Saltar al contenido →

Autor: administrador

Tercera etapa del capitalismo: antesala del Gobierno Mundial

Fragmentos del artículo «EE.UU. y el Gobierno Mundial», por Yvor Benson

1. Dos guerras mundiales, guerras de intervención, revoluciones y crisis son hoy generalmente reconocidas como episodios de una única época de conflictos que comenzó en 1914 y no ha terminado aún. Es una era que ha traído al mundo más cambio y tragedia que ninguna otra en la historia conocida.

2. El conflicto es el producto de una revolución global destinado a concentrar todo el poder político en un único Gobierno Mundial. Esta ambición ha requerido la eliminación de cada manifestación de poder local por separado, incluyendo el poder de las naciones mismas.

3. Quigley pone perfectamente en claro que los capitalistas que constituyen los miembros de esta “red” siempre trabajaron, en los Estados Unidos asociados con grupos comunistas y socialistas explicando, sin embargo, que “El poder que ejercieron estos izquierdistas nunca fue su propio poder o el poder comunista, sino que fue en última instancia el poder del grupo financiero internacional”.

4. La búsqueda de estos fines va a requerir del uso de poderes coercitivos por parte de los gobiernos sobre los individuos, ya que ninguna otra cosa podría traer una homogenización substancial, tanto nacional como internacional, de naciones, sociedades, grupos e individuos altamente diversos. Ello provocará agudas tensiones políticas y sociales. Desviará las energías y recursos de la gente de la actividad económica a la política. Un nuevo orden internacional puede realmente emerger, pero no será uno de libertad o prosperidad.

5. La primera parte de la respuesta es que el drama de la ambición imperial de imponer un Gobierno Mundial es sólo parte de un drama mundial histórico universal más grande y vasto, en el cual y en diferente grado, todos estamos atrapados.

6. Se fue creando un medio ambiente global en el cual sólo debía esperarse que los sueños de un Gobierno Mundial tomaran forma. Con el dinero como el único repositorio e instrumento del gran poder, disponible en cantidades inimaginables, ahora parecía posible para el intelecto el controlar y dar forma a la historia mundial como un todo, como lo había hecho hasta el momento influyendo sólo separadamente en el destino de las diferentes naciones.

7. Encontramos, por lo tanto, que el utopismo visionario de la “idea Inglesa” de Ruskin, como la entendían Rhodes y su círculo, tenía mucho en común con el evangelio marxista-leninista que era igualmente racionalista e igualmente motivado por la noción de establecer un “reino del cielo en la Tierra”.

8. La existencia de una poderosa elite financiera-capitalista inclinada a crear “un sistema mundial de control financiero en manos privadas para dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo como un todo”.

9. Reconocieron en el socialismo marxista un modo de concentración del control financiero y político en sus manos, apuntado al establecimiento de un “Nuevo Orden Mundial” que ellos también pudieran controlar.

10. La gente podía ser dividida en tres clases: una diminuta minoría que hace que las cosas pasen, un grupo un poco más grande que mira las cosas que pasan, y la gran mayoría de la humanidad que no tienen ni la más mínima idea de lo que pasó.

11. Hoy, ninguna investigación histórica es más peligrosa que aquella que tiene que ver con los esfuerzos para averiguar, cómo y por quién, es ejercido el poder en los niveles más altos. A cualquier historiador que se arriesga en este campo de la investigación se le hace entender que lo hace a su propio riesgo.

12. Ambas ramas del capitalismo financiero estaban jugando el mismo juego y utilizando prácticamente los mismos métodos. Ambos habían reconocido instantáneamente en el socialismo marxista un instrumento para la expansión, consolidación y concentración del gran poder financiero y su traducción en poder político. Ambos habían ayudado a financiar la Revolución Bolchevique y estaban envueltos en el financiamiento de sucesivos planes quinquenales soviéticos.

13. “La historia del siglo XX tal como se registra en los libros de texto y en los diarios del “Establishment” es inexacta… Mediante fundaciones controladas por esta elite, la investigación realizada por estudiosos sumisos y débiles, “conservadores” como “liberales”, fue dirigida hacia canales útiles para los objetivos de la elite, especialmente para mantener este aparato de poder subversivo e inconstitucional”. El conocimiento de la existencia de este sistema global de control de las mentes es el primer requerimiento para la interpretación precisa de la historia contemporánea. Se establecieron zonas prohibidas en el campo de la investigación y el debate, con penas para los que cruzaran la frontera fijada.

14. Se colocaron barricadas de intimidación en el campo de la opinión pública, como cercas electrificadas, todas diseñadas para desalentar las acciones de los “intrusos” que trataran de averiguar “qué se está haciendo para que las cosas pasen” y “quién” lo está haciendo.

15. Futuras generaciones contemplarán con asombro la forma en que los pueblos de Occidente fueron desposeídos del poder durante el siglo XX.

16El mecanismo controlador de todo esto es el dinero.
En el primer estadio del capitalismo, el dinero es simplemente un medio de intercambio, una forma de evitar la inconveniencia del trueque. El dinero es entonces en algunos casos, por sí mismo, un elemento de valor: hierro, cobre, plata, oro, etc.
En el segundo estadio del capitalismo, el que prevaleció hasta principios de este siglo, los dueños de las empresas de negocios, representadas en mayor medida por nombres como Rockefeller, Carnegie, Krupp, Ford, Astor, Morris, etc., eran también los dueños del dinero, asociada con la conducción de sus actividades: el sistema bancario también les pertenecía.
En el tercer estadio del capitalismo, los pioneros propietarios de las empresas de negocios son sobrepasados y reemplazados por el capitalismo de aquellos que comercian exclusivamente con el dinero; las ganancias hechas a través del comercio del dinero comienzan a exceder enormemente a las ganancias hechas fabricando y distribuyendo productos.

17. Este es el poder que ahora busca la realización nacional en la disolución de todas las demás nacionalidades y el establecimiento de un Gobierno Mundial totalmente bajo su Control.

18. El capitalismo en su “tercer estadio”, sin embargo, es solo uno de los factores más importantes en la ambición moderna de un Gobierno Mundial. El otro es el factor intelectual, lo que pasa por la mente de aquellos en los que hay que confiar para llevar a cabo los planes y propósitos de los que tienen el dinero. Puede decirse entonces, que los grandes cambios que se han dado en el Siglo XX – habiendo comenzado mucho antes – son el producto de una alianza entre el dinero y el intelecto; ya que sólo con la sumisión y la cooperación de una clase educada es que el dinero puede ser convertido en poder.

19. Aquellos que desean entender qué significa el concepto de Gobierno Mundial sólo necesitan saber qué ha pasado en los Estados Unidos de América: quién financia a los políticos, quién controla los medios de comunicación, quién domina las instituciones de educación superior, la comercialización de libros etc. De casi igual importancia fue el derrocamiento, el despojo y el virtual genocidio de la tradicional clase gobernante en la Rusia zarista. Allí, sin embargo, parece haberse estacionado un enorme deshielo político y de poder y la situación en la Unión Soviética hoy es muy diferente de lo que esperaban confiadamente aquellos banqueros Occidentales que financiaron la Revolución Bolchevique.

20. En realidad, hoy hay – sin duda – más libertad de expresión en la Unión Soviética, que en la mayoría de los países Occidentales, donde una vieja e invisible censura es tan efectiva como cualquiera impuesta por la KGB y sus predecesores.

21. Un Islam fundamentalista en Irán ha demostrado, como nunca antes en este siglo, el poder potencial de la religión como una forma de ordenar la resistencia política popular.

22. Frecuentemente se ha cuestionado cómo y porqué ha sido posible para la gente en Occidente, haber dado tan poca respuesta a las repetidas advertencias acerca de la conspiración de un Gobierno Mundial, el que llevaría al mundo entero a otra larga era negra.

23. Esta breve discusión del tema del Gobierno Mundial estaría incompleta, sin la mención de una forma de resistencia que podría producir algunos efectos altamente dramáticos en los próximos años: el llamado revisionismo histórico.

24. Sólo se necesita la demolición de una o dos de las más elaboradas y vigorosamente promovidas falsedades del Siglo XX.

2 comentarios

Antes del Gobierno Mundial: empapelar el mundo con dólares sin valor. Después del Gobierno Mundial: eliminación total del dinero. Objetivo: esclavización absoluta de toda la humanidad

La prohibición del dinero en efectivo, presagia controles de capital

(OroyFinanzas.com) – Beat Kappeler, sociólogo, periodista y escritor suizo, publicaba el pasado domingo 24 de febrero en el periódico suizo ‘Neue Zürcher Zeitung’, un sugestivo articulo titulado “Mi punto de vista es que detrás de la prohibición del pago en efectivo, se encuentra el estado policial”.

Kappeler relataba que el más insensato de todos los emperadores romanos en materia económica fue Maximino el Tracio, el primero de los emperadores-soldado y que su vida, su obra y su muerte son una lección para nosotros. Maximino entre los años 235 y 238 se metió en guerras, necesitaba dinero y acuñaba cada vez más dinero hasta que llegó a no valer nada. Maximino llegó a prohibír el pago de los impuestos con dinero, pero en cambio exigía oro, plata y materias primas. El estado rechazaba su propio dinero.

