Saltar al contenido →

Categoría: Artículos

Tantrismo Kaula: fragmentos del Yonitantra

1. Las reglas ordinarias de adoración se suspenden ahora para la siguiente práctica.

2. El devoto de este tantra está siempre puro, más allá de todo lo que haga, y todo lo que toca se vuelve puro.

3. En aquel que la Disposición ha florecido, no hay diferencia entre hacer el sacrificio a Ashvamedha o matar a un Brahman.

4. Este tipo de yogui es Shiva encarnado, ya no posee la moralidad común, él se ha liberado de las normas del pasú.

5. Después de realizar el ritual de adoración del yoni (órgano sexual femenino), el devoto logra obtener todos sus deseos.

6. Al adorar las flores menstruales, el yogui tiene poder sobre el destino. Haciendo mucha adoración de esta manera, él puede llegar a la liberación.

7. El devoto debe adorar también el yonitattva (sangre menstrual).

8. La marca de la frente debe hacerse con el yonitattva.

9. El milagroso yonitattva es el mejor de todos los tantras.

10. El lingam (órgano sexual masculino) debe ser introducido en el yoni y debe haber un vigoroso coito. Con este método se obtiene la esencia máxima.

11. Habiendo contemplado el yoni menstruante, después de recitar el mantra 108 veces, el yogui se vuelve un Shiva sobre la tierra.

12. Además del maithuna, los sadhakas también usarán el vino, la carne y los otros dos tattvas.

13. El más grande sadhaka es quien bebe las efusiones del yoni.

14. El sadhaka se vuelve totalmente regenerado por usar el agua que lavó el yoni.

15. Los pecados adquiridos en miles de vidas son instantáneamente destruidos con la adoración de la apertura del yoni.

16. Sin los 5 tattvas de vino, carne, pescado, grano y maithuna, nada tiene sentido.

17. Solo por el poder de la buena fortuna o del azar puede un hombre volverse conocedor del kaula.

18. El mejor de todos los sadhakas es devoto al yonipuja (puja=adoración).  Él puede transformarse en Siddha por usar esta doctrina revelada.

19. Mientras los pasúes se refieren sólo al coito de las bestias, en el divya hay una exclusiva devoción a la doctrina del yoni.  Uno se vuelve puro por hacerse la marca en la frente con el yonitattva.

20. Lo mejor en mantra y sadhana es provocar las emisiones del yoni.

21. Uno puede hacer pranayama mientras adora al yoni.

22. Nunca debe ser adorado el yoni delante de pasúes.

23. Si el adorador del yonitattva entra en un combate o en una discusión, conquistará a todos sus enemigos y resultará victorioso en el final.

24. Si bebes el elixir del yoni, todo lo malo en ti será destruido.

25. Todo sadhaka que ejecute el maithuna en el yoni de una mujer, se verá liberado de la gran miseria del Samsara.

26. El secreto que yo te revelo es verdad, sin ninguna duda. Practicando esto, nunca serás sumergido en el Océano de la Vida.

27. No hay nada igual a la devoción del yoni. Actuar de otra manera de nada servirá.

28. Todo poderoso sadhaka adora siempre el yoni. Este sadhana es el mejor de todos los métodos.

29. Si no usas el vino de Shakti, todos los otros métodos son inútiles. Las emisiones de la Shakti beberás. Debe hacerse adorando siempre el mahayoni.

30. La mejor de todas las bebidas para el ritual de adoración es la que mana del vientre de la Shakti.

31. Después de comer y beber, debe consumirse el yonitattva.

32. Si se procede así, todos los karmas son destruidos y nada de los tres mundos será inconseguible. El virya será liberado estando en vida y se volverá un divya, cuya esencia es divinidad.

33. Siempre se debe marcar la frente con una línea de yonitattva. Haciendo esto todos los defectos y males de cientos de nacimientos son inmediatamente destruidos.

34. Esto que ha sido revelado a ti es la esencia total oculta en todo tantra.

35. Sin el maithuna, nunca habrá liberación y no podrán destruirse las predisposiciones mentales del pasú.

36. Todo virya sadhana es inútil sin el maithuna y sin el vino de la shakti.

37. En un sitio de cremación, harás el maithuna con tu shakti. Luego, cuando las sustancias sean emitidas las beberás.

38. Afortunado el que ejecuta el kali sadhana en este Kali Yuga. Kali libera de la naturaleza pasú. Después de actuar así, uno se vuelve Hijo de Kali. No hay duda en nada de esto.

7 comentarios

Los mormones están gobernados por la masonería

Ritos Mormones y Ritos Masones
Fragmento del artículo de Roberto Federigo
Lea el artículo completo haciendo click aquí

La iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días o mormones, son quizá una de las sectas más polémicas y pintorescas de las surgidas del “revival” norteamericano protestante de los siglos XVIII y XIX. A su sincretismo religioso (cristianismo herético, paganismo, hechicería) debemos sumarle la importante influencia de parte del ritualismo masón. Antes de hacer esta interesante comparación, daré un repaso de su historia y sus creencias. 

Comparación entre mormones y masones

Mormones
Masones

Sus ritos de iniciación son en el templo.
Sus ritos de iniciación son en las logias.

Intentaron imponer y hablan en idioma adámico.
Intentaron imponer el idioma esperanto.

El templo es de color blanco.
La logia es generalmente de color blanca.

Visten totalmente de blanco, con vestiduras sagradas que incluyen la ropa interior.
En el primer grado son vestidos con camisa y pantalón blancos.

Utilizan apretones de manos secretos para identificarse.
Utilizan apretones de manos secretos para identificarse.

Opinan que los únicos templos aquí en la tierra que le interesan al Señor, son los cuerpos físicos de los creyentes.
Opinan que el cuerpo es un templo y propiedad del señor.

Para ingresar en un templo se debe tener una recomendación firmada por el obispo de su distrito y el presidente del barrio.
Para ingresar en una logia se debe tener la recomendación de un hermano masón y la aceptación del V. Maestro.

Las preguntas al solicitante son:
1) Su limpieza moral.
2) Si apoya las autoridades generales.
3) Si paga su diezmo completo.
4) Si observa la palabra de sabiduría.
5) Si lleva la ropa interior de reglamento.
6) Si procura asistir a los servicios con regularidad, obedecer las reglas, leyes y mandamientos del evangelio.
7) Si le fue negada una recomendación en alguna ocasión.
8) Si nunca fue divorciado.

Las preguntas al solicitante son:
A) Haber tomado conocimiento de los principios y fines de la institución, así como de los requisitos para ser admitido, de los derechos y los deberes de los afiliados y de su declaración de principios, los que figuran al dorso de la presente solicitud, la que suscribo por mi libre y espontánea voluntad.
B) Que no he presentado nunca antes solicitud alguna para mi ingreso a esa institución.
C) Que no he sido jamás condenado por delito alguno.
D) Que no he pertenecido ni pertenezco a entidad alguna atentatoria del Orden Público ni contraria a las leyes o normas éticas o morales.
E) Que me comprometo a respetar las obligaciones inherentes a los miembros de esa institución, y a sufragar los gastos arancelarios que se estipulen.

Luego de la admisión el iniciado se lava y se unge y comienza la ceremonia de “dotación”.
Luego de la admisión el iniciado se despoja de todos sus objetos metálicos.

Se colocan un “escudo” o fondo (tela blanca doblada, con una apertura para pasar la cabeza). Éste esta abierto por sus costados (para hombre y mujer). Un asistente lava sus cuerpos con agua corriente de la cabeza a los pies, tocando cada uno de los miembros del cuerpo, incluido los sexuales y ano. Luego en una casilla apartada las mismas partes son ungidas con aceite. Sigue la confirmación del ungimiento y la entrega y colocación de ropa interior sagrada que deberán llevar por siempre, día y noche.
Se colocan una camisa abierta del lado izquierdo de su pecho y un pantalón recogido en su pierna izquierda, todo hecho de una tela rústica y blanca.

Llaman gentil a quien no es mormón.
Llaman profano a quien no es masón.

En la ceremonia al individuo se le da un nuevo nombre, luego se viste con traje y se le entrega un delantal de color verde al que llaman “hoja de higuera”, una túnica y un velo o gorro (mujer-hombre).
En la iniciación al individuo se le da un nuevo nombre, y se le entrega un mandil (delantal) que varía de acuerdo al grado.

6 comentarios

Pedofilia Teosófica. Las andanzas del Obispo Leadbeater

Fragmento tomado del capítulo » EL OBISPO Y LOS MUCHACHOS», del libro «Sexo, Magia y Perversión» de Francis King.


El Pedófilo Leadbeater, fundador de la iglesia católica liberal, la iglesia que se impondría sobre todas las demás desde principios del siglo XX. Parece que a este «Obispo» le falló la profecía.

Con la excepción de Aleister Crowley y sus seguidores, no conozco ocultistas occidentales —ni «negros» ni «blancos»— que utilizaran actos homosexuales como medio mágico para obtener poderes, ya fueran materiales o espirituales. Por supuesto ha habido, y aun hay sin duda, muchos ocultistas homosexuales, pero su homosexualidad ha sido algo apartado de su ocultismo, no parte de él (1). No me cabe duda de que aquellos de mis lectores que estén familiarizados con la lectura ocultista se verán sorprendidos por esta afirmación, porque estarán al corriente de que a finales de los años 20 y a principios de los 30 la escritora ocultista Dion Fortune (2) alegaba continuamente en conferencias, artículos y libros que existía un grupo de ocultistas varones que se dedicaban a construir lo que ella llamaba «una reserva de oscuros poderes astrales» por medio de técnicas homosexuales. Nunca, o al menos en letra impresa, llegó al extremo de nombrar a los miembros de este grupo, pero a partir de sus frecuentes referencias admirativas al O. E. (es decir, Oriental Esoteric) Library Critic, en conexión con esto, queda claro que lo que ella tenía en mente era un pequeño grupo de miembros de la Sociedad Teosófica, siendo el más destacable de ellos un cura ex anglicano llamado Charles Leadbeater, contra el cual H. N. Stokes, editor de la O. E. Library Critic desató durante muchos años una virulenta campaña.

Tan convincente resultaba el periodismo de Stokes y Fortune y, a primera vista, tan condenatoria la evidencia contra Leadbeater, que aun hoy muchos ocultistas siguen convencidos de que él y sus asociados eran «magos negros que obtenían su poder oculto vampirizando muchachos jóvenes» (3). Dadas las circunstancias, creo que bien vale la pena el examinar las relaciones entre Leadbeater y estos muchachos, supuestas víctimas de sus actividades.

Charles Webster Leadbeater nació en 1847 de padres ingleses expatriados. Pasó la mayor parte de sus años jóvenes en Sudamérica y parece ser que tuvo una vida muy excitante, siendo en una ocasión secuestrado y casi muerto por los indios. En 1879, tras su vuelta a Inglaterra, fue ordenado como sacerdote anglicano y cogió una parroquia en Hampshire. En esta primera etapa de su vida parecía estar ya preocupado por los temas que se convertirían en sus dos principales intereses en la vida hasta su muerte, más de cincuenta años después: lo sobrenatural y los muchachos jóvenes. Se encargaba del coro de la iglesia, supervisaba el colegio dominical, se ocupaba de los muchachos atrasados y, según él mismo cuenta, experimentó muchos sucesos inexplicables en el transcurso de sus experimentos con el mesmerismo.

En 1885, siendo aún sacerdote de la iglesia de Inglaterra, conoció a madame Blavatsky y fue convertido por ella a la Teosofía, credo por el que se había sentido atraído a raíz de la lectura del sensacional libro The Occult World, de A. P. Sinnet, algunos años atrás. La Sociedad Teosófica, de la cual Leadbeater era ahora mismo miembro, había sido fundada en Nueva York en 1875 por madame Blavatsky, el coronel H. S. Olcott, William Q. Judge y otros. Nominalmente era una sociedad instruida, siendo sus objetivos: 1) Formar el núcleo de la Hermandad Universal de la Humanidad; 2) Apoyar el estudio de la religión comparativa, de la filosofía y la ciencia; 3) Investigar las inexplicadas leyes de la naturaleza y los poderes latentes en el hombre. En realidad, no obstante, era un cuerpo de enseñanza religioso sincretista (4), un peculiar poutpourri de ocultismo tradicional occidental —en su mayor parte extraído, sin citarlo, por madame Bavatski de los escritos publicados por magos del siglo xIx como Eliphas Levi, Albert Pike y Kenneth Mackenzie (5)— y de budismo del Sur.

Inflamado de fuego misionero por su recién encontrada fe, repleto de entusiasmo por todo lo que fuera oriental, Leadbeater pasó gran parte de los siguientes ocho años en la India y en Ceilán. Como de costumbre, dedicó gran atención a los problemas de la juventud y logró adquirir un joven protégé sinhalés llamado Jinarajadasa que le acompañó a su vuelta a Europa en 1893. Desde aquel año en adelante, Leabbeater empezó a adquirir cierta prominencia en movimiento teosófico, escribiendo cada vez más artículos para sus revistas, describiendo sus experiencias con la clarividencia en panfletos, y en agosto de 1895 se convirtió en secretario asistente de la Sección Europea de la Sociedad Teosófica. Para 1900, la reputación de Leadbeater como escritor, conferenciante y clarividente se había extendido a Norteamérica, y en otoño de ese mismo año hizo una gira de conferencias de cuatro meses por los Estados Unidos. Los teosofistas americanos (6) quedaron encantados con su personalidad, y tuvo tanto éxito su gira que en 1902 fue invitado a volver, en esta ocasión para dos años de visitas y giras de conferencias. Sin duda su íntima amistad con Annie Bessant, la principal teosofista desde la muerte de Blavatsky, le mantuvo en buena consideración entre los americanos.

Desde que Leadbeater se había apoderado, en 1898, del Lotus Circle, un club de Londres para los hijos de teósofos, y empezado a transformarlo en la organización internacional en la que acabó convirtiéndose, había disfrutado de gran reputación como experto en educación y vida del niño en la Teosofía. Como consecuencia de esto, en su segunda visita a Norteamérica, fue acompañado por Basil HodgsonSmith, el joven hijo del presidente de la logia de Harrogate de la Sociedad Teosófica, y durante los siete meses de su gira de conferencias por el Oeste, por Douglas Petit, un americano de catorce años de edad, un hijo física y mentalmente minusválido de padres teósofos.

Cuando Douglas volvió a casa de sus padres al final de la gira quedó claro que su acentuada admiración por Leadbeater se había visto transformada misteriosamente en repugnancia aún más ardiente por aquel hombre y todo lo que hacía. Cuando la señora Petit intentó interrogar por primera vez a su hijo acerca de este cambio de sentimientos, se encontró al principio enfrentada a un muro de silencio y aparente incomprensión. Algunos meses más tarde, después de que los rumores acerca de la moralidad sexual de Leadbeater llegaran hasta ella procedentes de Inglaterra —durante años, G. R. S. Mead y otros teosofistas ingleses habían sospechado de la naturaleza de las relaciones entre Leadbeater y algunos de sus jóvenes pupilos—, volvió a interrogar a Douglas, esta vez mucho más persistentemente, y en esta ocasión le contó la historia completa. Alegó que en la primera noche que pasó solo con su tutor temporal, ya que ése era el supuesto cargo de Leadbeater, había sido introducido en la cama de éste y éste le había enseñado la práctica de la masturbación mutua. Según Douglas, se habían producido actos de esta naturaleza intermitentemente a todo lo largo de la gira por el Oeste.

