Por Christian C.
Si bien algunos Viryas han rechazado la pirámide per se, considerando que «se trata de un símbolo demiúrgico y sinárquico, propio de los pueblos del pacto cultural», debe aclararse que tal apreciación no considera la antiguedad remota de las pirámides, que se remonta a la propia Atlántida, y el alto valor iniciático-esotérico de las pirámides.
Ciertas facciones sinárquicas, como masones, rosacruces, etc, se han apropiado de esta ancestral simbología egipcia , como la figura piramidal, el ojo de Horus, etc, pese a que su sentido iniciático original es muy anterior.
Un ejemplo sinárquico de utilización de la simbología piramidal, es la tumbaen forma de pirámide del masón Charles Taze Russell, fundador de la sociedad Watch Tower, que luego devendría en los conocidos Testigos de Jehová.
Más allá de esa indebida apropiación sinárquica, hay por otra parte, variedad de ocultistas que han procurado beneficios energéticos, de poder, renovación y sanación a partir de las pirámides, incluso utilizando pirámides a escala. Y también en la antiguedad se les dio este uso a las pirámides. Más, el objetivo esencial, en la polivalente función piramidal, era otro, sólo accesible a los iniciados.
Más allá del significado cultural colectivo y externo que se atribuye a las pirámides, como si se tratase de grandes mausoleos, lo cierto es que las pirámides ocultan grandes secretos que se retrotraen a la sabiduría de la Atlántida. Misterios olvidados y cubiertos bajo las arenas del tiempo.
Desde su propia etimología, la palabra pirámide deriva del griego «pyr», fuego, significando también «pyramus» o «Aquello que se yergue encima de la tierra, o por sobre la tierra».
La palabra egipcia para pirámide era «mer», significando gravitación. Tenemos así, a partir de todas estos términos y denominaciones, la pirámide como un poder de fuego oculto que se yergue desde las profundidades. Este fuego oculto es la llama negra increada de la oscuridad primordial, que el iniciado debe despertar y alzar, irguiendo en si mismo como una pirámide.
De igual modo que en la cosmogonía egipcia, el piramidión, o piedra ben-ben emergió de las profundidades del Nun (el abismo caótico de las aguas increadas), a modo de nave, trayendo Siddhas que fueron conocidos como Dioses del antiguo Egipto.
Resulta así que la pirámide fue concebida como una maquina de manifestar Dioses! Colosales maquinarias de poder e inmortalidad, cual gigantescos calderos alquímicos , desde donde salen adeptos transmutados por la piedra del fuego frío, Dioses.
En tal sentido, hallándose el iniciado en el interior de la pirámide, completamente desincronizado del espacio-tiempo, la pirámide mantenía una funcionalidad esotérico-secreta de arquémona.
Se comprende así, que siendo un vehículo a la morada de los Dioses, la pirámide fuese una construcción pétrea de los secretos del libro egipcio de los muertos.
Ya que además, en las figuraciones jeroglíficas piramidales, y en recintos ocultos herméticamente, se conserva como registro milenario la ancestral sabiduría iniciática de Toth-Hermes. Nombre y término que designa no solamente al Dios de la sabiduría Toth, el portador del serpentino caduceo, sino además a todo un colegio secreto de iniciados, que pertenecen al linaje sucesorio de Toth.
Algunos ocultistas han referido a cierta cámara subterránea oculta bajo la esfinge, que contiene dicen, registros de la perdida Atlántida.
Demás está decir que todas las investigaciones arqueológicas oficiales, han negado y rechazado esto, como todo aquello que pueda contradecir la historia oficial.
Los adeptos o iniciados del antiguo Egipto, conocían el secreto de los jeroglíficos ,Medu-neteru , símbolos arabescos para ser utilizados como proyecciones geométricas de poder, similares a los yantras, siendo activados y dirigidos por el poder de la palabra secreta u oculta. En tal sentido el iniciado tenía tal poder de la palabra, que todo lo que decía podía plasmarse como realidad,sin límites espacio-temporales, siendo así conocido como Maa-kheru,o «el señor de la voz».
Esto es análogo a ciertos iniciados de la antigua India, que a partir del dominio del Vishudha chakra , ubicado a la altura de la garganta, todo lo que dictaminaran, se plasmaba como realidad.
Este es uno de los significados de la serpiente Vasuki enroscada alrededor del cuello de Shiva, ya que la mutación alquímica suscitada por el veneno y antídoto de la serpiente, permite albergar un oculto poder en ese chakra o centro energético en la zona de la garganta, que todo lo que proyecte en forma sonora (dictámenes, enunciados, y afirmaciones) se concreta, tomando esa forma energética sutil el asentamiento en el plano físico.
Además del conocimiento de ciertos mantras secretos, bijas que les permitían el dominio de los fenómenos del entorno circundante.
Similarmente, retornando a Egipto, dado que había sido iniciado en el misterio ofídico de Neter o el misterio de la serpiente, el iniciado (muy a menudo un faraón), podía transfigurarse asumiendo la máscara totémica de tal o cual Dios, asumiendo el mismo el rol de ese Dios y su poder.
