenazó a la pequeña de 5 años.

Fuente: http://tn.com.ar/policiales/detuvieron-la-mujer-que-amenazo-antonia-macri_817764

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Bolivar y los judíos

En el proceso de Emancipación de América de la Corona Española, varios fueron los próceres que protagonizaron las luchas en las diferentes regiones del continente. Junto a los “Libertadores de América” colaboraron en esta ardua tarea, muchos judíos que ya residían en la región y que brindaron su apoyo a la campaña de liberación.

El Congreso Judío Latinoamericano presenta en esta oportunidad una compilación de material en la cual se reúne a los principales colaboradores judíos del Libertador Simón Bolívar.

Mordejay Ricardo
Muchos dirigentes judíos colaboraron con los prohombres de la Emancipación Americana. Así, entre los que apoyaron a Simón Bolívar, uno de los casos más conocidos ha sido el del judío de Curaçao, Mordejay Ricardo. Así, por ejemplo, cuando durante su primer exilio, el Libertador pasó por Curaçao, las autoridades inglesas le secuestraron el equipaje. Entonces, solo la exitosa gestión del señor Mordejay Ricardo posibilitó que le reintegrasen sus pertenencias a Bolívar. Además, le consiguió hospedaje en casa de otro judío curaceño, el señor Abraham de Mesa, de la población de Otrabanda.

Mordejay Ricardo colaboró con la causa libertartadora venezolana, especialmente a partir de su visita de ocho días a Caracas, junto al Gobernador de Curaçao, Sir Jaime Cockburn.

En 1814, ante el temor de la entrada de las tropas de Boves a Caracas, Bolívar muy presto sacó a sus hermanas María Antonieta y Juana de esa ciudad; embarcándolas hacia Curaçao, donde el propio Mordejay Ricardo fue anfitrión de las hermanas del Libertador, durante casi dos años.

Homenaje del Correo de Venezuela
Fue una gran satisfacción para la comunidad judía de Venezuela y para las comunidades sefaradies en el mundo, ver que el correo de Venezuela decidió emitir Estampillas dedicadas a Mordejay Ricardo, el gran amigo judío del “Libertador” de America Latina, Simón Bolívar.

Mordejay Ricardo nació en Amsterdam en 1771, hijo de David de Joseph Israel Ricardo y de Batsheva Semag Aboab.

En 1802 fue a establecerse en Curaçao donde se casó con Esther Frois de Bayona, hija de Moises Frois y de Raquel de Sola.

En 1808 fue nombrado por el Rey de Holanda Inspector de Caminos y Traductor e intérprete de Inglés, Holandés, Francés, Español y Portugués.

En 1812 fue nombrado oficial de la policía de Curaçao.

Cuando Simón Bolívar empezó su revuelta contra España, Ricardo dio a Bolívar y a sus hermanas la casa de su suegra, llamada “El Octógono”.

Bolívar quedó muy agradecido a Ricardo por la ayuda y le envió reportes sobre la liberación de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá.

espués de la liberación, él invitó a sus amigos de Curaçao: Ricardo, José Curiel e Isaac de Sola, así como a otros judíos más, a venir a conocer las tierras liberadas.

Hoy día los descendientes de Ricardo viven en Caracas. José Curiel vino a Coro, en Venezuela y su bisnieto fue Ministro de Obras Públicas de Venezuela. Isaac de Sola, heroico descendiente del Rabino Ibn Daud de Sola, de Granada, es conocido como el General Juan de Sola que tomó parte en la Guerra de Liberación y quedó inválido en la batalla de Puerto Cabello.

En las estampillas se ve el retrato de Mordejay Ricardo y la pintura de Bolívar y Ricardo, caminando cerca del Octógono que se ve en el fondo.

Homenaje del Correo de las Antillas Holandesas
Al pisar por primera vez la tierra de Curaçao en 1812, Simon Bolívar no fue bien recibido por el gobierno inglés de la Isla. Al contrario, a su arribo, sus bagajes fueron confiscados.

Pero esta visita de Bolívar fue muy importante para la liberación del Norte de America Latina.

Bolívar encontró allí al Dr. Mordejay Ricardo, judío sefaradí, ferviente defensor de la lucha emancipadora latinoamericana. Bolívar aceptó su amistad, y también la oferta de Ricardo de recibir a sus hermanas, Juana y María Antonia, en la casa de la suegra de Ricardo, Sra. de Sola.