La señora Petit se sintió profundamente afectada por esta confesión y, buscando consejo, se dirigió a su amiga Helen Dennis, al igual que ella, una ardien te teosofista y nativa de Chicago. No me cabe duda de que la señora Dennis escuchó la historia de su amiga con más preocupación que la normal, ya que había notado que su propio hijo, Robin, había desarrollado también una intensa animadversión hacia Leadbeater a raíz de una breve estancia con él en Toronto. Inevitablemente, Robin fue también interrogado; él también relató una historia similar de masturbación mutua, aunque en este caso el suceso parece ser que fue aislado. El más dañino de los alegatos que formuló Robin fue que aquello le había sido enseñado bajo la guisa de religión. «De alguna manera —le dijo a su madre— me hizo creer que era teosófico.»

La señora Dennis era una figura de cierta importancia en la Sociedad Teosófica, ya que había ocupado la posición de secretaria de correspondencia de la Sección Esotérica en América (7), y con la ayuda de su asistente, la doctora Elizabeth Chichester, utilizó su posición para lanzar una campaña contra Leadbeater. A principios de 1906, grandes teosofistas americanos, como Frank Knothe, presidente de la logia de Nueva York, y Alexander Fullerton, un antiguo clérigo episcopaliano, habían sido informados de los cargos que habían formulado los muchachos y habían creado un comité informal para investigarlos.

En enero de 1906, la señora B. Dennis escribió a Annie Bessant informándola formalmente de los alegatos en contra de su amigo. Al mismo tiempo, Fullerton (8) escribió una nota similar al propio Leadbeater.

La defensa de Leadbeater era compleja y, sorprendentemente, no incluía una negativa absoluta a la verdad de las acusaciones de los muchachos. Afirmó que sólo había tenido lugar un incidente con Douglas, y que este solitario episodio había tenido lugar sólo después de que el muchacho se le hubiera aproximado en busca de ayuda para combatir los extraños sentimientos que había venido experimentando desde el comienzo de la pubertad. En lo que a Robin concernía, afirmaba Leadbeater, el muchacho había sido corrompido por otro muchacho, un tal Nevers, y que todo lo que él había hecho había sido darle al muchacho consejos sobre una dieta adecuada y animarle a que utilizara el ejercicio vigoroso corno medio de suprimir los deseos sexuales indeseables. Leadbeater sí admitió, no obstante, que le había aconsejado subsiguientemente a Robin el utilizar «descargas regulares» (es decir, la masturbación) como medio de reducir la tensión sexual.

Aunque esta defensa fuera más bien débil, al principio sí parecía haber posibilidades de que resultara efectiva; después de todo, la evidencia presentada por los muchachos no podía ser corroborada, y a pesar de los rumores que habían circulado en ciertos sectores, la mayor parte de los miembros de la Sociedad Teosófica consideraban aún a Leadbeater como a un hombre de intachable reputación. Las esperanzas de Leadbeater de ser creído se vieron, no obstante, considerablemente minimizadas por el descubrimiento de evidencia documental en su contra en forma de una carta suya dirigida a Robin. Esta carta había sido hallada en la casa de Toronto, donde habían estado los dos, y en su mayor parte era inocua, un discurso un tanto divagatorio acerca del viaje astral; pero en medio de la carta había un pasaje cifrado (9). Este pasaje contenía implicaciones autoeróticas obvias, y al ser descifrado decía así: «Si viene sin ayuda necesita frotarse más a menudo. Pero no demasiado a menudo o no vendrá bien. Pasa esto cuando estás dormido; dímelo todo. La sensación de alegría es tan agradable. Besos, cariño.»

En este momento el coronel Olcott, el venerado presidente-fundador de la Sociedad, puso en funcio namiento su famoso «ojo vagabundo» (10), hizo un examen preliminar de la evidencia y estableció un comité de investigación. Después de algunas reliberaciones, este comité, constituido por el comité ejecutivo de la Sección Británica en pleno junto con algunos representantes franceses y americanos, citaron a aquel ruso peculiar que era Vsevolod Solovyoff. Escribió de Olcott que «uno de sus ojos era extremadamente desobediente y de vez en cuando solía girar en todas las direcciones, en ocasiones con sorprendente y muy desagradable rapidez. Mientras el ojo desobediente permaneciera quieto tenías ante ti a u, hombre guapo, agradable y bondadoso, aunque no particularmente inteligente, que te ganaba con su aspecto y te inspiraba confianza. Entonces, de repente, algo se retorcía, el ojo quedaba en libertad y empezaba a moverse sospechosa y bribonamente, y la confianza desaparecía en un instante». El texto completo de la divertida descripción de Olcott, hecha por Solovyoff, se encuentra en las pp. 369 de su A Modern Priestess of Isis (Longmann Green & Co., 1895).

Leadbeater para que apareciera ante ellos en Londres. Para sorpresa de algunos de sus oponentes, el acusado obedeció a la citación, y lo que en ocasiones ha sido llamado «el juicio» tuvo lugar el 16 de mayo de 1906.

En su testificación al comité, Leadbeater les planteó la extraordinaria afirmación de que su examen clarividente de las auras de los muchachos le permitían saber cuándo estos muchachos estaban en dificultades, sexualmente hablando, o necesitados de consejo. De acuerdo con esto, afirmó, había aconsejado no sólo a Douglas y a Robin, sino a varios muchachos más, que practicaran la masturbación. Este osado frente se derrumbó cuando, bajo el interrogatorio de Olcott, Leadbeater se vino abajo de mala manera y admitió que había realizado, en ocasiones, un cierto número de lo que él llamó «acciones indicativas» y también que sus recomendaciones no se habían visto limitadas a muchachos que habían llegado ya a la edad de la pubertad. Leadbeater había presentado ya voluntariamente su dimisión de la Sociedad Teosófica, y tras haber oído estas perjudiciales confesiones, el comité decidió, por voto mayoritario, el aceptarla.

Durante un tiempo, Leadbeater se retiró al aislamiento de Jersey, ocupando su tiempo con una abundante correspondencia, justificando la línea de conducta que había seguido y alegando que sus oponentes estaban bajo la influencia de «magos negros».

Nueve meses más tarde, el 17 de febrero de 1907, la situación se vio transformada por la muerte, precedida de un coma de un mes de duración, del coronel Olcott. Su sucesora nominada era Annie Bessant, que, incluso antes de su elección formal a la presidencia, en junio del mismo año, había estado dedicada a preparar la rehabilitación gradual de su viejo amigo Leadbeater. Para lograr este fin reclutó los servicios del doctor Weller Van Hook, un conocido teosofista americano, y le persuadió a escribir tres cartas abiertas para circular entre los miembros de la Sociedad. En estas cartas, Van Hook no sólo afirmaba que los enemigos de Leadbeater eran enemigos también «de los maestros y de la futura religión del mundo», sino que llegó a los extremos de afirmar que el maestro Koot Huomi se le había aparecido y le había informado de que las enseñanzas sexuales de Leadbeater eran correctas y estaban de acuerdo con los principios ocultistas (11).

La operación de remozado fue un éxito, y a principios de 1909 Leadbeater pertenecía, para todos los efectos, de nuevo a la Sociedad, aunque no fue hasta el año siguiente cuando esto fue reconocido públicamente por la prensa teosófica. Durante un tiempo todo pareció ir bien, pero tan sólo tres años después nuevos alegatos referentes a la moralidad de Leadbeater llevaron a un nuevo cataclismo en las filas teosóiicas. En esta ocasión hubo aún más publicidad, ya que los cargos y los descargos no quedaban ya confinados a la comparativa discreción de las revistas y los comités teosóficos, sino que fueron formulados públicamente en las cortes tanto de la India como de Inglaterra. Los alegatos eran, de hecho, una parte componente del primer acto del tragicómico intento de Annie Bessant de promocionar a un joven indio, 1. Kristnamurti, como Cristo vuelto a la tierra.

Durante algunos años, los teosofistas, en general, y Annie Bessant, en particular, habían venido previendo una nueva manifestación del Cristo, evento que originalmente parece ser que calculaban que tendría lugar circo 1950. Más tarde hubo un considerable acortamiento de la escala temporal, y durante un breve período Annie Bessant esperó que el hijo del doctor Van Hook, Hubert, nacido en 1896, pudiera ser el vehículo a través del cual el «profesor del mundo» se manifestara en aa momento; pero para principios de 1910, tanto ella como Leadbeater estaban convencidos de que Krishnamurti era el vehículo elegido (12).

Krishnamurti era hijo de Narayaniah, un teosofista devoto de la casta Brahmin, que en 1908 se había retirado de un puesto de funcionario en el Servicio Civil y había hecho su hogar un pequeño chalet justamente al exterior del complejo principal del Alto Mando Teosófico en Adyar, Madras. No pasó mucho tiempo antes de que la atención de Leadbeater se viera atraída por Krishnamurti y su hermano menor, Nityananda, según sus propias palabras, por las notables dimensiones y color de sus auras astrales, y según otra versión, que yo considero más probable, por la visión de los muchachos bañándose. Una cosa queda clara en cualquier caso: o bien el cuerpo astral o el físico de Krishnamurti produjeron tal impacto sobre Leadbeater que le convirtieron a la creencia de que allí, y nada, más que allí, estaba el vehículo elegido por el maestro de los maestros. A finales de 1909, Narayaniah había sido persuadido a dejar que los muchachos se mudasen de su casa a una suite adyacente a las habitaciones del propio Leadbeater, y más tarde, el 10 de febrero de 1910, firmó una carta, compuesta por el vicepresidente de la Sociedad Teosófica, cediendo la custodia de los muchachos a Annie Bessant. Llegó a lamentar amargamente esta responsabilidad cuando, a primeros de 1911, el Antiseptic, una revista médica local, publicó un artículo sacando a la luz todos los antiguos escándalos sobre Leadbeater. Este artículo, Psychopathia Sexualis in un Mahatma, llegaba a sugerir que en una reencarnación previa Leadbeater había sido «Onan, el hijo de Guda y Sua y nieto de Israel» (13). Durante los siguientes dieciocho meses, la ansiedad de Narayaniah fue creciendo hasta que, el 24 de octubre de 1912, presentó una demanda para recuperar a los muchachos.

La declaración de Narayaniah resultaba tan vaga en cuanto a la naturaleza de la «ofensa antinatural» de la que afirmó haber sido testigo, que llevó a muchos de los lectores de los informes periodísticos a la equivocada creencia de que Leadbeater estaba siendo acusado de sodomía; entre los engañados se encontraba Aleister Crowley, quien, en un discurso realizado en Manchester el 28 de junio de 1913, adoptó un elevado tono moral y declaró que el llamado, en «argot francés «petit Jesús» está siendo tomado demasiado seriamente, cuando un maníaco sexual senil como Leadbeater se dedica a proclamar a sus efebos como cristos futuros». Tales afirmaciones muestran una completa incomprensión de la naturaleza de las alegaciones. Como ya dije anteriormente, a lo más de lo que se llegó a acusar a Leadbeater fue de masturbación mutua.

El juicio, que había sido trasladado a la corte suprema de Madras, no comenzó hasta el 20 de marzo de 1913 y cuando, finalmente, se dictó sentencia el 15 de abril, ésta no satisfizo a nadie. Annie Bessant perdió la custodia de los muchachos, ya que, aunque tanto la evidencia de Narayaniah como la de Luxman habían caído en gran descrédito —ambos habían dado muy mala imagen durante los interrogatorios—, el juez había denunciado a Leadbeater como «un hombre en posesión de ideas inmorales» y decretó que, dado que Narayaniah no había estado al corriente de que Krishnamurti iba a ser educado como «vehículo de poderes sobrenaturales» en el momento de hacer guardiana de los muchachos a Annie Bessant, estaba en su pleno derecho el revocar el acuerdo. Por otra parte, se le ordenó a Narayaniah, de manera totalmente irracional, de pagar las costas del juicio por ambas partes.

En cuanto Annie Besant escuchó el veredicto apeló en contra y obtuvo un aplazamiento de la ejecución de la orden del juez de que los muchachos fueran devueltos inmediatamente a su padre. En la corte de apelaciones no le fue bien, no obstante, ya que ésta no sólo confirmó la sentencia de la corte de grado inferior, sino que la decisión acerca de los costos fue invertida. Fue hecha otra apelación más al comité judicial del Privy Council.

El 2 de mayo de 1914 el comité judicial dictó su juicio completo. Esta vez Annie obtuvo un éxito completo —tal vez sea significativo que lord Haldane, presidente del comité, fuera un antiguo amigo suyo— y fue escrito en el veredicto que la decisión de la gran corte de Madras era inválida porque la corte había pasado por alto el tomar en consideración los deseos e intereses de los muchachos. El comité subrayaba que Marayaniah podía empezar de nuevo la batalla legal, esta vez en la corte suprema inglesa, pero Marayaniah se dio cuenta de que sus hijos llegarían a la mayoría de edad mucho antes de que el caso pudiera quedar resuelto, de modo que Annie Bessant quedó victoriosa.

Diez semanas después de que el Privy Council tomara su decisión comenzó la primera guerra mundial y el interés público en los quehaceres de la Sociedad Teosófica disminuyó. Durante los siguientes cuatro años el pueblo británico tuvo cosas más importantes en qué pensar que acerca de la supuesta igualdad a Cristo de Krishnamurti. ¡Era demasiado bueno como para que durara! Después de la guerra se fraguó una nueva tormenta y esta vez resultaba difícil saber si los enemigos de Leadbeater se sentían más molestos por su comportamiento sexual o por sus actividades episcopales en la iglesia liberal católica. De hecho, en las mentes de los oponentes de Leadbeater no parece haber habido distinción alguna entre la homosexualidad y el catolicismo liberal.

La iglesia liberal católica había aparecido como resultado de las actividades eclesiásticas de un excéntrico inglés llamado A. H. Mathew, un carácter errático e inestable, cuyo amor de toda la vida a los animales parece constituir la única pieza constante del entramado de su personalidad. Nacido en 1852, de padre católico romano y madre anglicana, Mathew fue bautizado en ambas Iglesias. Tal vez esta temprana influencia fuera la causa de la indecisión religiosa que hizo de él, primero, estudiante anglicano de teología, y después, sacerdote católico romano —en este período de su vida, su amor por los animales fue responsable de que aterrorizara a los fieles de St. Mary, Bath, al introducir un tigre vivo en su púlpito—; después fue un unitario, después un cura de la iglesia de Inglaterra, después seglar católico y, finalmente, arzobispo católico antiguo. Incluso este último período se vio manchado por su sumisión a Roma —retirada inevitablemente, pocas semanas después.

