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El estado reptil hiperbóreo – Segunda parte

Por Christian C.

Se aprecia en la obra de Nirmrod de Rosario como en ocasiones se alude a la serpiente y el dragón, es decir configuraciones ofídicas, sea para remitir al demiurgo y su infame obra, y en otras ocasiones estos referentes aluden claramente a Lucifer, el Gral y los Siddhas leales. Veamos algunos ejemplos de ambos casos en la obra «El misterio de Belicena Villca» para establecer la comparación enunciada :

«Los Dioses Liberadores, que en esto se mostraron tan terribles como el maldito Dios Creador Cautivador de los Espíritus, sólo atendían, como se dijo, a quienes disponían de voluntad de regresar al Origen y exhibían orientación hacia el Origen; a esos Espíritus valientes, los Dioses decían: “has perdido el Origen y eres prisionero de la serpiente: ¡con el Signo del Origen, comprende a la serpiente, y serás nuevamente libre en el Origen!”. MBV

«–No temas hijo –dijo en árabe el anciano a quien llamaban Naaseno–. Nadie te hará daño aquí. Tú eres un enviado del Dios Serpiente, Ophis-Lúcifer a quien nosotros servimos. Lo prueba el Signo que traes marcado para Su Gloria.»

«–¡Iniciados de la Serpiente Liberadora! ¡Seguidores de la Serpiente de Luz Increada! ¡Adoradores de la Serpiente Vengadora! ¡He aquí al Portador del Signo del Origen! ¡Al que puede comprender con Su Signo a la Serpiente; al que puede obtener la Más Alta Sabiduría que le es dado conocer al Hombre de Barro! En el interior de este niño Divino, en el seno del Espíritu eterno, está presente la Señal del Enemigo del Creador y de la Creación, el Símbolo del Origen de nuestro Dios y de todos los Espíritus prisioneros de la Materia. Y ese Símbolo del Origen se ha manifestado en el Signo que nosotros, y nadie más, hemos sido capaces de ver: ¡niño Divino; él podrá comprender a la Serpiente desde adentro ! ¡pero nosotros, gracias a él, a su Signo liberador, la hemos comprendido afuera, y ya nada podrá detenernos!»

Es en el Gral, esencial referente luciferino donde mayormente se aprecia el símil y comparación con la serpiente:

«Será difícil que alguien pueda imaginar el maravilloso espectáculo del Gral descendiendo en los siete infiernos. Tal vez si se piensa en un Rayo Verde, de brillo cegador e influencia gnóstica sobre el vidente, ante quien los Demonios giran sus fieros rostros helados de espanto; un Rayo que, cual hoja segadora de invencible Espada, va rasgando los cuatrocientos mil mundos del Engaño buscando el Corazón del Enemigo; una Verde Serpiente Voladora que porta entre sus dientes el Fruto de la Verdad, hasta entonces negada y ocultada; si se piensa en el Rayo, en la Espada, en el Fruto, en la Serpiente, tal vez así sea posible intuir lo que ocurrió en aquel momento crucial cuando la Verdad fue puesta al alcance de los Espíritus cautivos.»

La consideración al «fruto prohibido»,fruto que el folclore ha representado míticamente como una manzana, también se aborda desde ambas perspectivas. Veamos estos dos siguientes extractos:

«¡Oh Lúcifer, danos la fuerza de tu Rayo Verde para resistir la visión del Negro Rostro! ¡Sólo así podremos devolver al mundo las manzanas de la Traición Primordial! ¡Y sólo así, oh Lúcifer, podremos reencontrar a Lillith y desposarla, para reemprender luego, ya transmutados, el sendero inverso que nos llevará hasta tu ejército de héroes inmortales!»

¡»Aleluya por Kristos Lúcifer, la Serpiente del Paraíso! ¡Aleluya por aquellos que comieron del Fruto prohibido: los hombres despiertos y trasmutados!»

