Por Christian C.
En su libro La religión prohibida, el profesor José María Herrou Aragón, comenta lo siguiente en el capítulo La serpiente de la salvación:
«Este dios creador los ha creado a Adán y Eva incapaces de distinguir entre el bien y el mal, entre el reino de lo increado y el reino de lo creado. También los creó ignorantes de su origen y su destino.
¿Por qué los había creado así? Según la Gnosis, no quería el creador que los hombres conocieran su verdadero origen. Este mundo ha sido creado contra la voluntad del Dios Incognoscible y el creador no quiere que los hombres sepan esas cosas. No quiere que se den cuenta en qué situación Espiritual se hallan, quiénes son, para qué han sido creados. Quiere que permanezcan en la ignorancia. Por eso les prohibió comer el fruto del árbol del conocimiento. Porque “se abrirían sus ojos”, despertarían y se percatarían de quiénes son y de dónde vienen, en qué situación están y qué deben hacer. Advertirían que el Edén no era un paraíso, sino todo lo contrario.
En la descripción que hace el Padre León Meurin en su libro “La franc-maçonnerie”, cuando comenta las interpretaciones Gnósticas sobre el paraíso terrenal y la Serpiente del Génesis, se encuentran estas ideas: Jehová no quiere que el hombre conozca su origen y su alto destino. Le ha prohibido todo contacto con el mundo superior. Quiere que el hombre lo refleje a él, al creador y no al Dios Supremo.»
Se comprende claramente que el conocimiento del «bien y el mal», en este contexto aludido del Edén, se refiere al conocimiento que permite por un lado trascender la relatividad dual del bien y el mal de este mundo, a la vez que se comprende como auténtico «Bien», la realidad del espíritu.
La negación de este fruto del conocimiento por parte del Demiurgo creador, delata inmediatamente su carácter aprisionador del espíritu, a la vez que la disposición y asistencia de la Serpiente, revela su rol liberador e iniciático.
El hecho que la mayoría de la sociedad, bajo la influencia religiosa judeocristiana, así como por condicionamiento cultural transmitido en forma hereditaria, mantenga un rechazo innato a la serpiente, así como temor , y vinculándola a lo «prohibido por Dios», es un claro indicador de como se ha trastocado la comprensión y valores iniciáticos de antaño.
Si bien una buena parte de la sociedad, se halla secularizada y no adscribe a una doctrina dogmática religiosa, no obstante el «implante» cultural en la psique ha quedado asentado, y la prueba está en que hoy día, bajo modernas teorías de la conspiración, la figura del «reptiliano» es presentada siempre bajo un estigma. Esto es una perpetuación de aquel ancestral anatema de la serpiente y el secreto del reptil, que a todas luces la sinarquía busca ocultar, presentando este tapasigno cultural, en que todo lo reptílico lleva una impronta negativa.
Al mismo tiempo, como bien comenta aquí Herrou Aragon, la serpiente, a la vez que contraria al dios creador, es representativa del Incognoscible.
Esto también fue posteriormente distorsionado, ya que como más adelante refiere el profesor Aragón, Kristos Lucifer fue «culturalmente dividido», asociando Kristo (ahora «Cristo») como un emisario del Dios creador, y contrario a Lucifer.
De modo que el auténtico y original Kristo, es decir Lucifer, o Kristos Lucifer, es la Serpiente!
Siguiendo esta línea de comprensión gnóstica, Herrou Aragón prosigue:
«Pero el hombre despertó, se hizo conocedor del bien y del mal. ¿Cómo logró eso?, la Serpiente tentadora del Edén le dió a comer el fruto prohibido que abrió sus ojos. Según los Gnósticos esta Serpiente es Lucifer, el que trae la Luz. Lucifer significa eso: Portador de Luz. Lucifer tomó la forma de una serpiente para despertar a los hombres. Es un Enviado del Dios Supremo, del Dios Incognoscible. Es un Enviado del Dios Verdadero que penetró en este mundo de miseria, imperfecto y deficiente, para despertar y liberar al hombre, para mostrarle cuál es su verdadera situación y cuál puede ser su alto destino. Por esta razón los hombres que siguen los mandamientos del dios creador ven a la serpiente como algo maligno y satánico, y en medio de su gran confusión la equiparan a satanás.