Mathew fue consagrado obispo católico antiguo el 28 de abril de 1908 por el arzobispo Cul de Utrecht. Desde el punto de vista histórico la validez de su consagración parece, incuestionable, ya que, aunque la antigua iglesia católica holandesa estaba separada de Roma desde 1739, su línea de sucesión episcopal podía ser seguida sin solución de continuidad alguna hasta el cardenal Antonion Barberini. No obstante, la consagración evidentemente había sido conseguida por medio de fraude, y que mientras que a los viejos católicos holandeses, como el propio Mathew, estaban convencidos de que este último representaba a un número grande y en pleno crecimiento de católicos ingleses que deseaban autonomía de Roma, la realidad era bien diferente. Porque Mathew no era más que el instrumento inocente de un diminuto grupo de sacerdotes católicos irritados, excomulgados y, posiblemente, financieramente deshonestos. Estos estaban encabezados por dos Monsigniori, Herbert Beale y Arthur Howarth, que habían estado ambos, en un momento u otro, a cargo de parroquias en la diócesis de Nottingham. Habían mantenido buenas relaciones con el obispo Bagshawe, que había sido obispo de Nottingham hasta su retiro forzoso en 1901. Bagshawe ha sido descrito como un santo, pero parece ser que su característica más notable era senilidad y, a pesar de ocasionales ráfagas de mal humor —en una ocasión excomulgó a todos y cada uno de los miembros de aquella alta y eminentemente respetable organización Tory The Primrose League—, era tolerante hasta el grado de la locura y designaba para puestos de responsabilidad a sacerdotes que habían sido expulsados de otras diócesis. Tan capaz era Bagshawe de hacerse el ciego ante la conducta de sus subordinados, por escandalosa que fuera, que su diócesis acabó siendo llamada refugiurn pecatorum, el refugio de los pecadores. El obispo Brindle, sucesor de Bagshawe, era un hombre de carácter bastante diferente y puso en marcha una operación de limpieza general, durante la cual despidió a Beale y a Howarth por supuesta malversación de los estipendios para las misas y otras irregularidades financieras. Estos dos se las compusieron para convencer a Mathew y a los viejos católicos de que representaban a 17 sacerdotes y ocho grandes parroquias. Tanto las parroquias como los sacerdotes eran en gran medida imaginarias, y los dos tnonsignori no parece que tuvieran otro motivo para consagrar a Mathew como cabeza de una Antigua Iglesia Católica Inglesa inexistente más que el deseo de molestar a sus superiores, el obispo y el cardenal-arzobispo de Westminster.

A la vuelta de su consagración holandesa Mathew pronto se dio cuenta de que había sido víctima de un fraude. Hasta su muerte, en 1919, dedicó el resto de su vida a consolarse de su soledad escribiendo largos ensayos intentando demostrar la autoría baconiana de Shakespeare y soñando en una Iglesia Católica Nacional bajo su mandato. Por desgracia para su propia reputación, Mathew intentó poner en práctica este último sueño y ordenó sacerdotes y consagró obispos; era un hombre con una total capacidad para juzgar los caracteres de las personas y muchos de sus clérigos eran obviamente inadecuados para cualquier tipo de cargo religioso.

En 1914 Mathew consagró a F. S. Willoughby como obispo titular de San Pancracio (14). Este había convencido a Mathew de que había sido sometido a una persecución religiosa en la iglesia de Inglaterra a causa de sus puntos de vista teológicos anglo-católicos; en realidad, había sido obligado a abandonar su vida tras una serie particularmente repugnante de ofensas homosexuales contra los niños del coro. El motivo de Willoughby para convertirse en obispo parece haber sido de tipo financiero, ya que tras su consagración estaba dispuesto, al parecer, a conferir el episcopado a todo aquel que estuviera dispuesto a pagar una suma suficientemente abultada.

Por esta época, una mayoría de hecho de los escasos seguidores de Mathew, eran miembros de la Sociedad Teosófica o de una u otra de sus organizaciotes tapadera; de hecho, durante un breve período de tiempo Mathew mantuvo un cierto flirteo intelectual con la Sociedad Teosófica, a la que, al parecer, esperaba, con su característico optimismo, incorporar a su propio movimiento. Tan sólo dos meses antes de consagrar a Willoughby, Mathew escribió lo siguiente a Reginald Farrel, uno de sus sacerdotes, que era también teosofista:

«¡He tenido tan a menudo una especie de visión mental de la señora Bessant con los ropajes de abadesa! Resulta muy curioso, pero creo que algo está en marcha en su mente y que está viendo más claramente la divinidad del sistema católico y de la revelación, que es por sí misma capaz de satisfacer las aspiraciones y deseos del alma. Ella sería una nueva Santa Teresa o Catherine de Siena, y desde hace algún tiempo —casi un año— siento que es ese su destino. Pero ya veremos.»

¡Desde luego que vio Mathew! Porque justamente un año después de la carta citada arriba las esperanzas de Mathew de hacerse con la Sociedad Teosófica se vieron completamente destruidas. En su lugar, la Sociedad Teosófica se apoderó de su iglesia, dejando a Mathew con exactamente tres seguidores —un sacerdote y dos mujeres seglares—. El resto de los anteriores seguidores de Mathew eligieron a su jefe, James Wedgwood, uno de los fundadores de una organización ocultista llamada el Templo de la Rosacruz, poseedor del trigésimo tercer grado de la comasonería y ex secretario general de la sección inglesa de la Sociedad Teosófica. Bajo su liderazgo los teosofistas siguieron su camino como la vieja Iglesia católica romana.

Willoughby, a quien Mathew había suspendido de sus funciones de obispo después de una reveladora serie de artículos aparecidos en la sensacionalista revista John Buli, suministró a los (teosóficos) viejos católicos romanos tres obispos, consagrando a Bernard Gauntlett y a Robert King (15) en septiembre de 1915 y al propio Wedgwood al año siguiente.

Poco después de esta consagración, Wedgwood traspasó el manejo de los asuntos eclesiásticos en Inglaterra al obispo King y partió para Australia para ver a Leadbeater, que llevaba en aquel país desde 1913. Leadbeater también fue prontamente hecho obispo, evento que pareció considerar de gran importancia; escribió a Annie Bessant:

«Wedgwood ha llegado y está bien de salud. Su consagración al episcopado ha tenido el inesperado resultado de ponerle prácticamente a la cabeza de movimientos de viejos católicos en lo que al imperio británico se refiere… Como consecuencia de esto deseo intensamente ofrecer el Movimiento al Maestro Universal como uno de los vehículos de su fuerza y como canal para preparar su venida. Le llevé, por tanto, ante el SEÑOR MAITREYA (16), y él tuvo a bien aceptar la oferta y decir que él pensaba que el movimiento llenaría un nicho del esquema total y resultaría útil para él… Con su permiso, Wedgwood me ha consagrado a mí como obispo, sobre el supuesto de que me veo en libertad de llevar mi traje normal, y de que no estoy obligado a realizar ninguna ceremonia religiosa o a tomar parte alguna en el trabajo exterior, a menos que yo lo considere conveniente, sino que actuo como intermediario entre el SEÑOR y esta rama de su iglesia.»

La iglesia liberal católica —había adoptado este nuevo nombre en 1918— disfrutó de cierto éxito y rápidamente cayó bajo el control de Leadbeater, que en 1920 publicó un volumen extenso y turgido, La ciencia de los sacramentos, dedicado a la liturgia de la iglesia, en el que ofrecía una gran cantidad de información asombrosa y de consejos —la utilización de vestiduras del renacer gótico, se recomendaba porque «un terrorífico torrente (de fuerza) se vierte por el disco radiante de la espalda».

Wedgwood, al parecer, compartía el amor de Leadbeater por los muchachos, pero no su odio hacia las mujeres (17), y a los pocos meses de que Scotland Yard empezara a tomarse interés en sus amistades con hombres jóvenes, estaba en pleno intento fallido de seducir a la esposa de T. H. Martyn, uno de los principales teosofistas australianos. Subsiguientemente, Martyn se convirtió en el líder de la oposición australiana contra Leadbeater y sus prácticas, sexuales y eclesiásticas.

No existe duda de que Wedgwood era un homosexual activo; parece haber sido adicto a lo que los americanos llaman «tea room trade» (18) —relaciones temporales realizadas en urinarios públicos—. En una ocasión un detective privado siguió a Wedgwood durante dos horas, período en el que visitó no menos de dieciocho «estaciones de reconfortamiento». Al ser acusado de esto, Wedgwood ofreció una ingeniosa e interesante explicación; era cierto. dijo, que había ido en busca de un hombre joven, pero de un hombre joven en particular —¡un individuo que había conocido en una encarnación previa y que se había desviado (como pudo descubrir por una revelación astral) del camino correcto y necesitaba ser redimido!

Martyn y sus aliados empezaron rápidamente a considerar a la iglesia liberal católica como el frente de una panda de pederastas; la señora Martyn llegó incluso a afirmar que había descubierto a Leadbeater y uno de sus hijos desnudos en un abrazo. Sus sospechas, así lo dijo habían sido despertadas anteriormente por ciertas manchas que había encontrado en las sábanas de Leadbeater.

A partir de 1922 toda la prensa australiana tenía en marcha una virulenta campaña, basada en informaciones suministradas casi con seguridad por Martyn, contra Leadbeater, Wedgwood, la iglesia liberal católica y la homosexualidad. Siendo Australia como era, la vulgaridad de la campaña superó casi la capacidad de aguante de Leadbeater —el titular LEADBEATER, UN OBISPO ZUMBON CON LOS MUCHACHOS le resultó particularmente ofensivo.

Como en anteriores ocasiones, el escándalo fue desvaneciéndose. Los padres teósofos siguieron mandando a sus hijos a Leadbeater para que les instruyera y la iglesia liberal católica fue creciendo en fuerza. Leadbeater llegó incluso a construir un teatro al aire libre que dominaba la bahía de Sidney, dispuesto, según se decía, para el día en que Krisnamutir se convirtiera en Cristo y apareciera caminando sobre las aguas para visitar a su viejo amigo y maestro. Pero, ¡oh, las cosas de la vida! Esto no llegó a ocurrir. Ya que Krishnamurti defraudó a sus seguidores diciendo que se había cometido un gran error y que, a pesar de las profecías de Annie Bessant y Leadbeater, ¡el Cristo no iba a encarnarse en él después de todo !

Leadbeater murió pacíficamente en 1934. Fue precedido por su gato gigante. Era un animal de una naturaleza espiritual altamente desarrollada y estaba pendiente de reencarnarse como ser humano, miembro de la Sociedad Teosófica. O esto, al menos, era lo que afirmaba Leadbeater.

(1) La excepción a esto parece ser aquel extraño carácter Ralph Chubb, que consiguió amalgamar el ocultismo, el amor por los jóvenes muchachos y el culto a la naturaleza en un todo incoherente. Véase el Apéndice «Ralph Chubb, el amor a los jóvenes, y William Blake».

(2) El seudónimo de la señora Violet Evans; para algunos breves detalles de su interesante carrera mágica véanse los capítulos XVI y XVIII de mi Ritual Magic in England (Neville Spearman, 1970).

(3) Esta cita, que he tomado de la edición (a cicloslil) de junio de 1948 de una diminuta revista ocultista llamada Hermes, resulta particularmente interesante por su asociación de la homosexualidad con el legendario chupador de sangre, el vampiro. Estoy convencido de que el vampirismo, tanto en la literatura del siglo xix como en la fantasía ocultista del siglo xx, es simbólico (a nivel inconsciente) de la sexualidad prohibida en general y del contacto oral-genital en particular. Los subtonos sexuales de historias cortas como Carmilla y de novelas como Drácula son evidentes.

(4) En el período en cuestión; más adelante, en años consecutivos, hubo florecimientos aún más extraños y más exóticos de la doctrina teosófica, en gran medida derivados de la personal interpretación del hinduismo de Annie Besant.

(5) Para algunos datos sobre Levi y MacKenzie, véanse los capítulos II y III de mi Ritual Magic in England (Neville Spearman, 1970).

(6) O, para ser más precisos, aquellos que siguieron el liderazgo del coronel Olcott y Annie Besant. La mayoría de los teósofos americanos habían roto con el cuerpo paterno en abril de 1895 y habían sido guiados, en primer lugar, por William O. Judge y después, desde la muerte de Judge, por la «Madre Púrpura», Katherine A. Tingley, una antigua médium espiritista. Los seguidores de Katherine Tingley odiaban a Leadbeater, al igual que odiaban a todos aquellos que estuvieron asociados de alguna forma con Annie Bessant.

(7) Formalmente, la Sección Esotérica (en tiempos llamada la Sección Oriental) era una organización no oficial; sus miembros no tenían más importancia que cualquier otro miembro de la Sociedad Teosófica. En la práctica, no obstante, siempre ejerció un gran poder y más adelante, después de la muerte del coronel Olcott, ejerció el control efectivo sobre los asuntos de la Sociedad.

(8) Existía un elemento de retorcida comedia en la indignación de Fullerton, ya que él mismo parece ser que tenía inclinaciones homosexuales, y en febrero de 1910 fue acusado de mandar cartas indecentes por correo, cosa interesante, las cartas fueron enviadas al joven Douglas Petit. Fullerton fue considerado incapaz de defensa y pasó el resto de su vida en un hogar para los criminalmente insanos.

(9) O, para ser más precisos, un código alfabético. Este era de una naturaleza más bien simule; todas las consonantes eran representadas por la letra anterior del alfabeto, todas las vocales, por la vocal siguiente de la serie a, e, i, o, u. Así, la letra en clave e podría representar bien la consonante f o la vocal a.

(10) Debernos la mejor descripción de este famoso ojo

(11) Koot Huomi era uno de los maestros, aquellos seres, casi con seguridad míticos, semisobrenaturales, que supuestamente vivían en los Himalayas y le habían encomendado a madame Blavatsky su misión. En lo que el mensaje a Von Hook concierne, está claro que o bien hubo una escisión doctrinal en la Gran Hermandad Blanca (como eran conocidos colectivamente estos superhombres) o que las líneas telefónicas celestiales habían sufrido un cruce, ya que sólo unos pocos meses antes el colega de Koot Huomi, el maestro Morya, había informado a Olcott que si bien Leadbeater era indudablemente sincero, sus enseñanzas sexuales estaban totalmente equivocadas.

(12) Arthur H. Nethercot, cuya biografía en dos volúmenes parece estar destinada a ser el estudio definitivo de la vida de Annie Bessant, encuentra ciertas discrepancias entre la «concepción de Jesús como un avatar y Jesús como un simple Maestro entre otros maestros» besantiana. No creo que esta discrepancia tenga existencia real. La cristología extremadamente confusa de Annie Bessant era muy similar a la de los Doceticos; ella consideraba a Jesús sólo como un hombre, en el cual el «Cristo cósmico» se había manifestado cuando su bautismo en el Jordán. Jesús, mantenía, había seguido siendo «controlado» hasta la crucifixión, cuando el Cristo abandonó (temporalmente) su vehículo, explicando así el grito de Jesús desde la cruz: «Mi Dios, mi Dios, ¿por qué me has abandonado?» Es interesante señalar que Mary Baker Eddy mantenía posiciones muy similares en cuanto a la naturaleza del Cristo.

