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La piedra y la serpiente – Primera Parte

Por Christian C.

En los mitos de la cosmogonía hinduista, registrados en antiguos textos denominados Puranas, así como las épicas Mahabharata y Ramayana, se refiere que los serpentinos seres Nagas , poseen una piedra mística o Naagmani, en su cabeza ,lo que les confiere especial poder místico y sabiduría.

En las aldeas rurales de la India se mantiene asimismo la tradición que cuando una serpiente no muerde a nadie, sino que conserva su veneno dentro, por un periodo muy prolongado de tiempo, tanto como 100 años, su veneno condensado y petrificado se torna una piedra, que la serpiente guarda dentro, y en ciertas noches de luna, escupe la piedra ,que irradia luz en la oscuridad. Esta piedra, o Naagmani es celosamente custodiada por la serpiente, y hay muchas historias de improvisados que quisieron arrebatársela, costándoles la vida.

Esta leyenda del folclore recuerda también otro mito (Mito en el sentido de «relato o narración como su acepción indica, y no necesariamente algo ficticio), que es el de Lucifer (Serpiente liberadora de los gnósticos ), que se dice la piedra o esmeralda de su corona devino luego en el Gral, con el poder de despertar y orientar a aquellos dormidos y extraviados en cuanto a su origen espiritual divino.

Los guardianes de la sabiduría lítica Atlantes, y su posterior sucesor, el Cromañón, conocían el secreto de la piedra.

Es así como la ubicación y disposición de las piedras, así como las monumentales obras, en forma de Menhires, Dólmenes y Cromlechs, mantenían para el iniciado una orientación al origen.

Y en algunos casos, esta orientación se obtenía tras una larga ruta iniciática ,que tenía como indicadores o referentes a los mencionados bloques de piedra.

De allí el misterio de las «piedras de Venus» ,que permitían al iniciado contemplar el signo del origen, como un reflejo del propio símbolo del origen presente en su sangre astral, y así comprender a la serpiente, clave de liberación.

Quien lograse comprender a la serpiente desde el símbolo del origen, comprendía el origen tallado en la piedra.

Al día de hoy ,algunas piedras distribuidas en distintas partes del mundo, mantienen el registro del origen, en algunos casos visible al ojo despierto del iniciado, y en otros se hallan extraños signos y jeroglíficos tallados, que mantienen una referencia a este registro oculto.

El mismo significado puede advertirse en otras leyendas como la del Basilisco, el rey lagarto, que se dice poseía una diadema, o la princesa Melusina, mujer serpiente, en la corte del conde Anjou, que poseía un extraño rubi entre sus ojos, que le daba su poder.
Estas piedras poseían el registro del origen, perdido u oculto bajo las arenas del tiempo, tras remotas épocas ya olvidadas y enterradas en el olvido.

Aquellos que comprendían a la serpiente podían contemplando la piedra del origen, o «piedra de Venus», piedra luciferina. reorientarse y acceder nuevamente al origen.

Un eco más reciente de este antiguo misterio aparece en las llamadas piedras Ammonite, que bajo el velo y disfraz de una leyenda cristiana, sostiene que Santa Hilda expulsó las serpientes en el sitio donde buscaba construirse un santuario, y «las serpientes se transformaron en piedras». Puede apreciarse mismo en la Ammonite como una serpiente enrollada, que la leyenda dice es una serpiente petrificada….

En esto radica el secreto de los alquimistas que buscaban obtener la llamada «piedra filósofal» , en el hombre de piedra, que se torna tal justamente luego de recibir la mirada petrificadora de la serpentina Medusa.

No deja de ser notorio que acorde a Wolfram Von Eschenbach en su obra Parzival, el Gral era «una piedra». Y aquí viene lo interesante. En latín el término Ophts significa tanto piedra como serpiente. Por lo que se trata sin duda de una estrategia linguística que señala el vínculo entre el Gral y la piedra,a la vez que allí se oculta a la serpiente!

Otro secreto que guardan las piedras es el de las desacreditadas oficialmente piedras de Ica, que presentan evidencia de una ancestral época en que los Saurios convivieron con el humano….

El secreto serpentino de la piedra, así como el cristal, está en que no se trata como se cree de cuerpos sólidos, sino sustancias o fluídos, cuyo período es tan extenso, que resulta imperceptible desde su visión directa.

En la piedra se halla en potencia cualquier forma que posteriormente un artista busque tallar o realizar., Cualquier obra escultural, se halla en potencia o estado no manifiesto, en la piedra.

Esto tiene una misteriosa correspondencia con la matriz reptil, en que se hallan contenidos los demás reinos en forma potencial.

Todo despliegue y movimiento energético puede reducirse y retrotraerse al designio serpiente.

En este sentido, la serpiente u ofidio es la expresión encarnada de todas las posibilidades.

Por otro lado, la condición fría y dura de la piedra, remite justamente al plano primigenio, donde la manifestación demiúrgica es mínima, ya que todavía no ha sido expandida.

Según el análisis de la física, si los átomos son expuestos a una alta temperatura o vibración, el resultado es la licuación o gasificación., Por el contrario ,si esta vibración es mínima, entonces hay enfriamiento y endurecimiento, ya que metafísicamente hay menos logos o vox, menor giro dextrógiro demiúrgico.

De manera similar al reptil, la piedra es fría y dura., Y las propiedades de correspondencia analógica entre lo pétreo y lo reptil continúan., Ya que además de lo frío y duro, encontramos lo escamoso, lento, subterráneo.

Puede claramente concluirse que la piedra se halla muy próxima a la matriz reptil., De allí que puede decirse que en el mundo químico de las sustancias, o el reino mineral, la piedra sea allí la serpiente!

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