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Gnosis Primordial Entradas

El secreto serpentino de Shiva Lucifer

Por Christian C.

Shiva es sin dudas un apelativo del propio Lucifer , siendo muy prominente en la cultura de la antigua India.

Su morada, el monte Kailas, es un sitio extremadamente frío y helado, que induce la imagen de «la piedra fría», siendo la fría morada en que reside Shiva , acompañado de sus serpientes, entre las que se destaca el Naga Vasuki enroscado en su cuello.

Su Trishul o tridente además es un arma de los Siddhas, y en el marco del hinduismo tiene múltiples significados. Estas tres puntas del Trishul señalan su dominio sobre los tres modos o Gunas de la naturaleza material o Prakriti. (Satva guna o bondad, raja guna o pasión y Tama guna o ignorancia).

Además el estar sobre las tres instancias del tiempo, conocidas como pasado ,presente, y futuro. Y en una condición trascendente por sobre el Ahankara (El principio de identificación erróneo del Yo con el sujeto anímico), el karma, y la ilusión o Maya.

En ese estado trascendente, de completa liberación sin posibilidad de ser influído por nada material, Shiva-Lucifer se halla en un estado de perfecta existencia plena o eternidad, conocimiento infinito y bienaventuranza ilimitada. Aspectos que han sido denominados en sánscrito como Sat-Chit-Ananda.

Este es el mismo simbolismo y significado de las 3 líneas horizontales, o Tilak, con que los sadhus Shivaistas marcan sus frentes.

Se destaca también el tercer ojo ubicado en su entrecejo (sitio en que se sitúa el Ajña chakra, vinculado a la glándula pineal), por el que Shiva puede reducir a cenizas y destruir el mundo entero.

Y asimismo su tambor Damaru, que toca en forma rítmica cuando debe llevar a cabo la destrucción, en su danza Tandava. De allí que Shiva sea conocido como Nataraja, o «El rey de la danza».

Su cabello enmarañado se dice que contiene el flujo del Ganges, lo cual significa que domina completamente el flujo cual río del conocimiento oculto, y el flujo energético-serpentino de múltiples shaktis o potencias.

Su cuerpo está asimismo cubierto de cenizas del crematorio, donde es muy aficionado a visitar y danzar, o para conceder su dádiva a algún Sadhu-Aghori, quienes realizan su sadhana en el cementerio, meditando sobre tumbas y cadáveres, y bebiendo en un cráneo humano.

Así Shiva es la fuente de todos los siddhis o poderes místicos que estos Aghoris, Kapalikas, Vamacharins, Naga babas, y otros sadhus poseen.

Sadhus que como seguidores de Shiva, a veces deambulan completamente desnudos y cubiertos de cenizas, como los Naga babas, y/o llevando también un tridente ,tambor damaru, y cráneo como recipiente.

El significado y simbolismo de la serpiente con que Shiva es siempre retratado,tiene varias explicaciones, que se extienden desde el folclore popular a explicaciones más esotéricas, asociadas al tantra, y el yoga místico.

Enumerando las principales razones que se atribuyen a la serpiente ,llamada Vasuki, alrededor del cuello de Shiva, se pueden mencionar:

– Las serpientes por lo general inspiran temor en muchas personas, y una profunda idea arraigada en el inconsciente colectivo, asociada a la muerte. Por lo que Shiva portando la serpiente en su cuerpo, indica claramente que está libre del temor y la muerte.

La serpiente siempre ha estado directamente vinculada a la sabiduría prohibida, y la inmortalidad. Por lo que es otra indicación de Shiva como conociendo los misterios más secretos, y en la plataforma trascendental, más allá de la muerte y todo lo fenoménico de este mundo.

Vasuki se halla enroscada 3 veces alrededor del cuello de Shiva, lo que sugiere que Shiva, no se halla bajo la influencia del tiempo, sino que posee completo dominio del tiempo en sus tres fases de pasado, presente y futuro.

– La Shakti o energía siempre es representada como una serpiente, debido al movimiento ondulante y serpentino de las ondas energéticas, a su movimiento de ascenso y descenso, similar a como se desplaza una serpiente. Shiva posee completo dominio de la Shakti, así como, siendo el modelo de Yogi perfecto , del poder ofídico que se halla dormido en la base de la espina dorsal.

Cuando a través de prácticas yógicas o tántricas la serpiente/lagarto despierta, se dice que asciende a través de la espina dorsal, en forma ondulante, por medio de dos nadis o conductos sutiles llamados Ida y Pingala. Así, se forma una imagen como de dos serpientes alrededor de un tercer conducto, Shushumna, en el centro de la columna. Esto es como un caduceo , ocurriendo un cruce de energías alrededor de la vara central.

– En la práctica del yógica tántrica, es común que se activen distintos siddhis o poderes místicos. Estos siddhis se dice pueden distraer al iniciado en su sendero a la trascendencia, y como tal son peligrosos como serpientes. Este es otro significado de porque Shiva es representado con serpientes en todo su cuerpo, cuello, brazos, muñecas…. Como disponiendo y manejando estos siddhis.

La serpiente alrededor del cuello de Shiva es llamada Vasuki. Las serpientes en sus oídos, Padma y Pingala. Las serpientes que porta en sus brazos, Kambala y Dhananjaya, en sus tobilleras Asvatara y Takshaka, y alrededor de su cintura, Nila. Todo esto se refiere en un antiguo texto sánscrito conocido como el Vamana Purana.

La serpiente siempre mantiene sus ojos abiertos, y esto tiene un vínculo con el ojo de Shiva ubicado en su entrecejo, también conocido por muchos ocultistas como «el ojo de Lucifer», que posee el poder para destruir la ilusión, o maya, y vigila custodiando al iniciado en su sendero a la liberación.

También, de las serpientes alrededor de Shiva mencionadas antes ,se le da siempre especial énfasis a Vasuki, la serpiente que lleva alrededor del cuello.

Esto es porque Vasuki cubre la garganta de Shiva. En la garganta se halla un centro energético o chakra denominado Vishudhi. Vishudha significa filtro. Quien logre dominar ese centro energético o chakra, se dice que puede filtrar todo el veneno del exterior, sea veneno físico, o en forma de emociones negativas, malas vibras, etc.

Vishudhi filtra el veneno, y la serpiente porta veneno. El veneno es destilado tornándose antidoto y un elixir….

La serpiente en tal sentido es guardián de un antiguo y secreto elixir, que algunos tántricos y adeptos del sendero kaula logran obtener a partir de cierta segregación glandular, mediante determinadas prácticas, incluyendo la ingesta de algunos Kalas y el sahaja maithuna.

Y este elixir ha sido codificado en numerosos mitos y leyendas como una mezcla de sangre y veneno de serpiente.

Es del propio veneno de la serpiente, que se destila el antídoto y en una elaboración más refinada, el elixir alquímico de transmutación.

El poder venenoso de la serpiente contiene en si el poder de su propia cura o sanación. Así, desde antiguo algunos tántricos y culturas ancestrales aprendieron el arte de utilizar el veneno como antídoto, e incluso de extraer su elixir!

Más este elixir puede ser obtenido ,sea externamente a partir de la propia sustancia generada por la serpiente, y en otro nivel interno, mediante prácticas tántricas del kaula, mediante la segregación glandular.

La misma mordedura de la serpiente confería a algunos chamanes o sacerdotisas el poder serpentino en su propia sangre, siendo inmunes posteriormente a este veneno.

El caso contemporáneo de Bill Haast, quien poseía un serpentario ,y fue mordido no menos de 168 veces, utilizándose su sangre en ocasiones con propósitos médicos, lo prueba. Lo llamativo en su caso es la apariencia que hace unos años tenía de no más de 50 años ,que presentaba en sus ya 90 años cumplidos.

Los símbolos serpentinos de la vara de Esculapio, o el símbolo de Higeya, hija de Esculapio ,portando el caliz con la serpiente enroscada, que posteriormente devino en el emblema de la farmacia, indican que la clave de la sanación del veneno, está en el propio veneno.

Más también hay variaciones de venenos, desde el veneno químico, al veneno más sutil de algunas emociones, pensamientos, o vibras negativas. Y de igual modo, el remedio serpentino también se halla en esa misma vibra u onda energética, de la cual debe destilarse el antidoto.

Se cuenta en los Puranas, que cuando los Devas y los daityas batieron el oceano para obtener el amrita, o néctar de la inmortalidad, muchas cosas emergieron del océano… Pero la más peligrosa fue el veneno Hala hala, que amenazaba a los mismos Dioses.

Para remediar este problema, Shiva se bebió entero el veneno, y reteniéndolo en la garganta, la cual se tornó de un color azul, por lo que a partir de entonces fue conocido como Nilakantha, o «el de garganta azul».

Para evitar que el veneno pasara de su garganta, la consorte de Shiva, Devi, colocó una serpiente en su cuello, que de ese modo retuvo allí el veneno sin dejarlo pasar. Y también la media luna fue colocada en su frente, dándole un efecto refrescante.

Según otra versión, o quizá en otro kalpa o eón, las serpientes que allí habia también ayudaron a Shiva en beber el veneno, razón por la que Shiva agradecido le dio un lugar de honor en su cuerpo a Vasuki,el rey de los Nagas.

En este episodio de la batida del océano, se dice que los Devas o seres celestiales, y los Daityas o seres del inframundo, utilizaron como cuerda a la serpiente Vasuki, enroscada alrededor del Monte Mandara, tirando unos de un lado y otros del otro.

Aquí tenemos un vínculo directo entre la inmortalidad, o el elixir de la inmortalidad y la serpiente, algo que es común en muchas tradiciones alrededor del mundo, y bien conocido por los alquimistas.

Otra versión cuenta que en una época muy lejana, las serpientes estaban en peligro de extinción, y se acercaron a Kailas, la morada de Shiva por refugio .Pero dada la condición fría y helada de Kailas, las serpientes buscaron calor en el cuerpo de Shiva, quien gustosamente las aceptó, y desde entonces siempre le acompañan.

Aunque hay más historias o «lilas» , una que destaca es la de que en cierta ocasión ,Shiva se hallaba deambulando por el bosque luego de haber estado internado en zonas profundas de la foresta meditando. Al retornar hacia el monte Kailas, se encontró con las esposas de unos brahmanes, que al verlo desnudo,se excitaron sintiendo intensa pasión y deseo por el.

Los brahmanes esposos de estas mujeres, se enfurecieron mucho al saberlo, y quisieron vengarse de Shiva. Para esto, con sus poderes místicos asumieron la forma de un tigre, una serpiente, y un enano.

Shiva mató al tigre, poniéndose la piel alrededor como prenda, tomó la serpiente como guirnalda en su cuello, y puso su pie encima del enano. Esta representación de Shiva danzante, o Nataraja, es muy conocida, y aparece pisando al enano, así como ataviado con la indumentaria de la piel de tigre y la serpiente.

Un comentario

Clarificando conceptos errados de algunos Viryas, respecto a la Serpiente!

Por Christian C.

Con toda la carga de tantos siglos de rechazo a la serpiente y lo reptílico en cuanto iniciático, no es de extrañar que incluso en la actualidad, algunos Viryas también mantengan ese filtro cultural, responsable de un daltonismo gnoseológico, cuando se aborda la comprensión de la serpiente.

En primer lugar cabe resaltar ,que se debe comprender a la serpiente desde el símbolo del origen, como bien refiere Nimrod de Rosario. Esta comprensión noológica corresponde necesariamente al ámbito del espíritu en el Origen, y por tanto sería un error adjudicar a esta dimensión ofídica un encuadre en el ámbito del alma.

Los Siddhas mismos, en su expresión de hostilidad esencial, y manteniendo el Vril, han elegido expresarse bajo este aspecto, que aún mantienen en el mundo de Agartha.

Y así debe ser hasta partir definitivamente hacia el mundo increado, donde tal ámbito incognoscible es puramente rúnico.