Muchos estados europeos semiquebrados en la actualidad también prohíben o tienen previsto prohibir los pagos en efectivo por encima de los 1.000 euros como Francia. En Grecia incluso se habla de limitar el pago en efectivo a 500 euros. En Suiza también está previsto prohibir los pagos en efectivo por encima de 100.000 francos en la compra de viviendas. En España desde noviembre 2012 está prohibido pagar un importe superior a 2.500 euros en efectivo. La nueva norma forma parte de la nueva Ley Antifraude y afecta a operaciones en las que haya, al menos, un empresario o un autónomo.

El experto sociólogo, periodista asegura que Occidente anteriormente libre, se ha convertido en una sociedad esclavista, a cuyos miembros se les dicta desde el poder, lo que tiene valor y lo que no, lo que hay que cambiar y cómo. Y si bien el dinero en sí mismo todavía no está prohibido, de hecho se imprime hasta el infinito, pero los billetes y monedas están quedando fuera de la ley. Los títulos, acciones, bonos sólo son un montón de electrones, contabilizados de manera abstracta por unos técnicos, pero a los que los ciudadanos ya no tienen acceso.

Según Kappeler las implicaciones son evidentes, oficialmente se trata de luchar contra el blanqueo de dinero o la evasión fiscal, pero claramente es una nueva versión de control de la ciudadanía, con la variante de que el dinero es sospechoso y requiere justificación. Desde la crisis financiera de 2008, los ciudadanos ya no pueden ni siquiera protegerse de los bancos, manteniendo efectivo. Mohamed El-Erian, jefe de PIMCO uno de los mayores fondos de inversión del mundo, durante el colapso de Lehman Brothers en 2008 le ordenó a su esposa a recoger todo el efectivo disponible. En el futuro si se hiciera algo parecido no se podría gastar, sólo sería papel impreso necesitado de justificación. El ciudadano del futuro estará encadenado a los bancos.

La confianza en el dinero está menguando dramáticamente. El dinero tiene exactamente el valor que le atribuyen los ciudadanos. En vista de este panorama aparecen otros depósitos de riqueza como el oro de inversión, las joyas, el arte, los inmuebles y la tierra de cultivo. “Y un fusil para defender el cultivo o el oro enterrado. La imagen no es demasiado dramática, porque el fin de la confianza en el dinero también significa el fin de la civilización tal como la conocemos”, asegura Beat Kappeler.

En el futuro el estado podrá gravar o intervenir fácilmente las cuentas electrónicas, valores, bienes y registros, mientras, que los secuaces de Maximino el Tracio tenían que trabajar para arrebatarle de las manos las vacas y el oro a los ciudadanos.

La obligatorirdad de los pagos electrónicos son los precursores de los controles de capital. Muchos ven la prohibición de dinero en efectivo como un primer paso. Controlar para luego restringir las transferencias y la libre circulación de bienes, servicios y personas. El sobreendeudamiento de los países occidentales y el nuevo principio de la “seguridad antes que la libertad”, convierten a los ciudadanos en sujetos manipulados. “Ah, Maximino terminó mal, apuñalado por sus propios soldados”.

© OroyFinanzas.com

3 comentarios

El triste destino de René Guenon

por M. I. García V.

René Guenon (1886-1951) fue un buscador toda su vida, y al igual que Samael, Krumm-Heller y tantos miles de otros, no pudo hallar la Gnosis auténtica (Gurdjieff estuvo mas cerca de hallarla, pero tampoco lo logró), y como ellos, vivió extraviado, buscando a ciegas, y así de extraviado llegó a su muerte.

Digo que fue el de Guenon un triste destino porque a la edad de veintitrés años estuvo más cerca de hallar la Gnosis que a los sesenta y cinco. Tenía Guenon veintitrés años cuando publicó su primer escrito, «El Demiurgo», en el primer número de la revista «La Gnose», que él mismo había fundado, y lo hizo con el seudónimo de Palingenius. En esta etapa de su vida Guenon era miembro de la Iglesia Gnóstica, y buscaba la Gnosis Verdadera, es decir, el Conocimiento especial y salvador capaz por sí solo de liberarlo realmente de la influencia y del mundo del demiurgo.

En este primer escrito que publicó, Guenon presenta una amplia gama de confusiones, como es natural y lógico en todos los que hemos nacido y sido educados en este mundo, sobre todo la mezcolanza de cábala hebrea con hinduísmo, los dos Brahmas, etc., pero hay unas pocas frases significativas que merecen ser citadas aquí:

«…y encierra así a los seres sobre los cuales ejerce su poder en el dominio de la confusión y de la división. Este dominio es el Imperio del Demiurgo.»

«…y está encerrado en el dominio del Bien y del Mal, en el Imperio del Demiurgo.»

«Así, por ese mismo conocimiento, el hombre es liberado de las ataduras de la Materia y de la existencia individual, ya no está sometido al dominio del Príncipe de este Mundo, ya no pertenece al Imperio del Demiurgo.»

«De lo que precede resulta que el hombre puede, desde su existencia terrestre, liberarse del dominio del Demiurgo o del Mundo Hylico, y que esta liberación se opera por la Gnosis, es decir por el Conocimiento integral.»

«Esta identificación solo es alcanzada por aquel que posee integramente el triple Conocimiento, por el cual es liberado para siempre de los nacimientos mortales; es lo que se expresa diciendo que solamente los Pneumáticos son salvados. El estado de los psíquicos no es más que un estado transitorio; es el del ser que ya está preparado para recibir la Luz, pero que todavía no la percibe, que no ha tomado consciencia de la Verdad una e inmutable.»

«No hay otro medio de obtener la liberación completa y final que el Conocimiento.»

«…antes de llegar a este grado, el ser pasa por un estado intermedio, el que corresponde al Mundo psíquico; entonces cree ser, ya no el cuerpo material, sino el alma individual, puesto que para él no ha desaparecido toda distinción, porque todavía no ha salido del dominio del Demiurgo.»

«Imaginándose que es el alma individual, el hombre se asusta, como alguien que toma por error un trozo de cuerda por una serpiente; pero su temor es alejado por la percepción de que él no es el alma, sino el Espíritu universal.»

«…si la distinción entre el Bien y el Mal es ilusoria, si en realidad no existe, lo mismo debe suceder con la moral, pues es evidente que la moral está basada en esta distinción, a la que considera esencial. Esto sería ir demasiado lejos; la moral existe, pero en la misma medida que la distinción entre el Bien y el Mal, es decir para todo lo que pertenece al dominio del Demiurgo; desde el punto de vista universal, no tendría ninguna razón de ser.»

«Esto indica que hay que tener mucho cuidado en no confundir los diversos planos del Universo, pues lo que se dice de uno podría no ser verdadero para el otro.»

«…exteriormente, es en todo parecido a los demás hombres, pero sabe que no es más que una apariencia ilusoria, y esto es suficiente para que esté liberado de la acción, puesto que es a través del Conocimiento como se obtiene la liberación.»

«Tal es el estado al que llega el ser por el Conocimiento espiritual; así es liberado para siempre jamás de las condiciones de la existencia individual, liberado del Imperio del Demiurgo.»

Estos fragmentos son a mi criterio lo único recuperable de todo un escrito plagado de terribles confusiones. Pero nadie ha nacido despierto en este mundo demiúrgico, aunque en la mayoría de los casos se está más despierto y menos confuso en los primeros años de vida que en la vida adulta. Cada vez se nos adormece y confunde más, y cada vez se hace más difícil despertar.

Este primer escrito de René Guenon lo publicó a la edad de veintitrés años. Pocos años después ya estaba dentro de una logia martinista, y enseguida ingresó a la masonería. Y así continuó Guenon su largo periplo de búsqueda de la Gnosis de liberación, confundiéndose y extraviándose cada vez más, hasta terminar convertido al Islam, adorando y rezándole al demiurgo cinco veces por día. Todo lo contrario de lo que aspiraba lograr a los veintitrés años: liberarse del dominio del demiurgo. También se casó siendo viejo y tuvo hijos de la carne, como lo ordena el Islam, mejor dicho, huérfanos de la carne, porque enseguida falleció. Que triste destino el de René Guenon. No pudo dejar de ser polvo y al polvo retornó. Una oportunidad perdida. Una vida desperdiciada. ¿Pero acaso no es ese el triste destino del 99,99 por ciento de toda la humanidad?

René Guenon cuando buscaba la Gnosis

René Guenon casado y sin la Gnosis

15 comentarios

¿Opus Dei u Opus Diaboli?

Enumeración de los principales temas tratados en el libro «Opus Judei»

M.I.G. Vives

1. Todas las ganancias de los integrantes de la secta son para la organización, luego esta les proveerá de dinero según sus necesidades. La mayoría de las ganancias del integrante de la secta son para la organización.

2. “Todas las cosas que tienes a tu nombre hay que ponerlas a nombre de la Obra, porque hay que vivir la pobreza y Dios nos ha pedido todo”. Este es el argumento más comúnmente empleado.