Así también en la historia de Nimrod y la princesa Isa, se describe al demiurgo Enlil bajo la apariencia de un dragón.
Más por otra parte, también apreciamos que cuando Kurt Von Suberman fue presentado por Konrad Tarstein a otros ininiciados de la Thulegesellschaft, algunos de ellos portaban nombres como Serpens y Draconis :

«Fui presentado por Tarstein, y los Iniciados me saludaron amablemente, pero no dieron sus nombres en ningún momento. Por el contrario, se identificaron con seudónimos tales como Aquilae, Leo, Serpens, Draconis, Corvus, Pavo, Cycnus, etc. El asiático dijo llamarse Ave Fénix»

Debemos remarcar y acentuar la diferencia entre el aspecto ofídico o reptil demiúrgico, y el aspecto serpentino/reptil de los Siddhas leales y Lucifer.

No hacerlo, implicaría caer en el error de muchos Viryas, en cuanto rechazar y anatemizar per se todo lo serpentino.

Siendo así, es bueno recordar el caracter imitativo del demiurgo respecto a Lucifer y los Siddhas.

De allí que este aspecto reptil también sea copiado en cierto grado por el demiurgo.
Así, en El misterio de Belicena Villca, es bien claro el punto que debe comprenderse a la serpiente con el símbolo del origen.

Esta comprensión noológica de la serpiente (desde el origen) ,significa comprender ambos aspectos serpentinos., Es decir, por un lado el aspecto serpentino demiúrgico dextrógiro (En que la serpiente representa el mayor conocimiento posible para el hombre de barro., Designio contenido en los 22 bijas o sonidos primordiales y los 10 arquetipos de manifestación del Uno).

Y aquí tenemos un aspecto draconiano del demiurgo, de caracter reptil. Sea una figura draconiana, (por ej en la historia de Nimrod, donde la princesa Isa, ya desencarnada cabalga al dragón Enlil ), o también a veces se refiere en antiguos textos gnósticos una forma de serpiente y cabeza de león.

Y por otra parte debe comprenderse el aspecto serpentino levógiro, que en movimiento inverso al dextrógiro, remite al origen y la serpiente Lucifer.

En un caso, el demiurgo, tenemos un aspecto carcelario de la serpiente. Y en el otro caso, Lucifer, se resignifica lo serpentino desde el Origen, siendo la serpiente de la gnosis primordial.

El proceso de creación y manifestación cósmica por parte del demiurgo, no es más que la expresión de su Vril en forma dextrógira., Y a esto se suma posteriormente también la fuerza volitiva de los espíritus hiperbóreos encadenados, bajo el aspecto desorientado del Yo perdido.

De modo que la comprensión de la serpiente con el símbolo del origen, comprensión ofídica noológica, implica comprender tanto lo dextrógiro como lo levógiro.

Estos dos movimientos son expresados por la Esvástica dextrógica, como la levógira respectivamente, y la comprensión de ambos se sintetiza en la Esvástica oblicua o inclinada, que era la que portaba el Tercer Reich.

Es justamente esta también la razón que dicha Esvástica del Tercer Reich, presentara los 3 colores de la obra alquímica. Negro (Nigredo), blanco (Albedo), y rojo (Rubedo).

Retomando el aspecto del designio serpiente , este alude a la forma como se expresa y comporta la energía, y todas las variaciones energéticas (de allí el movimiento ondulante u oscilatorio serpentino de las ondas energéticas, o incluso el movimiento helicoidal de la doble hélice del ADN, que semeja un caduceo).

Este movimiento energético serpentino/senoidal obedece al logos demiúrgico., Y su representación en el Microcosmos, es el logos serpentino Kundalini.

La serpiente es entonces en el ámbito demiúrgico, una ley o código/logaritmo, que rige los aspectos duales (Por eso el movimiento ondulatorio o senoidal ), tales como masculino y femenino, día y noche, arriba y abajo, adentro y afuera, etc, etc.

Este deignio serpentino demiúrgico (que está supeditado al designio caracol, el cual rige todo el proceso evolutivo entelequial de los entes) , tiene su representación orgánica en el mundo de las formas en el animal reptil, expresado en una amplia gama de matrices arquetípicas, yendo desde la serpiente común, hasta su entelequia, que es en este ámbito el dios serpiente del designio (como matriz extrema oblicua), bajo el aspecto de un caduceo viviente, y con toda su ornamentación.