Más, la estrategia de adoptar el aspecto reptil, obedece a razones claras, de mantenerse fuera de todo lo anímico, y desde la sangre fría eludir todo el torbellino arquetípico sin ser capturados por tal despliegue o entramado.

Por supuesto también existen expresiones hiperbóreas de combate y hostilidad desde el furor bersekir, como el lobo y el oso. Más nuevamente, en estas formas mamíferas, el aspecto depredador y de ataque tiene su raíz y expresión en el cerebro reptil.

Así en tales casos, la dimensión anímica ha quedado completamente resignada, y el guerrero oso o lobo, un Virya o incluso Siddha bajo tales aspectos, mantiene como eje de sus movimientos tácticos el depredador reptil.

De modo que es claramente comprensible, que sea desde lo duro y frío, la piedra y el reptil (Que en la instancia iniciática vienen a ser lo mismo) como debe movilizarse un Siddha.

No debe confundirse esta cuestión con arcontes demiúrgicos, que en ocasiones también despliegan un aspecto reptiloide u ofídico, más en este caso la diferencia es clara, ya que no exhiben la hostilidad esencial al mundo de la materia, ni tampoco la orientación o eje focalizado en el Origen.

Y en este caso, si estamos tratando con una expresión arquetípica reptiliana.

Esta aclaración es sumamente importante, a fin de no confundir a los hombres lagarto hiperbóreos de Venus con un tipo de variedad de raza alienígena, creación del demiurgo.

Es decir, los hombres lagarto de Venus (Qué se les denomina así por haber entrado a este mundo por la puerta de Venus, y no por que su última procedencia sea Venusina ) no son una raza de este mundo.

El antagonismo esencial del demiurgo a gigantescos reptiles de antaño, quedó en evidencia con la extinción provocada de los dinosaurios.

La forma como fueron encontrados los fósiles de muchos dinosaurios, con la cabeza echada hacia atrás, el lomo y cola invertidos y los miembros retraídos, sugieren una muerte por asfixia o envenenamiento., Más lo sorprendente, es que esta «extinción» no afectó otras formas de vida presentes ,sean seres acuáticos, anfibios ,cocodrilos, etc.

Por lo que se trató sin dudas de una «muerte selectiva», y por tanto planificada.

La confusión de este tema de los reptilianos se acrecienta con la desinformación sinárquica expuesta por algunos ufólogos, proponiendo que los llamados reptilianos u hombres lagarto, son una más de las tantas razas de esta creación., De otros planetas dicen, pero como parte de la «creación en este universo»., Y ese es el error fundamental, ya que los hombres lagarto proceden del mundo increado, Hiperbórea.

Y en la actualidad, se hallan en el mundo extra-dimensional de Agartha, en conexión con Venus.

Como bien se refiere también en los Fundamentos de la sabiduría hiperbórea, Lilith y Lucifer no son arquetipos, sino un recuerdo en la memoria de sangre o Minne, de la pareja original.

Y recordemos que Ophis Lucifer es el Dios serpiente, así como Lilith la mujer serpiente. Por lo que, estos aspectos serpentinos, ofídicos, corresponden claramente al ámbito del espíritu en el Origen.

Hay viryas quienes bajo esta confusión de conceptos ( Debida en parte a impureza de sangre, resabios de influencia cultural judeocristiana,y desinformación sinárquica) , han considerado que tanto la sangre fría reptil como la sangre caliente mamífera debieran ser resignadas, (como si se trataran ambas de un componente Pasú), para arribar a la sangre hiperbórea.

Clarifiquemos esto., En primer lugar, la sangre caliente mamífera corresponde al Pasú, que era un homínido. No así la sangre fría reptil.

Los Siddhas, todos ellos, cuando entran a este mundo, incluso antes de dividirse en dos grupos, asumen por igual la forma reptiliana.

De modo que la matriz reptil, y su sangre fria, proceden de los Siddhas ( Siddhas traidores cuando copulan con la raza Pasú, , pero Siddhas al fin), y no del Pasú como obra del demiurgo. El Pasú era tan solo un homínido, clase Neanderthal.

Es a partir del Cromagñón, padre de la actual raza blanca, que aparece el Virya perdido, poseyendo tanto una matriz homínida ( herencia o legado del Pasú) como una matriz reptil ( legado de sangre hiperbórea).

De modo que , no es como plantean algunos Viryas, que uno debe entrar o ubicarse primero en la sangre reptil, para desde allí ir mas allá de la sangre fría reptil a la sangre hiperbórea. Por el contrario, la sangre fría reptil, es la expresión racial del espíritu hiperbóreo en este mundo.

Su primera manifestación de hecho, desde que los Siddhas entran por la puerta de Venus, y aspecto que mantienen al día de hoy en Agartha, como bien se puede advertir en la descripción del Siddha Kiev: ”pues le otorgaba el indudable aspecto de un ser de otro mundo, o perteneciente a una Raza desconocida, eran sus ojos carentes de pupila, sólo compuestos por un iris color verde esmeralda: esos ojos, desprovistos de expresión humana, testificaban la inquietante evidencia de que la Historia del hombre ha olvidado algo; algo que quizá sea inevitable recordar en nuestra Época”…

Porque también sino la referencia que se da de Ophis Lucifer, el Dios serpiente?

Es posicionándose en la sangre fría, resignando la vida anímica ( expresión esta de la sangre caliente mamífera) , como puede reflejarse en forma clara y consciente el símbolo del origen, con la frialdad hacia todo este mundo, y en hostilidad esencial.

Tampoco es que que haya que salir de la sangre reptil, o resignarla, para expresar el furor bersekir desde «una sangre hiperbórea que estaría más allá o fuera de la sangre reptil». Mas bien, es desde la sangre fría reptil hiperbórea, en que tal estado es expresado.

Que son los Saurios acaso sino una expresión reptil de puro furor bersekir?

De modo que el Virya, desde su naturaleza hibrida , debe primero dominar y resignar el aspecto simiesco., Tal es la obra al negro o Nigredo ,en t térrminos de la alquimia. Luego, debe posicionarse en su lado reptil, es decir la etapa conocida como Albedo. ( Sangre fría, y Arquicéfalo).

Este aspecto se mantiene en forma estratégica hasta la batalla final!

Batalla que tendrá lugar no solamente en este y otros planos de significación, sino también en el contexto venusino reptílico del origen, ya que fue a partir de ese ámbito y su proyección en este plano, que tuvo lugar el desacuerdo y división de los Siddhas en dos bandos.

Finalmente, en la partida definitiva de este mundo, se consuma la obra al rojo luciferino o Rubedo.,En esta instancia el espíritu hiperbóreo es pura runa, y puede expresarse o manifestarse en distintos aspectos, desde lo absoluto, infinito e increado.

Un concepto que da lugar a equívocos a veces es el símbolo del Pasú de la espiral.

Aunque en una primera aproximación se puede asociar con la serpiente, por su aspecto en forma de espiral cuando se halla enroscada, no obstante esto, en Fundamentos de la sabiduría hiperbórea se explica que tal espiral representativa del Pasú, corresponde a la matriz funcional del desarrollo evolutivo, y es expresión semiótica del designio caracol.

También se distingue luego respecto a distintas formas de espiral.

El tema de la relación entre el designio serpiente y el designio caracol ha sido magistralmente expuesto por el Pontífice , Nimrod de Rosario ,en Fundamentos de la sabiduría Hiperbórea, y no requiere mayores comentarios., Más conviene citar textualmente al Pontífice, para dejar asentado en forma clara este punto :»Es claro, pues, que la ley de evolución está expresada por la espiral fija del designio del caracol y no por la espiral variable del designio de la serpiente» ( FSH, Tomo 2, artículo C , El caracol y la serpiente).

Por lo que, retomando el punto inicial , sería erróneo , tomar tal símbolo del Pasú como representativo de la serpiente.

Y de cualquier modo que esto se quiera ver o interpretar, ninguna relación tiene con Ophis Lucifer, el Dios serpiente.

Otro error y desviación en que caen algunos viryas es postular que debe primeramente resignarse y eventualmente matar a la serpiente. Nimrod de Rosario jamás dice que haya que matar a la serpiente, sino comprenderla, desde el origen.

En todo caso cuando se plantea resignar a la serpiente o combatir al dragón, debe precisarse que se esta aludiendo al aspecto serpentino demiúrgico kundalini, o el dragón demiúrgico Enlil. También se habla en un sentido figurativo del dragón de Sodoma, etc.

Mas el énfasis en esta cuestión, no debiera obnubilar u hacer olvidar el propio aspecto reptil hiperbóreo de los Siddhas.

En tal sentido, bajo la perspectiva de combate, hay quienes plantean enfrentarse a la serpiente, el reptil, y el dragón.

Y omiten o desconocen que en el retorno al origen, cuando se propicia la activación de las matrices reptílicas del origen, el Virya debe ir asimilando los aspectos , esencia y poder de la serpiente ( Su sabiduría y veneno/antídoto/elixir), el lagarto ( la sangre fría) y el saurio ( furor bersekir).

Del mismo modo, han entrado Siddhas a este mundo, bajo el aspecto de Saurios, hombres lagarto, y hombres serpiente.

Ni tampoco es valido el argumento que lo rúnico angular sea contrapuesto a lo serpentino sinuoso, ya que en el caso de Lucifer y los Siddhas leales, el aspecto reptil es completamente funcional a la estrategia rúnica.

El Yo aislado en la arquémona de la runa Odal , ha resignado completamente el sujeto y entorno anímico, posicionándose en la sangre fría del reptil.

Y el tránsito noológico al Selbst, es porque la serpiente ha «adquirido alas», de igual modo que la representación alada del Pegaso unicornio octópodo, implica una elevación por sobre la condición del alma, orientándose al espíritu.

Así el Virya es como un Quetzalcoatl, o serpiente con alas, o incluso también como Siddha un dragón alado.

Y no deja de ser significativo, los colores con que se ha representado alegóricamente el modelo analógico del espíritu esfera. En su condición normal, verde por dentro y rojo por fuera. Lo cual en el contexto reptil aludido, sugiere la imagen de un lagarto verde con cresta roja.

Luego, en la reversión, el interior verde ha sido exteriorizado. Lo cual sugiere la difuminación del Vril , ( Vril evocado en el sugerente verde reptil, que debe recuperarse). Y el rojo, expresión de hostilidad esencial del furor bersekir, ha quedado oculto o estratégicamente neutralizado. Tal el significado oblicuo de los colores representativos en la analogía del espíritu esfera.

Siguiendo con las aproximaciones erradas o desviadas, otro error es el que afirman ciertos viryas respecto que luego de comprender la serpiente con el signo del origen, se debe comprender el dragón con el símbolo del origen.

La confusión radica aquí en que el signo del origen es la expresión externa ( visible para el virya despierto) del símbolo del origen que se halla en la sangre astral. Es decir, el símbolo del origen, se expresa externamente ( dicen que en la zona del oído) como el signo del origen. No son dos expresiones rúnicas distintas. Luego, la comprensión de la serpiente con el símbolo/signo del origen, es una comprensión noológica, por lo que ya comprende todos los aspectos en que pueda manifestarse la serpiente, incluyendo los más oblicuos, como el dragón.

De allí que comprender a la serpiente con el símbolo del origen, ya comprende o incluye la comprensión del aspecto dragón.

Para concluir esta revisión y análisis de algunos conceptos desde la sabiduría hiperbórea, aunque en muchos mitos se presentan en forma contrapuesta al ave ( águíla , pájaro, pavo real etc) y la serpiente, y en otros en forma conciliadora de opuestos, no es acertado concebir al águila ( u otra ave en cuestión), como un aspecto de necesaria comprensión luego de la serpiente y el lagarto. Al respecto, el valor iniciático de las alas , representativo de las aves, ha sido también incluido en un plano de expresión de la serpiente sumamente oblicuo. Tal es el caso de Quetzalcoatl, » La serpiente emplumada», o incluso los mismos dragones. Ya que el dragón, es después de todo, una clase de serpiente alada.