3. Entre los líderes y los adeptos se da la relación dios / esclavos y así no solo se apoderan del control de la mente sino de su cuenta corriente y bienes personales.

4. Es absolutamente imprescindible que los adeptos donen todas sus propiedades a la secta para demostrar así que están imbuidos en el espíritu de la Obra.

5. La secta busca siempre los mejores elementos: directores de bancos, ministros, dueños de empresas o industrias, para manejar en exclusiva las palancas del poder terrenal.

6. Se aleja a los miembros de sus familias, incluso las Navidades las pasan los numerarios con quien les hacen creer que son sus familias: el Opus.

7. Hacen trabajar permanentemente a los adeptos, aunque sea en cosas inútiles para tenerlos ocupados, en un ritmo frenético y sin parar, donde no haya tiempo para pensar.

8. Encadenarse al Opus es perder todas las facultades intelectuales, volitivas y espirituales para convertirse en un autómata, en una marioneta al servicio de la Obra y del Padre. El Opus es la comedia de la hipocresía.

9. Los ideales del Opus no son compatibles con los Evangelios.

10. Al neófito del Opus Dei se le dice textualmente: “renuncias a ser tú, para ser Opus Dei”.

11. Antonio Senillosa, ex Diputado dijo que “Camino me parece un libro delirante y de una aterradora pobreza intelectual».

12. El Padre quiere a sus hijos muy libres, pero haciendo exactamente, prontamente, únicamente lo que él quiere. Ese es el secreto de la libertad.

13. Cuando los “enganchados” se quieren dar cuenta, ya no son dueños de su respiración y muy pronto empiezan a comprender cuál es el alcance exacto del voto de obediencia.

14. El voto de obediencia significa aceptar sin condicionamientos la voluntad de Dios, expresada a través de los superiores de la Obra.

15. En el Opus todos quieren ser delatores, acusadores y soplones porque ello, en el Opus, es práctica y “virtud”.

16. Para los del Opus, toda deserción es una traición. Quien abandona el Opus se va al abismo. Cuando una persona deja el Opus, se convierte en una no-persona, y se encuentra en la calle, financiera, espiritual y psicológicamente.

17. Los pseudohistoriadores del Opus han tergiversado la biografía y actividades del fundador del Opus Dei: Josemaría Escrivá de Balaguer. Por un lado propagaron hechos inciertos, cuentos y paparruchas, pero hay otros, los auténticos y verdaderos que se han mantenido en el más estricto secreto. Nada han dicho de su origen judío, ni de las raíces criptojudías de su doctrina, de su corto desarrollo intelectual ni de su condición de homosexual.

18. El fundador poseía la conocida costumbre de modificar sus nombres y apellidos. Nació como José María Escriba. Luego lo cambió por Jose María Escrivá. Luego le agregó “de Balaguer”, apellido que no provenía de sus antepasados. Luego modificó sus nombres, convirtiéndolos en “Josemaría”. Para completarlo compró un Marquesado quedando como Josemaría Escrivá de Balaguer y Albás, Marqués de Peralta (lo de Peralta lo inventó él).

19. Escrivá guardaba un secreto a voces. Aquello que todos pensaban, que muchos han insinuado sin atreverse a decir en público. Escrivá tenía una obsesión, un “defectillo”, una tara relacionada con sus comportamientos sexuales. Era homosexual, delicado y pusilánime.

20. Esa inquietud interior, ese desasosiego sexual, lo exterioriza irremediablemente en su obra escrita y guía espiritual del Opus, “Camino”, del cual vamos a seleccionar algunas de las máximas y consignas que se refieren, entre las muchas que se encuentran, a los sentimientos pederastas de Escrivá.

21. Escrivá de Balaguer era un soberbio nato y sin escrúpulos. La soberbia la llevaba inoculada en su sangre y en sus vísceras.

22. A pesar de que su formación teológica era, según sus compañeros de estudios, la de un mediocre alumno de seminario conciliar, le gustaba decir “soy tan docto de la iglesia como el Papa”, en el contexto de su ambición desmedida y loca.

23. Escrivá estaba poseído también por la avaricia. Era un gran materialista, avariento e insaciable.

24. Escrivá había encumbrado al altar al becerro de oro, lo adoraba como Aarón, el hermano de Moisés, quería ser el sumo sacerdote donde la opulencia y la riqueza fueran los valores supremos.

25. “Camino”, que pretende estar en una línea religiosa de lo más tradicional, tiende a formar burgueses que buscan influir en el mundo a través de éxito material.

26. La antología del disparate fue pronunciada por el avaro Escrivá cuando dijo sin sonrojo: “la riqueza del Opus es su pobreza”.

27. Escrivá era lujurioso por ese deseo irrefrenable y no reprimido de los deleites carnales prohibidos. Su afición por los “jóvenes guapos”, por el refinamiento afeminado y por la concupiscencia, no son secreto para nadie aunque sobre el particular se guarda con celoso sigilo.

28. La envidia era una consecuencia de su avaricia y de su rapiña. Lo deseaba todo y las cosas de los demás, del prójimo, las codiciaba.

29. Lo primero que llama la atención a cualquier persona que se detenga a meditar sobre la figura de Escrivá, por extraño que parezca, es el problema de su nombre de pila y de las mutaciones sufridas a lo largo de la vida de este personaje, de sus apellidos de origen.

30. Cuando se escribe y se publica la primera edición de Camino, aún va firmada como José María Escrivá a secas. En posteriores ediciones ya se adulteraría la forma del nombre que de dos palabras la fusionaría en una: “Josemaría” y desdoblaría el apellido “Escrivá de Balaguer”.

31. Pagó doscientas cincuenta mil pesetas por el título de Marqués. He aquí el Asno de Dios convertido, bajo las rechiflas, en Marqués de Peralta.

32. En los comienzos de su aventura Escrivá estuvo fascinado por dos organizaciones famosas: La Compañía de Jesús y la Masonería. Cuando se estudia de cerca la masonería es curioso descubrir paso a paso el paralelismo flagrante con el Opus Dei. Es como una copia. Todo se parece: el reclutamiento por proselitismo, la iniciación, los diversos grados de afiliación, el avance progresivo y lento en la posesión del “secreto”, el comportamiento entre los miembros y con los profanos, la técnica de penetración en todos los círculos, pero principalmente entre los intelectuales y entre los burgueses, el papel inferior concedido a las mujeres, etc., etc.

33. El oratorio anexo a la residencia de la calle Jenner de Madrid estaba adornado con signos cabalísticos y masónicos. Además, la sociedad SOCOIN, una iniciativa vinculada a la Obra, fue señalada como una derivación masónica de una organización judía internacional (vean en el libro el verdadero significado de la sigla SOCOIN según un diccionario hebreo).

34. Cuando terminó la guerra civil española, Escrivá fue uno de los pocos sacerdotes citados a comparecer ante el tribunal especial para la represión de la Masonería y el Comunismo, ante denuncias de hereje y antipatriota, y que bajo el nombre de Opus Dei se escondía una rama judaica de la masonería. Sus múltiples influencias exteriores hicieron que se paralizaran las investigaciones emprendidas.

35. La masonería, vía Opus, se ha incrustado en la médula de la Iglesia. Es una quinta columna que opera, masónicamente, al servicio de otros intereses que nada tienen que ver con la fe cristiana.

36. Se conoce al Opus Dei como “sinarquía tecnocrática”, “francmasonería de sotana”, “la santa mafia”, “la masonería blanca”, etc.

37. Muchas muertes misteriosas y repentinas han acaecido oportunamente en el Opus Dei (pueden ver en el libro cuál es la organización internacional que se encarga de adelantar fallecimientos a pedido del Opus Dei).

38. Pocos meses antes de morir, en 1975, hablando con algunos miembros de la Obra, Escrivá dijo que había hecho un balance de su vida y que podría resumirlo en una carcajada.

39. El Opus ha gastado cientos de millones de dólares para hacer santo a su fundador. El mayor problema lo tuvieron en la invención del milagro necesario. Pero el dinero todo lo pudo. Algunos han calificado a esta canonización de escándalo.

40. El supuesto milagro atribuido a Escrivá se ha producido en una persona de la familia Navarro Rubio, ligada desde siempre al Opus Dei. Uno de sus miembros fue ministro en los tiempos de Franco, involucrado en el escándalo financiero de Matesa, y otros son miembros importantes de la Obra. El equipo médico encargado de certificar el milagro fue reclutado entre los doctores de la Universidad de Navarra, que como todo el mundo sabe, pertenece al Opus Dei.

41. El Opus Dei es una secreta rama masónica y judaica, con una enorme organización económico-financiera y poderosa influencia política en el mundo, y que en absoluto secreto ha edificado un reino de inmensa riqueza que controla empresas, bancos, universidades, prensa, emisoras, editoriales, y un sinfín de actividades humanas, como sociedades culturales y partidos políticos de varias tendencias y dispone de un eficaz y barato servicio de información a través de las periódicas confidencias de sus miembros. El Opus Dei no es una masonería, es La Masonería.

42. El 17 de mayo de 1992, se consumó la beatificación de la farsa viviente.

43. En el libro Camino, Escrivá hizo algunos plagios de otros libros religiosos que están detallados en este libro que estamos comentando.