Por otra parte tenemos el lagarto, que en si es un aspecto más completo de la serpiente., (Una serpiente que tiene patas).

En un extremo matricial sumamente oblicuo, el «hombre lagarto» es un aspecto de manifestación hiperbóreo, de completa autonomía, aspecto que fue asumido tanto por Lucifer como por los Siddhas, desde el Origen.

Y en este caso, el lagarto, es lo serpentino/senoidal de los Siddhas, su Vox luciférica, en oposición al logos demiúrgico.

Más allá de la serpiente, y el lagarto, tenemos luego el dragón, que es todavía una expresión ofídica más plena, siendo un ofidio alado! Este es un símbolo de Siddhas entre Siddhas.

Más, pueden ser Siddhas leales, dragones luciféricos, o también el demiurgo mismo y sus arcontes asumen a veces este aspecto., Tanto por su caracter imitativo y de copia, como para detentar el poder de estas matrices reptiloides, en hibridación con otros aspectos.(como el demiurgo bajo la apariencia de serpiente con cabeza de león).

El poder y dominio del entramado arquetípico, sin quedar sujeto a la ilusión, es posible únicamente desde el lado reptil, que es la matriz primordial, de sangre fría, y sin caer presa de lo anímico., De allí que este aspecto sea asumido tanto por Lucifer y los Siddhas leales, como el demiurgo y sus arcontes, y los Siddhas traidores.

A este punto es oportuno recordar a los dinosaurios, una de las primeras irrupciones de los Siddhas encarnando en este plano.

De allí su forma «antiestética» conforma los cánones de belleza demiúrgicos,y su hostilidad al medio circundante.

Saurios, que atención, tuvieron su origen de manifestación desde la puerta de Venus!
Todos estos aspectos ofídicos son escalas del símbolo de la Serpiente, el símbolo del origen, ya que remiten como puede rastrearse en la memoria de sangre o Minne, a los aspectos primordiales manifestados por los Siddhas (tanto leales como traidores) desde el origen.

Las tipologías de reptil varían mucho como bien es sabido (Como matrices arquetípicas ,siendo algunas más conocidas, y otras más oblicuas)no teniendo las mismas connotaciones los reptiles terrestres, que los acuáticos, o los aéreos.

Y así ocurre también con los dragones que también son reptiles alados.

Asimismo los colores de estos dragones tienen distinto simbolismo y significado. El dragón verde remite al símbolo del origen y el Vril, utilizado tanto en forma dextrógira (demiúrgica) ,como levógira (luciférica).., La belleza creada, como la increada, la naturaleza en un caso, y la pura geometría más allá del tiempo y espacio de este mundo en el otro. Estas dos expresiones del Vril/símbolo del origen, delinean en consecuencia la senda de la mano izquierda luciférica (levógira), y la senda de la mano derecha dextrógira (demiúrgica).

El dragón negro (justamente por ser el color negro el que absorbe y disuelve todos los demás colores y formas de este plano) remite a Lucifer., En tanto el dragón rojo, alude a la pasión esencial.

En el caso del iniciado o adepto sinarca, su propósito es despertar y elevar la serpiente kundalini (logos demiúrgico en el Microcosmos), para unirse y fusionarse con su Dios.,
Bajo ese trayecto yógico/serpentino, la serpiente kundalini también «adquiere alas», pero en este caso, buscando alcanzar al Uno.

Al iniciado hiperbóreo por otra parte, puede interesar aprovechar este aspecto logos/kundalini, desde la vía húmeda izquierda, únicamente en función de evocar a Lilith, y remontando el río de la sangre pura para llegar al Gran Antepasado.

Y en este caso, por supuesto Lilith es la mujer serpiente, y el Gran Antepasado, «Anir», el aspecto reptil primordial….

Que si bien, posee el Vril, también allí está la «pasión esencial» por la que se consumó su desorientación.

( «Anir» o El gran antepasado tiene un doble significado, ya que remite por un lado al modelo analógico del «espíritu esfera» revertido, y de allí la analogía de la cabeza del gigante torcida, como también remite al «avatar» o proyección reptil encarnado del Siddha., Lo importante es destacar aquí, que allí se encuentra ,desde el símbolo del origen, la clave del Vril, y la pasión esencial).