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Revisión mitológica y yendo más allá de los tapasignos culturales, en cuanto a la Serpiente

Por Christian C.

El estigma y rechazo de la figura de la serpiente y el reptil, se halla profundamente arraigado en el inconsciente colectivo. Este condicionamiento , a partir de una programación cultural, ha generado una actitud casi mecánica, de rechazo, temor, y hasta en algunos repugnancia. Si bien la marca del estigma tiene claramente una impronta esencialmente judeocristiana, este rechazo a la figura del reptil se ha ido gestando en numerosos mitos a lo largo del tiempo, ya desde época incluso anterior al cristianismo.

Se trata de una maniobra de control psicosocial, para bloquear el acceso iniciático al potencial reptil, y lo que este representa.

Así, se han estructurado mitos, como tapasignos culturales, en que la serpiente o el dragón se presentaba como nefasto ,debiéndosele combatir.

Debe acotarse que los mitos se expresan en múltiples planos de significación, según el lenguaje connotado, algunos de ellos sumamente oblicuos. Mas, desde las tácticas sinárquicas de control psicosocial, la expresión arquetípica de los mitos se estructura en una primera instancia como los tapasignos culturales que se encuentran en cada mito.

A esto deben sumársele las mutaciones y adaptaciones que sufren los mitos por hibridación cultural, deformación en algunos casos, y sincretismo con otros mitos.

En este estudio lo que se procura es rescatar de la profundidad del mito , el aspecto iniciático ofídico, que se ha presentado y cubierto de muy diversas formas.

Podemos apreciar como en antiguos mitos previos al cristianismo, del mundo pagano, todavía se conservaba cierto valor iniciático de la serpiente, incluso cuando el escenario era presentado en forma de combate o contienda.

Así encontramos diversos mitos, como aquel donde Zeus vence a Tifon, Apolo a la Pitón, Hercules a la Hidra de Lerna, Perseo a Medusa, Krishna a Kaliya, o Marduk a Tiamat.

No obstante, en todos estos casos asoma un vínculo de cada uno de estos Dioses/héroes con la serpiente.

Así , encontramos que hay al menos tres instancias en los mitos, en que Zeus asume la forma de una serpiente.

El hiperbóreo Apolo porta el caduceo serpentino, y a el se hallaba consagrado el oráculo de Delfos, donde oficiaban las Pitonisas, llamadas así por su poder profético, en honor justamente a la serpiente Pitón.

En el caso de Hercules, encontramos que la etimología de su nombre remite al sanscrito Hara Kala, epíteto de Shiva, que como bien es sabido, siempre se le retrata ornamentado con serpientes Nagas que le acompañan.

El caso de Medusa y Perseo, ha sido brillantemente explicado por Nimrod de Rosario, en El misterio de Belicena Villca, y se refiere precisamente, que la Gorgona , conocida como Pyrena, era la Diosa del fuego frio en las iniciaciones de la casa de Tharsis, y como en la deformación del mito, Perseo pasa a representar al héroe cultural Golen.

Respecto a Krishna, aunque se enfrenta a Kaliya , desterrándolo del río Yamuna, en otras variantes del mito, acorde a los Puranas, es Kaliya precisamente quien transporta como Vahana ( Vehículo) a Krishna, a través del Yamuna, hacia la ciudad de Mathura.

También cabe acotar, que en el hinduismo, Krishna es considerado un avatar de Vishnu, quien reposa como lecho en la serpiente de múltiples cabezas, Ananta Sesha.

Y con relacion a Marduk, el ultimo de los ejemplos citados, es conocido en la mitología sumeria como hijo de Enki, representado a veces como serpiente. Por lo que es hijo de la serpiente, portando su esencia.

En la mitología nórdica por otra parte, los roles de los Dioses y serpientes como Jormungandr y Nidhog, son considerados como complementarios, en una contienda o enfrentamiento que culmina en el Ragnarok, en forma cíclica.

No obstante, mas allá de esto, el propio Odin ( Wotan) , asume la forma de una serpiente, cuando se lleva el elixir preparado por unos enanos con la sangre del sabio Kvasir.

Entrando ya en el marco de la cultura judeocristiana, se observa ya un cambio radical respecto a la serpiente , exponiéndola en una concepción escatológica , como el adversario y enemigo que debe combatirse sin tregua hasta el final de los tiempos.

Así, aparece la figura del tentador o acusador, tomada de la cultura cananea ,y conocido hoy día incluso por los árabes como Shaitan o Sheitan.

Este tentador o Sheitan tiene su prototipo y equivalente, en el Seth egipcio y el Ahriman persa, figuras que en sus respectivos contextos mitico-cosmogónicos, tienen también su representación como serpiente.

Y aquí es donde comienza la degradación cultural y estigma de la serpiente, ya que si bien en el mito hebreo se presenta a Sheitan como una clase de aliado del Dios bíblico Yaveh, el demiurgo, no obstante esta serpiente, en su rol de tentador, es maldecida por Dios, debido a » haberse excedido en su prueba tentadora de Adan y Eva», engañándolos.

A partir de aquí ,la serpiente será todavía mas estigmatizada posteriormente por el cristianismo, tal como se ha representado en tantos mitos y arte del cristianismo.

Así surgen imágenes de santos combatiendo dragones, como San Jorge o San Miguel, San Patricio expulsando las serpientes en Irlanda, o la virgen María aplastando la serpiente.

No obstante, durante un tiempo en el folclore medieval del cristianismo, existió una leyenda en que alternativamente podía San Jorge derrotar al dragón, o a la inversa el dragón vencer a San Jorge.

Algunos mitólogos han interpretado esta clase de contienda con victoria y derrota alternas, en este y otros antiguos mitos similares, como un reflejo mitico-folclórico de la alternancia de las estaciones del invierno y el verano.

Y así también el conocimiento oculto del dominio de las energías serpentinas, quedo encriptado bajo la leyenda de San Antonio que se dice paso por pruebas de «tentación de demonios en forma de serpientes» ,o incluso la tradición local en Cucullo, Italia, de San Doménico, en cuya celebración local se lleva en procesión su imagen, con tallas de serpientes, e incluso se reparte entre la gente dulces en forma de serpiente.

Del mismo modo se explica el enfrentamiento, de algún modo «equilibrado» o «complementario» en el relato mítico, de Dioses como Horus y Seth, Ormuz y Ahriman, Odin y Loki, Quetzalcoatl y Tezcatlipoca, etc.

Resulta notorio que en estos últimos ejemplos dados (Seth, Ahriman, Loki y Tezcatlipoca) tienen todos ellos una representación o aspecto de serpiente.

De allí, que a partir de mitos como los mencionados, incluso muchos de ellos distorsionados, modificados o sincretizados con otros mitos, resulta siempre evidente la presencia de la serpiente en el ámbito oscuro, caótico, y del inframundo.

Es desde esta consideración que algunos cultos demiúrgicos, buscando ocultar el secreto de la serpiente, también crearon un cosmovisión polarizada de carácter solar vs lunar, en que relegaban todo lo oscuro al ámbito lunar, y en algunos casos también apropiándose de aspectos serpentinos desde su polaridad solar.

Luego, debe recordarse que el aspecto reptil o de hombres lagarto, fue el asumido por los Siddhas al entrar en este mundo por la puerta de Venus. , Incluso los Siddhas traidores, quienes posteriormente camuflaron su aspecto reptil con el de seres alados angelicales.

Así es como el termino Serafin tiene su raiz en Seraph o Serpiente.

Más recordemos que en El misterio de Belícena Villca, cuando se menciona el encuentro en Venus de la virgen de Agartha con Lucifer, se lo menciona también como Serafín.

Similarmente , el mismo demiurgo tiene asimismo un aspecto draconiano, como aquel que se presentara a la princesa Isa en el episodio del rey Nimrod y los Kassitas.

Considerando este aspecto draconiano demiúrgico, llamado Enlil, es comprensible que en la arqueología también se hallaran medallas del siglo l, con la representación del demiurgo Yaveh en forma de serpiente, en incluso la consorte atribuida a Yaveh, Asherah , también se representara en forma serpentina.

Mas este aspecto serpentino demiúrgico puede ser completamente neutralizado mediante Ophis Lucifer, el Dios serpiente.

De igual modo algunos arcontes demiúrgicos también presentan ciertos rasgos de tipología reptil. Mas se hallan en oposición a los hombres lagarto de Venus, los Siddhas hiperbóreos.

Un mito donde se presenta el combate con un dragón, mas a la vez se destaca un secreto iniciático, es cuando Sigfrido mata al dragón Fafner. La sangre de Fafner salpica a Sigfrido, quien prueba su sangre, pudiendo «entender la lengua de los pájaros». Recordemos que tras la forma alada de los pájaros subyace el reptil, que se hallaba antes de las aves. Así es que, la sangre del dragón Fafner, sangre de reptil, actúa como un poderoso disparador en la memoria de sangre de Sigfrido, pudiendo entender la lengua de los lagartos.

Un mito literario donde la figura del dragón recibe un carácter iniciático, incluso cuando el caballero le combate para darle muerte, es en el de la leyenda del rey Arturo y sus nobles caballeros.

En las leyendas de la saga artúrica es común la contienda o enfrentamiento entre dos dragones, uno rojo, y uno blanco, que en términos simbólicos representaban respectivamente los reinos de Uther Pendragon (padre del legendario Arturo) y su enemigo Vortigern.

Mucho se ha escrito y comentado de estas leyendas, pero muy poco respecto al secreto ofídico que allí se oculta.

En el lenguaje esotérico de los símbolos, el blanco y el rojo representan respectivamente el veneno y la sangre de la serpiente, y es de su mezcla como se obtiene el elixir.

Esta «sangre y veneno» se expresan también en distintos niveles de significado ,desde la sustancia química en si pasando por un simbolismo de secreción glandular interna que desencadena experiencias místicas , como también el cruce de energías opuestas y complementarias, otra variedad del «rojo y blanco».

El propio apellido de Arturo, Pendragon, oculta la clave de este misterio, significando «cabeza de dragón». Al mismo tiempo Arturo deriva de «Arthos» oso, concepto que se ha interpretado también chamánicamente aludiendo al tótem del oso, pero cuando al «oso» se le da un apelativo complementario de «cabeza de dragón», pareciera leerse entre líneas que se trata de una clase de oso/dragón.

En el texto Perlezvaus, se cuenta una historia en que Arturo es enviado por su esposa, la reina Ginebra, para rescatar una doncella.

En medio de esta aventura, Arturo es atacado por un caballero negro (sustituto aquí del dragón que mantiene prisionera a la doncella) y herido en el brazo por una lanza, cuya forma semejaba una serpiente.

La propia sangre de Arturo (el dragón ) sana y cicatriza la herida, y luego continua combatiendo y vence al caballero negro.

Tras decapitarlo, lleva la cabeza del caballero negro a la doncella ya liberada, y con este cráneo la doncella unge la herida de Arturo, sanándolo definitivamente.

Aquí se observa en una primera instancia una combinación o mezcla de la serpentina lanza ardiente (el veneno) con la sangre de Arturo. Una mezcla del blanco y el rojo….

Y en una segunda instancia , la sangre del caballero negro (sangre de dragón, que también porta su veneno) es ungida en el brazo de Arturo, que resulta completamente curado.

Esta mezcla alquímica del rojo y el blanco, y la doncella o sacerdotisa serpiente, encierran la clave de todo el secreto.

De estos ejemplos de mitos y leyendas citados, es claro que en la antiguedad la serpiente y el dragón, incluso cuando su rol original ya había sido distorsionado , conservaba no obstante un rol iniciático.