44. Los crucifijos del Opus Dei no tienen el cuerpo de Cristo. No reverencian ni adoran a la figura de Cristo, sino que alaban al cadalso, a su último patíbulo, veneran al instrumento del suplicio y del tormento. Otro elemento que aparece por doquier en el Opus Dei es la rosa. Si a la cruz pelada le juntamos la rosa tenemos la rosa-cruz. La alquimia kabalística no puede ser más explícita y perfecta.

45. Siguiendo en la búsqueda y en el hallazgo de elementos kabalísticos, notamos que el libro de Escrivá, Camino, tiene exactamente 999 máximas o puntos, cifra que invertida nos da el 666 apocalíptico. Su misión histórica parece señalada en clave clara.

(He pasado revista a las dos terceras partes del libro, me detengo aquí para motivar a los lectores de este sitio a que encaren la lectura completa del mismo: pueden encontrarlo gratis en internet)

9 comentarios

Un libro contra el matrimonio

El matrimonio, una enfermedad masculina

Fragmentos del libro «Don Juan. Psicoanálisis del matrimonio» por Ariel C. Arango (www.arielarango.com)

1. El varón sometido al ritual del matrimonio (y es de él de quien se habla en esta historia) debe llevar, para siempre, un anillo en el dedo. Es la señal de la renuncia, con la aceptación de la monogamia, a su libertad instintiva. El anillo es un emblema de la castración y, por eso, funesto. Don Juan no se lo puso jamás.

2. La severidad con que Cristo trata el deseo amoroso es, por supuesto, herencia judía. Jehová, el Dios de Israel (y Dios Padre de los cristianos), instituyó con su séptimo mandamiento, en medio de un cielo poblado de atemorizadores truenos, relámpagos y humo, el matrimonio como base de la familia. Y lo protegió con implacable rigor.

3. Mahoma acepta todas las narraciones de la Biblia y alega que el acuerdo de ésta con el Corán es una prueba de su misión divina. De hecho, los mandamientos y prohibiciones impuestos por el ritual del matrimonio a judíos, cristianos y mahometanos muestran tan inconfundible aire de familia que parecen dictados por un solo Dios.

4. El Corán, por lo demás, prohíbe estrictamente toda intimidad física antes del casamiento y sugiere el ayuno, que debilita las exigencias de la carne, para soportar mejor tan excéntrica continencia. El celibato, como entre los judíos, es considerado pecaminoso, y el matrimonio, también como entre los judíos, es obligatorio, aunque para hacer seductor el yugo se le concede al varón tener cuatro esposas (si bien no se le tolera cogerlas mientras estén menstruando). La mujer, por supuesto, sólo puede tener un marido a la vez.

5. Tanto judíos como cristianos y mahometanos consideran al adulterio una grave violación de la Ley (si bien el Viejo Testamento y el Corán tratan al varón pecador con más benevolencia que el Nuevo Testamento o el Talmud). Y la pena, en estos Libros Sagrados, es la muerte o la castración, que para el macho significan lo mismo ya que en ambos casos, igualmente, pierde la vida.

6. La Iglesia, sin embargo, sostiene que más allá de cualquier falacia lógica, únicamente la teoría del pecado original puede explicar el sufrimiento inmerecido que el hombre padece; sólo ella puede dar razón de ese obscuro sentimiento de impureza que anida en lo hondo de todo pecho humano. ¿Cómo justificar sino, por ejemplo, las catástrofes naturales que, inesperada y ciegamente, cortan tantas vidas en flor y arrasan años de duro trabajo? Sólo pueden ser un castigo divino y si hay castigo es porque hubo pecado. Pero como es una culpa que el hombre ignora, concluye el razonamiento, tiene que ser una culpa que él trae consigo al nacer. ¡Su culpa es ser miembro de una raza pecadora! La Biblia (Génesis, 3) la describe como una herencia del primer pecado humano: el pecado de Adán.

7. Y, de ese modo, la Madre, confirmando el profético error de Mahoma, se convirtió, de hecho, en la tercera persona de la Santísima Trinidad…

8. La fecundación de la Virgen por la oreja es una venerable tradición de la Iglesia Católica. Conforme a ella, la concepción de Jesús fue llevada a cabo por la introducción en su oído del aliento del Espíritu Santo. San Agustín, en su Sermo de Tempore, lo afirma rotundamente.

9. El extraordinario relato que nos muestra a Eva naciendo de la costilla de Adán no es sino una inversión absurda, típica de los sueños (y el mito no es otra cosa que un sueño soñado por muchos), cuyo propósito inconsciente es negar el deseo incestuoso: Eva era la madre de Adán y también su amante, y ambos, unidos en una sola carne, erant duo in carne una, dieron origen a la familia humana.

10. Nosotros tenemos Diez Mandamientos… ¡y los salvajes también!

11. Los Diez Mandamientos, también llamados El Decálogo (del griego dekalogoi, diez palabras), constituyen una lista de preceptos religiosos que, de acuerdo a varios pasajes del Éxodo (20; 2-17) y del Deuteronomio (5; 6-21), fueron revelados por Dios a Moisés en el Monte Sinaí y grabados en dos tablas de piedra. Los Mandamientos no son originales y reflejan, más bien, una moralidad común al antiguo Medio Oriente. Existen muchas similitudes entre El Decálogo y el código del rey Hamurabi (1728-1686 a C), el constructor del imperio babilónico; con el famoso capítulo 125 del egipcio Libro de los Muertos; y con ciertas leyes asirias e hititas mucho más antiguas.

12. El Ritual es muerte, resurrección, amnesia y, además… ¡mutilación! En los casos más suaves consiste en la rotura de un diente, o en arrancar los cabellos, o en perforar los labios o las orejas; en los más severos, en la cruel circuncisión o en la terrible subincisión. Y, además, en muchas tribus los preparativos de la mutilación se hacen con perversa morbosidad… ¡frente a los mismos iniciados!

13. Entre los semitas pareciera que al principio la circuncisión se practicaba en el momento de contraer matrimonio: tanto el vocablo arábigo hatuma como el hebreo chosan sitúan la circuncisión en íntima relación con el noviazgo y el casamiento. Algunos árabes mutilan al joven cuando éste llega a la edad de tomar esposa y la operación es practicada en presencia de la novia. Y también, a veces, ha sucedido así entre los judíos. Séfora, la esposa de Moisés, lo protegió de la ira de Yahweh diciendo, mientras tenía en la mano todavía el silex ensangrentado con que había circuncidado a su hijo (Éxodo, IV, 26): «Tú eres esposo de sangre para mí».

14. Entre el ritual de iniciación y el ritual del matrimonio fluyen armoniosas concordancias (lo que no debiera extrañarnos ya que los dos son intentos de domesticar a los jóvenes).

15. Pues bien, si todo matrimonio, ya sea religioso civil, consiste en un ritual de iniciación, y la esencia del ritual es castrar los más deleitosos deseos masculinos, ¿por qué el matrimonio debiera prodigarle al macho felicidad?

16. La circuncisión, el pars pro toto, la parte por el todo, es la culminación del ritual de iniciación. Es su sello espantoso.

17. Las orejas y las narices, como se desprenden de la cabeza con facilidad, también constituyen un medio fácil de contar los enemigos muertos. Gengis Khan (1167-1227), el fundador del imperio Mogol, al conquistar Polonia, hizo llenar nueve sacos con las orejas derechas de los muertos y el emperador bizantino Constantino V (718-775), que liberó Constantinopla de los ataques de árabes y búlgaros y que, además, se distinguió por impulsar un concilio de obispos orientales que condenó el culto de las imágenes y persiguió a los monjes rebeldes recibió, como deliciosa ofrenda por su celo religioso una bandeja llena de narices.

18. Es el espíritu del trofeo, su genuina esencia. Se trae un pedazo del cuerpo del vencido en lugar de traerlo a él. Es más cómodo y vale lo mismo. La mutilación aparece cuando en vez de cortar partes del cuerpo muerto se cortan partes del cuerpo vivo y esto sucede cuando el vencedor halla ventajas en conservar a sus enemigos en lugar de matarlos o comerlos. Los cautivos, entonces, se transforman en esclavos a los que, no obstante, se les sigue cortando partes del cuerpo como trofeos. Y, de ese modo, las huellas de la mutilación se convierten en señales de esclavitud: en vez de cortarles la cabeza o sacarles la mandíbula, se les extrae la nariz, la oreja o los dientes; en lugar de escalparles el cuero cabelludo sólo se les rapa el pelo; y en vez de castrarlos… ¡se los circuncida!

19. La circuncisión es una señal de sumisión. Está difundida entre los pueblos primitivos pero también en los civilizados. La practicaban los fenicios y los egipcios y, todavía, los árabes y los judíos. Y en cada pueblo significa lo mismo. Ad uno disce omnes, conociendo a uno los conoces a todos.

20. Ellos, pues, a través del pars pro toto de la circuncisión se infligen, voluntariamente… ¡la misma castración que temen padecer! (un eco de esta cáustica ironía pantagruélica se repite todavía en nuestros días en el burlón comentario que afirma que «los judíos tienen la pija terminada a mano»).