Considerando la acepción egipcia de «mer» o gravitación, se halla aquí el vínculo secreto de la pirámide con el sol negro, el sol oscuro que posee los poderes de la gravitación suprema, emanando hacia afuera, y succionando hacia dentro.
Y es que el vértice de la pirámide representa a Atum, el propio sol oscuro, que emana los lados que conforman los ángulos de la pirámide. Los cuatro ángulos de la base, representan el dominio de la materia, los cuatro elementos. Poder que debe obtener aquel que se libera de su encuadramiento en la materia y el condicionamiento espacial de los cuatro puntos cardinales.
El poder es alzado entonces, representado por el triángulo, el fuego oculto , hacia el vértice, el sol negro!
Sin entrar en la cuestión de la enigmática edificación de las pirámides, donde ,baste mencionar se utilizó tecnología antigravitatoria movilizando los gravis, y sin detenernos en las complejas proporciones arquitectónicas, donde se utilizó la medida Pi (lo que indica que la pirámide contiene el secreto de la serpiente), atendamos a su funcionalidad como cámara iniciática.
En la llamada pirámide de Keops (que por cierto es mucho más antigua, pese a su denominación tardía, que el faraón Keops), encontramos tres cámaras principales, llamadas convencionalmente la cámara del rey, la cámara de la reina, y la cámara subterránea.
En la cámara del rey, se halló un sarcófago herméticamente cerrado y sellado (sin profanar), donde curiosamente no había ninguna momia. Es que no se trataba de una tumba, en el sentido usual del término, sino de un sarcófago ritual-iniciático, en que el iniciado se recostaba, entrando en un profundo estado de trance, asistido por hierofantes místicos, y se desdoblaba en su Ka, viajando a moradas estelares, la «mansión de los Dioses».
Luego de tres días, y tras haber adquirido profundos conocimientos ocultos y terribles poderes, retornab al khat (cuerpo físico), donde se levantaba completamente transmutado, habiendo retornado de la muerte. Encarnando así el misterio de Osiris.
Era así aclamado por los demás iniciados, como un nuevo Osiris, un Djedhi o inmortal transmutado.
Considerando el carácter iniciático de las pirámides, resulta más comprensible ahora el saber que sus cámaras internas poseen la capacidad de almacenar energía electromagnética mediante un complejo circuito, cuestión que es completamente ocultada por la antropología sinárquica.
Desde el sarcófago ritual además, se recibía desde uno y otro lado de la pirámide, la radiación estelar de Orion, y Alpha Draconis (morada de los Dracos), que representaban respectivamente a Horus y Seth, recepcionando y sintetizando el poder de ambos.
En los misterios de orientación Sethita, tenemos que Horus rojo despeja todos los obstaculos, para el iniciado pueda acceder al poder oscuro de Seth, que permanece siempre oculto en la oscuridad innominada. Se presentan así los secretos ocultos gnósticos del rojo y el negro.
Más allá del carácter iniciático y mágico-esotérico, también se le dieron otras utilidades a la estructura piramidal, como la generación y aprovechamiento en lejanas épocas de energía termonuclear y electroquímica. Una ciencia hoy perdida….
Se comprende entonces como en tiempos posteriores ,cuando ya estos misterios quedaron velados, figuras históricas como Napoleón ,y también según ciertas tradiciones, Alejandro Magno,y Julio Cesar, buscasen un poder oculto perdido en el interior de la gran pirámide.
Como muestra de un legado ancestral atlante, que luego se dispersó en diferentes latitudes, baste mencionar que si se trazara una línea recta desde la gran pirámide hacia América, se llegaría directamente hacia donde se halla ubicada otra pirámide, la llamada «pirámide del sol», en México!
Y más asombroso aún, que construcciones piramidales en Egipto, China y México ,de diferentes latitudes, se hallen edificadas en líneas de variación cero frente a la declinación polar que ocasiona el movimiento magnético de los polos en el transcurso del tiempo.
También tenemos referente al misterio de la esfinge, que según ciertos registros, a los que algunos iniciados han accedido mediante la facultad de anamnesia, en cierta época, hace miles de años, Egipto o Khem fue asiento asimismo del Gral, hallándose el enlace con el Gral, es decir la Vruna de Oricalco, en la propia frente de la esfinge.
Tras la ilusión de este mundo, en sus repetidos ciclos circulares en que todo retorna, Egipto posee la clave última, de aquello que permanece más allá del tiempo. Es decir, el substrato ofídico.
De modo que, en una instancia temporal propia anterior a los ciclos de manifestación repetida, como faro iniciático también durante los períodos de manifestación, y permaneciendo más allá y fuera de todo lo manifestado, la antigua sabiduría iniciática de Egipto permanece. Siendo el indicador de aquello que no es afectado por el tiempo ,la propia pirámide.
Pues como dice un antiguo dicho, muy conocido en Egipto, «Aunque todo el mundo teme al tiempo, el tiempo teme a las pirámides»
Extraordinario, las claves: triangulo, cuadrado y fuego, es de los siddhas leales, del fuhrer, del grial y de la serpiente