Puede asimismo en ocasiones el iniciado hiperbóreo permitir la activación de la serpiente kundalini, para aprovechar su caudal energético, resignándolo y reorientándolo, más sin jamás llegar al chakra coronario en la fusión con el Uno.

Este aspecto serpentino resignificado, ya no es kundalini entonces, sino el aspecto y potencial «lagarto» que asciende a través de la espina dorsal.

Bajo las anteriores premisas expuestas, se entiende ahora más claramente porque en muchos mitos hiperbóreos aparecen guerreros o Viryas, que combaten a una serpiente o dragón., Este es el caso por ej de Sigfried y Fafnir, Apolo y la Pitón, la versión cristianizada de San Jorge y el dragón, etc. (Estos mitos tienen también otros niveles de significado, que pueden ser tratados separadamente del tema aquí expuesto).

Tras matar a esta criatura reptil, el caballero/guerrero, toma o se baña en la sangre del dragón, que pasa a ser entonces una «medicina», como el antídoto destilado del veneno de la serpiente.

Y es así como se torna entonces un «caballero del dragón», recubierto de una coraza draca., Su cuerpo inmortal de Vraja, cuerpo de Vril, ha sido conformado ,robándole al demiurgo su propia substancia (Vril/logos demiúrgico), ahora transmutada.

Aquí, en la interpretación esotérica del mito, se aprecia que el guerrero ha combatido al reptil/dragón demiúrgico, absorbiendo luego su poder (sangre/veneno) transmutándolo, y conformando a partir de esa esencia una estructura o cuerpo reptil apto para manifestarse en este mundo, completamente liberado y pleno en poder autónomo.

Así, se ha pasado de ser «encantado por la serpiente» a ser un encantador de serpientes, y detentando un aspecto reptil, que es idéntico al de los Siddhas en el origen.

Retomando el planteo inicial, por un lado tenemos la serpiente con la que se crea el plan evolutivo circular (designio caracol) del demiurgo, y por otro lado la serpiente con la que uno se orienta hacia la Gnosis y el Origen., Es decir, la Serpiente Lucifer!

No debe omitirse a esta altura el infame propósito de la propaganda sinárquica que anatemiza todo lo «reptiliano» , persiguiendo así el objetivo de ocultar el secreto reptil hiperbóreo, del mismo modo que la Iglesia y la tradición judeocristiana durante siglos anatemizó y demonizó la figura de la serpiente, distorsionando su significado en el mito bíblico del edén,para así evitar que los Viryas pudieran acceder al fruto prohibido de la Gnosis, abrir sus ojos, y ser nuevamente Dioses, como siempre lo fueron en el Origen.
Evocando aquel mensaje perdido del tan distorsionado mito del edén, de la Antigua Serpiente, Lucifer : Eritis Sicut dii scientes bonum et maulum, «Serás como Dios, consciente del bien y del mal».

Publicado en Artículos

Un comentario

  1. César

    Hola.
    De la Sabiduría Hiperbórea, podemos extraer algunas citas, por ejemplo: “Ese grito de rebelión que Ud. DEBE PERCIBIR brotando de su sangre pura, constituye una excepción a todas las reglas de la mecánica determinista de El Uno, porque habla de OTRA REALIDAD ajena a su universo material”. “Una parte de la humanidad, a la cual nosotros pertenecemos, posee un elemento que NO PERTENECE AL ORDEN MATERIAL y que no puede ser determinado por la Ley de Evolución del Demiurgo. Ese elemento, que se llama Espíritu o Vril”

    – Usted menciona que el demiurgo posee Vril: «El proceso de creación y manifestación cósmica por parte del demiurgo, no es más que la expresión de su Vril en forma dextrógira». (La Sabiduría Hiperbórea solo relaciona al demiurgo con el prana).
    ¿En qué se basa usted para sostener su afirmación?

    – La Sabiduría Hiperbórea nos dice que: «el demiurgo es un espíritu masculino». «El Uno no admitía Diosas a su lado pues se bastaba a sí mismo para existir: era un Dios macho solitario.»
    ¿Cómo entiende esto usted, y cómo lo relaciona con poseer el Vril?

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