La casa, llamada “El Octógono”, fue donada por la compañía sefaradí S.E.L. Maduro para servir como el Museo Bolívar

El Soldado Abraham Meyer
Es interesante la descripción biográfica de un judío alemán que sirvió a las órdenes del Libertador Simón Bolívar, Abraham Meyer, que fuera soldado venezolano con el nombre de Heinrich Meyer.

Al respecto, nos remitiremos a la reciente relevación del reconocido investigador chileno Günter Böhm, quien ha realizado un interesante aporte, al describir los aspectos biográficos de un judío que fue camarada de armas del libertador Simon Bolívar.

Era el hijo mayor de una familia judeoalemana de Dessau. El jovencito Meyer ya en sus años adolescentes soñaba con estudios de agricultura, cosa que contrariaba a su padre pues no había posibilidades para que un judío trabajase en la campiña alemana. En 1819 era un jovencito veinteañero, cuando abandonó su hogar para llegar, en primera instancia, al puerto norteño de Hamburgo.

Allí ofreció su trabajo a una embarcación a cambio del pasaje; se sorprendió gratamente cuando supo que un barco velero de Venezuela transportaba emigrantes, para trabajar en otro país. Solo al llegar al puerto caribeño, se enteró que todos los que como él había llegado, eran ya ciudadanos y soldados de la República de Venezuela.

También se instruyó en los estudios y a Bolívar le resultaba muy importante contar con soldados capacitados, como este joven ahora llamado Heinrich Meyer.

El joven judío alemán fue un héroe en la lucha por la independencia de Venezuela y se ganó incluso varias condecoraciones.

Luego de concluida la guerra contra España y firmado el tratado de paz, Bolívar no tenía con qué pagarle a sus soldados los sueldos atrasados; por lo que, en compensación, les entregó tierras para su cultivo. Y de este modo se cumplió el viejo sueño agricultor de Abraham Heinrich Meyer.

En un viaje a Alemania, enfermó por la infección de una antigua herida de guerra, falleciendo en 1843 en Hamburgo. Las autoridades de Caracas quisieron levantar un monumento a su memoria, pero su hermano Martín, albacea del difunto, agradeció y desestimó aquella intención señalando que contrariaba
los deseos de aquel.

Otros soldados judíos
Han sido varios más los soldados judíos que prestaron su servicio a la causa emancipadora de América, formando filas en las tropas lideradas por Simón Bolívar.

Isaac (Juan) De Sola
Oriundo de Saint Thomas (Islas Vírgenes) participó en varias e importantes batallas, llegando en 1819 al grado de teniente en el Batallón Rifles de la Legión Británica en Curaçao. Luego, con el Batallón Bravos de Apure luchó en la batalla de Carabobo.

Según el testimonio de un diplomático británico que recoge Mario Nassy, a partir de 1826 De Sola fue coronel del ejército venezolano, llegando incluso más tarde a general.

También ocupó importantes cargos públicos, siendo gobernador interino de la provincia de Carabobo, presidente de la diputación provincial de aquella ciudad y secretario de la junta benefactora provincial.

Brindis por el Libertador
Sumemos a esto el decidido apoyo que los judíos de Coro unánimemente brindaron al Libertador Bolívar. Fue un coronel del ejército bolivariano, Miguel Sagarzazu quien justamente dejó un contundente testimonio al respecto, cuando se refugió en Curaçao tras el fracaso de una rebelión independentista. Allí, anotó en su diario, el 20 de octubre de 1830 que “…asistí a un casamiento hebreo al que se me invitó.

Ví la ceremonia que es algo divertida. Se sirvió una brillante comida, y entre los muchos brindis hubo uno por el Libertador y fue recibido con mil aplausos por la concurrencia…”.

Benjamín Henríquez
Nacido en Curaçao en 1784, hizo la carrera de las armas en Venezuela, siendo capitán de Caballería. Al estallar la Revolución Emancipadora, adhirió a ella.

Retornó a su país natal en 1816, llevando a cabo una campaña para alistar a otros nativos en el ejército patriota. El gobernador Kikkert, para evitar incidentes con España lo arrestó y, luego, lo expulsó del país. Retornó entonces a Venezuela y se alistó en el ejército independentista de Bolívar, en el que fue ascendido a Teniente Coronel en 1818. Más tarde, se radicó en Bogotá.