(13) Una referencia al «pecado de Onan», hoy en día un término obsoleto para la masturbación. Onan, como se recordará, era el personaje del Antiguo Testamento que «vertió su semilla sobre el suelo», despertando así la cólera de Jehová. La mayor parte de los estudiosos hebreos están convencidos hoy en día que el pasaje bíblico en cuestión se refiere no a la masturbación, sino al coitus interruptus, la práctica de la separación del varón antes de la eyaculación.

(14) En la Antigua Iglesia Católica, nombre que le daba Mathew a su diminuta organización.

(15) Bishop King, astrólogo profesional, fue teosofista hasta su fallecimiento en 1953. Gauntlett dimitió del episcopado en 1924, se unió a los israelitas británicos y viajó mucho, dando conferencias pensadas para probar que los anglosajones eran las diez tribus perdidas de Israel.

(16) El señor Maitreya, como se recordará, era el Cristo Viviente, que en breve se manifestaría, o así se creía, en Krishnamurti. Es de presumir que Leadbeater llevara a Wedgwood ante el señor Maitreya por medio de una rápida visita al plano astral.

(17) A Leadbeater nunca le había gustado en particular el sexo opuesto, y en 1916 esta aversión había llegado al punto en que: a) se negaba a dar la mano a las mujeres, y b) se negaba a permanecer en casas donde marido y mujer compartieran el lecho.

(18) Literalmente, «comercio en el cuarto del té».

Comentarios cerrados

Arte permitido y arte prohibido

Arte Permitido

Artista: León Ferrari. Famoso. Éxito total de ventas. Muchos museos del mundo se disputan sus obras. Premiado en la feria ARCO 2010 de Madrid como el mejor artista internacional.

Mauro Guzman. Superman besando a Cristo. Otro premiado por la Sinarquía.

Arte prohibido

Eugenio Merino. Sus dos esculturas fueron prohibidas en la feria ARCO 2010 de Madrid.

2 comentarios

Dialogo entre un gnóstico y un sacerdote católico

– Podemos dialogar, si lo desea, pero le aclaro que con una fe no se puede refutar otra fe. Son religiones diferentes. Tampoco con la filosofía puede refutarse una fe. Bueno, le pregunto esto: Si la materia fuera mala, como Ud. afirma, o el sexo, Ud. no existiría, pues está hecho de materia y proviene de la union entre el hombre y la mujer.

– Lo que no existiría sería yo mismo encadenado a un cuerpo y a un alma. Yo existiría entonces como Espíritu puro, libre, en el reino del Incognoscible. Lo que no existirían serían los seres humanos formados por el cuerpo y alma impuros y un Espíritu divino encadenado allí. Sería muy bueno que nada de lo creado existiera y solo los Espíritus Eternos estuvieran en el Reino que les corresponde, que por supuesto no es esta aberración creada por el demiurgo inferior, perverso y satánico.

– ¿Que pretenden ustedes? ¿Que se termine la humanidad? ¿Quieren que sólo queden los planetas, dando vueltas?

– Queremos que se destruya todo lo falso e impuro creado por el demiurgo. Queremos que de la creación no quede nada. Ni los seres vivos, ni las piedras, ni los planetas. Nada. Queremos que desaparezca hasta el último miserable átomo. Y que sea destruido para siempre y de una vez por todas el demiurgo también.

– Insisten con eso de que hay dos dioses. Es imposible, pues no puede haber dos infinitos. Lo de ustedes es un dualismo de dioses, un dualismo de mundos.

– Hay un solo infinito. Hay un solo Dios Verdadero: el Dios Incognoscible. El otro, el llamado Dios creador o demiurgo, quien afirma ser el único Dios, no es mas que un plagiador inferior con ínfulas de unico y verdadero. No, ese no es un Dios, es un Satán. El único Dios es el Dios Verdadero e Incognoscible, el otro es un impostor. Así, hay también un solo mundo, el mundo Incognoscible del Espíritu. Este mundo, el mundo creado por el demiurgo, no es el mundo verdadero, es un mamarracho completo elaborado por un demente.

– ¡Que locura es esto! ¿Se dan cuenta lo locos que están? Lo mejor es apartarse y no discutir ni escucharlos. Por suerte son cuatro locos.

– La única locura es adorar al falso dios y admirar su fallida creación.

17 comentarios

Carta de Franz Griese al papa Pío XI después de ser excomulgado (1938)

Escrito en 1938 en idioma alemán. Traducido por primera vez al castellano para los lectores de gnosisprimordial.com

Aunque yo vea finalmente a la excomunión, la cual me fue dada hoy, como una gran honra, ya que ella me colocó en la hilera de todos los grandes luchadores por la verdad y libertad, no puedo dejar de destapar ante todo el mundo, la tergiversación de los hechos de este decreto  y poner en la luz correcta sus bajos fundamentos que la motivaron.

La disposición contiene en primer lugar, como he dicho, una burda tergiversación de los hechos, porque en ella se afirma que yo estoy “excluido” de la iglesia. Entonces yo tendría que haber estado todavía dentro de la comunidad de la iglesia cuando fue escrito este decreto! Si yo ya he salido de las iglesia hace más de 14 años y he afirmado en todos mis escritos que me he desvinculado irrevocablemente de la iglesia romana, o sea que yo por mi parte he excomulgado a la iglesia y no la iglesia a mi. ¿Como se puede ahora delante del público querer despertar la impresión, que yo, como castigo por cualquier falta, estaría excluido de la iglesia?

También por otras causas es muy desechable este decreto! Me hubieran querido condenar preferiblemente a la hoguera y solamente lamentan que el brazo mundano del estado y el progreso de la humanidad le han atado las manos a la iglesia. Y como yo he salido de la iglesia por amor a la verdad y como no se pueden refutar mis escritos, no quedó otro medio, para llevarme a enmudecer, que la excomunión. A la verdad, si va a ayudar, no lo sé. Solamente se, que una manera de proceder como esta, hay que valorarla muy  profundo.

Esta disposición representa finalmente una presunción sin igual!

En el hecho! ¿Cómo se puede querer molestar a un ser libre, el cual ha dejado toda relación con la iglesia, con una medida de castigo muy al estilo de la edad media?

¿Cómo se puede llegar a imputar a un ser libre como si fuera un delito el haberse casado por civil?

¿Cómo es posible que se llegue a tomar a mal, que un ser libre, divulgue en sus escritos  la verdad respecto de la iglesia y sus enseñanzas? ¿No se hubiera tenido que, de una forma u otra presentar primero la prueba, de que yo estaba errado con mis publicaciones, antes de que se me condenara? Se ha olvidado de tal manera la palabra de la Biblia: “ Si he hablado mentira, entonces demuéstralo! Pero si he hablado verdad, porqué me pegas? “

Y ahora lo más tremendo! Se me ha condenado dejando de lado el  principio máximo del derecho: “Audiatur et altera pars”, un principio que en el derecho de todos los pueblos civilizados se le otorga hasta al mayor de los delincuentes. Sí, se me ha condenado, sin siquiera escucharme! Eso no solo demuestra que las sentencias  de derecho del Vaticano se encuentran todavía en un estado indigno para el ser humano, sino también me da el derecho de reclamar el fallo de la totalidad del mundo actual y el que vendrá contra un proceder de esta clase. Y esto es lo que quiero hacer por este medio, presentando al mismo tiempo en forma fidedigna todo el hecho.

Hablaré con la sinceridad, como le corresponde a un hombre, para el cual no hay consideración hacia su persona; para el cual más bien vale la verdad como única y mas elevada guía de la vida, porque ha dado todo por ella.

En el veredicto, como ya fue dicho, se ha callado a sabiendas, que yo  salí hace ya catorce años, por iniciativa propia, de la iglesia católica.– y solamente , porque años de investigación muy seria y científica me han impuesto el conocimiento, a pesar de toda la resistencia , que docenas de los dogmas más importantes nombrados, aquellos que se refieren a los sacramentos, están en la mas fuerte oposición pensable con la Biblia y son puros inventos de los hombres; y que para mi era imposible que yo siguiera en consecuencia proclamando  estas enseñanzas como “Palabra de Dios” y creyera las mismas.

Mi convicción ganada por el estudio, la he presentado en palabra y por escrito al salir de la iglesia en el año 1924, al obispo de Paderborn, actual arzobispo Dr. R. Klein, el cual me contestó, que su cargo no le permitía hacer este tipo de estudios y en consecuencia el no podía refutar mis presentaciones; pero él las dejaría refutar. – A esta refutación he esperado vanamente hasta el día de hoy.

Ocho años después de mi salida, después que yo por ende había tenido tiempo y oportunidades de revisar reiteradas veces mi paso y profundizar mis estudios, tomé mi refugio en el público.

Tenía derecho a esto; porque cada ser humano, igual que el papa, tiene un derecho  no solo de poseer él mismo la verdad, sino de darla a conocer y destapar errores existentes y rebatirlos. Por lo que se ve, he actuado limpiamente, mientras que el trato, el cual me fue dado por la iglesia, es todo menos  limpio, como voy a demostrar a continuación.

Como he dicho, presenté con franqueza en los escritos que vienen a continuación, mi punto de vista e igualmente con franqueza escribí, que estoy dispuesto a defender públicamente la verdad de mis tesis ante cualquier teólogo citado, y ofrecí, en el caso de una refutación mi sumisión. Más de cinco años han transcurrido desde entonces. Se tuvo tiempo suficiente, para dejar revisar por los mejores teólogos punto por punto los resultados de mis investigaciones y dejar preparar una refutación, si una tal fuera posible.

Yo sé, que en el proceso llevado contra mi, ha figurado mi propuesta como consejo; pero también se que no se podían encontrar los teólogos, los cuales hubieran podido refutar mis escritos. Quiero decir por qué: porque a pesar de toda la infalibilidad y a pesar de todas las iluminaciones e inspiraciones del “Espíritu Santo” y a pesar de toda la versatilidad teológica, son irrefutables los resultados claros y sin mancha de la ciencia. Pues ahí hay una sola verdad: la verdad comprobada científicamente; y de esta verdad ya se habló en la sentencia de condena, la cual sin derecho ni justicia fue pronunciada sobre mí en el juzgado. Y esta dice como Daniel 5,25.

Si yo hubiera salido de la iglesia por otras razones, por ejemplo solamente para casarme, entonces se me puede condenar quizás con razón, sin con ello poder refutar las razones de mi accionar. Pero yo me he casado recién tres años después de haber salido de la iglesia, cuando sabía exactamente, que ya no volvería nunca más como sacerdote a la iglesia católica. Y a la verdad yo no me casé solo por civil, como se quiere hacer creer en el edicto de excomunión, sino también por la iglesia católica. Pues en aquel entonces todavía pensaba realmente como un cristiano y me conseguí por ello la bendición de la iglesia exactamente igual como  Jacob obtuvo la bendición de su padre Isaac, según la Biblia. Se ve: totalmente según modelos famosos!

En mi caso las cosas están dadas bastante distintas. Por intermedio de la publicación con autorización de la iglesia de mi traducción de las cartas del Apóstol Pablo, he solucionado casi todas las muchas dificultades de las cartas del Apóstol Pablo, las cuales hasta ahora parecían sin solución, y también he traducido muchos textos por primera vez correctamente, los cuales hasta entonces se consideraban como completamente incomprensibles. Esto hasta me lo han certificado por escrito excepcionales teólogos católicos de la materia.

Pero justamente se fundamentan mis quejas contra los dogmas mencionados de la iglesia católica, sobre la rectificación del sentido de las cartas de Pablo y unas pocas partes de los Evangelios y otros Libros del Nuevo Testamento, respecto de los cuales hice estudios especiales para completar el cuadro de la enseñanza  y de la Persona de Cristo, los cuales  obtuve de las cartas de Pablo. En todos estos estudios he sido por demás cuidadoso, porque sabía con exactitud, que es lo que dependía para mi de ello y que cada equivocación llegaría a la corta o  a la larga a  la luz. Y recién cuando vi, que los conocimientos adquiridos eran irrefutables, los he tomado como base para mas investigaciones y de este modo he vertido tanta nueva luz sobre los objetos individuales como por ejemplo los sacramentos y las profecías de Cristo del fin del mundo, que por ello es derribada completamente toda la  enseñanza católica de la salvación y también es liquidada científicamente.

Y ahí se cree, que con una simple excomunión de la edad media se me puede hacer  callar la totalidad de los descubrimientos hechos por mi y los resultados de investigaciones de muchos años? Esto es lo más increíble, que me ha sucedido. Si el Papa como Pontífice quiere él mismo ser científico, ¿dónde queda entonces su respeto ante la ciencia?

Yo volvería a solicitar hoy en día una vez más la refutación de  mis comprobaciones; pero lo dejo de lado, porque se exactamente, que ni se piensa en refutar mis escritos,   o dejarlos rebatir. Porque se sabe, igual que yo, que mis ponencias, en sus lineamientos básicos, son totalmente intocables y que toda otra investigación los confirmaría y profundizaría. Y por ello se me condena, porque no se me puede rebatir!—De esta forma no se puede detener el triunfo de la verdad!

Se me condena “en el Nombre de Cristo”! – En mis tres escritos: “Un sacerdote llama: soltarse de Roma y Cristo! Como también: “El gran error del Cristianismo—comprobado por  un sacerdote”, ambos editados en la editorial Ludendorff en Munich, y finalmente: “La Desilusión de un Sacerdote”, Editorial Claridad, San Jose1641, Buenos Aires, he elevado los más graves reparos contra la Persona de Cristo;  reparos que no se apoyan en reflexiones llenas de fantasía, sino en las crudas palabras y hechos que la Biblia misma nos informa.

Se hubiera tenido que aceptar, que el vicario de Cristo y asimismo sus obispos y sacerdotes se hubieran tenido que parar delante de la Persona de su Salvador para protegerlo. Sí, se hubiera tenido que creer, que no solamente hubiera sido algo fácil para ellos el refutar esos reproches, sino que también hubiera sido su obligación y deuda, hacer esto.

Pero nada de todo esto! — El vicario de Cristo deja tranquilamente, que yo, en forma detallada y minuciosa y con toda claridad imaginable, traiga las pruebas, de que Cristo, según la profecía principal de su vida, la cual está sepultada en cada página del nuevo  Testamento, y que forma la parte principal de su enseñanza y de la enseñanza de sus apóstoles: que el todavía en vida de sus discípulos volvería para el juicio del mundo y para el fin del mundo; que Cristo no cumple esta profecía; que el por ende en esto no solamente ha desilusionado de la forma más terrible no solo a sus apóstoles y discípulos sino a todos, que en él crean,  – con culpa o sin culpa, eso lo dejo por ahora abierto – .