21. La circuncisión entre los judíos era la marca de la esclavitud o, lo que es lo mismo, de la sujeción a Jehová. Él hizo escuchar su palabra a Abraham (Génesis, 17): Tú circuncidarás la piel de tu prepucio y éste será una señal del pacto entre tú y yo. Pero también debían circuncidarse sus hijos y los hijos de sus hijos. Era un pacto eterno: Y mi pacto estará en tu piel por una eternidad. Jehová, por lo demás, se indignaba cuando descubría judíos que no llevaban en su pija el estigma humillante. Explotó de cólera contra Moisés por no haber circuncidado a su hijo (Éxodo, IV, 24-26). Quiso matarlo y sólo la rápida y diligente acción de su esposa lo salvó.

22. Aconteció que como estuviese Moisés en una posada salióle al encuentro el Señor y trató de hacerle morir, y Séfora tomó una piedra tajante, y cortó el prepucio de su hijo y lo arrojó a sus pies. Los propios judíos nunca ignoraron que el prepucio era un trofeo. Tan es así que, fieles al aforismo que afirma que uno trata a los demás como se trata a sí mismo… ¡siempre impusieron la circuncisión a los pueblos que vencían! El rey Saúl desafió a David a que trajese de la batalla cien prepucios de filisteos y David, excediéndose… ¡trajo doscientos!; Matatías, el sacerdote judío, padre de los Macabeos, que se rebeló contra la política de helenización del rey seléucida Antíoco IV Epífanes, recorrió el país junto con sus amigos, destruyendo los altares paganos y circuncidando a todo niño que encontraban (I Mac, 2, 45-47).

23. Hircán, sumo sacerdote de Judea, después de subyugar a los idumeos les impuso la obligación de someterse a la circuncisión o abandonar el país, y Aristóbulo, rey de Judea, impuso la señal de la Alianza al derrotado pueblo de la Iturea. Los judíos mutilaban la pija de los pueblos sometidos de la misma manera que ellos mutilaban la propia. Y que se siguen cercenando, como una obsesión, desde hace siglos. Es un ritual aterrador.

24. La amenaza de castración es un medio de inspirar terror y en ella se inspira todo ritual de iniciación para garantizar la prohibición del incesto ya que recurre a la circuncisión que es su forma mitigada.

25. Y esto sucede en toda época y en todo lugar ya que los pueblos que no circuncidan también imponen a sus hijos una señal de sumisión: al varón recién casado no le cortan el prepucio… ¡pero le obligan a llevar un anillo en el dedo! Una es una marca y el otro sólo un ornamento pero ambos son el sello de la esclavitud.

26. El anillo de matrimonio es un emblema de la castración y, por eso, funesto. Don Juan no se lo puso jamás.

27. El trofeo es una señal de poderío y la mutilación la marca de la esclavitud. El que mutila es el vencedor; el mutilado, el vencido. Las mutilaciones son variadas y abarcan todo el cuerpo: la cabeza, la nariz, los pies, las orejas, los dientes y las muelas, el pelo, la piel, la lengua… Y siempre consisten en quitar, arrancando o cortando, algo del cuerpo. Aparentemente son muchas pero, en realidad, una sola, porque todas son substituciones inconscientes del miembro que, turgente, se eleva en la encrucijada de las piernas ya que toda mutilación no es sino una castración enmascarada.

28. Los judíos circuncidan su pija como muestra de obediencia a Jehová y los aborígenes se tatúan la lengua como prueba de la suya. Ambas son mutilaciones; ambas son señal de sumisión.

29. No obstante, y a decir verdad, el judío no sólo en la época de los macabeos buscó abolir la circuncisión padecida en la infancia, sino que más bien, siempre lo intentó (si bien en este caso sólo simbólicamente) mediante el uso de la kipá un pequeño trozo circular de tela que se pone en la cabeza durante las ceremonias religiosas, y que es la manifestación de su deseo inconsciente de restituir a su pija el trozo de carne que le extirparon de la «cabeza» al poco tiempo de nacer. Y la esencia de toda esta enigmática afinidad entre circuncidados y tatuados consiste, cabalmente, en que ambos comparten el deseo de injuriar su cuerpo: el judío al cortar el prepucio de su inerme bebé de sólo ocho días de vida, y que es sangre de su sangre y carne de su carne, no hace otra cosa, inconscientemente, que mutilarse a sí mismo, que es lo mismo que hace también, quien se tatúa. Esta insólita simpatía por el bisturí, sin duda, nos resulta extravagante, ya que no ignoramos que el instinto natural de todo varón nacido de mujeres, por el contrario, ¡preservar su piel!, tal como tiene lugar cuando alejamos la mano ante la proximidad del fuego. Pero sucede aquí que el espontáneo impulso de custodiar amorosamente el propio cuerpo se ha transmutado en el humillante anhelo de grabar en él la marca de la sumisión…

30. De allí que lo siniestro, en sí, no sea tanto la castración como… ¡desearla!, y esto, como simple y límpidamente nos enseña Freud, constituye la definición misma de la perversión la cual consiste, precisamente, en buscar placer en lo que naturalmente angustia, es decir, en la sumisión o en el dolor. Y si no, pensemos, ¿quién que no estuviese dominado por un inconsciente deseo de hacerse daño mutilaría su propia carne? Lo siniestro es ver a un varón que real o simbólicamente… ¡se ha castrado a sí mismo!

31. Pero sucedió que el judío en vez de reconocer y enfrentar, honestamente, su perverso deseo de sumisión, para lograr controlarlo y afirmar así su voluntad viril, abruptamente, ¡lo negó!, proclamando, por el contrario, su ficticio y amanerado… ¡orgullo por estar circuncidado! Y de ese modo establecieron las condiciones para que la historia, pari passo, se repitiese de nuevo: siglos después los nazis los esclavizaron otra vez, como antes los egipcios, y les impusieron también una mutilación, en este caso, un tatuaje: ¡los números que le grababan en los brazos en los campos de concentración!. Y de tal modo, le sumaban, a la feroz agresión, una burla siniestra: «¿Así que les gusta mutilarse? Pues bien, ¡les será concedido!».

32. El anillo que el varón se pone en el dedo como signo de sumisión a su Padre se llama alianza y así se llama, también, la circuncisión del judío, signo de la sumisión a Jehová (la palabra b’rith, alianza, es a menudo usada en el sentido de circuncisión y b’rith malah significa la alianza de la circuncisión).

33. El yugo es un instrumento de madera al cual, formando una yunta, se sujetan las mulas o los bueyes y así tiran del arado o del carro. Por esta razón se ha convertido en el emblema de toda carga pesada, prisión o atadura. ¡Qué mejor símbolo para el matrimonio! Al macho y a la hembra unidos por el casamiento se los llama cónyuges, palabra que deriva precisamente… ¡de yugo!

34. El matrimonio es un yugo. ¿Quién podría, entonces, desearlo? ¿Qué hombre buscaría, lúcidamente, adherir a tal proyecto? El varón (ya que es él y no la mujer la víctima del ritual) le huye. Siempre le ha huido…

35. El macho siempre supo, con mayor o menor claridad, que al casarse se castraba.

36. El anillo, para la mujer, es un motivo de orgullo y lo exhibe en su dedo anular cual si fuese un trofeo; el hombre, se avergüenza de él, lo oculta, se lo saca, o… ¡lo pierde! Y ello es así porque para la hembra el matrimonio es una consumación anhelada y para el macho sólo un compromiso que ya no puede postergarse más. A ella, exhultante, la felicitan y a él, sometido, lo consuelan (todo varón casado ¡engorda!).

37. El matrimonio es un compromiso y, como todo compromiso, supone exigencias y, con ello, fastidio. Y el lenguaje, en todos los idiomas, así lo registra. En inglés, la palabra plight, que significa comprometerse en matrimonio, significa, además, apuro o aprieto, y casarse, coloquialmente, se dice to get hitched, o sea, quedar atrapado. Y no es por supuesto casualidad que, entre nosotros, la palabra esposa que deriva del latín sponsa y que designa a la novia o joven prometida solemnemente en matrimonio, designe también, las argollas o anillos con que se encadenan las muñecas de un delincuente.

38. ¿Qué goce se puede aguardar, razonablemente, de un deseo encadenado? Todo el día, todos los días de la semana y el mes, todo el año, siempre… ¡con la misma mujer! Quisque suos patimur Manis, cada uno sufre su propia sombra. La sombra del varón es su esposa.

39. La masturbación y la homosexualidad es el destino de los machos incapaces de conquistar hembras. Y esto sucede entre los animales también. En las manadas de caballos salvajes se puede observar in situ: los potros que viven apartados del grupo, y que se masturban a discreción, tienen un jefe que los dirige, controla y molesta como si fueran hembras.

40. El varón castrado no sólo se somete a la Ley sino que, a menudo… ¡hasta llega a amarla! (los maridos contumaces o los empedernidos reincidentes). Muchos, incluso, gozan humillándose ante ella.