Por el contrario, los Gnósticos ven a la Serpiente Lucifer como salvadora. Como alguien que vino a salvar a los hombres, como un Enviado del Dios Verdadero. Esta Serpiente iluminadora que trae la Gnosis, la verdad Gnóstica que permite descubrir lo auténtico y verdadero en este mundo de confusión, ha venido a liberar al hombre. Lucifer es el verdadero liberador del hombre. Ha venido a liberar al hombre de la tiranía de Yahvé, de la tiranía del dios creador. Les ha traído a los hombres el conocimiento verdadero capaz de liberarlos, el conocimiento que por sí solo libera, que puede ayudar al hombre a salir de este mundo satánico, a regresar al mundo de donde proviene.
Esta Serpiente es, para los Gnósticos, la Serpiente de la Salvación, la Serpiente que ha abierto los ojos de los hombres, que les ha ofrecido la manzana de la emancipación, para ayudarlos a despertar y liberarse de este mundo de miseria y materia impura.
El creador quiso hacer al hombre como a los demás seres vivos, incapaz de distinguir entre el bien y el mal, y por la acción de la Serpiente se ha despertado y liberado. Indudablemente, dicen los Gnósticos, este conocimiento, esta Gnosis que la Serpiente Lucifer ha traído a los hombres, ha producido un gran disturbio cósmico en la creación. Así es de poderoso este conocimiento. La Gnosis produce cambios en quien la recibe, en quien la escucha, porque no es un conocimiento común y corriente, es un conocimiento que libera.»
Un claro indicio que la Serpiente del edén no era creación de Jehová, se da cuando se refiere que :» la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho..»., Es decir, no se contaba como una creación más de Dios.
Por lo que, su origen es otro., El texto del Génesis bíblico no aclara ,y oculta, cómo apareció allí la serpiente!
Más lo cierto es que la serpiente tiene un origen fuera de este mundo., Es una manifestación de Lucifer, y cuando más adelante se lee la maldición del Dios bíblico a la serpiente, respecto a que en adelante se dice «tendría que arrastrarse», deja entrever muy a las claras, lo que muchos estudiosos y teólogos se han planteado a lo largo del tiempo : Qué previamente entonces, la serpiente tenía patas!
Y también ha llamado la atención, que es quizá la única críatura o figura animal, que con autonomía propia habla en el relato bíblico.
Esta descripción parece ajustarse más bien a la figura de un lagarto, o mejor dicho, dada su facultad del habla e intelecto, de un hombre lagarto!
Y aquí ya estamos en pleno terreno hiperbóreo, ya que, los hombres lagarto, son el aspecto en como se han manifestado los Siddhas, tras haber entrado a este mundo por la puerta de Venus. (Aspecto que comparten todos los Siddhas, ya que esto ocurrió antes de la división en dos bandos opuestos, y en tanto los Siddhas traidores camuflaron posteriormente este aspecto reptil con alas, como seres alados angelicales, los Siddhas leales conservaron este aspecto no permaneciendo más bajo la luz demiúrgica, sino que se retiraron al mundo intraterreno extradimensional de Agartha).
Retornando al punto anterior de la maldición del Dios bíblico, esto fue meramente una artimaña literaria sacerdotal, ya que el infame Demiurgo no tiene ningún poder ni influencia para afectar a Lucifer.
Más el rastro literario quedó allí, en cuanto el aspecto real original de aquella Serpiente. Es decir, se trataba de un «Hombre lagarto».
Aspecto que después de todo (el lagarto) es una expresión más desarrollada de la serpiente.
Referente al tema de Kristo Lucifer, Herrou Aragón comenta :
«Los Gnósticos de épocas posteriores, en los orígenes del cristianismo, lo que se dió en llamar Gnósticos Cristianos o Cristianos Gnósticos, percibieron a Cristo como la Serpiente del Génesis. Esto fue así porque Cristo, mucho después de los sucesos del paraíso terrenal, al igual que la Serpiente vino a traer un mensaje liberador. Un mensaje que libera de este mundo impuro a los hombres. Según estos Gnósticos Cristianos, se trató de un conocimiento capaz de poner a los hombres en contacto con el otro mundo, opuesto al del demiurgo: el mundo incognoscible del Dios Verdadero.