Isidoro Borowski
Soldado judío del ejército de Bolívar. Llegó a Venezuela procedente del este europeo, siendo admirador del Libertador a cuyas filas se integró. Más aún: vino a América precisamente para conocer a Bolívar y poder incorporarse como soldado de su ejército.

Otros judíos –originarios del país- que apoyaron también la causa de la Emancipación americana, fueron los hermanos David e Iehoshúa Hoeb.

Juan Bernardo Elbers
En 1823, el Libertador Simón Bolívar le entrega al judío alemán Juan Bernardo Elbers la primera concesión para navegar en barcos de vapor por el río Magdalena, luego algunos correligionarios siguieron sus pasos y fundaron compañías de transporte fluvial.

La comunidad hebrea en la independencia de Venezuela
Por Mario Eduardo Cohen

La presencia de judíos en territorio venezolano fue detallada por el historiador Manuel Pérez Vila, quien señaló, que en 1569 llegó a Borburata el conquistador Pedro Malavé De Silva, al frente de unos 300 hombres, los cuales la mayoría eran “marranos conversos”, expulsados de varias ciudades europeas de dominio español por orden de los reyes católicos Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, ningún judío negado a convertirse al catolicismo, podía permanecer en territorio español después del 30 de junio de 1492. Hubo una prórroga hasta el 2 de agosto de ese año por lo que es bastante probable que también hubiese judíos entre los aventureros que acompañaron a Colón en su primer viaje.

Por distintas razones, llegaron más tarde judíos de Livorno (Italia), para radicarse en la isla de Cayenne (de posesión holandesa). La conquista de Recife por los portugueses que traían las Leyes del Santo Oficio, y la conquista de Cayenne por los franceses, poco tolerantes con los judíos, empujaron a muchos de éstos a emigrar a Nueva York y Curaçao. Pero algunos de estos judíos originarios de Livorno, viajaron desde Curaçao hasta Tucacas para establecer en 1693 la primera comunidad judía registrada en Venezuela. A partir de 1708 comienzan a llegar a Tucacas, que era el puerto comercial más importante de Venezuela, judíos holandeses provenientes de Curaçao. Son hostigados por los españoles y se marchan, pero regresan un tiempo después para organizarse como comunidad bajo la presidencia de Samuel Hebreo.

En Tucacas se erige la primera sinagoga en tierra venezolana, pero en 1720 las autoridades españolas arrasan con el poblado judío y le prenden fuego. La historiadora Paulina Gamus Gallegos, señala: “En un documento español fechado en 1743 se pide vigilar la presencia de judíos que en gran cantidad se trasladaban entre las orillas del Amazonas y del Orinoco. Eran judíos establecidos en Nueva Zeelandia, nombre de una posesión holandesa ubicada en la región del Esequibo.”

Bolívar y Mordejay Ricardo
Cuando se inicia la guerra de independencia en Venezuela, la simpatía de la comunidad hebrea en la isla de Curaçao, estaba a favor de los patriotas venezolanos. En su mayoría eran comerciantes que se oponían a las políticas monopólicas de la corona española, aunado a ello los sentimientos de los judíos expulsados de España y Portugal eran contrarios a los intereses del imperio español en el nuevo continente.

La prueba de ello se presentó en el año 1812, año duro para la causa patriótica; por la pérdida de la primera República y la capitulación del general Francisco de Miranda con Monteverde el 25 de julio de 1812. Entre las causas que condujeron a la capitulación figura la caída de Puerto Cabello, fortaleza que estaba a cargo del joven Simón Bolívar. El libertador es obligado huir a Curaçao, el escritor Lovera De Sola en su obra: Curaçao, escala en el primer destierro del libertador lo estampa de la siguiente manera: “Cuando la goleta Jesús, María y José, tomó rumbo a Curaçao y se alejó del puerto de La Guaira, su pasajero Bolívar, viendo las montañas que se perdían en el horizonte, necesitó pensar acerca de su futuro.

Bolívar permanece en la isla y se hospeda en Curaçao en la casa del judío Abraham de Meza. Surge entonces un personaje estudiado con cautela y respeto por quienes a él se refieren: se trata del abogado Mordejay Ricardo, de origen sefardita y quien, según todos los indicios, facilitó a Bolívar su propia residencia en la cual parece haber existido una excelente biblioteca.”