Hasta los casos de combate con un dragón o figura ofídica deben ser entendidos bajo la perspectiva iniciática.

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Viajando a través de los anillos de la Serpiente!

Inspirado por la Diosa Serpiente, y los escritos de Nimrod de Rosario.


Por Christian C.

En una prueba iniciática de antiguos cultos ofídicos, el adepto permanecía desnudo con los ojos vendados, en tanto se escuchaba la melodía extraña y mística de una flauta, que producía como una remembranza de un origen lejano y perdido…

Luego de serle quitada la venda, contemplaba la danza de unas sacerdotisas, cubiertas en seda rojo transparente, que con secretos mudras ofídicos de la danza, sugerían e inducían al recuerdo de antiguos misterios ya olvidados.

Al mismo tiempo, esa danza serpentina, no solamente despertaba la pasión más intensa del adepto, sino que debido a la utilización de mudras y movimientos serpentinos, se despertaba el fuego luciferino , movilizando su propio flujo energético/serpentino.

Seguidamente era invitado mediante señas a reptar dirigiéndose a un sarcófago, donde una de las sacerdotisas, despojándose de su envoltura , rojiza, como piel de serpiente mudada, la depositaba sobre su cuerpo, acelerando así la intensidad de las corrientes ofídicas.

Unas gotas de sangre menstrual le eran vertidas en sus labios (sangre lunar, y de condición infecunda, que de por si, esta «sangre negra», porta un signo de muerte).

Ya recostado dentro del sarcófago, era visitado por varias serpientes que recorrían su cuerpo, debiendo mantenerse inmóvil y expectante, a la vez que se recibía un poderoso influjo ofídico.

Esta combinación energética de pasión y terror que su estructura psico-física generaba (energías de los polos de vida y muerte),( y en combinación con el kalas menstrual de la mujer serpiente) producían una segregación vibracional alquímica que transmutaba al adepto.

Su pasión y luego terror transmutaban su corazón de carne, o emocional, en un corazón frío y helado. El mismo resultado que en los antiguos misterios de la Gorgona se producía cuando el iniciado recibía la mirada mortal del rostro serpentino.

Su aspecto emocional-anímico era resignado , tornándolo un «hombre de piedra».

Las serpientes continuaban recorriendo su cuerpo, y comenzaban a sisear, transmitiendo en la lengua de la Serpiente, los secretos de la muerte y más allá….

En un momento dado el adepto recibía una mordedura de una de ellas, que inoculaba en su sangre el despertar, trayendo así a su conciencia la gnosis oculta….

A continuación sobrevenían visiones místicas de serpientes, de todas clases y colores, algunas terrestres, otras acuáticas, y otras con alas…. Luego esta visión era seguida de otra, donde en vez de serpientes se veían ondas sinuosas de energía en movimiento, y la percepción de la realidad se abría, ya no percibiendo objetos sólidos, sino energía en movimiento.

El adepto contemplaba entonces como se aproximaba un gran agujero negro, que al acercarse era visto como las fauces de una gran cobra negra, que lo tragaba, introduciéndose dentro, como en un tunel sinuoso y espiralado.

Más seguidamente, se encontraba a si mismo como siendo llevado en ese tunel por un rio verde, que curiosamente era llevado a contra-corriente.

En su trayecto se continuaban percibiendo las más extrañas formas ofídicas, y por momentos parecía como estar dentro de una espiral, por momentos que el tunel se trataba de dos serpientes entrelazadas como un caduceo, y también a veces como una circularidad ofídica de Uroboros!

El aliento interno de aquella cobra reverberaba como un siseo, que le contaba historias de ancestrales civilizaciones ya desaparecidas, ritos prohibidos,y terribles secretos.

Y en medio de todo este místico viaje, su forma humana había desaparecido, siendo el mismo ahora una clase de lagarto o reptil que navegaba en aquel verde río ofídico.

Así llegaba a la fuente del río, desde donde emergía, y se contemplaba nuevamente. Era acaso un hombre nuevamente? O un lagarto?, o quizá un hombre lagarto….?

Desde esa fuente del río, y a su orilla, se erguía un inmenso y majestuoso árbol, que daba la impresión de ser, según como se lo observase, un fresno, un manzano, o un roble. Enroscado en el tronco de ese árbol, y hacia sus raíces, se hallaba una gigantesca cobra negra, que siseaba mirando hacia el recién llegado…

Acercándose el iniciado, la serpiente erguía su cabeza siseando más, y fulgurando su mirada con un brillo que por momentos parecía rojo, y por momentos verde… Entonces ya junto a ella, la serpiente acercaba su cabeza hacia el iniciado, y este la veía como más acorde a su medida. Allí la serpiente susurraba entonces en su oído el secreto primordial.
Se han abierto ahora los misterios de la vida y de la muerte para aquel adepto ofídico, que es ahora un hijo de la serpiente, un hijo de la muerte, un Kaput Niger.

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Algunos aspectos introductorios en la comprensión Ofídica de la Sabiduría Hiperbórea

Por Christian C.

Aprovechando la mención que se hizo en el video anterior de los tres cerebros, acotar aquí que este cerebro reptil, no es como los científicos dicen «el cerebro primitivo», sino el cerebro primordial!

Y en esta disposición tripartita de los tres cerebros, tenemos el cerebro frontal, medio, y el paleocerebro o reptil , ubicado en ángulo recto. Aquí podemos comentar sobre el secreto del ángulo recto en cuanto detenimiento de la búsqueda en el laberinto donde el Yo se halla extraviado, denominado Labrelix. Este cese de búsqueda equivale a posicionarse en la sangre fría del reptil.

Nimrod de Rosario hablaba de situarse de espaldas al ángulo recto. Es justamente el paleocerebro donde se halla el lado reptil, en la parte posterior del cráneo. Es decir, atrás, en la espalda. El mismo significado es cuando se dice que el gran antepasado tiene la cabeza girada en sentido contrario y debe rotar para mirar nuevamente al origen.

Mención de la cabellera de serpientes de la Gorgona, significando en un primer nivel las letras del alfabeto Tartesio. En un segundo nivel, una expresión y expansión del potencial del cerebro reptil., Y en un nivel más profundo, el significado aquí es que 16 serpientes de su cabellera representan las 13 más 3 runas. Y las otras dos serpientes restantes representan a la pareja original : La mujer serpiente y el hombre lagarto….. Una alusión también a Lilith y Lucifer.

El símbolo del origen es el símbolo de Ella, La Dama del Origen, la mujer serpiente. Es la comprensión de la serpiente desde lo noológico.

Nimrod de Rosario, en El misterio de Belicena Villca, respecto a la descripción del capitán Kiev, dice:

”Pues le otorgaba el indudable aspecto de un ser de otro mundo, o perteneciente a una Raza desconocida, eran sus ojos carentes de pupila, sólo compuestos por un iris color verde esmeralda: esos ojos, desprovistos de expresión humana, testificaban la inquietante evidencia de que la Historia del hombre ha olvidado algo; algo que quizá sea inevitable recordar en nuestra Época”…

Aquí podemos hacer mención de dos anécdotas:

Una, en la que se cuenta que en ocasiones , tanto en Nimrod de Rosario como en Rosalía, se les traslucían escamas….

La segunda anécdota ,es de cuando en una ocasión estaba Nimrod de Rosario reunido con algunos kamaradas, y estaban dando por TV la película Conan. Cuando aparece la escena en que Thulsa Doom se transforma de apariencia humana en serpiente, Nimrod de Rosario dice al respecto : «Nosotros también podemos hacer eso! «.

Así como hay tres estadios en la caída, y tres niveles en el retorno al origen, también hay tres estados de reptil que el hiperbóreo va despertando y asimilando : 1- Serpiente (Sabiduría que brinda la comprensión noológica de la serpiente, es decir la comprensión desde el símbolo del origen, y el veneno de la serpiente, desde el que se destila el antídoto contra este mundo, y el elixir de los Dioses). 2- El estado reptil. Al recuperar este aspecto, el del lagarto ( que es después de todo una serpiente con patas, es decir una expresión mas completa de la serpiente), el virya se sitúa en la sangre fría, en que se tiene completamente resignado todo lo anímico, y además la sangre fría del reptil permite reflejar claramente el símbolo del origen. 3- El aspecto dragón, el saurio, en que además de los aspectos mencionados previamente, se expresa el furor bersekir!

Podemos mencionar también las piedras de Ica, en que los saurios convivían con humanos, piedras donde aparecen huellas fosilizadas de saurios con humanos, humanos montando dinosaurios, etc. Por supuesto, piedras completamente desprestigiadas por la antropología sinárquica.

Otros autores ocultistas, como Kenneth Grant y Michael Bertiaux también han tratado el tema de la serpiente. Michael Bertiaux combinando gnosticismo con vudú. Tanto en el gnosticismo como en el vudú la serpiente tiene un protagonismo esencial. Y Kenneth Grant nos habla incluso de la mujer serpiente, y el kalas menstrual de la mujer serpiente.

Autores como Lovecraft y Robert Howard ( el autor de Conan) también han tocado este tema de la serpiente y los hombres serpiente, hombres lagarto, o criaturas reptílicas. Recomiendo la lectura de estos cuentos, para estimular la minne, la memoria de sangre, en cuanto al origen reptílico..

Hay tres cuentos de Lovecraft que recomiendo especialmente: El sobreviviente, El lazo de Medusa, y La maldición de Yig. Así como incursionar en la lectura de otros cuentos escritos por el inmortal Lovecraft.

Cito la anécdota de Nimrod de Rosario y Rosalía antes mencionada:

«Hay muchas conjeturas respecto a la apariencia real de “Los Extraterrestres” y no faltan los dibujos, películas o series donde especulan sobre el tema, haciendo un paréntesis que puede aclarar este punto, una noche calurosa de luna, Rosalía dormía junto a un ventanal, y le iluminaba la luna. El brazo derecho que tenía por fuera de su sábana, por la iluminación de la luna se vio «Escamado» color petróleo, con reflejos plateados y se puso a gritar, fue Nimrod de Rosario y ella le explicó lo que pasaba y él le dice: «Ahhh por fin ya lo viste, sonsa, sí descendemos de Ellos, somos lagartos de agua”. Rosalía quedó aterrada pero refutó: «¿No me digas que nos volvemos lagartos? a lo que Nimrod de Rosario responde: «Sí vieja, estamos en el fin de los tiempos y debemos volver a nuestro origen, ¿No te gusta? sí son nuestros ancestros».

Un comentario

La comprensión noológica de la Serpiente

Por Christian C.

La comprensión de la serpiente con el símbolo del origen, implica una comprensión noológica, desde la sangre. Es decir, desde el ámbito del Yo despierto. Dista de la comprensión de la serpiente desde el ámbito psicológico, en cuanto no se halla enmarcada en lo arquetípico. Es una comprensión anclada en el Origen. Tal entendimiento abarca o comprende completamente el designio de la serpiente ( el cual es un designio de designios), a la vez que lo trasciende, elevándolo hacia el Origen, donde es vislumbrado y aprehendido, desde lo increado.

Resulta esencial destacar que no se propicia combatir a la serpiente, ni tampoco la típica conducta devocional tan común en diversidad de cultos, sino una comprensión en que se obtiene o alcanza la sabiduría de la orientación al Origen, y la completa comprensión del designio serpentino que se halla copiado en este mundo.

El aspecto belleza de este mundo, suscitado por la expresión del espíritu en la materia, es comprendido como ilusorio, dada la transitoriedad y carácter efímero de todo fenómeno en el mundo de la materia, a la vez que se destaca el esplendor y belleza del espíritu fuera de Maya o la ilusión de este mundo

No obstante se asimila la comprensión de ambos aspectos. La belleza increada y su reflejo/copia, la belleza creada de este mundo. Aspectos cuya comprensión se traduce míticamente como » el conocimiento del bien y el mal» ofrecido por la serpiente.