A Cristo, portador de ese mensaje, de esa Gnosis, se lo ha equiparado a la Serpiente del Génesis, quien vuelve por segunda vez a la Tierra para ayudar nuevamente a la humanidad. En la primera venida fue la Serpiente Lucifer y en la segunda fue el Cristo Lucifer. Según la Gnosis Cristiana, cuando Cristo vino al mundo lo hizo por segunda vez, pues la primera fue en el paraíso terrenal. En ambas se trató en realidad de Lucifer, el Enviado del Incognoscible. En ambas su mensaje fue el mismo: la Gnosis que perturba, que produce cambios, que despierta y libera a quien la escucha. Para los Gnósticos Cristianos la Serpiente es Cristo, el Salvador que vino dos veces a este mundo.»
En El misterio de Belicena Villca, Nimrod de Rosario expone magistralmente como la figura del Cristo hebreo ha sido una copia imitativa de Kristo Lucifer, y asimismo algunos aspectos tomados o derivados del mito de Navután.
Se menciona por ej la Virgen de Agartha, quien tras regresar a este mundo de Venus, ha quedado encinta del «Serafín Lucifer».
Debe acotarse aquí que la raíz de Serafín, o Seraph, significa justamente serpiente.
No debe dar lugar a confusión que en la descripción de la talla de la Virgen de Agartha, se comenta que se halla «pisando una serpiente». El significado de esto, es en relación al aspecto serpentino demiúrgico. Y en otro nivel de significado, el dominio o control del designio serpiente.
Más al mismo tiempo, se halla la vinculación mística de la Virgen de Agartha con el Dios Serpiente, Lucifer!
En el mito de Navután, se refiere como se autosacrificó en el árbol del terror, pasando asimismo por una travesía de «muerte y resurrección».
Esta «muerte y retorno a la vida», aspecto característico también de toda auténtica iniciación, en cuanto transformación o transmutación se refiere, tiene su análogo en la serpiente que se renueva mudando de piel!.
En el mito nórdico, se refiere que aquel árbol del que pendiera Navután, el Yggdrassil, se halla roído en sus raíces por la serpiente Nidhog. Es decir, que también en esta instancia que Navután se cuelga ,accediendo al secreto de la inmortalidad, y el poder de las runas, la serpiente se halla allí presente, en la base o raíces de aquel árbol.
La cruz cristiana sabemos por la Sabiduría hiperbórea, que es un símbolo del encadenamiento espiritual., Más existen también otra clase de cruces, como la cruz Ankh egipcia, la cruz Tau, la cruz gamada, etc, con distintas variantes de significado.
Existía una representación gnóstica en la antiguedad, donde una serpiente aparecía enroscada alrededor de una cruz Tau.
Tau, como bien nos refiere Nimrod de Rosario, alude al punto Tau, aquella instancia en que desde el origen, surgió por primera vez un reflejo o manifestación del Yo perdido en el laberíntico Labrelix . (Sendero por donde transita el Yo extraviado, mediante la repetida secuencia de búsqueda, opción y elección.)
Es decir, aquel punto Tau señala el origen del encadenamiento espiritual, al que se accede a través de la escalera caracol, en el aislamiento del Yo, dentro de la plaza liberada Tau, en la Arquemona Odal.
Puede entenderse a este punto, que la representación de la serpiente enroscada en la cruz Tau, alude a este misterio del encadenamiento espiritual ,que es señalado por la serpiente. Es decir, la comprensión noológica de la serpiente, con el símbolo del origen.
Una reminiscencia gnóstica de esta figura iniciática podría hallarse en la medieval moneda germano-cristiana ,el Tálero, donde se aprecia la imagen de Cristo de un lado, y la serpiente del otro. Más por supuesto, esto es una reminiscencia gnóstica de Kristo Lucifer, y no el Cristo hebreo. Aunque ambas figuras puedan ser confundidas debido a los siglos de tergiversación y desinformación sinárquica.
Asi también, el profesor Aragón continua comentando al respecto :
«Hay un diagrama Gnóstico, en el que se ve una serpiente crucificada, clavada en una cruz, lo cual demuestra todavía más la identidad Gnóstica entre la Serpiente del Génesis y Cristo. Hay mitos que afirman que la cruz en la que Cristo fue crucificado fue hecha con la madera del árbol del conocimiento del bien y del mal. Debemos aclarar que nos estamos refiriendo a la gnosis judeocristiana, que es una deformación de la Gnosis Primordial.»
También otra antigua asociación de la serpiente con Kristo Lucifer, puede hallarse en la serpiente con cuernos llamada Aspid, que aparece así representada en monedas de la antiguedad.