41. ¿Por qué arraigan tanto en el macho los mandatos y las prohibiciones? O lo que es lo mismo, ¿por qué éste, reverente, acepta la Ley? La respuesta no es difícil sino, más bien, fácil, tanto que es casi obvia: ¡por miedo! Por un miedo que está enraizado en su naturaleza y que se renueva entre padres e hijos. Un miedo del que se alimentan todos los temores y que constituye su fuente. Un miedo a una agresión tan espeluznante que más que temor suscita espanto… ¡la amputación de la pija y de los huevos!

42. La amenaza de castración es una amedrentación tan poderosa que todos sucumben a ella. Y que, además, deja una huella indeleble. Tan honda que el macho quedará, desde entonces, domesticado y listo para recibir nuevas órdenes. Ella es la que ha creado en el varón el hábito de la obediencia. El miedo es la razón final de la Ley y la castración su nombre más antiguo. Séneca (4-65), el filósofo romano, que lo sabía, lo expuso con severa concisión: Qui potest mori, non potest cogi; quien puede morir, no puede pensar.

43. El varón no necesita ya, desde entonces, intimidación alguna. Sería superflua: él solo es quien, voluntariamente… ¡se somete a sí mismo! Se rinde a la voluntad del Padre, acepta el ritual de circuncisión y renuncia a su libertad. Aunque, sin embargo, como toda sumisión es difícil admitir, inconscientemente… ¡la niega! El hombre casado no dice: «Me casé porque tenía miedo de coger sin permiso», sino, en cambio, dice: «Me casé para formar una familia». Es una propensión muy humana hacer, de necesidad, virtud.

44. Don Juan, fiel a sí mismo, siempre encontraba su bienestar realizando su propia voluntad y no la ajena, y jamás ofreció su culo para apaciguar a un enemigo.

45. Don Juan, sin duda… ¡no era un varón castrado!

46. ¡Qué mejor definición del matrimonio! ¿Qué es el matrimonio?: los restos, las sobras, el descarte de los placeres del Señor…

47. El desarrollo de la civilización, con sus crecientes restricciones al instinto viril, incrementa la impotencia del hombre, tanto, que de hecho pensaba, que «la vida sexual del hombre civilizado se hallaba en pleno proceso involutivo»: ¡el «Viagra»! Cada nuevo «derecho humano» que se inventa es un nuevo pedazo que se le rebana a la pija

48. El matrimonio es la confirmación adulta de la sumisión infantil y equivale, psicológicamente, al rito del mismo nombre establecido por la Iglesia Cristiana por el cual se reafirma la relación de obediencia, establecida previamente en el bautismo, del hombre hacia Dios.

49. El matrimonio es la confirmación adulta de la castración infantil.

50. El Duce, el hombre más poderoso de Italia y uno de los más importantes del mundo, vigoroso y de extrema vitalidad, era muy amante de las mujeres, y aunque no tenía un harén de trescientas concubinas como Solimán el Magnífico, el sultán turco, o como el emperador mogol Hublai Kan, su número, para ser europeo, tampoco era nada despreciable, ¡llegó a tener 14!

51. Un matrimonio no puede considerarse sólidamente establecido hasta que la esposa no haya conseguido hacer de su marido su hijo, o lo que es lo mismo, hasta que la hembra no se convierta, ¡en una Madre Virgen! Pero si la mujer se transforma en madre es porque el hombre, transformado en hijo… ¡ha vuelto a la infancia otra vez! El matrimonio es un voto de infantilismo perpetuo.

52. La coerción más seria consistía en exigirle comportarse, por medio de la sumisión al matrimonio, del mismo modo que la hembra: ¡la glorificación de la monogamia! El macho es promiscuo. Y lo es porque la Naturaleza así lo quiso. Ella, a quien sólo le preocupa la specie, quiere que la siembra se produzca siempre, que nunca falte la simiente en el anhelante y feraz surco de la hembra. Y por eso hizo al macho un sembrador.

53. Pero sucede que el varón sometido al ritual de circuncisión es infiel al destino que la Naturaleza le impuso en su pija y vive encerrado entre quatre murailles, las cuatro paredes de su hogar, en donde, transformado en un «ama de casa», cocina, limpia, hace las compras en el supermercado, cambia los pañales al bebé, lo saca a pasear en cochecito por la calle… ¡y al perro también! Los italianos han acuñado un nombre feliz (y cruel) para llamar a este difundido tipo de hombre: le dicen «un mamo», es decir, «un hombre mamá». ¡Don Juan en el supermercado! El matrimonio no sólo infantiliza al varón. Lo feminiza también…

54. ¿Para qué la fiesta de bodas?: para ahogar el dolor. Es un narcótico. Y es que sólo embriagado puede el macho aceptar la mutilación que supone el anillo funesto. El matrimonio es un ritual de circuncisión, y la fiesta, un cruel engaño: ¡se festeja la castración!

55. Las raíces de la Pascua judía descansan en una antigua costumbre semítica de sacrificar al hijo primogénito (y dado el humor del hombre de aquellos tiempos lejanos muy, seguramente, de comérselos después); y, por supuesto, igualmente recordar, que estos salvajes ritos canibalísticos se realizan diariamente en la misa de todas las iglesias cristianas, ya que la Eucaristía no es otra cosa que una repetición inconsciente de aquel banquete primordial. En el sacramento de la comunión a través de la hostia y el vino, la carne y la sangre, el creyente… ¡se lo come a Cristo!

56. Los antiguos aztecas también se comían a su Dios en el sacramento del pan: dos veces al año, en mayo y diciembre, hacían con masa de harina una imagen del gran Dios mejicano Vitzilipuztli, y la rompían después en trozos que comían, solemnemente, sus adoradores.

57. En ningún caso, sin embargo, ya sean uno o dos, nunca hay sacrificio si no hay antes obnubilación, ya que ése es, precisamente, el propósito de la celebración: aturdir a la víctima. Donde hay mutilación siempre tiene que haber una fiesta.

58. Existe, además, una interesante correspondencia entre castración y fiesta: cuanto más grande es el rechazo inconsciente al matrimonio tanto más grande es la celebración. Tanto es así que hasta es posible pronosticar la duración de un casamiento por la ampulosidad del festejo. Las revistas mundanas que cubren con profusión de notas y fotografías las nupcias de una pareja famosa dedican el mismo espacio, no mucho tiempo después… ¡para mostrar su divorcio! Más grande la fiesta, más corta la unión.

59. ¡Y qué dolor cuando, pasada la fiesta, el varón toma conciencia de la mutilación! ¡Qué sufrimiento cuando se disipan los vapores de la embriaguez! Y no es para menos: la castración es la fuente de una angustia inextinguible

60. Los circuncidados se sienten, siniestramente, orgullosos de serlo… ¡celebró su castración! (tal como igualmente la celebran los putos en la fiesta del «día del orgullo gay», un vestigio del «día de la sangre» en la fiesta de la Gran Madre Cibeles).

61. Todo se repite. Como se repite, también, el arrepentimiento de Atis: es raro el caso del marido que, en algún momento, no sienta que su matrimonio fue una trampa, una falsa promesa, un sueño incumplido.

62. La fiesta de bodas, como toda fiesta, es engañosa ya que su propósito no es, en sí, el placer, sino ocultar un sacrificio. Y esto lo demuestra su carácter obligatorio.

63. Es él quien repite experiencias penosas por la sola razón de padecerlas de nuevo. Es él quien busca, a través de la eterna repetición de las mismas, multiplicar su dolor. Y le aseguraría, además, que esa fuerza que arruina su vida, no viene de afuera de sí, sino de adentro de sí; que es una compulsión a repetir que nace de su propia voluntad de hacerse daño, y humillarse a sí mismo.

64. El matrimonio es una manifestación de la forza del destino, del ciego y demoníaco impulso a repetir, gratuitamente, una experiencia angustiosa.

65. Pero, ¿cómo puede el varón liberarse de cumplir con el fatídico ritual del matrimonio si desde niño ha visto que, mansamente, se sometieron a él, ¡su propio Padre!, su abuelo, su tío y, tal vez, su hermano también? ¿Cómo enfrentar la castración si todos los hombres que le sirven de guía se resignaron a ella? Es un sacrificio ritual que se repite, mecánicamente, a través de las generaciones. Y todos lo hacen porque antes… ¡todos lo hicieron también! Una típica repetición colegial que evoca las ovejas del célebre parangón dantesco (Purg., III, 82): e cio che fa la prima, e le altre fanno «y eso que hace la primera las otras lo hacen también» ¡Hace falta un modelo heroico para rebelarse al ritual! ¿Será éste, acaso, Don Juan?

66. El matrimonio es una dañina y gratuita regresión a la infancia: el hijo, dominado por el miedo, confirma su castración infantil y renuncia otra vez, inconscientemente, a su adorada madre, y toda la agresión que no pone en juego para enfrentar y vencer a su temido Padre, cruel y burlonamente, la descarga contra sí mismo a través de su manso sometimiento al ritual de circuncisión, transformando, de ese modo, la humillante sumisión del pasado… ¡en un eterno presente! El matrimonio es el varón castrado.

67. Lo que Don Juan no quiere es… ¡casarse! No quiere someterse al ritual de castración. Promete ponerse en el dedo el anillo funesto… ¡y no cumple!