Bajo este encuadre , el aspecto Dama también es resignado, desde la comprensión noológica de la serpiente

Ambas expresiones de belleza, tienen su correspondiente expresión semiótica en los movimientos levógiro y dextrógiro de la runa Esvástica.

Y entonces el aspecto de veneno que la mujer porta como imagen de la Serpiente, en cuanto seducción y belleza, tan fascinante como peligroso para el incauto virya perdido, se torna aquí en antídoto sanador y elixir, que remite a la Dama del Origen, la mujer serpiente!

Consideremos aquí , que el símbolo del origen se expresa en una conformación rúnica, de las 13 + 3 runas.

Y cada runa, en un éxtasis rúnico propio, revela todo el significado posible. Alcance energético pleno, que tiene su referente en el símbolo de la serpiente, dado que el designio de la serpiente comprende todas las posibilidades de variantes energéticas

Más también el símbolo del origen es la expresión codificada en imagen rúnica del propio Vril, la Dama del Origen, o Dama serpiente. De allí que el símbolo del origen es el símbolo de la serpiente. Entendiendo claro, se repite la aclaración, la serpiente desde lo noológico

A la vez, en cuanto a la serpiente concretamente, así como abarca o comprende todos los designios, por supuesto también a la serpiente en si misma, es decir todas las matrices serpentinas u ofídicas en el designio serpentino.

Tales matrices incluyen o comprenden todas las variedades de serpientes en sus mas variados aspectos y tipología.

Serpientes de una cabeza, de dos, tres o mas cabezas, serpiente alada, emplumada, etc etc
Y portadoras muchas de ellas de un tipo especifico de veneno, que tiene en el designio serpentino asimismo una contrapartida de antídoto, y preparación de elixir , para quien ha viajado por los anillos de la gran Serpiente, y conoce sus misterios.
Mas lo que el iniciado hiperbóreo toma o rescata respecto al misterio del ofidio, se destaca en 3 niveles:
Primeramente la serpiente, en cuanto a su comprensión se refiere, así como su mordedura iniciática, que le hace portador de su veneno, a la vez que inmuniza de la toxicidad demiurgica del mundo.
El iniciado se torna sabio, a la vez que portador de un poder venenoso. Veneno del que , asimilado, sintetiza también luego su antídoto., Y en combinación con la propia sangre pura ( en su esencia astral) deviene en elixir puro.
En una segunda instancia, prosiguiendo con este sumergirse en las profundidades de lo reptílico, se arriba al aspecto lagarto. Expresión este también de la serpiente, desde una expresión mas amplia…
Es un reptil lagarto, una serpiente con patas… como aquella serpiente en el mito del edén, que se infiere de su lectura, tenia patas y era portadora del habla… Y los bijas o sonidos del comienzo…
De este aspecto reptil, siempre desde el encuadre del origen, el iniciado rescata la particularidad de la sangre fría… Sangre en la que se refleja claramente el símbolo del origen, y posicionamiento desde el que se es completamente inmune al entorno arquetípico en su despliegue anímico.
Lagarto que se encuentra sumergido en las profundidades acuosas del inconsciente, ( dormido en el Virya perdido) , y su pleno potencial en el paleocerebro, o reptílico Arquicéfalo!

Y en una tercera instancia, el aspecto Saurio/Draconiano, que es expresión pura del furor bersekir, en hostilidad esencial al mundo demiurgico.
Y así como la serpiente evoca iniciáticamente a Lilith y Lucifer, o en términos mas precisos, la mujer serpiente, y el lagarto primordial, así también Lucifer posee su expresión draconiana, como el gran Dragon negro….
Dragon del que el aspecto draconiano demiurgico es una mala copia imitativa.
U en todo caso quizá, la expresión draconiana de dos Dioses irreconciliables, ya que en tanto uno procura el cautiverio de los espíritus hiperbóreos, el otro dragón procura su liberación.
Y así como en el negro se disuelven y desaparecen todos los colores ( Sea el despliegue arquetípico dextrógiro y su reabsorción, o el retorno levógiro al Origen, en ambos casos la referencia de la desaparición en un «agujero negro» o insondable negrura es apropiada en su respectivo contexto) así también el negro absorbe y contiene en forma potencial, todas las variedades de manifestación., Sea el rojo de la pasión esencial, o el reminiscente verde de la Minne
Puede absorber todas las manifestaciones que tienen su referente en la pasión esencial del rojo, o expresar de su negrura infinita el rayo verde reminiscente de la Minne.
Todas estas fuerzas tienen su representación draconiana, en el respectivo color que les cuadra.
Por supuesto, el negro se puede decir que esta mas allá de todos los colores, ya que puede absorberlos a todos , y permanecer como tal.

Considerando la expresión del signo del origen en la zona del oído, se entiende que cuando el iniciado hiperbóreo, Virya despierto, toma conciencia de dicho símbolo, equivale a remontar el rio de sangre pura a los bijas o sonidos primordiales, es decir , en una primera instancia a » escuchar la lengua de los pájaros», y ya en el contexto luciferino venusino del Origen, la lengua de los lagartos, la lengua de la Serpiente.
Es decir, se escucha la voz del gran Antepasado reptil, se escucha a la Serpiente.

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Comentarios sobre «La religión prohibida», de Herrou Aragón

Por Christian C.

En su libro La religión prohibida, el profesor José María Herrou Aragón, comenta lo siguiente en el capítulo La serpiente de la salvación:

«Este dios creador los ha creado a Adán y Eva incapaces de distinguir entre el bien y el mal, entre el reino de lo increado y el reino de lo creado. También los creó ignorantes de su origen y su destino.

¿Por qué los había creado así? Según la Gnosis, no quería el creador que los hombres conocieran su verdadero origen. Este mundo ha sido creado contra la voluntad del Dios Incognoscible y el creador no quiere que los hombres sepan esas cosas. No quiere que se den cuenta en qué situación Espiritual se hallan, quiénes son, para qué han sido creados. Quiere que permanezcan en la ignorancia. Por eso les prohibió comer el fruto del árbol del conocimiento. Porque “se abrirían sus ojos”, despertarían y se percatarían de quiénes son y de dónde vienen, en qué situación están y qué deben hacer. Advertirían que el Edén no era un paraíso, sino todo lo contrario.

En la descripción que hace el Padre León Meurin en su libro “La franc-maçonnerie”, cuando comenta las interpretaciones Gnósticas sobre el paraíso terrenal y la Serpiente del Génesis, se encuentran estas ideas: Jehová no quiere que el hombre conozca su origen y su alto destino. Le ha prohibido todo contacto con el mundo superior. Quiere que el hombre lo refleje a él, al creador y no al Dios Supremo.»

Se comprende claramente que el conocimiento del «bien y el mal», en este contexto aludido del Edén, se refiere al conocimiento que permite por un lado trascender la relatividad dual del bien y el mal de este mundo, a la vez que se comprende como auténtico «Bien», la realidad del espíritu.

La negación de este fruto del conocimiento por parte del Demiurgo creador, delata inmediatamente su carácter aprisionador del espíritu, a la vez que la disposición y asistencia de la Serpiente, revela su rol liberador e iniciático.
El hecho que la mayoría de la sociedad, bajo la influencia religiosa judeocristiana, así como por condicionamiento cultural transmitido en forma hereditaria, mantenga un rechazo innato a la serpiente, así como temor , y vinculándola a lo «prohibido por Dios», es un claro indicador de como se ha trastocado la comprensión y valores iniciáticos de antaño.
Si bien una buena parte de la sociedad, se halla secularizada y no adscribe a una doctrina dogmática religiosa, no obstante el «implante» cultural en la psique ha quedado asentado, y la prueba está en que hoy día, bajo modernas teorías de la conspiración, la figura del «reptiliano» es presentada siempre bajo un estigma. Esto es una perpetuación de aquel ancestral anatema de la serpiente y el secreto del reptil, que a todas luces la sinarquía busca ocultar, presentando este tapasigno cultural, en que todo lo reptílico lleva una impronta negativa.

Al mismo tiempo, como bien comenta aquí Herrou Aragon, la serpiente, a la vez que contraria al dios creador, es representativa del Incognoscible.
Esto también fue posteriormente distorsionado, ya que como más adelante refiere el profesor Aragón, Kristos Lucifer fue «culturalmente dividido», asociando Kristo (ahora «Cristo») como un emisario del Dios creador, y contrario a Lucifer.
De modo que el auténtico y original Kristo, es decir Lucifer, o Kristos Lucifer, es la Serpiente!
Siguiendo esta línea de comprensión gnóstica, Herrou Aragón prosigue:

«Pero el hombre despertó, se hizo conocedor del bien y del mal. ¿Cómo logró eso?, la Serpiente tentadora del Edén le dió a comer el fruto prohibido que abrió sus ojos. Según los Gnósticos esta Serpiente es Lucifer, el que trae la Luz. Lucifer significa eso: Portador de Luz. Lucifer tomó la forma de una serpiente para despertar a los hombres. Es un Enviado del Dios Supremo, del Dios Incognoscible. Es un Enviado del Dios Verdadero que penetró en este mundo de miseria, imperfecto y deficiente, para despertar y liberar al hombre, para mostrarle cuál es su verdadera situación y cuál puede ser su alto destino. Por esta razón los hombres que siguen los mandamientos del dios creador ven a la serpiente como algo maligno y satánico, y en medio de su gran confusión la equiparan a satanás.
Por el contrario, los Gnósticos ven a la Serpiente Lucifer como salvadora. Como alguien que vino a salvar a los hombres, como un Enviado del Dios Verdadero. Esta Serpiente iluminadora que trae la Gnosis, la verdad Gnóstica que permite descubrir lo auténtico y verdadero en este mundo de confusión, ha venido a liberar al hombre. Lucifer es el verdadero liberador del hombre. Ha venido a liberar al hombre de la tiranía de Yahvé, de la tiranía del dios creador. Les ha traído a los hombres el conocimiento verdadero capaz de liberarlos, el conocimiento que por sí solo libera, que puede ayudar al hombre a salir de este mundo satánico, a regresar al mundo de donde proviene.
Esta Serpiente es, para los Gnósticos, la Serpiente de la Salvación, la Serpiente que ha abierto los ojos de los hombres, que les ha ofrecido la manzana de la emancipación, para ayudarlos a despertar y liberarse de este mundo de miseria y materia impura.
El creador quiso hacer al hombre como a los demás seres vivos, incapaz de distinguir entre el bien y el mal, y por la acción de la Serpiente se ha despertado y liberado. Indudablemente, dicen los Gnósticos, este conocimiento, esta Gnosis que la Serpiente Lucifer ha traído a los hombres, ha producido un gran disturbio cósmico en la creación. Así es de poderoso este conocimiento. La Gnosis produce cambios en quien la recibe, en quien la escucha, porque no es un conocimiento común y corriente, es un conocimiento que libera.»

Un claro indicio que la Serpiente del edén no era creación de Jehová, se da cuando se refiere que :» la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho..»., Es decir, no se contaba como una creación más de Dios.
Por lo que, su origen es otro., El texto del Génesis bíblico no aclara ,y oculta, cómo apareció allí la serpiente!
Más lo cierto es que la serpiente tiene un origen fuera de este mundo., Es una manifestación de Lucifer, y cuando más adelante se lee la maldición del Dios bíblico a la serpiente, respecto a que en adelante se dice «tendría que arrastrarse», deja entrever muy a las claras, lo que muchos estudiosos y teólogos se han planteado a lo largo del tiempo : Qué previamente entonces, la serpiente tenía patas!
Y también ha llamado la atención, que es quizá la única críatura o figura animal, que con autonomía propia habla en el relato bíblico.
Esta descripción parece ajustarse más bien a la figura de un lagarto, o mejor dicho, dada su facultad del habla e intelecto, de un hombre lagarto!
Y aquí ya estamos en pleno terreno hiperbóreo, ya que, los hombres lagarto, son el aspecto en como se han manifestado los Siddhas, tras haber entrado a este mundo por la puerta de Venus. (Aspecto que comparten todos los Siddhas, ya que esto ocurrió antes de la división en dos bandos opuestos, y en tanto los Siddhas traidores camuflaron posteriormente este aspecto reptil con alas, como seres alados angelicales, los Siddhas leales conservaron este aspecto no permaneciendo más bajo la luz demiúrgica, sino que se retiraron al mundo intraterreno extradimensional de Agartha).
Retornando al punto anterior de la maldición del Dios bíblico, esto fue meramente una artimaña literaria sacerdotal, ya que el infame Demiurgo no tiene ningún poder ni influencia para afectar a Lucifer.
Más el rastro literario quedó allí, en cuanto el aspecto real original de aquella Serpiente. Es decir, se trataba de un «Hombre lagarto».
Aspecto que después de todo (el lagarto) es una expresión más desarrollada de la serpiente.