Esta serpiente era denominada Cerastes en latín o también Kerastes en griego.
En latín «Ceras» significa cuerno, y en griego «Keras» es cruz., A la vez Keras se puede remitir al egipcio Karast, de donde también deriva el término griego Christos o ungido . Y asimismo hay un vínculo etimológico con el «Chris» caldeo o sol.
De modo que la serpiente iniciática con cuernos estaba asociada con la cruz y la experiencia de «iluminación» o «sol», que en este caso es por supuesto, el sol negro!
Luego, un punto asimismo digno de mención, es que en el caso de los gnósticos Naasenos (grupo gnóstico que aparece en la historia de Kurt y los ofitas en El misterio de Belicena Villca), consideraban a la constelación de Draco como símbolo de su Cristo. (Recordemos que en el mencionado episodio de tío Kurt y los Ofitas, los Naasenos clamaban a Ophis Lucifer!).
Prosiguiendo con el ánalisis expuesto, el profesor Aragón comenta:
«Origenes, por ejemplo, describió un diagrama Gnóstico en el cual se ve claramente una serpiente que divide los dos mundos, el mundo creado y el mundo increado. Aunque a nadie le agrada este dualismo de los dos mundos, así es la realidad y hay que aceptarla. El Gnóstico sabe que hay otro mundo sumamente perfecto, un mundo que no tiene nada que ver con éste. Origenes pudo tener acceso a esos diagramas y libros Gnósticos, a toda esa información, para después criticarlos, como también lo hicieron San Agustín, Tertuliano, Hipólito, Ireneo de Lyon, Epifanio y muchos otros»
Este diagrama que refirió Orígenes, comprendía el gráfico o representación de diferentes esferas planetarias, regidas cada una por un Arconte demiurgico. El conocimiento secreto de ciertas palabras de poder, permitía al iniciado el acceso y paso a través de esas diferentes esferas. Y en el límite, se hallaba aquella gran serpiente, que para algunos era denominada como Leviatán.
Figura serpentina que en Los mitos Hebreos, Robert Graves refiere como antagónica del tiránico Yahvé bíblico.
Herrou Aragón comenta también respecto al ocultamiento y desaparición de antiguos textos gnósticos:
«Pero ahora, la mayoría de los textos Gnósticos originales no existen, han sido destruidos. Estos críticos de la Gnosis distorsionaron toda la información de los textos Gnósticos originales, poniendo frases fuera de contexto para ridiculizarlas mejor, entre otras estratagemas. Pero nada de eso importa ya. La Gnosis Primordial está siempre presente, aunque muchos no lo adviertan. En las distintas oportunidades en que apareció abiertamente en el mundo se trató siempre de la misma Gnosis, aunque con diferentes connotaciones históricas y culturales.»
Afortunadamente algunos de estos textos gnósticos fueron preservados y descubiertos posteriormente en pleno siglo XX, con el hallazgo de los manuscritos de Nag Hammadi.
Dentro de 46 textos hallados, aparecen 11 menciones de la serpiente., En algunos en forma negativa, como en el Apócrifo de Juan, lo cual refleja la mentalidad judeocristiana, y en otros en forma neutral o positiva, como Hipóstasis de los Arcontes, y Sobre el origen del mundo.
Veamos algunos vínculos o asociaciones entre estos diversos grupos gnósticos y la serpiente, y la importancia que daban a la serpiente en términos iniciáticos.
El término Ofita deriva del griego Ophis (de donde derivamos ofidio o serpiente), muy similar por cierto a Sophia, nombre que a su vez se descompone etimológicamente en Is Ophi o «luz de la serpiente», con lo que la acepción de sabiduría, tradicionalmente adjudicada al nombre Sofia, queda validada.
Existieron varios grupos gnósticos ofitas, entre los que aparecen los Naasenos, Setitas, Peratas y Cainitas.
Los Cainitas, reivindicaban la figura de Cain, a quien consideraban un hijo de la Serpiente, y en tal sentido una encarnación del poder de la serpiente.
También Lilith, la mujer serpiente, vinculada con Adán antes que aparezca Eva, ha sido intencionadamente ocultada, por su rebeldía y oposición al demiurgo.
Y se estigmatiza de igual modo a Eva, por escuchar a la serpiente, desobedeciendo al demiurgo, y comer del fruto prohibido, compartiéndolo también a Adán.