Es en vista de una acusación tan tremenda, la cual tiene el más alto significado para el enjuiciamiento de la persona de Cristo, y a la verdad especialmente cuando se lo considera a Cristo como Dios, como lo hace la iglesia católica, no es entonces un olvido por obligación imperdonable, si aquellos que dicen ser sus amigos, sirvientes y vicarios, no traten de alguna manera de limpiar a su Señor y Maestro de un cargo de ese tipo? ¿Puede haber a la verdad otra disculpa por un accionar de esta clase, que aquella, que Cristo ha hecho esa profecía y no la ha cumplido? ¿No es acaso el enmudecimiento de toda la iglesia, inclusive del Papa, una aceptación clara?

Pero como se me condena en el nombre de Cristo, entonces se me permita por lo menos tres preguntas, las cuales tengo en especial sobre el corazón.- Aquí están:

Primera. ¿Existe sobre la tierra un contraste (contradicción) más grande que el establo de Belén descrito en la Biblia y el palacio más grande y costoso de esta tierra, yo me refiero al palacio del Vaticano con sus 11.000 salones, en los cuales habita el Papa con su corte, sus sirvientes y su custodia personal?- Quizás yo sea corto de entendimiento, y se me podría mostrar, que a decir verdad el Vaticano sea igual de miserable y bajo como el establo de Belén!

Segunda: ¿Existe una contradicción más evidente, que la descrita en la Biblia del Cristo desnudo en el madero de la vergüenza y el Papa cargado con oro, plata y piedras preciosas, el cual está sentado en su maravilloso trono en vestidos  de seda, dejándose besar los pies y se deja esparcir incienso y al mismo tiempo afirma, que él es el vicario de aquel Cristo crucificado?- Si a todo esto leo por ejemplo en 1ra. de Corintios 4, entonces me sube a decir verdad una silenciosa duda respecto de un vicario de Cristo de esa índole. No puedo relacionar bien una cosa con la otra y me alegraría, si me enterara, de que forma. el discípulo debe estar realmente por encima del Maestro (Mateo 10:24). Los apóstoles pensaban y actuaban sin embargo en forma totalmente distinta, y a la verdad exactamente así como Cristo lo había solicitado,- por lo menos así está escrito en la Biblia.- Pero sigamos!

Tercera: ¿Como concuerda el Renunciamiento a toda riqueza por parte de Cristo y su estricta, siempre repetida exigencia a los apóstoles y discípulos a la total pobreza en contraposición a las incontables riquezas de la iglesia católica, la cual alardea de las mismas, la cual posee justamente más de aquellos tesoros terrenales, los cuales Cristo más condenó y cuyos sacerdotes, obispos y Papas no tienen ni rastros de la pobreza de Cristo y sus apóstoles, por lo contrario  llevan sobre sí más, hasta viven como señores, reyes y emperadores?– Quizás tampoco vea en esto claramente y me podrían mostrar que se puede muy bien hacer lo contrario de lo que dijo e hizo Cristo y sin embargo todavía hacer lo mismo que él. Yo tendría también algunos puntos, en los cuales yo haría con gusto lo contrario de lo que Cristo ha enseñado y hecho. Solo temo que quizás entonces  no resultaría lo mismo. Quizás se me podría mostrar, cómo se debe hacer; el Papa tiene experiencia en esto y yo desearía gustosamente aprenderlo.

Hablo realmente en serio. Pues quisiera realmente nombrar las cosas una vez por su nombre correcto y ponerlas en la luz correcta. Al hacerlo he sacado solo tres puntos. Pero yo hubiera podido mencionar con facilidad treinta y más contradicciones entre Cristo o la enseñanza de los  apóstoles y el ejemplo y el comportamiento de sus representantes. Con seguridad han sido introducidas estas contradicciones en la iglesia a lo largo de los siglos,  por Papas, los cuales se olvidaron de sus obligaciones.

Pero esto no les da ningún derecho de existencia. Si las enseñanzas y mandamientos de Cristo, como ellos afirman, son enseñanzas y mandamientos de Dios, entonces lo son para la eternidad. Y exactamente igual como Cristo, según la Biblia, rechazó a los fariseos y doctores de la ley, tendría que rechazar la corrupción de su iglesia.

¿Con qué conciencia se quiere mantener enhiesta esta increíble tergiversación de la enseñanza de Cristo y hasta participar de ella, siendo esta  reversión de su ejemplo justamente lo contrario? ¿Tiene un Papa, cuya forma exterior de vida es justamente lo contrario de la forma de vida de Cristo, todavía el derecho de hablar en el nombre de Cristo y hasta en su nombre  anatematizar a otros? Ellos a la verdad pueden vivir como quieran; pero si dicen ser el vicario de Cristo, entonces tendrían que vivir tan pobremente y sin todos los tesoros terrenales, así como vivieron Cristo y sus apóstoles según dice la Biblia.

Seguro soy el último que pediría al Papa que  venda ahora el Vaticano con todos sus tesoros terrenales y que el producto, según la enseñanza de Cristo, lo diera a  los pobres (Lucas 18,22). Con razón se temería, que posiblemente ya el sucesor quisiera tener llena la bolsa de Judas y que continuaría realizando la traición a la enseñanza de Cristo aunque tenga que vender el Estado de la Iglesia por segunda vez.

Por otra parte solo quise colocar el dedo sobre las monstruosas contradicciones entre Cristo y sus seguidores, las cuales saltan a la vista. Y esto lo puedo decir: con todos los sofismas del mundo no le sería posible ni a los Papas ni a ninguna otra persona negar estas contradicciones innegables e insalvables. Ellos podrán con brillo exterior, riqueza y poder y mediante la piedad externa, la cual es propia del culto católico, llevar por caminos equivocados a los seres humanos que no piensan, así como también lo hicieran en su oportunidad los altos sacerdotes, doctores de los escritos y fariseos, y como lo supieron hacer desde siempre los sacerdotes de todos los tiempos de todos los pueblos y de todas las religiones; inteligentes y pensantes seres humanos no se van a dejar engañar por ello. Para ellos serán esas contradicciones e inconsecuencias el comprobante más claro e irrefutable para el monstruoso engaño, el cual de esta forma se está realizando a la humanidad, y más lejos, el más claro y seguro comprobante también, que con semejantes vicarios de Cristo, no es posible encontrar ni el rastro de la enseñanza de Cristo ni de su ejemplo.

Por otra parte se me condena en el nombre del cristianismo.- El cristianismo ha  exigido unos 80 millones de sacrificios sangrientos por medio de sus interminables guerras religiosas, sus bárbaras persecuciones a herejes, sus procesos  escalofriantes a las brujas, su inquisición llena de torturas, etc. Esto es más que lo que han tragado todos los poderes paganos de la tierra juntos. El cristianismo  por otra parte, ha sembrado entre los pueblos rasgados por las confesiones y su división en sectas, el odio imaginable más grande, el cual se busca sin éxito en la historia de los tiempos antes del cristianismo, en lugar del amor, el cual formaba el fundamento y el mandamiento principal de la enseñanza bíblica. Y el cristianismo ha dividido a los pueblos cada vez más y ahora después de 2000 años de su “accionar” dejó un caos en la infeliz Europa, como no lo puede exhibir ninguna época de la historia mundial y como no puede ser pensado peor. – Estos son los frutos del cristianismo, y mediante estos frutos hay que reconocerlo.

¿Y si se reconoce así la miseria de hoy en día como verdadero y único fruto del cristianismo, quien no cree entonces, que sería una bendición para la humanidad si este judeo-cristianismo desapareciera del mundo juntamente con todas sus utopías y le hiciera lugar a un pensamiento más sano, a una concepción de vida más verdadera y a una creencia en Dios basada sobre reales conocimientos de la naturaleza?

En el hecho: si la miseria y el caos de hoy en día significan la redención, la cual ha prometido el cristianismo, entonces nos guarde Dios de esta salvación! Nunca estuvieron los pueblos así de esclavizados como hoy en día, después de una liberación de 2000 años por medio del judeo-cristianismo!

No me vengan con la frase hace ya mucho rebatida, que los pueblos de Europa no son mas cristianos y por ello son tan infelices. Por el contrario: casi todos los gobernantes y todos los pueblos de Europa se confiesan expresamente cristianos. Por supuesto la situación de este cristianismo es la misma que la de la representación del pobre Cristo por el rico Papa, de la que hablé antes. Sí, los pueblos de Europa son todos igualmente de cristianos como la iglesia católica de pobre y como los sacerdotes son célibes y como el “Santo Padre” está lleno de amor hacia sus enemigos, como por ejemplo lleno de amor hacia mí. Pero ellos son cristianos, y a decir verdad igual de cristianos como antes, cuando los cristianos se degollaban en las guerras religiosas, en las persecuciones de herejes, etc.; solamente que hoy en día en lugar de persecuciones a los herejes, guerras religiosas etc., el cristianismo se expresa de otra forma. No como antes. Porque antes se odiaban las confesiones (por orden de la Iglesia!), hoy en día se odian los pueblos.

¿Acaso es sorprendente esto? Este giro del orden, esta inversión de los propios principios en su contrario, este acuerdo del odio ilimitado con el mandamiento del amor están  absolutamente fundamentados en el ser del cristianismo! Si Cristo mismo no sólo se autonombró el samaritano misericordioso, sino también como un rey que se venga tremendamente de sus enemigos y los deja estrangular delante de sus ojos (Lucas 19,27), como un juez, el cual condena a sus contrincantes sin misericordia al castigo del infierno eterno; como uno que no vino para traer la paz sino la espada y para instigar al hijo contra su padre y a la hija contra su madre (Mateo 10,34).

¿No han actuado los Papas de todos los tiempos según este modelo contra los enemigos de la iglesia? ¿Acaso no ha tenido toda la cristiandad a través de los siglos ante sus ojos el ejemplo del odio sin nombre, de aquellos que proclaman el amor? ¿No tenían que aprender los pueblos de este ejemplo? Seguro- y ellos lo han logrado muy bien.

De este tipo de enseñanzas contradictorias se encuentran en el cristianismo una gran cantidad y si no son contradictorias, entonces son exageradas y por ello irrealizables.

Que me digan: que cristiano no se preocupa por el día de mañana y no se pregunta: ¿qué comeremos, qué beberemos, con qué nos vestiremos? Una despreocupación de esta clase solo se la pueden permitir a lo sumo los curas y los cristianos ricos! Si lo hicieran los pobres, se morirían de hambre por millones, como se puede observar en China. ¿Y que cristiano le da además su sobretodo al que le acepta el saco, le da, al que le pega en la mejilla derecha también la izquierda, o se alegra cuando sufre persecuciones por amor a Cristo? ¿Acaso no protesta hasta el Papa en voz alta y fuertemente por supuestas persecuciones de sus ovejas en otros países, en lugar de que se alegre y regocije, como lo pide la Biblia (Mateo 5,12)? ¿Acaso no los amenaza con la muerte a los que le pegan? ¿Dónde queda ahí la mejilla izquierda? Si hasta los mismos vicarios de Cristo muestran a través de su comportamiento, que no cumplen la palabra de Cristo, si en muchas e importantes cosas hacen lo contrario,- ¿que es lo que se puede esperar de los mismos cristianos?

Así guarda el cristianismo en sus enseñanzas más importantes el germen de la discordia y de la imposibilidad de cumplir las enseñanzas, y con ello de la disolución y de la transformación en lo contrario en sí mismo y se revela así en una pura utopía. ¡Hay de aquel que las sigue! ¡El corre a su propia perdición! A través de dos milenios ha demostrado el cristianismo en toda relación y en todos los pueblos esta su imposibilidad de cumplimiento y la reversión de las propias enseñanzas a lo contrario. Comenzó en todas partes con el amor (salvo en Alemania, donde a nuestros antepasados fue impuesto por la fuerza) y terminaba con el odio. Vinieron monjes pobres y pronto  el tesoro de la iglesia era más grande que la bolsa del estado. Humildemente pedía en todas partes que se le dejara entrar y ávido de poder exigía pronto el estrangulamiento y la muerte de todos sus opositores. Surgieron sectas y nacieron un nuevo odio y una sangrienta  persecución. Siempre y reiteradamente prometía la suerte y traía la espada.

Papas desalmados invocaban al cristianismo como tiranos sin Dios y sanguinarios verdugos religiosos sin conmiseración. El cristianismo le extendió a cada maldad la mano; sabe fundamentar como ética cada tergiversación hasta de los mismos mandamientos; ofrece a los pueblos y “jefes de estado”, para seglares y religiosos la mejor ayuda para realizar también las injusticias más grandes y burdas con la conciencia tranquila y cristiana y de cubrirlas con el manto de la religión. Y todos se consideran con el derecho de hacerlas, como los centenares de sectas se creen que solo ellas poseen la verdad. Todas afirman actuar en el nombre del cristianismo. ¡Que es lo que no sucedió en el nombre del cristianismo! ¡Que delitos, que vicios, que mentiras no  habría, las cuales no se habrían hecho en el nombre del cristianismo – comenzando con la increíble y sangrienta lucha entre católicos y arrianos en el siglo 4to., hasta la bendición de tanques, cañones y aviones de guerra como así también otras armas asesinas con las cuales los cristianos de hoy demuestran su amor cristiano! ¿No es la burla más tremenda sobre todo lo que significa religión?  No, el cristianismo no hizo a los pueblos felices; por el contrario produjo desgracia indescriptible.

Ninguna de las historias del mundo fue escrita así con sangre, como la historia de la iglesia, la cual yo ya como teólogo solamente con verdadero terror leía y tenía que estudiar. Y la historia de la iglesia es la historia de Europa. ¡Si entonces Europa hoy en día, después que el cristianismo la había impregnado durante tantos siglos con sus enseñanzas, pero en igual  cantidad de siglos ha demostrado de miles de maneras su total falta de poder y su corruptibilidad; yo digo, si Europa ha cosechado como fruto del cristianismo el mayor de los caos de todos los tiempos, entonces sería una locura después de tantas veces querer volver a intentarlo con este judeo-cristianismo!  Entonces debe reconocer el mundo finalmente al cristianismo como aquello que es en realidad: una utopía nacida de un verdadero espíritu judío, para desgarrar a los pueblos y transformarlos en esclavos sin voluntad; y por ello hay para Europa solamente un camino para salir de este caos: la liberación final y total del cristianismo judío.

Con esto no se debe negar al cristianismo todos y cada uno de los méritos, pero justamente en el campo de lo ético y religioso, de lo que se trata en primera línea, le ha producido a la vida propia de los pueblos los daños más grandes a través de la implantación de puntos de vista y costumbres ajenas a los mismos. Las costumbres de los antiguos germanos por ejemplo, estaban muy por encima de las costumbres de los alemanes cristianizados como lo atestiguan Tácito y otros escritores. Díganme ¿que valores éticos y religiosos ha dado el cristianismo por ejemplo al pueblo alemán? Si para ello se toma el hecho ya nombrado, que el cristianismo con su persecución de los herejes, quema de brujas, guerras religiosas, inquisiciones, inútiles cruzadas etc., las cuales eran todo menos “por Dios deseadas”, han causado hasta hoy cerca de 80 millones de víctimas de sangre. Esto ya  no es solamente  más que todos los inconversos  poderes malignos del mundo han tragado, sino también deja ver la verdadera cara del cristianismo judío y comprender su verdadero valor. Pues en vista de aquellos 80 millones de sacrificios de sangre no expiados, debe enmudecer cada uno de los méritos del cristianismo, si los hubiera. El mismo se ha hecho indigno de toda razón de ser, ¡Sí, debería él mismo por vergüenza, hundirse en la tierra!