La amistad de Mordejay Ricardo con Bolívar fue mantenida a través del tiempo y mostrada en activa correspondencia. El abogado Ricardo, años más tarde (1814), también dio albergue a las hermanas de Bolívar María Antonia y Juana Bolívar, cuando ambas huían del terror desatado por José Tomás Boves.

Por su parte el historiador y catedrático venezolano Roberto J. Lovera De Sola resalta la gran influencia positiva a las ideas bolivarianas de su amigo sefardí Ricardo en Bolívar. “Durante su permanencia de dos meses en Curaçao, Bolívar logró curar, gracias a Mordejay Ricardo y sus amigos curazoleños, su angustia, su interior enfermo, recobrar nuevas fuerzas y ponerse de nuevo, con los hondos bríos, en aquello a lo cual había jurado dedicar su vida: la independencia de Sudamérica”. En la rica biblioteca de Mordejay Ricardo, Bolívar pasa días enteros consultando libros y documentos hasta escribir el Manifiesto de Cartagena. David Castillo Montefiore, también judío de Curaçao, fue uno de los importantes financistas de la Guerra de Independencia y Joshua Naar le hacía llegar dinero a Bolívar, por intermedio del Almirante Brión. Ya en 1818, Joseph Curiel, quien años más tarde sería uno de los fundadores de la comunidad judía de Coro, se presentó ante Bolívar en Angostura, para ofrecerle el apoyo de los judíos del Caribe, que no se limitó al aspecto económico ya que en la guerra de Independencia intervinieron, como militares activos: Benjamín Henríquez, nacido en la isla en 1784, participó en la Campaña Admirable y en la expedición de los Cayos. En 1816 fue enviado a Curaçao por Simón Bolívar con el fin de reclutar hombres para el ejército patriota trabajando activamente por la independencia de Venezuela, por lo que fue detenido, posteriormente fue dejado en libertad por petición del Consejo de la isla y enviado al exilio por considerarlo el gobierno insular persona peligrosa. De regreso a Venezuela se incorpora al ejército del libertador y en 1818 fue ascendido a teniente coronel. Samuel Henríquez otro judío que alcanzó el grado de capitán y Juan Bartolomé De Sola, general de brigada. Durante toda la guerra de independencia, los comerciantes de Curaçao, incluyendo a los judíos, jugaron un papel importante en el suministro de armas y pertrechos a los ejércitos patriotas.

Azriel Bibliowicz, profesor de la universidad nacional de Colombia, señala que el 6 de mayo de 1819 el gobierno de la Nueva Granada emitió un decreto por el cual se acordaba a los “miembros del pueblo hebreo” el derecho de establecerse en su territorio con garantías de libertad religiosa y el 22 de agosto de 1821 fue abolido el Tribunal de la Inquisición. Numerosas familias judías de Curaçao, donde se vivía una fuerte depresión económica, se trasladaron a Colombia y Venezuela.

En el año 1988, el Gobierno de Venezuela agradeció el apoyo de Curaçao y a la comunidad judía, por su participación a la esta independentista, con la emisión de tres estampillas relacionadas con el gran amigo del Libertador, Don Mordejay Ricardo.

Luego de una larga y cruenta guerra, la independencia de Venezuela quedó sellada en el campo de Carabobo el 24 de junio de 1821. El gobierno de la naciente república hubo de enfrentar el construir el devastado país, repoblar los vastos espacios de su geografía y normar la nueva legislación de acuerdo a los principios de igualdad y justicia dones preciados por los cuales dieron sus vidas nuestros libertadores. Ese mismo año, en el mes de agosto específicamente, el nuevo gobierno bolivariano decretó la abolición de la inquisición. La libertad religiosa fue garantizada posteriormente en 1830, al modificarse el artículo 22 de la Constitución vigente en ese entonces. Ya para 1829, se había firmado un tratado entre Holanda y la Gran Colombia (incluida Venezuela), según el cual se garantizaba a los súbditos holandeses en el territorio de la Gran Colombia, la libertad de practicar la religión sin ser molestado. Esto permitió que muchos judíos curazoleños buscaran nuevos horizontes en otros lugares.