Referente al tema de Kristo Lucifer, Herrou Aragón comenta :

«Los Gnósticos de épocas posteriores, en los orígenes del cristianismo, lo que se dió en llamar Gnósticos Cristianos o Cristianos Gnósticos, percibieron a Cristo como la Serpiente del Génesis. Esto fue así porque Cristo, mucho después de los sucesos del paraíso terrenal, al igual que la Serpiente vino a traer un mensaje liberador. Un mensaje que libera de este mundo impuro a los hombres. Según estos Gnósticos Cristianos, se trató de un conocimiento capaz de poner a los hombres en contacto con el otro mundo, opuesto al del demiurgo: el mundo incognoscible del Dios Verdadero.

A Cristo, portador de ese mensaje, de esa Gnosis, se lo ha equiparado a la Serpiente del Génesis, quien vuelve por segunda vez a la Tierra para ayudar nuevamente a la humanidad. En la primera venida fue la Serpiente Lucifer y en la segunda fue el Cristo Lucifer. Según la Gnosis Cristiana, cuando Cristo vino al mundo lo hizo por segunda vez, pues la primera fue en el paraíso terrenal. En ambas se trató en realidad de Lucifer, el Enviado del Incognoscible. En ambas su mensaje fue el mismo: la Gnosis que perturba, que produce cambios, que despierta y libera a quien la escucha. Para los Gnósticos Cristianos la Serpiente es Cristo, el Salvador que vino dos veces a este mundo.»

En El misterio de Belicena Villca, Nimrod de Rosario expone magistralmente como la figura del Cristo hebreo ha sido una copia imitativa de Kristo Lucifer, y asimismo algunos aspectos tomados o derivados del mito de Navután.
Se menciona por ej la Virgen de Agartha, quien tras regresar a este mundo de Venus, ha quedado encinta del «Serafín Lucifer».
Debe acotarse aquí que la raíz de Serafín, o Seraph, significa justamente serpiente.
No debe dar lugar a confusión que en la descripción de la talla de la Virgen de Agartha, se comenta que se halla «pisando una serpiente». El significado de esto, es en relación al aspecto serpentino demiúrgico. Y en otro nivel de significado, el dominio o control del designio serpiente.
Más al mismo tiempo, se halla la vinculación mística de la Virgen de Agartha con el Dios Serpiente, Lucifer!

En el mito de Navután, se refiere como se autosacrificó en el árbol del terror, pasando asimismo por una travesía de «muerte y resurrección».
Esta «muerte y retorno a la vida», aspecto característico también de toda auténtica iniciación, en cuanto transformación o transmutación se refiere, tiene su análogo en la serpiente que se renueva mudando de piel!.
En el mito nórdico, se refiere que aquel árbol del que pendiera Navután, el Yggdrassil, se halla roído en sus raíces por la serpiente Nidhog. Es decir, que también en esta instancia que Navután se cuelga ,accediendo al secreto de la inmortalidad, y el poder de las runas, la serpiente se halla allí presente, en la base o raíces de aquel árbol.

La cruz cristiana sabemos por la Sabiduría hiperbórea, que es un símbolo del encadenamiento espiritual., Más existen también otra clase de cruces, como la cruz Ankh egipcia, la cruz Tau, la cruz gamada, etc, con distintas variantes de significado.
Existía una representación gnóstica en la antiguedad, donde una serpiente aparecía enroscada alrededor de una cruz Tau.
Tau, como bien nos refiere Nimrod de Rosario, alude al punto Tau, aquella instancia en que desde el origen, surgió por primera vez un reflejo o manifestación del Yo perdido en el laberíntico Labrelix . (Sendero por donde transita el Yo extraviado, mediante la repetida secuencia de búsqueda, opción y elección.)
Es decir, aquel punto Tau señala el origen del encadenamiento espiritual, al que se accede a través de la escalera caracol, en el aislamiento del Yo, dentro de la plaza liberada Tau, en la Arquemona Odal.
Puede entenderse a este punto, que la representación de la serpiente enroscada en la cruz Tau, alude a este misterio del encadenamiento espiritual ,que es señalado por la serpiente. Es decir, la comprensión noológica de la serpiente, con el símbolo del origen.
Una reminiscencia gnóstica de esta figura iniciática podría hallarse en la medieval moneda germano-cristiana ,el Tálero, donde se aprecia la imagen de Cristo de un lado, y la serpiente del otro. Más por supuesto, esto es una reminiscencia gnóstica de Kristo Lucifer, y no el Cristo hebreo. Aunque ambas figuras puedan ser confundidas debido a los siglos de tergiversación y desinformación sinárquica.

Asi también, el profesor Aragón continua comentando al respecto :

«Hay un diagrama Gnóstico, en el que se ve una serpiente crucificada, clavada en una cruz, lo cual demuestra todavía más la identidad Gnóstica entre la Serpiente del Génesis y Cristo. Hay mitos que afirman que la cruz en la que Cristo fue crucificado fue hecha con la madera del árbol del conocimiento del bien y del mal. Debemos aclarar que nos estamos refiriendo a la gnosis judeocristiana, que es una deformación de la Gnosis Primordial.»

También otra antigua asociación de la serpiente con Kristo Lucifer, puede hallarse en la serpiente con cuernos llamada Aspid, que aparece así representada en monedas de la antiguedad.
Esta serpiente era denominada Cerastes en latín o también Kerastes en griego.
En latín «Ceras» significa cuerno, y en griego «Keras» es cruz., A la vez Keras se puede remitir al egipcio Karast, de donde también deriva el término griego Christos o ungido . Y asimismo hay un vínculo etimológico con el «Chris» caldeo o sol.
De modo que la serpiente iniciática con cuernos estaba asociada con la cruz y la experiencia de «iluminación» o «sol», que en este caso es por supuesto, el sol negro!

Luego, un punto asimismo digno de mención, es que en el caso de los gnósticos Naasenos (grupo gnóstico que aparece en la historia de Kurt y los ofitas en El misterio de Belicena Villca), consideraban a la constelación de Draco como símbolo de su Cristo. (Recordemos que en el mencionado episodio de tío Kurt y los Ofitas, los Naasenos clamaban a Ophis Lucifer!).

Prosiguiendo con el ánalisis expuesto, el profesor Aragón comenta:

«Origenes, por ejemplo, describió un diagrama Gnóstico en el cual se ve claramente una serpiente que divide los dos mundos, el mundo creado y el mundo increado. Aunque a nadie le agrada este dualismo de los dos mundos, así es la realidad y hay que aceptarla. El Gnóstico sabe que hay otro mundo sumamente perfecto, un mundo que no tiene nada que ver con éste. Origenes pudo tener acceso a esos diagramas y libros Gnósticos, a toda esa información, para después criticarlos, como también lo hicieron San Agustín, Tertuliano, Hipólito, Ireneo de Lyon, Epifanio y muchos otros»

Este diagrama que refirió Orígenes, comprendía el gráfico o representación de diferentes esferas planetarias, regidas cada una por un Arconte demiurgico. El conocimiento secreto de ciertas palabras de poder, permitía al iniciado el acceso y paso a través de esas diferentes esferas. Y en el límite, se hallaba aquella gran serpiente, que para algunos era denominada como Leviatán.
Figura serpentina que en Los mitos Hebreos, Robert Graves refiere como antagónica del tiránico Yahvé bíblico.

Herrou Aragón comenta también respecto al ocultamiento y desaparición de antiguos textos gnósticos:

«Pero ahora, la mayoría de los textos Gnósticos originales no existen, han sido destruidos. Estos críticos de la Gnosis distorsionaron toda la información de los textos Gnósticos originales, poniendo frases fuera de contexto para ridiculizarlas mejor, entre otras estratagemas. Pero nada de eso importa ya. La Gnosis Primordial está siempre presente, aunque muchos no lo adviertan. En las distintas oportunidades en que apareció abiertamente en el mundo se trató siempre de la misma Gnosis, aunque con diferentes connotaciones históricas y culturales.»

Afortunadamente algunos de estos textos gnósticos fueron preservados y descubiertos posteriormente en pleno siglo XX, con el hallazgo de los manuscritos de Nag Hammadi.
Dentro de 46 textos hallados, aparecen 11 menciones de la serpiente., En algunos en forma negativa, como en el Apócrifo de Juan, lo cual refleja la mentalidad judeocristiana, y en otros en forma neutral o positiva, como Hipóstasis de los Arcontes, y Sobre el origen del mundo.
Veamos algunos vínculos o asociaciones entre estos diversos grupos gnósticos y la serpiente, y la importancia que daban a la serpiente en términos iniciáticos.
El término Ofita deriva del griego Ophis (de donde derivamos ofidio o serpiente), muy similar por cierto a Sophia, nombre que a su vez se descompone etimológicamente en Is Ophi o «luz de la serpiente», con lo que la acepción de sabiduría, tradicionalmente adjudicada al nombre Sofia, queda validada.
Existieron varios grupos gnósticos ofitas, entre los que aparecen los Naasenos, Setitas, Peratas y Cainitas.
Los Cainitas, reivindicaban la figura de Cain, a quien consideraban un hijo de la Serpiente, y en tal sentido una encarnación del poder de la serpiente.
También Lilith, la mujer serpiente, vinculada con Adán antes que aparezca Eva, ha sido intencionadamente ocultada, por su rebeldía y oposición al demiurgo.
Y se estigmatiza de igual modo a Eva, por escuchar a la serpiente, desobedeciendo al demiurgo, y comer del fruto prohibido, compartiéndolo también a Adán.
No deja de ser notorio aquí, que Havah o Eva, tiene las acepciones etimológicas de madre, viviente, y también serpiente!
Es así como algunas sectas gnósticas veneraban tanto a Sophia como a Eva, en un vínculo entre Lucifer y la mujer, que así como en el caso de Lilith, se quiso ocultar y tergiversar.
Es bajo este paradigma, de rechazo de la serpiente del edén, que Hipólito en su exposición de las doctrinas gnósticas ,se refiera a la serpiente como «el logos femenino, o la palabra de Eva», «El rio que fluye del Edén» y «la marca de Cain», todo lo cual tiene un claro sello serpentino.
Los gnósticos Cainitas veneraban la figura de la serpiente enroscada en un árbol,, en homenaje de aquel episodio de la serpiente del edén, y algunos ofitas utilizaban también viboras en sus ceremonias.
Se dice que algunos ofitas portaban una serpiente guardada en un canasto, al que denominaban «Cista mystica».
Durante sus ágapes , la serpiente salía de la cesta, enrollándose alrededor del pan, que luego los ofitas compartían , besando antes por turno cada uno a la serpiente, e inclinándose en reverencia frente a ella.
Concluían la ceremonia mediante un himno al Incognoscible, a través de la serpiente como mediadora. Así, en este culto ofídico la serpiente era el mediador o «Chrestos», tanto en símbolo como acto, mucho tiempo antes del cristianismo.