Finalmente se me condena en el nombre del catolicismo: aquél catolicismo, el cual desde el comienzo del registro del tiempo cristiano, ha entendido como ninguna otra secta cristiana, de rabiar contra sus opositores con fuego y espada, y así ha  pisoteado con los pies el mayor de los mandamientos, el mandamiento del amor; aquel catolicismo, el cual ya nos ha introducido en el corazón, en nuestra más tierna infancia, el odio contra nuestros conciudadanos protestantes, los hijos del mismo pueblo, y ha vivido de este odio por siglos; aquel catolicismo, el cual combatía con sus dogmas de la edad media, con el cuchillo, contra todo progreso del espíritu; obligó a un Galileo a retractarse de sus conocimientos científicos; escribió bibliotecas enteras contra el sistema solar de Copérnico y cuya aceptación sabía posponer por siglos; aquel catolicismo, el cual nos indicaba, a nosotros curas, a combatir con todos los medios y sin influencia de cualquier conocimiento la moderna enseñanza de la descendencia y nos imponía el juramento de modernista; el cual nos obligaba anunciar a los creyentes, en contra de nuestro mejor saber y nuestra conciencia, como verdad, dogmas que hace mucho habían caducado y como no verdad los descubrimientos  de la ciencia moderna.

Y lo que a mí mismo se refiere, he llegado a conocer a este catolicismo, a la verdad lo suficiente en carne propia y en el alma propia: él era el que me seducía en mi más tierna infancia con promesas celestiales; el que me obnubilaba los sentidos con incienso, canto y sonido de órgano; el que me confundía mi alma de niño con la amenaza de los peores castigos del infierno: me torturaba con miedo a interminables torturas del alma y así despertó en mi, un inmaduro niño de 13 años, la decisión de ir al convento,  en parte por un así llamado amor a Dios, en parte por admiración por la iglesia, en parte como penitencia por “pecados” imaginados.

Y entonces el convento me  robó totalmente mi vida personal propia; en años de mala educación. Con la ayuda de una constante imaginación, con castigos y cilicios, con el tener la obligación, me  transformó en una herramienta de los superiores sin  poder propio de decisión; me  impulsó y llevó  día a día a una vida contra la naturaleza, y me  dejó saborear toda la desgracia, la cual la enseñanza masificada del convento en niños sin experiencia trae consigo, ya que los transforma en seres célibes anormales, los cuales apenas todavía merecen llamarse seres humanos. A la verdad, desde mi punto de vista, es un delito una enseñanza de esta clase; un delito realizado en cada niño que cae como víctima en sus manos.

Y el mismo catolicismo fue el que me metió luego en el sacerdocio, en los mas grandes conflictos de conciencia, porque por un lado a través del estudio de la Biblia a lo largo de muchos años me hizo reconocer claramente el error de numerosos dogmas del catolicismo, así como lo presenté en mis escritos y por otro lado no me dio el valor de sacrificar: el sacerdocio, todos los ideales de la juventud, la patria, parientes y posición en la vida por el amor a la verdad descubierta y quedarme en la calle – sin conocimiento de vida, sin experiencia de vida, sin preparación para la lucha por la existencia desnuda.

¡¿Y ahora se me quiere condenar, porque, con un resto de sentimiento de honor, el cual no fue posible ahogarlo ni con la enseñanza de 12 años en el convento ni por las buenas cosas del sacerdocio, tomé el pesado paso y renuncié a todo lo que la vida me ofrecía, solo para darle a la verdad el honor y no llevar una vida de hipocresía?! – ¿No ha pecado grandemente la iglesia católica conmigo y me ha ultrajado, cuando al presentarme esperanzas erradas me dio el impulso para la vida en el convento y así me robó toda la juventud por nada y contra nada , para que finalmente cuando en realidad ya era demasiado tarde, dejarme reconocer, que todo era solamente error?

Y todo esto se lo denomina entonces “las bendiciones del catolicismo”; eso se llama ¡¡¡“la gran suerte de ser católico”!!! Que inmensamente contento estoy hoy, haberme liberado por fin y para siempre de esta “felicidad”! Sí, reconozco gustosamente y abiertamente, que desde entonces estoy tan feliz, como nunca ni imaginaba de serlo en el catolicismo. Y lo que es lo más importante, mi actual felicidad no descansa en sentimientos fatuos y en esperanzas falsas del más allá, las cuales nunca se cumplen; está mas bien fundamentada sobre la segura posesión de la verdad, la cual ella sola nos hace libres; basada también en el estar liberado de todo, con lo que una iglesia vendedora de ilusiones llenaba mi alma; basada finalmente en una nueva forma ordenada de vida,  enfrentada al estado de una inacabable demanda del tipo más bajo, la cual fue despertada en mi a través de una educación verdaderamente despreciable, sí redondeando inmoral, pero no solo en mi, no, en todos aquellos que llegué a conocer en mi paso por la iglesia católica, sus conventos y su sacerdocio y aquellos  como yo, que llegaron a ser víctimas de ella.

No quiero finalizar esta carta sin exclamar: Los días de la Roma Papal y los tiempos del cristianismo judío se han cumplido!

El catolicismo y el cristianismo solo se mantienen sobre muletas; ambos solo son todavía posibles en este mundo actual cristiano lleno de mentira, de apariencia, odio y locura. Pero hoy en día ya hay millones de personas, que han reconocido el verdadero y real ser del cristianismo. Hay millones digo yo, los cuales, a raíz de este reconocimiento le han dado la espalda; millones, los cuales igual que yo, no tienen para nada en cuenta ni amenazas con castigo, ni promesas de alegrías celestiales, los cuales ven estas cosas como elementos de miedo y cuentos de hadas. Nosotros todos no queremos tener nada que ver, ni nada que tener en común con esas cosas, ni en la vida, ni en la muerte, ni en el tiempo, ni en la eternidad.

Pero ahora llamo a que todos aquellos que reciben estas líneas, que ellos sin doblar el derecho y sin miramientos hacia la persona, den su veredicto en este asunto y lo den a conocer, donde y como les sea posible, para que por fin salga una vez el sol de la verdad en el mundo, desaloje los oscuros poderes de la oscuridad y traiga aquella libertad del alma, la cual solo salva al ser humano y lo hace feliz.

2 comentarios

Arte objetivo y arte degenerado

Es fácil distinguirlos.

Sobre el concepto de arte objetivo puede consultarse «Fragmentos de una enseñanza desconocida», de Ouspensky.

Arte Objetivo

Arte objetivo es el arte que nos recuerda que más allá del mundo de las formas, más allá del cuerpo y del alma, existe el espíritu y su mundo eterno.

image066

Arte Degenerado

Arte degenerado es el arte que promueve la perversidad y el encadenamiento del espíritu en todas sus formas. Este arte pretende confundir, degradar, adormecer y esclavizar al hombre.

2 comentarios

René Guénon contra Blavatsky

Para seguir profundizando sobre los engaños y horrores de Madame Blavatsky, hemos tomado como muestra dos capítulos del genial y bien fundamentado libro de René Guénon titulado «El Teosofismo». Comprueben ahora cuan eficazmente desenmascara René Guénon a la charlatana rusa.

Mme. BLAVATSKY Y SOLOVIOFF

Luego de su regreso a Europa se instaló Mme. Blavatsky primeramente en Alemania, en Wurtzbourg, donde acontecieron hechos que interesa consignar. Había invitado a Solovioff a fin de que estuviera algún tiempo a su lado, prometiéndole enseñarle todo y hacerle ver tantos fenómenos como quisiera. Pero Solovioff desconfiaba de sus poderes extraordinarios, y cada vez que Mme. Blavatsky pretendía hacer algún «fenómeno» él la sorprendía en flagrante delito de fraude, tanto más fácilmente cuanto que entonces contaba ella con la sola ayuda de Bavadji, quien la había acompañado en su viaje, del Dr. Hartmann y de una mujer llamada miss Flynes. En septiembre del año 1885, estando Bavadji de paso por París, declaró a Mme. Emilie de Morsier, secretaria en ese entonces de la rama parisiense y que pronto renunciaría, que: «Mme. Blavatsky, sabiendo que tan sólo podría ganar al Sr. Solovioff mediante el ocultismo, le prometía de continuo enseñarle nuevos misterios», y que a veces le hablaba así al mismo Bavadji: «Pero, ¿qué más puedo decirle?, Bavadji, sálveme, halle alguna cosa; ya no sé qué inventar». Mme. de Morsier escribió estas declaraciones, y poco después las envió con su firma a Solovioff. Este, a su vez, publicaría en el año 1892 todo cuanto había llegado a su conocimiento, de modo que las cartas de Mme. Blavatsky y las confidencias orales que le manifestara aparecieron en artículos que fueron recogidos muy pronto en un volumen y traducidos al inglés por el Dr. Leaf bajo el título de: A Modern Priestess of Isis (Una Moderna Sacerdotisa de Isis); esta traducción vió la luz pública bajo los auspicios de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas.

Cierto día Solovioff halló a Bavadji adormecido en estado hipnótico, y escribiendo penosamente algo en lengua rusa, idioma que ignoraba por completo. Se trataba de un supuesto mensaje dictado por un «Mahatma», pero, por desventura, deslizóse en el mensaje un burdo error: omitiéndose algunas letras, una frase que quería expresar: «Felices los que creen», se convirtió en: «Felices los que mienten»; al comprobar esto Mme. Blavatsky se sintió poseída de verdadero furor y pretendió que Bavadji había sido juguete de un «elemental». En otra oportunidad, una involuntaria torpeza de Mme. Blavatsky reveló a Solovioff el secreto de la «Campanilla Astral»: «Cierto día en que se hacía oír su famosa campanilla de plata, un objeto cayó repentinamente cerca de ella, en el parquet. Me apresuré a recogerlo: era una pequeña pieza de plata, delicadamente trabajada y modelada. Inmediatamente Elena Petrowna cambió de expresión facial y me arrebató el objeto de entre las manos. Yo tosí de un modo significativo e hice versar la conversación sobre temas indiferentes». En otra oportunidad Solovioff encontró en un armario un paquete de sobres chinos, exactamente iguales a aquellos en que llegaban habitualmente las presuntas cartas de los «Maestros».

Llegó un momento en que Solovioff concluyó por declarar a Mme. Blavatsky que ya era tiempo de concluir con toda aquella comedia, y que desde mucho antes ya estaba él convencido de la falsedad de sus fenómenos. Pero, a fin de obtener sus confidencias, añadió: «Cumplir la misión que Ud. desempeña, hacerse seguir por multitudes, interesar a los sabios, fundar sociedades en tierras lejanas, ¡crear un movimiento como éste! ¿Cómo es que me siento atraído hacia Ud. aun contra mi voluntad? En toda mi vida jamás había encontrado una mujer tan extraordinaria como Ud., y estoy seguro de que jamás encontraré otra que lo sea tanto. Sí, Elena Petrowna, la admiro a Ud. como a una verdadera fuerza». Mme. Blavatsky cayó en la red de estos halagos, y respondió: «No es por nada que nos hayamos encontrado… Olcott es útil en su puesto, pero en general se parece a un asno (sic). ¡Cuántas veces me ha dejado en el atolladero, cuántas preocupaciones me ha causado con su incurable estupidez! Bastará que Ud. quiera ayudarme y nosotros dos solos asombraremos al mundo, tendremos todas las cosas en nuestras manos». Fué entonces cuando Solovioff se hizo descifrar los verdaderos autores de las cartas de Koot Hoomi, hasta se hizo enseñar la campanilla mágica que Mme. Blavatsky disimulaba bajo su chal, pero no le permitió examinar el mecanismo a su gusto. Para concluir esta conversación ella le propuso: «Prepare el terreno a fin de que yo pueda trabajar en Rusia; creía que jamás podría regresar allá, pero ahora ya será posible. Algunas personas están haciendo allá todo lo que pueden, pero Ud. puede ahora más que ninguna de ellas. Escriba más y más, alabe a la Sociedad Teosófica, excite el interés y cree las cartas rusas de Koot Hoomi, yo le proporcionaré todos los materiales para ello». Ciertamente, Solovioff hubiera podido prestarle los servicios que ella pedía, porque siendo hijo de un historiador célebre y siendo él mismo escritor, ocupaba una posición resaltante en la corte de Rusia. Pero, lejos de aceptar, se despidió de ella dos o tres días después y salió para París, prometiéndose no tentar nada en su favor, ya fuera en los ambientes literarios y periodísticos de Rusia, ya ante la Sociedad de Investigaciones Científicas, cuyo informe estaba entonces en prensa.

Al cabo de algún tiempo Mme. Blavatsky dirigió a Solovioff la carta de la que ya hemos citado algunos pasajes y en la que, pensando que el destinatario la comunicaría a varios miembros de la Sociedad, amenazaba con proclamar públicamente la inexistencia de los «Mahatmas», extendiéndose mucho acerca de su vida privada que no competía a nadie. Varios días después escribía otra carta más suplicando a su compatriota que no la «traicionara». Por toda respuesta, el día 16 de febrero de 1886 Solovioff enviaba su renuncia a Oakley, secretario de la Sociedad de Adyar, dando como principal motivo, el siguiente: «Mme Blavatsky ha querido aprovechar mi nombre y me ha hecho firmar y publicar el relato de un fenómeno obtenido mediante el fraude en el mes de abril de 1884.» Obrar así era un hábito en Mme. Blavatsky, que pensaba retener a sus engañados mediante sus firmas; había dicho a Solovioff: «¿Creería Ud. que tanto antes como después de fundar la Sociedad, jamás encontré más de dos o tres hombres capaces de observar, de ver y notar lo que sucedía a su alrededor? Simplemente, es asombroso. Por lo menos nueve personas sobre diez carecen por completo de la capacidad de observación y de poder acordarse exactamente de lo que sucedió algunas horas antes. ¡Cuántas veces ha sucedido que, bajo mi dirección y revisión, los procesos verbales referentes a fenómenos, fueron escritos nuevamente! Las personas más inocentes y las más conscientes, incluso los escépticos, hasta los que sospechan realmente de mí, han firmado con todo su nombre como testigos, al pie de los procesos verbales, y sabiendo yo muy bien que lo sucedido no era un modo ninguno lo que se consignaba en tales procesos verbales».