Los judíos sefardíes fueron llegando a Caracas como a otras ciudades de las costas venezolanas como Puerto Cabello y Barcelona, pero fue en Coro, donde tuvo lugar el asentamiento judío más grande e importante.

Bibliografía
-Arbell, Mordehay. Filatelia Sefaradi. Cap. Curaçao. España, 1998. Editorial IberCaja. Págs. 75/76.
-Cohen, Mario Eduardo. América Colonial Judía. Los Judíos y los Libertadores de América (Cap. VI).
Edit. CIDICSEF. Buenos Aires, Abril del 2000. Págs. 167/176.
-Cohen, Mario Eduardo. Exposición Los Judíos y los Libertadores de América. Centro Cultural Borges de
Buenos Aires, Agosto del 2000.
-Simón Bolívar. Un Dolor Perenne. Revista Maguen (Escudo) Nº 48. Julio-Septiembre de 1983. Caracas. Págs. 12 a 17.
-Cartas del Libertador. Banco de Venezuela. Fundación Vicente Lecuna. Tomo I. Caracas, 1964. Págs. 245/246.
-Günter Böhm. Abraham Heinrich Meyer. Compañero de Armas de Simón Bolívar. Revista Maguen (Escudo) Nº 63. Julio-Septiembre de 1983. Caracas. Págs. 12 a 17.
-La Independencia de Venezuela y los Judíos en Sefáradica Nº 5. CIDICSEF. Buenos Aires, 1986. Págs. 81/91.
-Gregorio Marañón. Prólogo al Op. Cit. en 12. Págs. 9 y 43.
-http://www.tarbutsefarad.com

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La religión del futuro

Enviado por S. Resquin

Todo este mundo le pertenece a Jehová, pues ha sido creado por él. Nuestros cuerpos y nuestras almas también. No son nuestros, pertenecen a Jehová. Solo nuestros Espíritus nos pertenecen a nosotros, y también el mundo del cual nuestros Espíritus han venido, y al que regresarán. Nuestros Espíritus están en el mundo creado por Jehová pero no fueron creados por él, son eternos, y extranjeros en este mundo creado.Desde niños, nos han enseñado que aquí en la Tierra, Jehová ha elegido al pueblo judío para dominar el mundo y reinar sobre todos los pueblos gentiles (los goim o no-judíos). Nos han enseñado también que Jehová escribió la torá (el Pentateuco, los cinco primeros libros de la biblia) antes de crear el mundo. Y creó a su Pueblo Elegido para que cumplan esa Ley, y creó a los gentiles para servir a los judíos. Lean la biblia y sobre todo el Talmud (que es la explicación farisea y ortodoxa de la Torá) si quieren ampliar más estas cosas y saber como serán las leyes del futuro.

Cuando venga el Mesías y se de cumplimiento a todo lo que Jehová ha prometido en su Torá, y el Pueblo Judío reine sobre la Tierra, habrá entonces dos religiones, tal como lo enuncia la Torá: la religión de los Judíos (judaísmo ortodoxo y talmúdico) y la religión de los gentiles, los noaquitas (ley dada por Jehová a los hijos de Noé, pero anterior a la Alianza). Los siete preceptos noaquitas son los que regirán a los pueblos gentiles en el futuro Reino Mundial, mientras que los 613 preceptos judíos de la Torá regirán al Pueblo Elegido. Esto fue dispuesto así hace miles de años e inexorablemente y sin obstáculos este Plan se ha ido cumpliendo, pues este mundo y todo lo creado por Jehová Dios le pertenece a él.

Este orden de cosas no puede concluirse hasta que no venga el Mesías de Israel. Por lo tanto se ha ido preparando su venida en varias etapas:

Primera Etapa: El cristianismo

Los judíos (San Pablo y otros rabinos) inventaron el cristianismo para hacer conocer a los pueblos gentiles la Ley de Jehová (Torá) y los planes de Jehová. Y de paso domesticarlos y hacerlos mansos como ovejas, a través del mito Jesucristo. El cristianismo sería una buena religión para los no-judíos, hasta la venida del Mesías, claro.

Segunda Etapa: la Masonería

Con el cristianismo el plan para hacer conocer la Torá y el destino glorioso del Pueblo Elegido sobre los demás pueblos de la Tierra, en parte fue un éxito. Pero surgió un problema: los cristianos no se domesticaron del todo y comenzaron a sentirse superiores a los judíos, y luego muy antisemitas, y terminaron persiguiendo y matando judíos. Entonces inventaron la masonería.