68. ¡Todo varón quisiera poder coger a la mujer deseada sin tener que casarse, sin tener que pagar el tributo del humillante ritual! Es el deseo más hondo que anida en todo pecho viril. ¡Quién no fuera Don Juan!

69. El varón, abrumado por la majestuosidad de la música, ya sea por la «triunfal» Marcha Nupcial de Mendelsson, cuyo toque de fanfarria es un emblema a la entrada o salida de las iglesias, o ya sea por las repetidas notas agudas que introducen el Coro Nupcial de Wagner, que acompaña el lento andar de la novia hacia el altar (y que no son sino un eco de la música salvaje que en el «día de la sangre», drogaba a los novicios que ofrendaban sus huevos a la Gran Madre Cibeles durante el célebre festival) y preso de la euforia que en él suscitan las fiestas y banquetes que celebran (y ocultan) la castración, se somete al ritual del matrimonio. Y lo hace para advertir, no mucho tiempo después, que como el frigio Atis, ha caído en una trampa donde la angustia, la tristeza y el aburrimiento ocupan el lugar del prometido paraíso.

70. El varón castrado se atormenta asustándose a sí mismo: ve peligros que lo acechan por doquier; imagina para sí el más desgraciado y obscuro futuro; alimenta su mente con inquietantes supersticiones y obscuros presagios y vive preso de la desoladora amenaza de enfermedades incurables (que en ocasiones, inconscientemente, se las provoca también). Y, además, se siente viejo, a veces irritable y a veces abatido, y casi siempre inquieto. Y a menudo teme y piensa en la muerte…

71. El matrimonio no es un problema para la mujer. ¡En absoluto! Para ella, por el contrario, es un destino manifiesto. Es la meta de su vida: formar una familia y gozar, como esposa, en el calor del nido, plácidamente de su maternidad. Por eso, instintivamente, es constante en el amor: ¡quiere conservar al macho que le hizo los hijos para que la ayude a criarlos! Pero el matrimonio sí es un problema para el varón. Como su instinto es promiscuo él está más orientado hacia la diversidad y el cambio, pero resulta que el Ritual al «transferir las reglas de la sexualidad femenina a la masculina prohibiendo todo comercio sexual fuera de la monogamia»… ¡quiere castrarlo! Menudo problema. ¡Quién no fuera Don Juan!

72. Don Juan se hubiera demorado, amorosamente, mucho más tiempo con cada una de sus mujeres si ellas, casi obsesivas, no se hubieran empeñado en cazarlo para uncirlo después al yugo del matrimonio.

73. Es el hombre quien posee porque es él quien conquista; el macho es más agresivo que la hembra. ¡La anatomía es el Destino!

74. Don Juan, lejos de frenar su agresividad no permitía que ella se acumulara dentro suyo. Él sabía que la violencia reprimida se transforma en rabia, y la rabia, como con aguda psicología lo dice Dante en su divino canto, consume a quien la padece (Inferno, Canto Settimo, 9-10).

75. El varón (como la nación) que renuncia a la conquista no es ni bueno ni malo: es un jubilado

76. Los que se someten al tabú del incesto tienen dificultad para comer carne. La prohibición judía de comer carne y leche al mismo tiempo es un soberbio ejemplo: «No cocinarás cordero con la leche de tu madre» (Éxodo, XXIII, 19). Y es lógico: ¡carne y leche es lo que comíamos cuando chupábamos las tetas de mamá! El judío no come carne porque se somete al tabú del incesto. Y los vegetarianos también…

77. Balzac (1799-1850), el escritor francés, en su Physiologie du Marriage (1829) decía que la migraine, la reine des maladies, la jaqueca, la reina de las enfermedades, es el arma más astuta y terrible empleada por las mujeres contra sus maridos…

78. En el serrallo del Viejo Celoso no había igualdad de derechos: todas las hembras eran sus esclavas a quienes él… ¡trataba como reinas! Él era dueño de ellas pero no ellas de él. Su temple era el de un genuino Señor: habere non haberi; poseer, no ser poseído.

79. Y esto ha sido siempre así porque, ya sea aquí y ahora, cómo en épocas lejanas o distantes lugares, todas las esposas dicen lo mismo y actúan igual. Y esto se debe a que las innúmeras esposas que nos muestran nuestros ojos constituyen una mera ilusión porque ellas son sólo imágenes de la Esposa eterna. Ella, más allá del tiempo y el espacio, nunca cambia y siempre es igual a sí misma.

80. Lo más frecuente, sin embargo, es que las enfermedades se manifiesten, periódicamente, durante toda la vida del hombre casado. Y, en verdad, son muy variadas, ¡Tantas como todas las que pueda padecer el macho! Pero, en cualquier caso, el significado del síntoma es siempre el mismo: ¡una protesta de la pija!

81. Don Juan nunca se sometió al primitivo ritual de iniciación en que consiste todo matrimonio y nunca renunció a su madre a la que buscó en cada mujer que hizo suya, y por eso, la obstinación, orgullo y coraje con que, cual redivivo Prometeo, desafió a su Padre, nos despierta una admiración que sólo es comparable a la nobleza con que satisfizo su instinto: sin dar excusas ni pedir perdón. Fue el héroe trágico sin parangón.

20 comentarios

El diario Clarín y su colección de basuras

Un diario pretendidamente liberal y democrático expone carroña anarco-marxista ¿Por qué? Porque el liberal-marxismo es así. Unos y otros son la misma cosa.  Uno es la continuación del otro. Y el primero financia y protege al segundo. Chesterton decía que la democracia es la forma más directa de llegar al comunismo. De esta colección de inmundicias solo Nietzsche no tiene nada que ver ¿Lo pusieron para disimular? ¿Por eso escribieron mal su apellido? Escribieron «Nietszche». Hicieron como los masones, que para no pronunciar Jesucristo dicen El Nazareno. El anarco-marxismo es la continuación evolutiva y lógica de la democracia francmasónica. El anarco-marxismo es esa supuesta «verdad revelada» que nos quieren hacer tragar. El anarco-marxismo es ese «dogma vacío». El anarco-marxismo es ese «espejismo de la realidad». Como la mentira de los derechos humanos. Y hay otras mentiras peores que esa ¡Y a estos excrementos sinárquicos lo llaman pensamiento crítico! De críticos no tienen nada. Críticos somos nosotros. Siempre nos opondremos a los falsos ídolos de este mundo podrido liberal-marxista. Observen los semblantes no clásicos de estos sub-humanos. Y observen también sus vidas y sus apellidos. Demasiada mierda junta para un solo aviso publicitario.

8 comentarios

El «humanismo marxista» del futuro Gobierno Mundial

LA ESCUELA DE FRANKFURT

Se conoce como la Escuela de Frankfurt a un grupo de investigadores que adherían a Hegel, Marx y Freud y cuyo centro estaba en el Instituto de Investigación Social, inaugurado en 1924, en Frankfurt. Fundada gracias al mecenazgo del multimillonario argentino, de origen alemán, Félix Weil, se hicieron representantes de la “teoría crítica”, la cual debe entenderse como un aspecto de la práctica, denominado también marxismo cultural. La obra esencial de este Instituto fue el ensayo “Dialéctica de la ilustración”, editada entre los años 1944 y 1947 por ADORNO y HORKHEIMER. Estos ideólogos y filósofos decidieron transcender las fronteras del positivismo, del materialismo vulgar y la teoría fenomenológica, a través de un retorno a Kant y sus sucesores en el idealismo Alemán, fundamentalmente Hegel. Los doctrinarios más famosos de este grupo fueron Adorno, Marcuse, Fromn, Habermas, Schmidt.Por supuesto, todos teóricos inmanentistas, quienes por ser ateos han roto toda vinculación con el “allende”,con lo absoluto en cuanto trascendente, es decir con Dios.

El marxismo cultural, modernamente, ya no va dirigido al proletariado, sino a los hijos de la alta burguesía y las clases medias. Se reformula así la lucha de clases. La clase pasa a definirse en función del grupo cultural al que se pertenece y deja de determinarse en función de la propiedad de los bienes de producción. Fidel Castro lo dijo en Córdoba, en su última visita, antes de enfermar: la revolución ya no necesita de la violencia. Por supuesto que debe entenderse esto de la siguiente manera: “salvo que peligre la revolución”.

La Escuela de Frankfurt, para afianzar el marxismo cultural diseñado por Antonio Gramsci, es decir la Revolución Cultural, dio “recomendaciones para la transformación y disolución de la Europa cristiana”, entre otras cosas, propuso las siguientes pautas:

l) Fomentar la desintegración familiar; 2) Hacer depender a los ciudadanos del Estado o de los beneficios del Estado; 3)Mantener un sistema legal desacreditado, con prejuicios contra las víctimas del delito; 4) promocionar el vaciamiento de las Iglesias; 5) promover el consumo excesivo de bebidas alcoholicas;6) promover migraciones para destruir la identidad;7) fomentar la destrucción de la autoridad en los Colegios y Universidades;8) suscitar la invención de delitos sociales;9) El cambio continuo para crear confusión y 10) Fomentar la homosexualidad en los niños.