Aun cuando Solovioff hubiera firmado como tantos otros, no faltaron algunas excepciones. He aquí lo que el Dr. Charles Richet escribía a Solovioff el día 12 de marzo de 1893: «Conocí a Mme. Blavatsky en París, en 1884, por intermedio de Mme. de Barran… Cuando lo vi a Ud., me dijo Ud. lo siguiente: `Reserve su juicio, ella me ha mostrado cosas que me parecen sorprendentes, mi opinión aún no se ha formado decididamente, pero creo que es una mujer extraordinaria, dotada de propiedades excepcionales. Espere y le proporcionaré las más amplias explicaciones’. Yo esperé, y sus explicaciones fueron bastante conformes a lo que había supuesto desde un principio, a saber: que era sin duda una embaucadora, muy inteligente, en verdad, pero cuya buena fe era dudosa. Sobrevinieron entonces las discusiones publicadas por la Sociedad Inglesa de Investigaciones Psíquicas, y ya no es posible duda ninguna. Esta historia me parece muy simple. Era hábil, diestra, hacía prestidigitaciones ingeniosas, y en un primer momento nos desconcertó a todos. Pero desafío a que se presente una línea mía, impresa o manuscrita, que testimonie algo más que una duda inmensa o una reserva prudente. A decir verdad, jamás creí seriamente en su poder, porque, en asuntos de experiencias, la sola verdadera comprobación que yo podría admitir, ella jamás me ha presentado algo demostrativo». Hubiera sido deseable que el Dr. Richet continuara dando siempre pruebas similares de prudencia y de perspicacia como en dicha época, pero también él, más adelante, habría de firmar procesos verbales de fenómenos mediúmnicos que valían cuanto los de Mme. Blavatsky, y de «materializaciones» comparables bajo cualquier aspecto a las de John King y a los «Mahatmas en muselina» de Babula.

Los informes de Solovioff, que confirmaban el informe de Hodgson, provocaron la renuncia de Mme. de Morsier, de Jules Baissac y de otros miembros, los más expectables de la rama parisiense Isis, que fuera organizada en el año 1884 bajo la presidencia de un ex miembro de la Comuna, Louis Dramard, amigo íntimo de Benoit Malon y colaborador del mismo en la Revue Socialiste, de modo que dicha rama no demoró mucho en verse obligada a disolverse, atribuyendo Dramard dicho resultado a las actividades de los «clericales». Poco tiempo después se formó otra rama para suplir a la de Isis, por obra de Arthur Arnould, también ex miembro de la Comuna (al igual que Edmond Bailly, editor de las publicaciones teosofistas), rama que recibió el nombre distintivo de Hermes. Entre sus miembros estuvo, ante todo, el Dr. Gérard Encausse (Papus), quien fungía de secretario, y varios ocultistas de su escuela. Mas, en el año 1890, a raíz de un diferendo cuyas causas jamás fueron completamente dilucidadas, Papus y sus seguidores renunciaron o fueron expulsados. Papus pretendió luego que, cuando ya había presentado su dimisión, se enteró de hechos singularmente graves que lo habrían determinado a pedir su expulsión. Como quiera que fuera, ese asunto provocó a su vez la disolución de la Hermes, decidida el 8 de septiembre de 1890, y casi en seguida se efectuó otra reorganización. La nueva rama se llamó Le Lotus, y fué presidida también por Arthur Arnould, «Bajo la alta dirección de Mme. Blavatsky», pero a su vez debería ser transformada, en 1892, en la «Logia Ananta». Después de esto los teosofistas acusaron repetidas veces a los ocultistas franceses de «hacer magia negra»; sus adversarios les replicaron reprochándoles su «orgullo» y su «embriaguez mental». Por lo demás, querellas de esta índole distan mucho de ser infrecuentes entre las diversas escuelas a las que se podría denominar «neoespiritualistas», y casi siempre tienen una violencia y una aspereza inauditas. Como lo hicimos notar poco antes, todas estas personas que predican la «fraternidad universal» harían bien comenzando por dar pruebas de sentimientos un poco más «fraternales» en las relaciones que mantienen entre ellos mismos.

En lo que hace especialmente a la acusación de «magia negra», es el elemento que los teosofistas emplean más habitualmente, y lo lanzan casi indistintamente contra todos aquellos a los que consideran enemigos o rivales. Ya vimos cómo se formulaba esa acusación contra los miembros de la «Orden del Rocío y de la Luz», y ya lo hemos de hallar otra vez en un caso más alejado: en una disputa entre teosofistas. Por lo demás, la misma Mme. Blavatsky fué la primera en dar el ejemplo para actitudes de esa índole, pues en sus obras alude frecuentemente a los «magos negros», a los que denomina también Dougpas y «Hermanos de la Sombra», oponiéndolos a los «Adeptos» de la «Gran Logia Blanca». En realidad, los Dougpas son en el Tibet los Lamas Rojos, es decir: los Lamas del rito primitivo, anterior a la reforma de Tsongkhapa; los Lamas Amarillos, los del rito reformado, son denominados Gelougpas, no habiendo entre ellos antagonismo ninguno. Es dable preguntarse, entonces, por qué Mme. Blavatsky profesaba tal rencor a los Dougpas. Quizás había fracasado en alguna tentativa por entrar en relaciones con ellos, sintiendo desde entonces una profunda decepción y consiguiente animosidad; ésta es, sin que nada podamos afirmar de una manera absoluta, la explicación más verosímil, y también la más conforme al carácter colérico y vindicativo que hasta sus mejores amigos han debido reconocer en la fundadora de la Sociedad Teosófica.

LAS FUENTES DE LAS OBRAS DE Mme. BLAVATSKY

Una vez conocidos suficientemente el carácter y la vida de Mme. Blavatsky, podremos hablar un poco acerca de sus obras. Si no se deben a revelaciones de ningún «Mahatma» auténtico, ¿de dónde proceden los conocimientos bastante variados de que dan prueba? Esos conocimientos habían sido adquiridos por ella, de un modo natural, en el curso de sus numerosos viajes, así como también mediante lecturas, aunque hechas sin método y bastante mal asimiladas. El mismo Sinnett ha dicho de ella que poseía: «…una cultura vasta, aunque un poco salvaje». Se narra que durante sus primeras peregrinaciones por el Levante en compañía de Metamon, estuvo en algunos monasterios del Monte Athos, y que descubrió en sus bibliotecas, entre otras cosas, la teoría alejandrina del Logos. Durante su estada en Nueva York leyó las obras de Jacob Boehme, que sin duda fueron casi todo lo que llegó a saber referente a teosofía auténtica, y también las de Eliphas Lévi, a las que tan frecuentemente cita; probablemente leyó también la Kabbala Denudata de Knorr de Rosenroth, y varios otros tratados sobre Kábala y Hermetismo. En las cartas que Olcott dirigía durante esa época a Stainton Moses se mencionan algunas obras de carácter bastante variado, por ejemplo, leemos esto: «Remito a Ud., para una interesante compilación de hechos mágicos, a los trabajos de (Gougenot) de Mousseaux, quien, aun siendo un católico ciego y creyente implícito del diabolismo, ha recogido una multitud de hechos preciosos, que el espíritu esclarecido y emancipado de Ud. estimará en su valor. También encontrará beneficioso leer los trabajos sobre las sectas orientales y las órdenes sacerdotales; hay algunas particularidades interesantes en Modern Egyptians de Lane». En otra carta siguiente a la anterior, además de mencionarse L’Etoile Flamboyante y la Magia Adamica, de las que ya hemos hablado, se trata acerca de un escrito hermético anónimo titulado The Key to the conceiled Things since the beginning of the World (La llave para las Cosas Ocultas desde el Comienzo del Mundo). En otra carta más recomienda Olcott a su corresponsal la lectura de la obra Spiritisme dans le Monde (El Espiritismo en el Mundo) de Jacolliot, y otros libros del mismo autor acerca de la India, libros que, por lo demás, no contienen absolutamente nada serio. Sin duda, todas estas lecturas eran las que el mismo Olcott hacía por ese entonces con Mme, Blavatsky, y de las que decía en esa misma carta escrita en el año 1876: «Espere a que nosotros tengamos tiempo de concluir su libro, y entonces hallará al ocultismo tratado en buen inglés; muchos misterios de Fludd y de Filaletes, de Paracelso y de Agripa, están interpretados de manera que cualquiera que lo desee puede leerlos».

Así pues, según estas frases, Olcott y otros más colaboraban en la redacción de lsis Develada, del mismo modo que, más adelante, Subba Rao y otros colaborarían en la redacción de la Doctrina Secreta. He ahí una muy simple explicación de las diversidades estilísticas que se notan en estas obras, y que los teosofistas atribuyen a la diversidad de «Maestros» que dictaban los pasajes. A este propósito se ha dicho que a veces Mme. Blavatsky hallaba al despertarse veinte o treinta páginas de una escritura diferente de la suya, páginas que eran la continuación de lo que había escrito en la víspera. No discutiremos este hecho en sí mismo, pues es perfectamente posible que en estado de sonambulismo haya escrito realmente durante la noche lo que hallaba a la mañana; los casos de esta índole son lo suficientemente comunes como para que no haya lugar a maravillarse. Y haremos notar que el sonambulismo natural y la mediumnidad frecuentemente marchan aunados, y hemos explicado precedentemente que los fraudes debidamente comprobados de Mme. Blavatsky no obligaban a negarle toda facultad mediúmnica. Así pues, podemos admitir que desempeñó a veces el papel de «médium escribiente»; mas, como sucede muy frecuentemente en tales circunstancias, lo que ella escribía entonces no era más que el reflejo de sus propios pensamientos y de los de aquellos que la rodeaban.

En lo que respecta a la procedencia de los libros utilizados por Mme. Blavatsky en Nueva York, algunos de los cuales podían ser muy raros y difíciles de hallar, sabemos por Mme. Emma Hardinge Britten, ex miembro de la primera Sociedad Teosófica y miembro también de la H. B. of L., que: «Con el dinero de la Sociedad, Mme. Blavatsky compró y guardó, en su calidad de bibliotecaria, muchos libros raros cuyo contenido apareció en Isis Develada». Además, vimos anteriormente que heredó la biblioteca del barón de Palmes, la que contenía especialmente manuscritos que fueron utilizados de un modo similar, como lo expuso el doctor Cowes, y que junto con las cartas del Swami Dayanando Saraswati tuvieron el honor de ser transformados ulteriormente en comunicaciones de «Mahatmas». Finalmente, también pudo hallar fuente en los papeles de Felt y en los libros utilizados por éste para preparar sus conferencias sobre la magia y la «Kábala Egipcia», elementos que le dejó cuando desapareció; es a Felt a quien parece deberse la primera idea de la teoría de los «elementales», y que atribuyó gratuitamente a los antiguos egipcios.

En cuanto a las doctrinas propiamente orientales, Mme. Blavatsky tan sólo supo del Brahmanismo e incluso del Budismo lo que cualquiera persona puede saber, y no lo comprendió mucho, como lo prueban las teorías que les aplica y también los contrasentidos que comete a cada instante en el empleo de términos sánscritos. Además, Leadbeater ha reconocido formalmente que: «…ella ignoraba el sánscrito», y que: «…el árabe parece ser la única lengua oriental que haya conocido» — sin duda la había aprendido durante su permanencia en Egipto —, y a esta ignorancia del sánscrito atribuye la mayoría de las dificultades de la terminología teosófica, dificultades tan notables que determinaron a Mme. Besant a substituir por equivalentes en idioma inglés la mayoría de los términos de origen oriental. Estos eran tomados muy frecuentemente en un sentido que jamás tuvieron en realidad de verdad. Vimos ya un ejemplo a propósito de la palabra «Mahatma», la que fué substituida por «Adepto», y hallaremos otro en la expresión «karma» que, a pesar de todo, fué conservada. Algunas veces Mme. Blavatsky forjaba palabras que no pueden existir en sánscrito bajo la forma que ella les da, como «Gohat»; que parece ser una corruptela de «Mahat»; en otras oportunidades, con elementos tomados de lenguas orientales diversas fabricaba sus expresiones, y así se hallan algunas compuestas mitad de sánscrito y mitad de tibetano o mogólico, como «devachan» en lugar del sánscrito «deva-loka», y también «Dhyan-Chohan» por «Dhyani-Bouddha». Además, y hablando de un modo general, esos términos orientales, empleados algo errónea y atravesadamente, casi siempre nos sirven más que para disfrazar conceptos puramente occidentales; en lo que hace al fondo de la cuestión, sirven para desempeñar un papel análogo al de los «fenómenos»; es decir, para atraer una clientela que se deja impresionar y captar fácilmente mediante las apariencias, y por ello los teosofistas jamás podrán renunciar completamente a esos recursos tanto locutivos como de hechos. En efecto, hay muchas personas que son seducidas por lo exótico, incluso por el de calidad más mediocre, y que son perfectamente incapaces de verificar el valor de ese exotismo. Un «snobismo» de esta especie no es factor extraño al éxito del teosofismo en ciertos medios.

Diremos una palabra más en lo que concierne especialmente al origen de los textos tibetanos calificados de muy secretos, y que Mme. Blavatsky citó en sus obras, de un modo especial las Estancias de Dzyan, incorporadas a la Doctrina Secreta, y la Voz del Silencio. Estos textos contienen muchos pasajes que han sido manifiestamente «interpolados» o incluso inventados en todas sus partes, y otros que han sido por lo menos «arreglados» para conformarlos a las ideas teosofistas; en cuanto a sus partes auténticas, simplemente fueron tomadas de una traducción de fragmentos del Kandjur y del Tandjur, publicada en el año 1836, en el volumen XX de la obra Asiatic Researchs — Calcuta —, por Alexandre Csoma de Köros. Este señor, de origen húngaro y que se hacía llamar Scander-Beg, era una persona original que había viajado durante mucho tiempo por el Asia Central a fin de descubrir, mediante la comparación de los idiomas, la tribu de la que procediera su nación.

Del amalgama de todos esos elementos heterogéneos que hemos indicado, procedieron las grandes obras de Mme. Blavatsky: Isis Develada y Doctrina Secreta, obras que fueron lo que debían ser consiguientemente a tales condiciones de origen, o sea: compilaciones indigestas y sin orden, verdaderos caos en los que algunos documentos interesantes se encuentran como ahogados en medio de un cúmulo de aserciones sin valor alguno. Sin duda, sería perder tiempo procurar buscar allí dentro lo que puede ser hallado mucho más fácilmente en otros sitios. Además, abundan los errores y las contradicciones, de modo tal que las opiniones más opuestas pueden hallar en esa obra su justificación. Por ejemplo: se dice sucesivamente que hay Dios y luego que no lo hay; que el «Nirvana» es aniquilación y luego que es todo lo contrario; que la metempsicosis es un hecho y después que es una ficción; que el vegetarianismo es indispensable para el «desarrollo psíquico» y más adelante que es simplemente útil, y así por lo demás. Pero todo esto se comprende sin hacer gran esfuerzo, pues, aparte de que las ideas de Mme. Blavatsky variaban en gran medida, escribía también con una rapidez prodigiosa, sin referirse ni verificar jamás las fuentes ni, probablemente, a lo que antes había ya escrito. Sin embargo, esta obra tan defectuosa es la que ha constituído siempre el fondo de la enseñanza teosofista, y a pesar de las correcciones que se le han hecho bajo el pretexto de «interpretación», goza siempre en la Sociedad de una autoridad incontestada, y si no contiene la doctrina íntegra, completa, por lo menos contiene los principios fundamentales, en tanto cuanto sea posible hablar de doctrina y de principios cuando se está frente a un conjunto tan incoherente.