La masonería es una crítica terrible contra el cristianismo, al que había que desmantelar a toda costa. En la masonería se afirma desde un principio la superioridad de los judíos y el destino glorioso de Israel por orden de Jehová. Pero se tranquiliza a los no-judíos diciéndoles que en el Reino Mesiánico los masones ocuparán lugares privilegiados. El dios de los masones no-judíos no será Jehová, sino una entidad menor: El Gran Arquitecto del Universo. Esta religión está más cerca del judaismo y jamás será antisemita. Además, tras siglos de propaganda cristiana, ahora en la masonería puede hablarse más claramente sobre los planes talmúdicos para la conquista del mundo sin que nadie se horrorice. Efectivamente, en muchos aspectos la filosofía de la masonería parece haber sido pergeñada por un erudito, o eruditos, en Talmud.

Viene a colación un intento masónico de planificar otra religión para los no-judíos antes de la llegada del Mesías: el falso luciferianismo de Albert Pike en el Siglo XIX. ¡Lucifer, un dios para los no-judíos, y al servicio de Jehová! Esto, por ser tan cómico, burdo y absurdo, no tuvo ningún éxito, salvo por alguna confusión que sembró en su época.

Tercera Etapa: El marxismo

Una vez adoctrinada y «educada» la humanidad en la filosofía y religión masónicas, y reconocidos en mayor profundidad por los no-judíos los planes de Jehová para su Pueblo Elegido, y extendidas las ideas masónicas en todas las naciones del mundo, faltaba una estocada más. Esa nueva estocada es el marxismo. Y su religión para los no-judíos: el ateísmo.

Cuando llegue el Mesías, el ateísmo será prohibido, pues es una afrenta a Jehová. En ese entonces la suprema grandeza de Jehová y su Pueblo Elegido será anunciada y reconocida por toda la Tierra. Pero mientras tanto, el ateísmo parece venir bien para que los esclavos de la «dictadura proletaria» acepten su destino de ganado (mik-neh) y nunca descubran que hay un Dios superior al Jehová bíblico. O que los que nacieron para ser esclavos no son ellos sino los otros.
Esta Tercera Etapa, el marxismo, constituye una feroz crítica contra las dos anteriores, cristianismo y masonería, a las que está encargado de desmantelar. Cada etapa va desmantelando, «superando», a la anterior, así funciona el plan. Pero todas las partes involucradas están de acuerdo con esto.
Un ejemplo: Estados Unidos financió el marxismo (la Khun, Loeb and Co.), lo protegió (apoyó a la U.R.S.S. en la Segunda Guerra Mundial) y le dió los secretos de la bomba atómica (a través de los agentes Ethel y Julius Rosenberg).
Otro ejemplo (Diálogo humorístico de Lenin con otro comunista):
– Vamos a ahorcar a todos los capitalistas.
– Pero camarada Lenin ¿Como vamos a conseguir tantas sogas?
– Ellos nos las proveerán.Cuarta Etapa: La Dictadura Mundial Mesiánica

Cuando venga el Mesías solo habrá el supremo imperio de Torá y Talmud en toda la Tierra. El Pueblo Elegido se ha transformado en su propio Mesías y avanza decidido a su triunfo final. Todo lo que vimos hasta ahora solo ha sido la preparación para lo que vendrá. El sistema soviético tal vez haya sido un pálido y suave anticipo de ello. Desaparecerá toda religión, todo libro, toda idea que no esté alineada con Torá-Talmud. Y solo estarán las dos religiones estipuladas en la Torá: La de los judíos y la de los noaquitas. Y nada más habrá.

El horrible proceso de esclavización humana, cuya aceleración comenzó con el cristianismo durante la decadencia del Imperio Romano, está llegando a su objetivo y meta final. Solo un milagro, una intervención providencial, no-humana, no de este mundo, podrá evitar la catátrofe de la Dictadura Mundial Satánica.

Bibliografía obligatoria:

Benamozegh, Elie: «Israel Et L`Humanite».

Rivanera Carlés, Federico: «La judaización del cristianismo y la ruina de la civilización», tomo III, Capítulo 44: La etapa final: El «catolicismo de Israel» o noeísmo. (Noeísmo, noacitas o noaquitas es lo mismo).

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