Los ritos nocturnos de los Ofitas eran sincronizados con la ascensión de la serpiente celestial, la constelación de Draco, el dragón, que era conocido por ellos como una manifestación estelar del primer instructor…
La consideración y perspectiva de estos gnósticos respecto a la constelación de Draco, había pasado por varias fases o etapas, según los movimientos e interacciones estelares.
En una primera instancia, se dice le había sido dado «un árbol de estrellas adyacentes» para se enroscase alrededor, como la serpiente del árbol….
En otra instancia las 7 estrellas de la Osa mayor eran como 7 cabezas de serpiente , y en otro período la Osa mayor y menor fueron vistas como dos alas gigantescas del dragón.

De igual modo, los gnósticos Peratas, recibían su nombre del posible maestro de este grupo, conocido como «Eufrates el Perata». El vínculo serpentino asoma en la antigua mitología mesopotámica, en que las divinidades Nirah e Irhan eran asociadas con el río Eufrates, y al mismo tiempo consideradas en forma serpentina. Es así que el Eufrates (uno de los ríos que bordeaban el Edén) era percibido tanto en forma de río como de serpiente!
En el caso de este grupo gnóstico, los Peratas manejaban términos y conceptos, que externamente podían parecer «cristianos», pero ocultaban la sabiduría ofídica. Asi, por ej , asociaban en términos doctrinarios al Padre con el cerebro,y al Hijo con el cerebelo y la medula espinal, así como con la serpiente, dada la similaridad de la forma del cerebelo con la cabeza de una serpiente. De allí puede inferirse que los Peratas conocían la manifestación de un poder ofídico oculto a partir de la conformación anatómica cerebro-espinal, desde una consideración de ultra biología y anatomía oculta. Es decir, el poder ofídico oculto del cerebro reptil, o Arquicefalo.

Resulta interesante que los gnósticos Peratas distinguían entre la serpiente representada por la constelación de Draco,la cual veneraban , de la serpiente de la constelación de Ophiuco, a la cual consideraban nefasta
Y de igual modo, los gnósticos Setitas distinguían entre una serpiente demiurgica, y una serpiente concebida como logos liberador.
En estos diversos grupos gnósticos, sin duda se hallaban algunos aspectos y legado de la antigua gnosis hiperbórea.

Para finalizar, como muy acertadamente expresa el profesor Herrou Aragón : «Aunque prohibida y perseguida, la Gnosis nunca desapareció y no desaparecerá jamás. Permanece siempre al alcance de quien la merezca. Cuanto más se la persigue más se fortalece»

Lo cual snigifica, que aunque la serpiente haya sido combatida, y en algunas instancias parezca no estar presente, es simplemente que se ha retraído en sus anillos, para luego siempre resurgir nuevamente.
A veces visible, a veces invisible o mimetizándose y pasando desapercibida en el medio circundante, la voz de su siseo siempre se halla presente para el Virya despierto!
Ssssssssssssssssssssssssssssssssss

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El tío Kurt y los Ofitas

Por Christian C.

El episodio narrado en El misterio de Belicena Villca, del secuestro de tio Kurt por los Ofitas , durante su niñez en Egipto, contiene algunos indicios ocultos que resulta oportuno develar y poner de manifiesto.

Es recomendable releer nuevamente el relato, que aquí se reproduce, para así apreciar los comentarios luego expuestos.

«Las cosas sucedieron así: mis padres habían viajado hasta El Cairo –el Ingenio familiar dista unos kilómetros de esta ciudad– con el objeto de hacer compras.

Mientras Mamá se entretenía en las vastas dependencias de la Tienda Inglesa Yo, ávido de travesuras, me fui deslizando con mucho disimulo hacia la calle. Un momento después corría a varias cuadras de la Tienda atraído inocentemente por el bullicio del “Mercado Negro”, barrio laberíntico de miserables puestos callejeros y refugio seguro de mendigos y delincuentes de poca monta.

Ese día la marea humana era densa por las callejuelas estrechas en las que la distancia entre dos puestos de ventas apenas dejaba un pasillo al tránsito peatonal. Alfarería, frutas, alfombras, animales, de todo lo imaginable se vendía allí y ante cada mercadería se detenían mis ojos curiosos. No tenía miedo pues no me había alejado mucho y sería fácil volver o que me hallara Mamá.

Siguiendo una callejuela fui a dar a una amplia plaza empedrada, con fuente de surtidor, en la que desembocaban infinidad de calles y callejuelas que sólo el irregular trazado de esos Barrios de El Cairo puede justificar. Estaban allí cientos de vendedores, vagos, pordioseros y mujeres con el rostro cubierto por el chador, que recogían agua en cántaros de barro cocido.

Me acerqué a la fuente tratando de orientarme, sin reparar en un grupo de árabes que rodeaban cantando a un encantador de serpientes. Este espectáculo es muy común en Egipto por lo que no me hubiera llamado la atención, a no ser por el hecho inusual de que al verme, los árabes fueron bajando el tono del canto hasta callar por completo. Al principio no me percaté de esto pues el encantador continuaba tocando la flauta en tanto los ojos verdes de la cobra, hipnotizada por la música, parecían mirarme sólo a mí. De pronto el flautista se sumó también al grupo de silenciosos árabes y Yo, comprendiendo que algo anormal ocurría, uno tras otro daba prudentes pasos atrás.
El hechizo se rompió cuando uno de ellos, dando un alarido espantoso, gritó en árabe –¡El Signo! mientras me señalaba torpemente. Fue como una señal. Todos a la vez gritaban exaltados y corrían hacia mí con la descubierta intención de capturarme.

Se produjo un terrible revuelo pues siendo Yo un niño, corría entre la muchedumbre con mayor velocidad, en tanto que mis perseguidores se veían entorpecidos por diversos obstáculos, los que eliminaban por el expeditivo sistema de arrojar al suelo cuanto se les cruzara en sus caminos. Por suerte era grande el gentío y muchos testigos del episodio pudieron informar luego a la Policía.

La persecución no duró mucho pues el fanatismo frenético que animaba a aquellos hombres multiplicaba sus fuerzas, en tanto que las mías se consumían rápidamente.

Inicialmente tomé por una calle pletórica de mercaderes, escapando en sentido contrario al empleado para llegar a la plaza, pero a las pocas cuadras, intentando esquivar una multitud de vendedores y clientes, me introduje en un callejón. Este no era recto, sino que seguía estrechándose cada vez más, hasta convertirse en un camino de un metro de ancho entre las paredes de dos Barrios que habían avanzado desde direcciones distintas, sin respetar la calle.

A medida que corría, el callejón parecía más limpio de obstáculos y, por consiguiente, mis perseguidores ganaron terreno, hasta que una piedra saliente del desparejo suelo me hizo rodar derrotado. Inmediatamente fui rodeado por los excitados árabes que no tardaron un instante en envolverme con una de sus capas y cargarme aprisionado entre poderosos brazos. La impresión fue grande y desagradable y, por más que gritaba y lloraba, nada parecía afectar a mis captores que corrían ahora, más rápido que antes.

Un rato después llegamos a destino. Aunque Yo no podía ver, entendía perfectamente el árabe y comprendí entonces que los fanáticos llamaban a grandes voces a alguien a quien denominaban Maestro Naaseno.

Al fin me liberaron del envoltorio en capuchón que me cegaba, depositándome sobre un suave almohadón de seda, de regular tamaño. Cuando acostumbré la vista a la penumbra del lugar, comprobé que estaba en una amplia estancia, tenuemente iluminada con lámparas de aceite. El piso, cubierto de ricas alfombras y almohadones, contaba con la presencia de una docena de hombres arrodillados, con la frente en el suelo, los que de tanto en tanto levantaban la vista hacia mí y luego, juntando las manos sobre sus cabezas, elevaban sus ojos extraviados hacia el cielo clamando ¡Ophis! ¡Ophis!
Por supuesto que todo esto me atemorizó pues, aunque no había sufrido daño, el recuerdo de mis padres, y el hecho de estar prisionero, me producían una gran congoja.

Sentado en el almohadón, rodeado de tantos hombres, era imposible pensar en fugar y esta certeza me arrancaba dolorosos sollozos. De pronto, una voz bondadosa brotó a mis espaldas trayendo momentánea esperanza y consuelo a mis sufrimientos. Me di vuelta y vi que un anciano de barba blanca, tocado con turbante, se llegaba hacia mí.
–No temas hijo –dijo en árabe el anciano a quien llamaban Naaseno–. Nadie te hará daño aquí. Tú eres un enviado del Dios Serpiente, Ophis-Lúcifer a quien nosotros servimos. Lo prueba el Signo que traes marcado para Su Gloria.

Me indicó en gesto afectuoso que permitiera ser tomado en brazos por él, para poder así “enseñarme la imagen de Dios”. Realmente estaba necesitando un trato afectuoso pues aquellos fanáticos no reparaban en que Yo era un niño. Abracé al anciano y éste echó a andar hasta un extremo de la sala –que resultó ser un sótano– adonde se elevaba una columna en cuyo pedestal brillaba una pequeña escultura de piedra muy pulida. Tenía la forma de una cobra alzada sobre sí misma con ojos refulgentes, debido quizá a la incrustación de piedras de un verde más intenso. La imagen me fascinó y la hubiese tocado si el anciano no retrocede a tiempo.

–¿Te ha gustado la imagen de Dios, “pequeño enviado”? –dijo el Maestro.
–Sí –respondí sin saber porqué.
–Tú tienes derecho a poseer la joya de la Orden. –Continuó el Maestro mientras hurgaba en una bolsita de fino cuero que llevaba colgada al cuello.
–¡Aquí está! –exclamó el Maestro Naaseno– es la imagen consagrada del Dios Serpiente.

Para obtenerla los hombres pasan duras pruebas que a veces les llevan toda la vida. Tú en cambio no necesitas pasar ninguna prueba porque eres portador del signo.

Con un afilado puñal que extrajo del cinto, cortó un cordón verde de un manojo que colgaba en la pared y, ensartando la réplica de plata en un lazo, la colocó en mi cuello. A continuación me miró a los ojos, de una forma tan intensa que no he podido olvidarlo nunca. Tampoco olvidé sus palabras, las que pronunció con voz muy fuerte, ritualmente. Me tenía agarrado con su brazo izquierdo y me elevaba para que fuese visto por todos, mientras con el índice de la mano derecha señalaba al Dios Serpiente. Dijo esto: –¡Iniciados de la Serpiente Liberadora! ¡Seguidores de la Serpiente de Luz Increada! ¡Adoradores de la Serpiente Vengadora! ¡He aquí al Portador del Signo del Origen! ¡Al que puede comprender con Su Signo a la Serpiente; al que puede obtener la Más Alta Sabiduría que le es dado conocer al Hombre de Barro! En el interior de este niño Divino, en el seno del Espíritu eterno, está presente la Señal del Enemigo del Creador y de la Creación, el Símbolo del Origen de nuestro Dios y de todos los Espíritus prisioneros de la Materia. Y ese Símbolo del Origen se ha manifestado en el Signo que nosotros, y nadie más, hemos sido capaces de ver: ¡niño Divino; él podrá comprender a la Serpiente desde adentro ! ¡pero nosotros, gracias a él, a su Signo liberador, la hemos comprendido afuera, y ya nada podrá detenernos!

–Sí, Sí ¡Ya podemos partir! –gritaban a coro los desenfrenados Iniciados Ofitas.

Pasaron los minutos y todo se fue calmando en el refugio de la Orden Ofita. Los árabes estaban entregados a alguna clase de preparativo, y Yo, entusiasmado con el serpentino obsequio y tranquilizado por el buen trato del Maestro Naaseno, no desconfié cuando éste me acercó un vaso de refrescante menta. Pocos minutos después caía presa de profundo sopor, seguramente a causa de un narcótico echado en la bebida.