Este Decálogo, tiene mucha relación con aquél escrito por LENIN, en 1913: 1) Corrompa a la juventud y exacerbe la libertad sexual, 2) infiltre y después controle todos los medios de comunicación masivos, 3)divida a la población en grupos antagónicos, incitando a la discusión sobre asuntos sociales,4) destruya la confianza del Pueblo en sus líderes, 5) hable siempre sobre la Democracia, pero si llega la oportunidad, asuma el Poder sin escrúpulos. 6) Colabore con el vaciamiento de los dineros públicos, y provoque la inflación; 7) Promueva huelgas, aunque sean innecesarias e ilegales; 8) Promueva disturbios y contribuya para que no sean reprimidos; 9) Ayude a destruir los valores morales y la creencia en las promesas de los políticos y gobernantes; 10) Registre a quienes tiene armas de fuego, para su posterior confiscación a fin de impedir cualquier resistencia.

Como se podrá apreciar, la línea de comportamiento del revolucionario debe ser necesariamente proteico ( cambiar de forma constantemente) y protervo (obstinada en la perversión). Esto corrobora que la pretendida Filosofía marxista, es sobre todo, una metodología para la acción revolucionaria. Nada dicen los marxistas, sobre cómo deberá ser el comportamiento del revolucionario cuando esté en el Poder. Esta hipótesis está contemplada en lo que se denomina “dictadura del proletariado” en donde se habilitan todo tipo de arbitrariedades, perversiones e injusticias; es decir, nadie que no sea de la secta y presente resistencia quedará con vida. Luego se continuará con la propia tropa, si hay disidencias, aunque sean estas de aspectos formales o si no hubiera la adhesión inequívoca al personalismo de turno.

Cuando se ideó “el mundo uno”, el politólogo polaco Zbigniew Brzezinsky”, tenía diseñado que el nuevo orden mundial se edifique sobre una sociedad tecnotrónica, con humanismo marxista. Cabe aquí consignar que la Escuela de Frankfurt, durante la segunda guerra mundial funcionó hasta el año 1950 en los E.E.U.U, financiada por la Fundación Rockefeller.

11 comentarios

Mentiras fundamentales de la iglesia católica

Principales temas del libro de Pepe Rodríguez. Recomendamos su lectura completa ya que en el libro estos temas se hallan debidamente explicados y fundamentados.

1. Basta recordar la descripción que Dios hace de su creación del mundo, en el Génesis, para darse cuenta de que la «narración divina» no es más que un deficiente recuento de los mitos cosmogónicos mesopotámicos y que su descripción de la bóveda celeste, por ejemplo, no difiere en nada de la que hacían los antiguos sacerdotes caldeos o egipcios.

2. Dios, por poner un par de ejemplos más, tampoco estuvo demasiado acertado cuando adjudicó a Moisés la misma historia mítica que ya se había escrito cientos de años antes referida al gran gobernante sumerio Sargón de Akkad que, entre otras lindezas, nada más nacer fue depositado en una canasta de juncos y abandonado a su suerte en las aguas del río Eufrates hasta que fue rescatado por un aguador que le adoptó y crió. Este tipo de leyenda, conocida bajo el modelo de «salvados de las aguas», es universal y, al margen de Sargón y Moisés, figura en el currículum de Krisna, Rómulo y Remo, Perseo, Ciro, Habis, etc. ¿Sabía Dios que estaba plagiando una historia pagana? ¿Y que una narración tan prototípica de la Biblia como es la del «diluvio universal» fuese también el plagio de otra leyenda sumeria mucho más antigua, la del «Ciclo de Ziusudra»?

3. Dios entregó su ley al «pueblo elegido» plagiando los términos de un tratado de vasallaje hitita. Tal como podemos comprobar tras analizar la estructura literaria de los pasajes bíblicos que refieren la alianza, resulta que son una flagrante imitación de los tratados de vasallaje hititas y de otros pueblos antiguos de los que se han conservado hasta hoy diversos ejemplares.

4. Podríamos seguir explorando… y explayarnos, por ejemplo, en los paralelismos evidentes y sospechosos que presenta el libro de los Proverbios con las literaturas sapienciales de Egipto y Mesopotamia, la influencia del poema mesopotámico de Gilgamesh y de la filosofía griega en el Eclesiastés, etc.

5. Gran parte del Evangelio consta de discursos de Jesús. Cuando éstos se prologan, aparecen tratados al modo griego, es decir, con preguntas o comentarios intercalados por los oyentes (en el presente caso los judíos o los discípulos), que llevan así adelante el discurso. Si se comparan estas «charlas» y otros dichos de Jesús con su manera de expresarse en los demás Evangelios, es obvio que no está hablando el mismo hombre.

6. En el libro de Jueces Dios intervino en la concepción y nacimiento de Sansón, cuya madre era estéril. Con algunas diferencias, las circustancias básicas de este relato se repiten también en el nacimiento de Samuel, el último juez de Israel, hijo de Ana, la esposa estéril del efraimita Elcana. Y antes que en ellos, Dios había intervenido también en la concepción de Isaac, hijo de Abraham. La madre de Sansón, como Ana, la madre de Samuel, e Isabel, la de Juan el Bautista, dejaron de ser estériles por la gracia de Dios, la misma que se «derramó» sobre María para fecundarla siendo aún virgen.

7. Nacer de una virgen fertilizada por Dios fue un mito pagano habitual en todo el mundo antiguo anterior a Jesús.

8. Todos los grandes personajes que acabaron siendo adorados como «hijos de Dios», Buda, Krisna, Confucio o Lao-Tsé, fueron mitificados para la posteridad como hijos de una virgen.

9. «Jesús, el mesías prometido»: para ganar credibilidad forzaron el sentido de versículos proféticos del Antiguo Testamento.

10. En el evangelio de Mateo se construyó la fábula de la concepción virginal de María y del origen divino de Jesús apoyándose en los famosos versículos de Isaías sobre el Emmanuele.

11. El cristianismo intentó justificar el autoproclamado mesianismo de Jesús manipulando textos del Antiguo Testamento.

12. La iglesia católica se dotó de fundamento y legitimidad manipulando los evangelios y se convirtió en una institución de poder al crear una estructura organizativa contraria a esos textos.

13. Jesús jamás instituyó, ni quiso hacerlo, ninguna nueva religión o iglesia, ni cristiana ni, menos aún, católica.

14. Para la historia quedó el recuerdo vergonzoso de un concilio, el de Nicea, en el que una caterva de obispos cobardes y vendidos a la voluntad arbitraria del emperador Constantino dejaron que este definiera e impusiera alguno de los dogmas más fundamentales de la iglesia católica, como son el de la consustancialidad entre Padre e Hijo y el credo trinitario. Constituído en teólogo por la gracia de sí mismo, Constantino diseñó a su antojo lo que los católicos deberían creer por siempre acerca de la persona de Jesús.

15. La figura del Papa es contraria a lo que predicó Jesús y se asienta sobre falsificaciones de los Evangelios y de las listas de los obispos de Roma.

16. Los Diez Mandamientos de la Iglesia Católica presentan graves e interesadas diferencias respecto al decálogo bíblico original.

17. La Iglesia falseó el Decálogo bíblico eliminando el segundo mandamiento, que prohibe la idolatría, para rentabilizar el culto a las imágenes de Jesús, la Virgen y los santos.

18. El Dios de la biblia no dijo «Ve a misa los domingos» sino «Descansa los sábados».

19. La doctrina católica del infierno le fue tan desconocida al Dios del Antiguo Testamento como al propio Jesús.

20. La figura de Jesucristo fue configurada según el modelo pagano de los dioses solares.

13 comentarios

El demiurgo incita los genocidios. Lean con ojos abiertos el libro maldito‏

Matad, pues, ahora a todos los varones de entre los niños; matad también a toda mujer que haya conocido varón carnalmente. Números 31, 17

Tomamos entonces todas sus ciudades, y destruímos todas las ciudades, hombres, mujeres y niños; no dejamos ninguno. Deuteronomio 2, 34

De él no te compadecerás, ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo matarás; tu mano se alzará primero sobre él para matarle. Deuteronomio 13, 8-9

Sacarás a tus puertas al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta cosa mala, sea hombre o mujer, y los apedrearás, y así morirán. Deuteronomio 17, 5

Los hombres de Israel volvieron sobre los hijos de Benjamín, y los hirieron a filo de espada; así a los hijos de cada ciudad, como a las bestias y todo lo que fue hallado; asímismo pusieron fuego a todas las ciudades que hallaban. Jueces 20, 48

Haréis de esta manera: Mataréis a todo varón, y a toda mujer que haya conocido ayuntamiento de varón. Jueces 21, 11

Prometieron que cualquiera que no buscase a Jehová el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer. Crónicas 15, 13

Sube contra la tierra de Merataim, contra ella y contra los moradores de Pecod; destruye y mata en pos de ellos, dice Jehová, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado. Jeremías 50, 21

Matad a viejos, jóvenes y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno; Ezequiel 9, 6

Samaria será asolada, por que se rebeló contra su Dios; caerán a espada; sus niños serán estrellados, y sus mujeres encintas serán abiertas. Oseas 13, 16

3 comentarios