No deja de ser notorio aquí, que Havah o Eva, tiene las acepciones etimológicas de madre, viviente, y también serpiente!
Es así como algunas sectas gnósticas veneraban tanto a Sophia como a Eva, en un vínculo entre Lucifer y la mujer, que así como en el caso de Lilith, se quiso ocultar y tergiversar.
Es bajo este paradigma, de rechazo de la serpiente del edén, que Hipólito en su exposición de las doctrinas gnósticas ,se refiera a la serpiente como «el logos femenino, o la palabra de Eva», «El rio que fluye del Edén» y «la marca de Cain», todo lo cual tiene un claro sello serpentino.
Los gnósticos Cainitas veneraban la figura de la serpiente enroscada en un árbol,, en homenaje de aquel episodio de la serpiente del edén, y algunos ofitas utilizaban también viboras en sus ceremonias.
Se dice que algunos ofitas portaban una serpiente guardada en un canasto, al que denominaban «Cista mystica».
Durante sus ágapes , la serpiente salía de la cesta, enrollándose alrededor del pan, que luego los ofitas compartían , besando antes por turno cada uno a la serpiente, e inclinándose en reverencia frente a ella.
Concluían la ceremonia mediante un himno al Incognoscible, a través de la serpiente como mediadora. Así, en este culto ofídico la serpiente era el mediador o «Chrestos», tanto en símbolo como acto, mucho tiempo antes del cristianismo.
Los ritos nocturnos de los Ofitas eran sincronizados con la ascensión de la serpiente celestial, la constelación de Draco, el dragón, que era conocido por ellos como una manifestación estelar del primer instructor…
La consideración y perspectiva de estos gnósticos respecto a la constelación de Draco, había pasado por varias fases o etapas, según los movimientos e interacciones estelares.
En una primera instancia, se dice le había sido dado «un árbol de estrellas adyacentes» para se enroscase alrededor, como la serpiente del árbol….
En otra instancia las 7 estrellas de la Osa mayor eran como 7 cabezas de serpiente , y en otro período la Osa mayor y menor fueron vistas como dos alas gigantescas del dragón.
De igual modo, los gnósticos Peratas, recibían su nombre del posible maestro de este grupo, conocido como «Eufrates el Perata». El vínculo serpentino asoma en la antigua mitología mesopotámica, en que las divinidades Nirah e Irhan eran asociadas con el río Eufrates, y al mismo tiempo consideradas en forma serpentina. Es así que el Eufrates (uno de los ríos que bordeaban el Edén) era percibido tanto en forma de río como de serpiente!
En el caso de este grupo gnóstico, los Peratas manejaban términos y conceptos, que externamente podían parecer «cristianos», pero ocultaban la sabiduría ofídica. Asi, por ej , asociaban en términos doctrinarios al Padre con el cerebro,y al Hijo con el cerebelo y la medula espinal, así como con la serpiente, dada la similaridad de la forma del cerebelo con la cabeza de una serpiente. De allí puede inferirse que los Peratas conocían la manifestación de un poder ofídico oculto a partir de la conformación anatómica cerebro-espinal, desde una consideración de ultra biología y anatomía oculta. Es decir, el poder ofídico oculto del cerebro reptil, o Arquicefalo.
Resulta interesante que los gnósticos Peratas distinguían entre la serpiente representada por la constelación de Draco,la cual veneraban , de la serpiente de la constelación de Ophiuco, a la cual consideraban nefasta
Y de igual modo, los gnósticos Setitas distinguían entre una serpiente demiurgica, y una serpiente concebida como logos liberador.
En estos diversos grupos gnósticos, sin duda se hallaban algunos aspectos y legado de la antigua gnosis hiperbórea.
Para finalizar, como muy acertadamente expresa el profesor Herrou Aragón : «Aunque prohibida y perseguida, la Gnosis nunca desapareció y no desaparecerá jamás. Permanece siempre al alcance de quien la merezca. Cuanto más se la persigue más se fortalece»
Lo cual snigifica, que aunque la serpiente haya sido combatida, y en algunas instancias parezca no estar presente, es simplemente que se ha retraído en sus anillos, para luego siempre resurgir nuevamente.
A veces visible, a veces invisible o mimetizándose y pasando desapercibida en el medio circundante, la voz de su siseo siempre se halla presente para el Virya despierto!
Ssssssssssssssssssssssssssssssssss