Cuando desperté estaba con mis padres, en el Sanatorio Británico de El Cairo, junto a un médico, de blanco guardapolvo, que trataba inútilmente de convencerlos de que Yo simplemente dormía.

Con el paso de los años, fui reconstruyendo las acciones que llevaron a mi liberación. Al parecer el Jefe de Policía se movió rápidamente, temiendo que el secuestro de un miembro de la rica e influyente familia Von Sübermann, concluyera con una purga en el Departamento de Policía cuya cabeza –sería la primera en rodar– era él. Por intermedio de confidentes, mendigos, vagos o simples testigos, se enteraron sin lugar a dudas que los autores del secuestro eran los fanáticos miembros de la milenaria Orden gnóstica “Ofita”, considerados como inofensivos e incluso muy sabios.

Esto desconcertó en un comienzo a los policías, que no alcanzaban a vislumbrar el móvil del secuestro pero, siguiendo algunas pistas, llegaron a la casa del Maestro Naaseno. Los árabes, en la euforia por transportarme hasta allí, se habían comportado imprudentemente, penetrando todos juntos en medio de gritos y exclamaciones. Un mendigo, testigo presencial de la extraña procesión, tan deseoso de ganar la recompensa que mi familia había ofrecido, como de evitar las porras policiales, dio los datos de la casa donde entraron los raptores. Esta fue rodeada por las autoridades, pero, como nadie respondía a los llamados, se procedió a forzar la puerta, encontrándose con una humilde vivienda, totalmente vacía de gente. Luego de una prolija inspección, se descubrió, disimulada bajo una alfombra, la puerta trampa que conducía, mediante una mohosa escalera de piedra, al soterrado templo del Dios Serpiente.

Un espectáculo macabro sorprendió a los presentes pues, tendido sobre un almohadón de seda, yacia mi cuerpo exánime rodeado de cadáveres con expresión convulsa que, como último gesto, dirigían los rígidos brazos hacia mí.

Todos los secuestradores habían muerto con veneno de cobra. El Maestro Naaseno y el ídolo se habían esfumado.

La impresión que recibieron los recién llegados fue muy mala pues pensaron que Yo también estaba muerto, pero salieron de inmediato de su error y fui transportado al Sanatorio Británico junto con mis padres.

Aún conservaba colgada del cuello la serpiente de plata, siendo ésta guardada celosamente por Papá, aunque a veces, años después, me la solía mostrar cuando recordábamos aquella aventura.

En aquel momento, mientras escuchaba a Papá y Rudolph Hess hablar de los Ofitas, todos estos sucesos se agolpaban en mi mente.»

Procedamos entonces a develar algunos aspectos ocultos, a la luz de la gnosis ofídica hiperbórea.

En su deambular por las calles del Cairo, Kurt arriba a una plaza empedrada, con fuente de surtidor, rodeada de la convergencia de múltiples callejuelas ,lo que en términos gnósticos induce la idea/imagen de un sitio fortificado o sostenido en su configuración por la piedra, a la vez que una plaza liberada, en medio del laberinto, y en la cual se halla precisamente el centro gnóstico referente del origen, representado por el carismático grupo gnóstico de los Ofitas.

Los árabes ofitas se hallan rodeando al conductor del grupo, el maestro Naaseno, que encarna aqui la figura del líder carismático. La dimanación de esa mística se halla sustentada en el vinculo acausal y sincronístico con la serpiente allí presente, que representa a Lucifer.

La serpiente «parece estar encantada», al son de la flauta, mas en realidad se trata de un contacto carismático reciproco entre el maestro Naaseno y la Serpiente/Lucifer, del que participan los demás iniciados del grupo ofita.

De algún modo, en ese contexto iniciático, se advierte la poderosa presencia cercana de Kurt, por su proyección del signo del origen ,que se manifiesta simplemente por su presencia.

Tanto la serpiente, como los ofitas y su maestro Naaseno, todos, participando del mismo encuadre místico, perciben la presencia de Kurt.

Es así como el signo del origen, exteriorizado y captado por los ofitas, indujo en estos seguidores de la serpiente una comprensión noológica de la serpiente, e indicando el sendero de retorno al Origen.

La descripción de la cobra, de ojos verdes como esmeraldas , transmite y suscita asimismo la imagen luciferina y venusina del rayo verde.

Esa es de igual modo la descripción posteriormente de la escultura de la serpiente ubicada en el pedestal de una columna , que llamara la atención del niño Kurt , y la joya de la orden que el maestro Naaseno le obsequia.

La escultura es una serpiente alzada, es decir despierta y desplegada en todo su potencial., La columna sobre la que se halla, es la voluntad noológica del Yo, sostenida durante su permanencia en este mundo desde la sangre fría del reptil.

Y también resulta notorio el trayecto de Kurt, habiendo sido llevado encapuchado , es decir a oscuras, a aquel recinto subterráneo en penumbras. Es decir, tras haber «transitado el sendero oscuro suberráneo descendente» ( la «mohosa escalera de piedra»), y luego la extraña «luminosidad» o resplandor que en ese contexto llama su atención, la cual procede del verdoso fulgor de las esmeraldas de los ojos de la escultura de la cobra.

Aparecen aquí combinadas en forma velada alusiones al sol negro y el rayo verde.

El termino » Ophis», el cual claman los ofitas, asi como la mención de Ophis Lucifer, remite por un lado a la raiz «ophi» de donde deriva ofidio, y por otro lado Ophis contiene etimológicamente el mismo significado que Sophia ( nombre traducido comunmente como sabiduría), que deriva justamente de Is Ophi o » Luz de la serpiente», connotando aquí el aspecto iniciático, revelador y góstico de la sabiduría, que ha tenido siempre como emblema y referente a la serpiente: Lucifer por otro lado, como es bien sabido deriva de Lux Fer , o » El portador de la luz». La luz aquí referida no es la luz demiúrgica o la luz de este mundo, sino la luz del conocimiento prohibido, la luz de la gnosis, la luz oscura.

Así bajo el apelativo de Ophis Lucifer se evocan los aspectos iniciáticos de la gnosis, y su medio de manifestación arcaico, la serpiente.

Las sabias palabras que el maestro ofita enuncia, tales «como iniciados de la Serpiente liberadora», «Seguidores de la Serpiente de Luz increada», y «Adoradores de la serpiente vengadora», denotan claramente los aspectos de radiación luciferina o » luz increada»,(percibida en este mundo como oscuridad insondable), gnosis liberadora, y el aspecto ofídico luciferino hiperbóreo en contraposición esencial al demiurgo creador y su creación.

El termino «Naaseno» con que se designa al maestro de los Ofitas, alude a un grupo gnóstico ofita, conocido como los Naasenos. Si bien algunos han interpretado tal nombre como derivado de Naas o serpiente ( Muy similar al significado de Ofita ), otros han dado la acepción como derivada del griego Naos,o templo, señalando así los sitios de reunión, santuarios o templos y tradiciones mistéricas, que en la antiguedad eran guardianes de los secretos de la serpiente e iniciadores en sus misterios. Se puede decir que uno de estos sitios en la época actual, era aquel templo subterráneo del Dios Serpiente.

Una de las concepciones que los gnósticos Naasenos manejaban en su conocimiento del designio de la serpiente, era la de la serpiente como » la sustancia húmeda», que tras todos los objetos y fenómenos se halla oculta como elemento de cohesión.

Asoma aquí la indicación que los Naasenos ofitas tenían asimismo un conocimiento de la alquimia. Y aquí es donde aparece el vinculo con la parte final del relato.
Habiendo percibido en Kurt el símbolo del origen externamente, aquellos ofitas decidieron partir de este mundo hacia el Origen.
Es sabido que muchos gnósticos participaban en extraños ritos, en que era utilizado el veneno de serpiente, sea mediante una infusión alquímica debidamente preparada, o incluso pruebas iniciáticas en que el iniciado era efectivamente mordido por una serpiente.
Y en el caso de aquellos árabes ofitas, es evidente que la utilización del veneno de cobra, fue aplicada para abandonar definitivamente este mundo, orientados ahora al Origen.
Mas en el caso del niño Kurt, se dice allí que estaba » dormido», habiendo tomado una infusión de menta» que le había dado el maestro Naaseno.

Recordemos por otra parte que cuando fueron encontrados los cuerpos de los ofitas, yacían todos con los brazos extendidos hacia Kurt!

Es decir, aquí se extrae otro aspecto oculto. Y es que aquel brebaje que tomara Kurt, era un preparado o elixir serpentino, con propiedades psicoactivas, que debió trasladar a Kurt en plano astral, para desde alli, portando el signo del origen, mantener el norte luciferino de aquellos ofitas hacia el origen., Experiencia que luego al recobrar el sentido, Kurt en ese entonces no recordaría hasta tiempo después.

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La piel de la Serpiente

Por Christian C.

La piel mudada de la serpiente ha sido desde antaño, y en diversas culturas ,símbolo de renacimiento, inmortalidad, renovación, transformación, y transmutación.

También ha sido utilizada ,por su propio misticismo, en prácticas ritualísticas , de magia, y necromancia.

Una tradición oculta o «subterránea» refiere que en la historia del edén, la primer vestimenta que llevaron Adán y Eva luego de ser expulsados del paraíso, era precisamente confeccionada de la piel mudada de aquella antigua serpiente que les había ofrecido el fruto prohibido.

Utilizando esta piel como atuendo, Adán tenía la apariencia de un hombre reptil, así como el aroma de la serpiente primordial, su brillo, y habilidades.

Se dice que esta serpiente había deambulado previamente por todas las regiones del edén, absorbiendo en su piel toda clase de aromas, a la vez que impregnando allí su esencia ofídica. Lo que en términos gnósticos significa que la serpiente aprehendió o abarcó en si misma toda la compleja trama arquetípica en su estado potencial (en el edén) , a la vez que «sembró» o depositó en estos «campos» la semilla luciferina, que permitiría luego hallar la clave perdida para trascender todo este despliegue arquetípico.
Además esta nueva vestimenta les daba a Adán y Eva una condición invulnerable, frente a la cual nadie podía amenazarles.

Adán legó su atuendo ofídico a su hijo Caín, que protegido por el manto serpentino, nadie se atrevió nunca a vengar la muerte de su hermano Abel.

Lilith se sintió fascinada cuando se encontró con Cain, debido a su apariencia serpentina, y los aromas que emanaban de el.

De Cain la túnica de serpiente pasó a Lamec ,padre de Tubalcain, y así también llegó eventualmente al rey Nimrod, quien hizo edificar la torre de Babel.

Es notorio también que el término Babel puede derivar o enlazar con Ob-el, o el Dios serpiente.

La torre de Babel, a modo de los Ziggurats babilonios, fue construida siguiendo un patrón en forma espiralada, y las tradiciones gnósticas refieren que hubo sacerdotisas, que portando bracaletes y tobilleras serpentinas, canalizaron el flujo de las corrientes telúricas, para establecer el punto exacto de edificación de la torre.

Retomando el tema inicial de la túnica de piel de serpiente, podemos apreciar que todos los personajes polémicos, o que fueron en alguna instancia en dirección contraria a las directivas del demiurgo bíblico, portaron el manto ofídico.

Desde Adán y su rebelión inicial, luego Cain , Lamec y Tubalcain, y el rey Nimrod, quien procuró «tomar el cielo por asalto» construyendo la torre de Babel.

Esto marca justamente la contraposición entre el sendero de mano izquierda y el sendero de mano derecha.

En tanto los profetas bíblicos, santos de la Iglesia, etc, procuran obtener un «cuerpo luminoso» o «cuerpo de gloria y la «vestimenta de justicia», etc, el adepto del sendero izquierdo busca revestirse , a partir de prácticas oscuras, con el atuendo de la serpiente, para así acceder no al edén, sino a su lado inverso y oscuro, y reclamar de ese modo «Soy serpiente».

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