Cuando hablamos de autoridad incontestada, la aplicamos sobre todo a la obra Doctrina Secreta, pues no parece deberse otro tanto a la obra Isis Develada. Así, por ejemplo, al determinar Leadbeater una especie de «plan de estudios» para el teosofismo, recomienda vivamente la primera de estas dos obras, a la que llama «El libro mejor entre todos», pero ni siquiera menciona a la segunda. Indicaremos aquí una de las razones principales de esa reserva, que se explica fácilmente: es la comparación de estas dos obras lo que hace resaltar de un modo muy especial las variaciones y contradicciones que señalamos poco antes. Entre otras cosas, escribió Mme. Blavatsky en Isis Develada: «La reencarnación, es decir, la aparición de un mismo individuo, o más bien de su mónada astral, dos veces en un mismo planeta, no es una regla en la naturaleza; es una excepción, como el fenómeno teratológico de un niño con dos cabezas. Es precedida por una violación de las leyes armónicas de la naturaleza y no sucede sino cuando esta última, procurando restablecer su equilibrio quebrado, rechaza violentamente a la vida terrestre a la mónada astral tomada del círculo de necesidad por crimen o por accidente». Es fácil reconocer en ese pasaje la influencia de la H. B. of L. Efectivamente: la enseñanza de esta Hermandad, aun cuando sea absolutamente «antireencarnacionista» en tesis general, admite sin embargo, bien erróneamente, algunos casos excepcionales, y exactamente tres: el de los niños que nacen muertos o mueren de poca edad, el de los idiotas de nacimiento y, finalmente, el de las encarnaciones «mesiánicas» voluntarias, que se producirían aproximadamente cada seiscientos años (al final de cada uno de los ciclos llamados Naros por los caldeos), pero sin que el mismo espíritu se encarne nunca más de una vez, y sin que haya consecutivamente dos encarnaciones similares en una misma raza. Los dos primeros de estos tres casos son los que Mme. Blavatsky ha podido comparar a «fenómenos teratológicos». Más adelante, cuando el teosofismo se tornó «reencarnacionista», estos dos mismos casos continuaron siendo casos de excepción, pero en el sentido de que se admite la posibilidad de una reencarnación inmediata, mientras que para los casos normales se suponía entonces, como ya lo dijimos, un intervalo de mil quinientos años. Por otra parte, Mme. Blavatsky dió en afirmar que: «…los que no han comprendido son los que acusan al autor de Isis Develada de haber hablado contra la reencarnación; cuando se escribió esa obra no había ninguno, entre los espíritus ingleses y norteamericanos, que creyera en la reencarnación, y lo que se dijo sobre este tema fué destinado a los espíritus franceses, cuya teoría es absurda y carece de filosofía… y que creen en una reencarnación inmediata y arbitraria». Sin embargo, fué a estos espíritus de la escuela de Allan Kardec, a la que perteneció anteriormente, a quienes Mme. Blavatsky pidió la idea de la reencarnación, aun cuando le hiciera algunas modificaciones o introdujera perfeccionamientos, si se quiere, para hacerla más «filosófica», cuando la retomó después de haberla abandonado temporariamente por estar bajo otras influencias. En cuanto al pasaje de Isis Develada que hemos citado, está muy claro y es de fácil comprensión: no se discute sobre las modalidades de la reencarnación, no se hace cuestión acerca de si es inmediata o si se difiere; es la reencarnación misma que, en la generalidad de los casos, se rechaza pura y simplemente. Una vez más se nota aquí, evidentemente, la mala fe de Mme. Blavatsky, y se comprueba que es ella la primera en sostener que se había comprendido mal su pensamiento cuando se descubrió en sus escritos alguna aserción molesta, o hasta alguna contradicción formal. Sus continuadores habrían de seguir ese ejemplo, empeñosamente, cada vez que fuera de su agrado introducir en la enseñanza teosofista algún cambio más o menos importante.

Comentarios cerrados

Las armas parapsicológicas de la guerra futura

Por José María Herrou Aragón

Desde la más remota antiguedad se utilizan técnicas parapsicólogicas para el dominio y control de la mente humana: rezos grupales, maldiciones metodicamente ejecutadas, ritos de magia negra, etc. Aun hoy siguen practicándose, y con los mismos fines: dominar y esclavizar a la humanidad.

En tiempos modernos, tomando como ejemplo a la Segunda Guerra Mundial, se utilizaron profusamente estas antiguas técnicas, como complemento de las armas y de los ejércitos visibles. Pueden leer sobre esto las recomendaciones de Alice Bailey en su libro «La exteriorización de la Jerarquía», donde se describen los objetivos y las técnicas, en este caso al servicio de la Sinarquía Mundial. También los rosacruces de AMORC y muchísimos grupos similares hicieron idéntica tarea.

Siempre me interesé por estos temas y dediqué gran parte de mi vida a su investigación. Una vez que realicé nuevos descubrimientos en este campo de la Parapsicología Militar, y en posesión de un arsenal de eficaces nuevas técnicas que descubrí tras años de experimentación, a causa de su peligrosidad dudé por mucho tiempo en darlas a conocer, incluso cuando dicté mi conferencia «La Guerra Parapsicológica», en 1978.

En esos años estaban de moda varios libros sobre este tema, que nada aportaban y solo servían para confundir y para desviar la atención del público. Había libros sobre los experimentos parapsicológicos en los países comunistas, en los Estados Unidos, etc. Libros llenos de tonterías, como el artículo de la revista OMNI, creo que del año 1983 u 1984. Estaban las ficciones malintencionadas del agente Jacques Bergier, escrito para confundir, titulado «La guerre secrete de l’occulte». Estaba el libro de Remy Chauvin, «Les défis de la guerre future», de 1978, cuya lectura o fotocopiado estaban prohibidos en la Biblioteca Nacional de Francia. Había varios libros en inglés, de distintos autores, como «Psychic Warfare», «Mind Wars», «Psychic Warrior», etc. Recuerdo un libro serio, aparecido en Estados Unidos, que por sus revelaciones fue retirado y secretamente prohibido, hoy existente en forma expurgada y deforme, sobre la utilización de diferentes drogas para aumentar los poderes parapsicológicos. Este Libro se titulaba «Operation Mind Control» y su autor era Walter Bowart. Muchos libros corrieron la misma suerte, a causa de que las técnicas reveladas en ellos eran perfectamente aplicables al uso militar.

Estos libros e investigaciones se prohiben o se hacen desaparecer porque la sinarquía que controla el mundo no desea que sus planes y técnicas sean descubiertos. Es lógico, la sinarquía mundial no desea que cualquier persona fuera de su control pueda conocer y tal vez aplicar exitosamente estas técnicas. Por eso niegan la existencia de estas armas, niegan la realidad de las capacidades parapsicológicas humanas y niegan también a la parapsicología como ciencia. La parapsicología debe ser desprestigiada, y sus cultores tildados de locos, pero ellos la estudian, experimentan y practican en secreto, a salvo de miradas indiscretas. Una cosa es la verdad, a ser conocida por pocos, por los que están en el «secreto», y otra muy distinta lo que puede ser revelado al rebaño humano.

Cuando una persona cualquiera se percata de que posee alguna capacidad parapsicológica y se dirige a un laboratorio para ser estudiado, por todos los medios los «científicos» tratarán de desanimarlo y convencerlo de que no es así, que se trata de un error, de una fantasía. Suelen hacer entonces el aburrido e inútil experimento en que tiene que concentrarse e influir sobre un aparato donde una lucecita gira en forma circular en una u otra dirección, para que trate de alterar con su mente esos recorridos. Logicamente el resultado será negativo o dirán que es negativo, lo cual «probará» que la psicokinesis» no existe. Nada de influir sobre la conducta de seres vivos, como experimentaba yo. Nada de eso, solo influir sobre lucecitas.

Por eso revelé primero mi técnica del Telecomando Sexual, para que cualquier persona pueda comprobarlo y convencerse inmediatamente, sin ninguna duda y en forma divertida, de que las capacidades parapsicológicas existen, son un hecho, son una realidad, mal que les pese a muchos.

Por eso revelé después mis técnicas de Ataque Psíquico, para que cualquier persona pueda aplicarlas si lo necesita.

Por eso revelé a continuación mis técnicas para agrandar las células del cerebro, cargándolas de energía a través de la abstinencia orgásmica y del maithuna, pues eso es lo que aumenta grandemente el poder parapsicológico normal. Todos poseemos ese poder desde el nacimiento y podemos desarrollarlo hasta límites insospechados. Este aumento del tamaño de las neuronas fue luego corroborado cientificamente y publicado en varias revistas científicas y luego en diarios de todo el mundo.

También di a conocer técnicas de autoprogramación, utilizadas por ejércitos de todo el mundo para aumentar la eficiencia de los soldados. La autoprogramación demostró utilidad también para evitar los «lavados de cerebro» a que estamos expuestos.

Di a conocer mis técnicas parapsicológicas, los resultados de mis investigaciones, para que la humanidad dormida e inerme pueda tener a su alcance armas poderosas para defenderse mejor de quienes pretenden la esclavización mundial. Me dije «la sinarquía está, las armas en su poder están, y cada día le va mejor. Démosle pues armas también a los perdedores de esta guerra, y veamos que ocurre. Ya que no podemos evitar la guerra, hagámosla equilibrada». Y así fue como publiqué mis libros. Todas las técnicas que están allí son armas, armas parapsicológicas.

Luego di a conocer mis ideas religiosas y teológicas, por milenios brutalmente perseguidas, cuando comprobé que muchos de mi seguidores tenían dificultades para identificar debidamente al enemigo. Lo hice para que cualquier persona pueda descubrir quién es él mismo, en qué juego infernal lo han metido, quién es realmente el enemigo y qué puede hacerse. Consideré que este libro, «La religión prohibida», era necesario, para que los lectores interesados sepan hacia donde deben ser dirigidos los proyectiles.

Esta guerra por la liberación, o quizás deberíamos decir batalla, pues la Guerra es Eterna y existirá mientras exista el demiurgo, tal vez en algún momento sea librada exclusivamente en terrenos parapsicológicos, en las dimensiones de la mente o del espíritu. Haríamos bien en prepararnos para ello. Si la esclavizacion universal continúa aumentando, y todo nos hace pensar que es así, tal vez las armas parapsicológicas dejen de ser un complemento de las armas físicas para convertirse en las únicas armas que podremos usar.

Si nos quitan Internet, o la telefonía, o aumentan el control sobre estas vías de comunicación, como ya está ocurriendo, si no podemos comunicarnos entre nosotros, o si llega ese día en que nadie podrá comprar ni vender sin el chip de la Bestia, ese día tal vez debamos librar esta guerra en total soledad, solos con nosotros mismos y con los poderes parapsicológicos de nuestro Espíritu.

Si los tres pilares (militar, financiero y religioso) de la Dictadura Mundial Sinárquica, denominada Gobierno Mundial para consumo de la masa descerebrada, logran terminar de consolidarse, solo contaremos con los tres pilares de las armas de nuestro Espíritu: la Gnosis que nos despierta y nos guía, la energía acumulada que hace funcionar nuestras armas, y las técnicas o armas parapsicológicas propiamente dichas.

Y cuando la suerte esté echada, no olviden que los poderes de nuestro Espíritu son infinitamente superiores a los poderes del alma del enemigo, pues nuestro enemigo actúa con el alma, no con el Espíritu. Si actuara con el Espíritu estaría de nuestro lado, sería uno de nosotros.

Jamás olvideis, para que nada de este mundo sea salvado.

Jamás desmayeis, porque AUNQUE TODO PAREZCA PERDIDO SIN REMEDIO, LA VICTORIA FINAL ES NUESTRA.

Ejemplo de ataque psíquico en el film Scanners

14 comentarios

Todos los hombres despiertos son millonarios, pero no todos los millonarios son hombres despiertos

Todo hombre que despierta es un hombre despierto en un mundo de hombres dormidos, por lo tanto le resultará sumamente fácil hacer y tomar lo que le plazca (dinero, sexo, etc.).
 
Todo hombre despierto necesita mucho dinero. Para llevar a feliz término su misión. Para ejecutar mejor la guerra que libra diariamente en el Valplads, el campo de batalla de este mundo, el mundo del demiurgo, donde todo guerrero combate hasta vencer.
 
Una vez, Gurjieff, hombre despierto, les hizo una demostración a sus alumnos sobre lo facil que es para un hombre despierto ganar mucho dinero en breve tiempo: delante de sus discípulos Gurjieff ganó una pequeña fortuna en una tarde. Pueden ver ese relato en «Fragmentos de una enseñanza desconocida», de Ouspensky.
 
Pero no todos los millonarios son hombres despiertos. Existen hombres-robot que han sido programados para ganar mucho dinero. Hay muchos de ellos. Así como hay otros que han sido programados para seducir mujeres, para tener éxito en el estudio, etc., estos están programados para el dinero. Son hombres dormidos y nada más. No tienen ningún mérito, esas máquinas humanas son polvo y al polvo volverán después de muertos.
 
Hay otro tipo de millonarios: los que han hecho un pacto o alianza con el demiurgo satanás, a cambio de renunciar al Espíritu. A ellos el demiurgo les permite ganar y acumular muchísimo dinero, aunque paralelamente los llene de desgracias y sinsabores. Hay muchos de estos monstruos golem también, pero el traicionero demiurgo los desintegrará en el pralaya. ¡Menudo castigo les reserva!
 
En este sitio web están todas las ténicas para despertar y liberarse, solo deben leerlas y practicarlas cuidadosamente. Todo en este sitio web está planificado para ayudar a despertar, desde las técnicas prácticas hasta las descripciones de la ética y de las conductas de un guerrero.
 
Para un hombre despierto es facil hacerse rico rapidamente ¡Pero como podría ganar dinero un idiota que se hace porquerías con la mano! Quien no abandone la masturbación y las eyaculaciones siempre será un dormido. Un ente que no sirve ni para jugar con tierra.
 
Recuerden siempre esto: En el país de los hombres dormidos, el hombre despierto es rey.

Aquí está Gurdjieff cuando era joven y trabajaba de hipnotizador profesional. Aún no se había hecho millonario con su Orden Esotérica (Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre). Ouspensky halló esta foto y por respeto no se atrevió a revelar la profesión de Gurdjieff. Esto y otra cosa mas constituyen los dos elementos que Ouspensky, según dice en su libro «Fragmentos de una enseñanza desconocida» decidió no revelar. Nosotros la incluimos para que los lectores la conozcan, tratando de que nada permanezca secreto para ellos.

21 comentarios